Monday, December 04, 2006

CHÁVEZ GANÓ LA REELECCIÓN

Estaba escuchando por la radio opiniones del público sobre el personaje del año y muchos peruanos votaban por Hugo Chávez, personaje que produce sentimientos polarizados.

Es difícil mantenerse neutro ante la forma de hacer política de Chávez. Su estilo provocativo no deja lugar a las medias tintas: para unos es un payaso, para otros un “líder continental”. Y es que Chávez ha encarnado ese descontento, ese malestar que en Latinoamérica se produce contra el llamado “Consenso de Washington”. Su retórica va contra el sistema, lo que le produce adhesiones multitudinarias y muchos lo ven como el “heredero natural” de Fidel Castro, el que tomará la posta en la lucha antiimperialista.

Si bien su discurso propone el socialismo, en Venezuela no ha existido un proceso de estatización masivo de los medios de producción, natural en un proceso de cambio revolucionario, menos estos han pasado a propiedad de los trabajadores en “Comités Obreros”. Conviven –y muy bien- la empresa privada con la pública, y la libertad de opinión y expresión no ha sido borrada del mapa totalmente como pasó en la Cuba de los 60.

Es por ello, que más que una apuesta al socialismo, lo que existe en Venezuela es un “cesarismo democrático”, la figura del caudillo que es reelecto en sucesivas elecciones más o menos limpias y usando los recursos humanos y tangibles que ofrece el aparato del Estado; pero manteniendo las estructuras sociales y económicas capitalistas sin alterar. (Nadie puede decir en Venezuela que ya no existan clases sociales ni que la economía esté en manos de la clase oprimida).

El gobierno de Chávez sigue vendiendo el petróleo a los Estados Unidos de Bush, del que tanto despotrica. Estamos más ante el caudillo militar autoritario que se apropia del Estado y sus instituciones para sus propios fines, con un programa asistencialista y clientelista, que ante un líder socialista (por eso los niveles de pobreza y delincuencia han aumentado alarmantemente en Caracas, “males capitalistas” típicos). Es el estilo peronista de hacer política, puesto al día gracias a los ingentes recursos del petróleo, financiando su presencia en la política internacional con generosas ayudas a los “países hermanos” y auspiciando candidaturas en distintos países (hasta ahora sólo ha conseguido colocar en la presidencia a candidatos de países “pequeños” como Bolivia, Ecuador o Nicaragua) y haciendo de Bush el blanco favorito de sus ataques, sin dejar de lado a los presidentes de la región que le caen “antipáticos”.

Quizás al terminar Chávez su período presidencial o salir a la fuerza del poder (probablemente con algunos cientos de millones de dólares en cuentas del extranjero), Venezuela habrá despertado de su sueño de opio petrolero y se dará cuenta que es más pobre y más subdesarrollada que sus pares de la región, y que los discursos incendiarios de su –entonces- ex presidente Chávez habrán quedado en el olvido, y los problemas sociales y económicos quedarán desnudos en toda su miseria.
Eduardo Jiménez J.
ejjlaw@yahoo.es

No comments: