Friday, November 30, 2007

SENTENCIA CONTRA LOS GOLPISTAS

Coincidentemente este año se rememora los quince del “autogolpe” del ex presidente Alberto Fujimori, los también quince del intento de restablecer la institucionalidad del general Jaime Salinas Sedó; y, este 2007 ha sido también el año en que Fujimori fue extraditado y en que han sido sentenciados sus ministros que avalaron el golpe.

Sin embargo, cabría preguntarse si tiene algún efecto dentro de la sociedad la sentencia recientemente dictada, o en la institucionalidad democrática. ¿Es un aviso para que futuros golpistas lo piensen dos veces?

Creo que se exagera en cuanto a la importancia social y política de la sentencia emitida por la Corte Suprema. Si bien en esta coyuntura estamos muy lejos de una aventura militar como en el pasado y mal que bien estamos andando en democracia, eso no nos cura en salud para lo que pueda venir después (que ojalá nunca vuelva a suceder). Nada nos garantiza que no se vuelva a repetir escenas sacando a un presidente constitucional en pijamas de Palacio de Gobierno, cerrar el Congreso –por más desprestigiado que esté- a patadas y golpes contra sus eventuales inquilinos, suprimir garantías o vivir bajo una bota de nuevo. Nada nos garantiza ese oscuro futuro, salvo el fortalecimiento de las instituciones democráticas. Recordemos que hace poco más de año y medio estuvimos por elegir a un militar disfrazado de demócrata como Ollanta Humala. Aventuras así solo podrán ser inmunizadas con una fuerte institucionalidad y fortalecimiento de los valores democráticos, inclusión social y distribución de la riqueza, porqué democracia que no distribuye y hace más horizontales a los ciudadanos no funciona.

Por eso, la sentencia reciente –que a la mayoría de los ministros que avalaron el golpe condena con penas benignas- es más un gesto simbólico de reparación que el efecto grandilocuente que se le quiere atribuir. O como dice el viejo dicho “una golondrina no hace el verano”. Falta mucho trecho por recorrer para llegar a ese punto de inflexión donde sea irreversible y seguro que la democracia no esté en peligro y sea tan natural pasar de un gobierno civil a otro como respirar. Mientras tanto deberemos seguir construyéndola día a día, que no resolverá todos nuestros problemas, eso es cierto, pero la otra opción, la autocracia, que como canto de sirena algunos la deslizan sibilinamente, es mucho, mucho peor.
Eduardo Jiménez J.
ejjlaw@yahoo.es

Monday, November 26, 2007

LAS MINERAS CONTRAATACAN: CAMBIO DE ESTRATEGIA

Gramsci, a contracorriente de los marxistas ortodoxos, sostenía que tan importante como la estructura económica era la superestructura, es decir el mundo de las ideas, la cultura, las costumbres. Y tenía razón. La superestructura de la sociedad es tan importante e influye algunas veces, incluso mucho más que las decisiones económicas.

Parece que los mineros capitalistas, sin ser marxistas, están llegando a la misma conclusión. Frente a las continuas pérdidas de batallas y hasta de la misma guerra contra las ONG’s ambientalistas y los “curitas rojos”, se han visto en la necesidad de cambiar de estrategia. Ya no se trata tan solo de poner arrogantemente los millones sobre la mesa, exhibir tecnología de punta, pedir contratos de estabilidad jurídica, sino de “comprarse” la voluntad de los pobladores de las zonas afectadas con la explotación minera.

Es por eso que ahora la estrategia consiste en “vender” la idea de prosperidad para los vecinos y que todos ganan con la explotación de la mina. Ganan los lugareños con puestos de trabajo en cantidad y calidad (prestaciones sociales para el trabajador y su familia), mejores niveles de vida que sembrando solo papas, construcción de colegios, postas médicas y casas para todos, ideas-motivo que se reforzarán con la difusión de vídeos de otras zonas donde ha llegado la prosperidad de la mano de las empresas mineras. Se trata de convencer antes que imponer.

El medio ambiente tampoco ha sido descuidado. Ahora se debe demostrar fácil y rápidamente que la minería no contamina, ni matará las truchas del río o la laguna quedará seca, ni tampoco envenenará el aire que se respira o la tierra que sirve para la siembra de los productos de pan llevar. Los proyectos deben ser ecológicamente saludables, para lo cual se cuenta con técnicos especialistas en la materia que expliquen sin mucha jerga enredada que la explotación no causará perjuicios al ecosistema.

Tampoco han descuidado la escena política oficial. Mediante un proyecto de ley enviado por el ejecutivo, vía la PCM (el proyecto no fue aprobado en el Congreso), se declaró de “interés nacional” la explotación de una veintena de proyectos mineros, “destinados a la concesión, financiación, planeamiento, contratación o ejecución de actividades mineras”. (Proyecto de ley Nº 1640/2007-PE).
Una medida complementaria es el proyecto de reforma del canon, entregando directamente parte de los recursos a los lugareños, a fin que estos “sientan” los beneficios de la inversión minera.

Y, en cuanto a los opositores, las ONG’s ambientalistas, “los perros del hortelano” de AGP, como ahora ya no se pueden silenciar a los contrarios con balas como en la época de la oligarquía criolla –mal que bien estamos en un estado democrático-, más bien se aplicarán los argumentos “ad hominem”, es decir desprestigiar al rival, documentando casos de protestas de los vecinos contra ciertas ONG’s que no han hecho nada por la zona donde estuvieron, salvo engrosar los bolsillos de sus dirigentes. Y, para ello no es necesario buscar con lupa. Es cierto que existen ciertas ONG’s que solo han buscado el provecho personal de sus integrantes, autoasignándose grandes sueldos que no se justificaban con la ayuda efectiva a la población, con un discurso marcadamente ideológico, lo cual se ha visto complicado con la simpatía por el modelo chavista de “socialismo del siglo XXI” y la ayuda económica que algunos dirigentes regionales y locales (la “izquierda trucha”) están recibiendo para hacer oposición.

En igual sentido han reclutado “vendedores de imagen”, relacionistas públicos y hasta sociólogos para que realicen trabajo de campo, así como a varios izquierdistas que conocen bien el manipuleo de asambleas y de dirigencias gremiales, y que al hablar del “sucio capitalismo” parecía les daba arcadas, pero, para sorpresa de propios y extraños, ahora se han convertido en fieles defensores de la libre empresa. Business son business.

A nivel del discurso también darán la batalla. Frente a un discurso antiminero, ofrecerán uno prominero. Pero, como se notaría postizo si viene de los propios inversionistas, lo canalizarán por medio de terceros, ganándose la simpatía de algunos dirigentes locales y de la propia población. Como es imposible formar un líder de la noche a la mañana, convirtiéndolo en adalid de la minería, se convencerá “comprando” conciencias y bolsillos. Las mineras tienen las arcas abiertas y la chequera dispuesta para quien las defienda. Ganarse a un líder de la comunidad es ganarse un punto de oro el día de la consulta popular para aprobar la venida de la minera. Todo vale.

Los términos de la lucha han cambiado, lo que no es muy seguro es si dará resultado.
Eduardo Jiménez J.
ejjlaw@yahoo.es

Monday, November 19, 2007

TALK SHOW PRESIDENCIAL

Imagínense ustedes. Era como preparar una fiesta de lujo, a todo dar, con orquesta de primer nivel, anfitrionas A1, licor el más fino, invitar a lo mejorcito del barrio y por allí se te cuela el bocafloja que sazonado con unos tragos de ron y mismo pirata suelta la lengua a su gusto y se prende de alguno de los invitados. La fiesta se va al tacho y los más emperifollados se olvidan del protocolo y las formalidades y se colocan a la altura (bastante sotánica) del matoncito de la cuadra.

Es lo que pasó en la última “cumbre” -es un decir- presidencial, cuando la trifulca digna del mejor callejón entre el rey Juan Carlos, que olvidó todo el Manual de Carreño aprendido en la juventud, y Hugo Chávez, que para variar se comportó de la manera acostumbrada. Pasará a la historia la célebre frase expectorada por el rey cual salivazo atragantado en la garganta al aprendiz de tirano: “¿por qué no te callas?”, que maliciosamente más de uno opinaba debió complementar con un “¿y cuándo te vas?”.

No fue solo Chávez, que ya es conocido su proverbial estilo mediático de llamar la atención en las reuniones presidenciales. No es tampoco la falta de protocolo, olvidado irrevocablemente en el desván de los recuerdos, sino el insulto, la pachotada, la vulgaridad soez y la rebaja del discurso político al agravio y navajazo.
También se dieron conatos colaterales, como el de Kirchner y Tabaré Vásquez, montando el primero una escena melodramática digna de las peores telenovelas argentinas al espetarle en la cara, como una amante despechada, al presidente uruguayo “le has metido una puñalada por la espalda a Argentina”, en alusión a la papelera que Uruguay instalará en la frontera gaucha. Tampoco se quedaron atrás nuestro presidente Alan García y Lula da Silva. No se escuchó el audio, pero se apreció las imágenes por circuito cerrado de tv, donde discutían agriamente y Lula golpeaba repetidamente la mesa. ¿Qué pasó?

Estas “cumbres de presidentes” me hacen dudar si no estarán producidas en secreto por Laura Bozzo. Tienen todos los ingredientes de su talk show: comedia cantinflesca, melodrama barato, argumentos estúpidos, vulgaridad ramplona y cretinismo al cien por ciento de los protagonistas. Han perdido todo prestigio y por el lado práctico no reportan mayores beneficios a los pobres del continente. Todo queda en buenos deseos, bonitos discursos, tomarse las fotos de rigor y hasta la siguiente. Falta voluntad política a fin de ejecutar los acuerdos tomados, así como mecanismos viables de integración. La CAN ha demostrado su inoperancia, el MERCOSUR va por ahí, los lazos con la “madre patria” son más formales que reales, viéndonos como los parientes pobres, a los que se les da una dádiva para que no sigan molestando, y sobretodo estamos desunidos.

No creo que Chávez sea el culpable del “cisma” en Latinoamérica, como opina un sector de la derecha, este ya existía antes de aparecer aquel. Lo que sucede ahora es que tenemos un alineamiento de países de tendencia chavista por un lado, mientras otros vamos en rumbo distinto. La desunión ha sido característica nuestra desde el nacimiento como repúblicas. Cada país “baila con su propio pañuelo” y si no se tiene padrino no se bautiza.

Entre nosotros también repercutió el asunto. Desde la derecha se le criticó a nuestro presidente que haya invitado a Hugo Chávez a hacer negocios en Perú vía PDVSA, en el supuesto que su dinero “no es democrático” y más bien “huele a azufre”, con lo que insospechadamente nuestra tradicional derecha hace un giro de 180º y se coloca a la vanguardia de los derechos humanos y los valores democráticos; mientras que de la izquierda salieron en defensa de la iniciativa alanista con argumentos pro libre mercado que sonrojarían al más duro neoliberal. La vida te da sorpresas como diría Rubén Blades en su conocida canción.

Sería bueno recordar la frase célebre que dijo una conocida vedette cuando fue descubierta vendiendo sus encantos: “business son business”. O en otras palabras, si tenemos capitales chinos, cuál es el problema práctico de tener capitales venezolanos. No nos rasguemos tanto las vestiduras que se ven los descosidos. Y si el dinero chavista huele a azufre, y casi casi se ve en cada billete la figura del demonio, Monseñor Cipriani podría exorcizar cada uno de los billetes del averno chavidesco. Nuestro cardenal creo que haría un milagro por el bien de nuestro país. Políticamente también tiene sus beneficios. Es mejor tener cerca al enemigo y actuando en la formalidad que tenerlo a la sombra financiando las casas del ALBA y una candidatura cercana a él. Es preferible que tenga los reflectores sobre su rostro y no que actúe a media luz. Como dijo hace mucho tiempo un conocido político “ten a tus amigos cerca, y a tus enemigos más cerca aún”. Y, no solo se debería propiciar la venida de capital venezolano (que dudo Chávez se anime mientras no se encuentre en Palacio un presidente dócil a él como sería Humala), sino ir pensando en integrarnos al naciente Banco del Sur. A la larga nos va a convenir. El ciclo expansivo que vive la economía mundial no es eterno.

Pero, volviendo al lío de marras, el perjuicio por el “roche real” no fue solo para la Bachelet. Su único invitado de “sangre azul” era el rey Juan Carlos –el “resto” eran plebeyos de sangre corriente como usted o como yo-. La pobre no sabía donde poner la cara cuando el incidente, tuvo que salir corriendo presurosa detrás del rey cuando abandonó la sala –imaginen sus pasitos cortitos detrás de las grandes zancadas reales- y cual esposa sufrida rogarle que regrese para tomarse la foto de clausura de la “cumbre” (que de ahora en adelante deben denominarse más bien “abismos”). Le malograron la mejor fiesta del barrio que hasta ahora se tenía memoria y encima se encuentra todavía con el “roche” y dolida de cuerpo entero. No, no fue la única perjudicada, el otro “pagano” en la real bronca fue Rodríguez Zapatero. Ahora sus adversarios políticos le achacan por las amistades que tiene en “el nuevo mundo”, ya ves como te pagan le increpa la derecha española, en un afán de obtener réditos políticos en las elecciones de Marzo próximo. Los neo franquistas ni siquiera le agradecen haber dado la cara por su jefe máximo José María Aznar –que ya sería mucho pedir-, sino que además de refregarle el rostro y la paciencia por “el matrimonio gay”, “el divorcio express”, ahora también le machacan por los amigos de por acá: Fidel, Chávez, Evo. La cosa es desprestigiarlo.

Chávez en su brutalidad y escasa visión no se dio cuenta que con su última pachotada sino pierde por lo menos hiere a un aliado, y en política, tarde o temprano, eso se paga por más que tenga a su favor la “diplomacia del petróleo”. Ni Fidel, pese al aislacionismo que sufría Cuba por el embargo norteamericano nunca se le ocurrió pelearse de la manera que Chávez lo hace con el resto de sus pares. Por más que lo trataban con frialdad y distanciamiento, y en los peores años era considerado poco menos que un apestado, trataba de sacar ventajas y aliados políticos. El cachorro de dictador que es Chávez debería aprender de su maestro.
Eduardo Jiménez J.
ejjlaw@yahoo.es

Monday, November 12, 2007

A NOVENTA AÑOS DE LA REVOLUCIÓN RUSA

Como que los noventa años de la revolución rusa han pasado medio desapercibidos. Un gusto a “ya fue”, propiciado por la caída del Muro de Berlín, hace suponer que el tema ocupe un segundo plano y sin embargo quizás está más presente de lo que aparentemente parece.

El mérito de la revolución rusa fue intentar crear la primera sociedad socialista, pasando de una sociedad desigual a una igualitaria, teniendo como finalidad una función liberalizadora de la humanidad de todas las taras de clase que había arrastrado por milenios. No es casual por ello que muchos intelectuales y obreros organizados de todo el mundo hayan adherido a los principios socialistas y rubricado la creación de la naciente Unión de Repúblicas Socialistas Soviéticas. Aunque Marx no filosofó mucho de cómo sería esa futura sociedad y más bien se ocupó de analizar minuciosamente el capitalismo, fue Lenin quien diseñó la estrategia del futuro estado socialista y muy al contrario de lo que Marx anticipó, no fue en un estado industrial donde nació, sino en una nación atrasada y deudora de formas feudales como lo era la Rusia a inicios del siglo XX.

El primer ensayo socialista anduvo mal desde sus inicios. Marx pensaba que sería en un país industrializado debido no solo a que dispondría de la infraestructura económica necesaria para comenzar un nuevo proceso de acumulación de capital, esta vez a favor de la clase obrera, sino porqué el capitalismo trae democracia y la democracia forma ciudadanos, baluarte necesario para forjar al futuro “hombre socialista”. En otras palabras, el nuevo hombre tendría que tener como base los cimientos del ciudadano burgués, en el sentido de los derechos y deberes que conlleva el tener conciencia de sí de pertenecer a una polis; y a partir de allí formar al futuro ciudadano, en un nuevo peldaño ascensional (se vivía el positivismo y el determinismo, por lo que se pensaba que todo nuevo peldaño era hacia arriba, no en sentido contrario).

Sin embargo, los experimentos socialistas se dieron en países atrasados, donde la noción de derechos y de ciudadanía no existía, constituida más bien por rebaños manipulables que verdaderos hombres libres. Rusia, China, Vietnam, Cuba, y ahora Venezuela y su “socialismo del siglo XXI”, solo buscan a la masa (no es casual esa palabrita en la jerga de izquierda) que a verdaderos ciudadanos que puedan cuestionar al estado y a sus “jefes máximos”. La dictadura del proletariado sirvió de coartada a la dictadura de una burocracia enquistada en la cúspide del poder supuestamente para defender a ese “nuevo hombre” y los valores socialistas.

El experimento falló en Rusia, así como en los otros países donde se implementó procesos similares. Creo que estaba condenado al fracaso desde su nacimiento. Lo cual no quiere decir obviamente que el capitalismo sea el “único” modelo ni que hayamos llegado a la última etapa de la humanidad. Existe un error de apreciación de lo que significó el derrumbe del socialismo real en los países de Europa del este, llegando a la conclusión que fueron las tesis marxistas las equivocadas (y por ende las “correctas” serían las tesis capitalistas de libre mercado), a lo que debemos añadir que el terreno donde prendió el socialismo fue uno atrasado y sin asomos de democracia liberal burguesa, dando lugar a gobiernos de corte autoritario, donde no existían los derechos del individuo, derechos que son hechura netamente de la modernidad, de la separación entre estado y religión, y de la etapa capitalista occidental. Rusia pasó de la autocracia zarista a la autocracia del politburó, y ahora a la camarilla de Putin en un remedo de nacionalismo “pan eslavo”. Rusia y China corrieron parejos en un destino ajeno a los ideales de un socialismo democrático, abierto a las tendencias libres y respetuosas de la dignidad de la persona.

Es probable que existan nuevas sociedades en el futuro (lo que pasa ahora, a inicios del siglo XXI, es apenas el comienzo de otro gran cambio), así como nuevas formas políticas, aunque nosotros ya no las veremos, serán mejores o peores que la actual dependerá de cómo se lleven y de que se aprenda de los errores que enseña la historia. No hay nada escrito ni determinismos históricos. Tampoco creo que las ideas socialistas y las ideas liberales sean incompatibles. Ambas proceden de una madre común, y antes de ser antagónicas más bien se complementan. Por el momento el panorama es sombrío, como lo fue hace noventa años cuando un grupo de audaces tomaron el Palacio de Invierno de los zares y dieron inicio a un proceso de trasformación que quedó inconcluso.
Eduardo Jiménez J.
ejjlaw@yahoo.es

Monday, November 05, 2007

DE PERROS, CAVIARES Y TRUCHAS: A PROPÓSITO DEL ARTÍCULO “EL SÍNDROME DEL PERRO DEL HORTELANO” DE ALAN GARCÍA

Es curioso como cada cual ha “analizado” a su manera el artículo periodístico (a ensayo no llega) del presidente Alan García “El síndrome del perro del hortelano” (El Comercio, 28.10.07). Para la derecha ortodoxa “pura y dura” es el realismo llevado a la excelsitud, gracias a lo cual AGP pasará como el mejor presidente de la historia de nuestro país (de paso le sacan lustre con la franela y elevan su ego). Para la izquierda anquilosada en los años setenta debería más bien seguir el camino de Evo Morales, que gracias a sus medidas nacionalistas y de “socialismo del siglo XXI” está muy por encima en las encuestas que AGP, recomendando por tanto más estatismo como antaño (Nelson Manrique). Creo que ambos extremos (la derecha ortodoxa y la izquierda arcaica) yerran en sus apreciaciones y lo ven de acuerdo al prisma ideológico que cargan.

El artículo tiene cinco áreas de diagnóstico: recursos forestales, tierras sin trabajar, recursos mineros y petroleros, recursos marinos y fluviales, y trabajo formal y educación. Por cierto, el artículo está plagado de lugares comunes, y más son creencias relacionadas al modelo económico neoliberal que ideas desarrollados en base a un conocimiento, por lo menos empírico, de la realidad. Pero, más que el diagnóstico de cada área económica, el artículo pone énfasis en cómo algunas personas se dedican a solo criticar o colocar obstáculos que impiden el desarrollo del país, son una suerte de “perro del hortelano”. Si bien no lo dice con nombre propio, se refiere a la llamada “izquierda caviar” (de allí que Nelson Manrique haya “saltado” hasta el techo al día siguiente de publicado el artículo, ver su respuesta en Perú21, 29.10.07, posteriormente ha recibido también respuestas furibundas de otros conocidos izquierdistas) que se opone ciegamente a la explotación de los recursos naturales a través de un discurso anacrónico y camuflado ahora como ambientalista a través de ciertas ONG’s. En la lista –sin aludirlos- están también los llamados “curitas rojos”, sacerdotes católicos comprometidos con los más pobres e inspirados en la teología de la liberación, aparte de otros como los profesores del SUTEP (a quienes, a contrapelo de la izquierda caviar, he bautizado como “la izquierda salchipapa” por lo popular y masivo), los profesores de las universidades públicas que reclaman aumentos sin elevar la calidad de la docencia impartida y perjudicando así a los futuros profesionales del país, los presidentes de ciertas regiones de raigambre chavista-humalista ( “la izquierda trucha”), entre otros más.

En pocas palabras, según AGP, serían pequeños grupitos que se encargan de entorpecer el desarrollo sostenible de nuestro país y de que pase a la historia como el mejor presidente de la república.

Coincido con Enrique Bernales (El Comercio, 30.10.07) en que esos grupos existen. De haber, siempre ha habido y habrá grupos políticos, económicos o sociales que se dediquen a hacer oposición por cálculo de intereses o por el mero placer de oponerse. Ya Víctor Raúl Haya de la Torre comentaba hace más de ochenta años del palo encebado, algo parecido a la tesis del perro del hortelano, aunque tocaba un tema sensible a nuestra idiosincrasia nacional: la mediocridad del medio, donde se “castiga” al que busca la renovación y el cambio, y se “premia” al que se conforma con el status quo y medra con el conformismo (un ejemplo claro sería la mediocridad del fútbol peruano, representado en una dirigencia también mediocre). Pero, de allí a responsabilizar a los “perros”, “caviares” y “truchas” por el fracaso de las acciones del gobierno y de su baja en la popularidad de las encuestas, dista mucho.

Hay otro hecho que es sintomático, y es el uso bastante evidente del sustantivo adjetivizado “perro”. No es la primera vez que el presidente lo utiliza para dirigirse a quienes se oponen a sus medidas. Aunque el perro es un animal noble (quien haya tenido uno lo sabe), el uso de la voz es denigratorio, implica una persona sin principios, casi casi lindante con lo salvaje, exento de toda nobleza y altruismo. Es cierto que un gran sector de la izquierda no lo quiere a Alan (y sueñan más bien con verlo en la Base Naval junto a Montesinos por la masacre de El Frontón). Pero, ¿son “perros” quienes se oponen a las políticas de gobierno? No lo creo. Uno puede estar en desacuerdo, muchas veces enceguecido por la política partidaria y la inmadurez para ver el largo plazo (el infantilismo político), preocupado más en destrozar al rival que en construir un país. Quienes actúan así son más bien inmaduros y el pueblo los ha castigado con la orfandad electoral. Están barridos del mapa político (a pesar que quieren recomponerse en un frente humalista), igual que las dirigencias de las centrales sindicales que se quedaron en los discursos pasatistas sin tomar en cuenta los cambios tecnológicos y económicos que trajo para el empleo los últimos veinte años. Incluso la Francia de tradición socialista se ha dado cuenta de eso. Pero, insisto, creo que es exagerado calificarlos como “perros”, infantiles, quizás, o arcaicos, además que son vocablos que suenan más bonito que el denigrante “perro”.

La receta para el progreso que vierte AGP en su artículo es sencilla y se basa en grandes inversiones privadas. Es el mismo argumento neoliberal: modelo primario exportador, inversión del sector privado –preferentemente en recursos naturales- que genere puestos de trabajo y traiga capital y tecnología, donde el rol del estado es cumplir apenas con las seguridades jurídicas a fin de darle estabilidad a largo plazo a la inversión.

Lo malo es que la “receta” de AGP es trasnochada, al igual que sus más acérrimos enemigos. El mundo se mueve hacia el centro del péndulo. NI a la derecha tan derecha, ni a la izquierda tan izquierda, más bien el centro. Por eso –y frente al fracaso de las “recetas” del Consenso de Washington-, las sugerencias del desarrollo pasan por una activa participación no solo de los agentes económicos privados, sino también del estado, que no puede quedar como un mero garante de la inversión, sino que debe buscar e instituir mecanismos adecuados de distribución de la riqueza generada y de inclusión de los sectores menos favorecidos.

El mercado per se no corrige los desequilibrios sociales, más bien los agrava como sucedió en el propio Chile, donde la “receta” funcionó, pero a costa de excluir a grandes sectores sociales, de allí que los últimos gobiernos chilenos inviertan en gasto social, mejorando los niveles de calidad de los sectores menos favorecidos. En pocas palabras es mercado pero también estado.

Una pregunta que no se han hecho ninguno de los “analistas” que destrozaron o ensalzaron el artículo de AGP es porqué lo publicó. El principio de oportunidad se les fue de sus “análisis”. En política no se puede ser ingenuo como decía –maquiavélicamente- el propio Alan García en su primer gobierno y bien difícil creer que Alan lo sea.

En primer lugar se debe resaltar el lugar de la publicación. Sección opinión de el diario El Comercio, periódico conservador, una especie de El Mercurio chileno, donde en materia económica solo se da cabida a articulistas “sensatos”, vale decir fieles creyentes del modelo ortodoxo (radicales, estatistas y keynesianos abstenerse, ellos escriben en La República o La Primera), son gente de la derecha económica, muchos académicos de universidades privadas de “prestigio” (aunque en política dan cabida a izquierdistas reciclados y hasta “caviares” como Enrique Bernales).

Otro hecho es que el diario que le abrió las puertas es el mismo que en el pasado mostró un odio furibundo contra el APRA, odio que iba más allá de toda racionalidad. El APRA de Víctor Raúl Haya de la Torre e incluso del primer gobierno populista de AGP, hubiese sido imposible que encuentre tribuna en el decano de la prensa nacional. Es más, El Comercio apoyó abiertamente los golpes de estado cuando candidateó el fundador del partido aprista, así como a finales de los años ochenta –y en contra de AGP- apoyó al FREDEMO y su prédica de libre mercado.

No es necesario ser muy zahorí para encontrar la respuesta. El propio decano la reveló en un editorial, a la semana siguiente de publicado el artículo: “…gratificante asistir a lo que podríamos llamar una maduración doctrinal del pensamiento político del doctor García…”(4.11.07, en negrita nuestro). Es decir, ahora el doctor García –para El Comercio- ha “madurado”.

El momento. Creo que no se trata de una simple “boutade” o berrinche del presidente (o como dirían los muchachos “se rayó”), sino que subyace un mensaje directo, ya que él mismo suscribe el artículo. Parece decirnos: soy firme defensor de las grandes inversiones privadas y que estas no deben sentir ningún temor en mi gobierno por el trato, éste seguirá igual, garantizando un continuismo de políticas económicas que comenzó con Fujimori, pasó por Toledo y sigue conmigo. Las cosas no van a cambiar, no hay de qué preocuparse. El mensaje es claro y preciso.

Pero, porqué ese llamado, si supuestamente las cosas entre el gran empresariado y el gobierno van bien. Posiblemente hayan existido tiranteces y portazos internos, que no han salido a luz. Es como en un matrimonio, los problemas van puertas adentro, solo cuando es grave y uno de los cónyuges se marcha, lo saben los vecinos del barrio. Algo así probablemente ha pasado entre ambos y el presidente no ha querido reaccionar como en 1987 que estatizó la banca cuando se peleó con los poderosos de la época. Jamás se lo perdonaron y AGP aprendió la lección.

También es una garantía para las futuras inversiones. Un canto de sirena, sobretodo ahora que estamos tan cerca de la firma del TLC y del ansiado grado de inversión (que, ojo, no es otra cosa que nuestros bonos estarán mejor calificados en el mercado internacional). Pero, también está el Alan García “converso”, fiel creyente de la “revolución capitalista”, marcando distancias con el Alan “populista” de los años ochenta. Algo de eso también existe. Recordemos que no hay peor cosa que un converso, debido a que tiene que demostrar ante todos que “renegó” de su antigua religión y ahora profesa la que considera la “verdadera”. Y, si su gobierno se sostiene sobre el gran empresariado y los poderes económicos, con mayor razón aún.

El mundo no es blanco y negro como en el artículo de AGP. Felizmente. Y si quiere pasar a la posteridad debe dejar de escuchar a los que le aconsejan continúe con la “receta”, pese a que esta no levanta el pastel y más bien lo está quemando junto al cocinero.
Eduardo Jiménez J.
ejjlaw@yahoo.es