Thursday, February 05, 2009

LOS BUSES ATEOS

La Unión de Ateos y Librepensadores de Catalunya ha tenido la ocurrencia de contratar dos buses del servicio metropolitano de Barcelona a fin que porten cartelones en sus flancos con la inscripción "Probablemente Dios no existe. Deja de preocuparte y goza de la vida".

Como no podía ser de otro modo, la contratación de “los buses ateos” ha traído polémica entre creyentes y no creyentes, y un comunicado oficial “aclaratorio” del arzobispado barcelonés.

La Unión de Ateos afirma que el bus con lemas no creyentes en deidad alguna ya recorrió las calles de Londres, Birmingham, Manchester y Edimburgo, en el Reino Unido, sustentando la propaganda [que en el fondo eso es] en "contribuir a animar el debate social, porque en la respuesta a estas cuestiones [sobre la existencia o no de Dios] se encuentra nuestra propia concepción del ser humano".

Más allá de lo anecdótico, hay que reconocer que la idea es bastante ocurrente y en cierta forma oxigena el ambiente ya ampliamente secularizado de la España moderna.
Sin embargo, debemos distinguir en el mensaje varios niveles.

El primero de ellos sería el de la libertad de opinión que en toda sociedad democrática y plural debe haber. Vale decir que deben existir una serie de ideas y opiniones mutuamente tolerables, por lo que así como las iglesias hacen propaganda de una vida espiritual después de esta vida terrena; aquellos que no creen en una vida más allá de este mundo tienen todo el derecho de propagandizar sus creencias. En otras palabras, en una sociedad democrática todos tenemos derecho a expresar nuestra opinión a través de los distintos medios existentes.

Un segundo nivel es el propiamente sacro o religioso versus el laico o liberal. Generalmente allí se produce un “choque de creencias”, dado que es irreconciliable sostener la existencia en una deidad y vida extra terrenal o negarla tajantemente. O crees o no crees. Confieso que tanto los creyentes como los ateos abogan por un dogma de fe, vale decir es necesario “creer” sea en la existencia de un ser divino como en negarla. Sostener “científicamente”, con “pruebas irrebatibles”, una u otra posición es absolutamente imposible.

Y, tenemos un tercer nivel, el semántico del mensaje. Revisemos de nuevo la sentencia que portan “los buses ateos”: "Probablemente Dios no existe. Deja de preocuparte y goza de la vida".

Vamos a la primera parte del mensaje (“Probablemente Dios no existe”). Un ateo jamás utilizaría el adverbio “probablemente”. El ateo no relativiza su creencia: sencillamente no cree. El “probablemente” más corresponde a un agnóstico, ya que duda de la existencia de un ser divino, sin negarlo rotundamente como lo haría un ateo.
Debemos suponer que el adverbio utilizado obedece más a una invitación sugestiva de la asociación de ateos de Barcelona hacia los creyentes a fin de ganar adeptos para su causa. Es más fácil atraer al bando contrario en forma suave que imponiendo creencias que no admiten formulación en contra. Es más duro y “chocaría” mucho leer en las inscripciones de los buses, a rajatabla, un “Dios no existe”. El “probablemente” suaviza las opiniones en contra. Por lo que suponemos que el adverbio utilizado se debe a razones de “marketing comunicacional”.

La segunda parte de la oración también trae sus bemoles (“Deja de preocuparte y goza de la vida"). Suponemos que va dirigida hacia los creyentes dolidos o temerosos de la ira divina, dado que refleja una concepción sufriente del cristianismo, que si bien existe como corriente, creo que en estos tiempos son los menos. Pero, la segunda parte es la más interesante (“goza de la vida”). Es una invitación epicúrea más que atea. Para gozar de la vida no se requiere ser ateo, un creyente también lo puede hacer. Ese gozo implícito en lo material creo que va más dirigido a los tiempos que vivimos, donde la cultura del hedonismo hace que eludamos todo aspecto de sufrimiento o dolor, que muchas veces es necesario para nuestro crecimiento interior. Por lo que la invitación al gozo parece ser otra estrategia de marketing de los “cofrades ateos”.

Más allá de la polémica desatada, creo que la campaña de “los buses ateos” es inicua (frases más ingeniosas y provocadoras hubieran sido algo como “Dios es ateo, por qué no lo eres tú”). Nadie cambiará sus creencias por la circulación de estos buses con los lemas invitando al ateísmo. Ni los creyente se convertirán en ateos, ni los ateos abjurarán de sus creencias. Lo que sí sería irreverente es que “los buses ateos” algún día circulen por las calles de Lima, oxigenaría el ambiente cucufato que todavía se respira. Valdría la pena, solo por el placer de ver la cara que pondría nuestro querido cardenal o por los improperios que proferiría desde el púlpito.
Eduardo Jiménez J.
ejjlaw@yahoo.es

No comments: