Wednesday, August 31, 2011

LA PUCP

Voy a meterme en “un lío de blancos”, donde no tengo ni vela ni entierro; pero el caso de la Pontificia Universidad Católica del Perú trasciende a las partes en conflicto y puede ser enfocado desde distintos ángulos. Para analizarlo, lo he separado en cinco partes. Haré un apretado resumen de cada una de ellas, tomando en cuenta sobretodo el derecho y la razón, más allá de los argumentos retóricos de las partes en disputa que, en más de una ocasión, solo sirven para impresionar “a la platea”:
1) Su nacimiento,
2) La cuestión eclesiástica,
3) La voluntad de José de la Riva Agüero de donar sus bienes a la PUCP y la sentencia del Tribunal Constitucional,
4) Los grupos en pugna,
5) El futuro de la PUCP.

1) SU NACIMIENTO:

Es evidente que el nacimiento de la universidad se debe a instancias de la jerarquía católica limeña de aquel entonces (1917) en consonancia con laicos confesionales, preocupados por el desinterés que la juventud mostraba por la religión frente al ambiente positivista y de “progreso” que se respiraba en aquellos años, a tal punto que es el arzobispo de Lima quien aprueba sus primeros estatutos y el primer rector fue un sacerdote, el padre Jorge Dintilhac.

2) LA CUESTIÓN ECLESIÁSTICA:

Al ser una universidad nacida al amparo de la Iglesia Católica, es más que natural los fuertes vínculos con esta, principalmente con su jerarquía. Existe un hecho que quisiera subrayar y conste que, por mi agnosticismo, no me anima ninguna voluntad religiosa o subalterna: cuando la Iglesia funda una universidad o le autoriza el nombre de “Católica” y le concede el título de “Pontificia”, es obvio que estará sujeta a los mandatos imperativos de la Iglesia, principalmente en la “orientación católica” y en la designación de sus autoridades y docentes que profesen esa fe. Es como, supongamos, una iglesia evangélica o un grupo de evangélicos en acuerdo con sus autoridades religiosas, crea una universidad y, “al calor de la reforma luterana”, deciden difundir sus valores. Sus principales autoridades tendrán que “hacer profesión de fe evangélica”, al igual que los profesores. Pero, sigamos suponiendo: digamos que a futuro esa universidad se convierte en laica o, peor aún, en atea, argumentando sus autoridades y docentes que en dicha universidad existe plena libertad de pensamiento y palabra conforme lo establece la constitución política y las leyes nacionales, y más allá de los dogmas protestantes fundacionales. Evidentemente que a los fundadores de dicha universidad no les va a gustar “el cambio ideológico” sufrido, y encima que la universidad en cuestión siga llevando el nombre de “evangélica”, aduciendo sus autoridades que se encuentra inscrito en INDECOPI.

Algo similar sucede con la PUCP. Más si tenemos en cuenta que la Iglesia Católica es jerárquica por naturaleza, sustentada en un derecho, el derecho canónico, donde la última palabra la tiene Roma. Por eso los obispos peruanos, por más que no comulguen con monseñor Cipriani, han respaldado a su Cardenal en el diferendo con las autoridades de la PUCP, como el representante de Roma en el Perú.

3) LA VOLUNTAD DE JOSÉ DE LA RIVA AGÜERO DE DONAR SUS BIENES A LA PUCP Y LA SENTENCIA DEL TRIBUNAL CONSTITUCIONAL:

Es historia conocida que la Universidad Católica crece patrimonialmente cuando José de la Riva Agüero (de joven anti-clerical, católico militante al morir) dona sus cuantiosos bienes a dicha universidad, entre los cuales se encuentra lo que ahora es Plaza San Miguel, el famoso “Fundo Pando”, donde la universidad alberga su campus. Actualmente existen procesos judiciales entre las autoridades de la PUCP y el Arzobispado referentes a la interpretación de los testamentos.

Pero, existe otro hecho importante: el tribunal constitucional ya se pronunció al respecto indicando que la voluntad del testador (Riva Agüero) era dejar a perpetuidad una junta de administración conformada por el Rector de la PUCP y un representante del arzobispado, a fin que se encargase de la correcta disposición de los bienes legados por el testador.

El Tribunal Constitucional mediante sentencia le dio la razón al arzobispo, en el sentido que debería existir la Junta encargada de administrar los bienes donados por José de la Riva Agüero.
Los que apoyan a las actuales autoridades de la PUCP señalan que es “una sentencia irregular”, dado que el TC “se excedió en el fallo” al ir más allá de lo peticionado (que era un amparo presentado por las propios autoridades de la PUCP contra el arzobispo).

Ese argumento no tiene sustento, por una razón. A diferencia del derecho civil, donde el magistrado no puede pronunciarse más allá de lo peticionado por el demandante (“ultra petita”); en derecho procesal constitucional sí es posible que “el guardián de la constitucionalidad” (como se autotitula el TC) pueda pronunciarse más allá de lo peticionado por el accionante. Es lo que sucedió en este caso. El TC estaba facultado para ello.

4) LOS GRUPOS EN PUGNA:

Existen claramente dos grupos en pugna: el de las actuales autoridades de la PUCP y el liderado por el arzobispo. Esta pugna se produce en distintos niveles: judicial, político, eclesiástico y por los medios de comunicación. Ambos grupos buscan sumar fuerzas, sea al interior de la propia PUCP, en el gobierno, en las instituciones, los poderes fácticos o en la opinión pública. En esta pugna no hay buenos ni malos, no existen diablos ni menos ángeles, solo dos grupos que defienden sus intereses. El de las autoridades de la PUCP, perpetuarse en el poder, gozando de los privilegios inherentes al mismo; el del Cardenal, por someter a su fuero una importante universidad que nació como Católica y tiene el título de Pontificia.

5) EL FUTURO DE LA PUCP:

Es cierto que antes del arzobispado de Monseñor Cipriani, sus antecesores no hicieron “cuestión de estado” con respecto a la conducción de la PUCP. Más o menos que se manejó como una institución laica, creciendo consiguientemente en su interior el poder de los llamados “caviares”, siendo reconocida la Católica como su “fortín”. Es en ese momento que se produce la colisión con Monseñor Cipriani, quien se encuentra en las antípodas de las concepciones ideológicas de las actuales autoridades y sectores dominantes de la universidad, y los subsecuentes líos judiciales y extrajudiciales que existen.

En lo personal –repito, sin tener parte ni interés en este pleito- creo que le asiste la razón y el derecho al arzobispo, tanto desde el derecho nacional como del eclesiástico. La PUCP al ser una universidad católica se encuentra sujeta a los mandatos de Roma, nos guste o no. Por eso se llama católica y es pontificia. Y seamos realistas. Tampoco es necesario ser muy zahorí para darse cuenta que bajo la égida de Monseñor Cipriani como “Gran Canciller”, con plenas facultades sobre la PUCP, mucho del ambiente liberal de la universidad desaparecerá.

Creo que el actual rector de la Universidad, Marcial Rubio, es un hombre decente. Personalmente no lo conozco, pero me da esa impresión. Le ha tocado el rectorado en un momento difícil, tenso, con -de repente- muchos intereses subalternos a su alrededor, donde quizás él mismo no se encuentra cómodo ni contento en el cargo y me parece que si cree que el prestigio y el futuro de la PUCP peligran en esta pugna con el arzobispo no dudará en renunciar. Con la frente en alto como es propio de la gente decente. Muchas veces un desprendimiento enaltece más que aferrarse tontamente a un cargo, lo que, me parece, Marcial no hará.

Esta pugna entre el arzobispo y las actuales autoridades de la PUCP todavía tiene para algunos capítulos más.
Eduardo Jiménez J.
ejjlaw@yahoo.es

Tuesday, August 23, 2011

LOS INDIGNADOS

Observo con desconcierto que no solo aquí se cuecen habas, en Europa también. El movimiento de protesta contra “los políticos tradicionales” afecta a las democracias más asentadas, como las europeas. Los ciudadanos no se sienten representados ni por sus políticos ni por sus partidos, sean de izquierda o de derecha. Algo está fallando en la representatividad política.

Desde que se “inventó” en Occidente la democracia representativa como que se fue “profesionalizando” el oficio de ser político, es decir un ciudadano podía vivir de un cargo por elección popular, todo consistía en tener la aceptación de sus demás pares a fin de llegar al poder. De allí en adelante han trascurrido muchas crisis que incluso han cuestionado al sistema político: desde la izquierda radical como Sendero Luminoso que consideraba a la democracia representativa “el establo parlamentario” hasta el movimiento de indignación ciudadana que recorre Europa.

Pero, ¿a qué se debe?

Todo parte de la crisis financiera acaecida hace tres años, cuyos coletazos no terminan. Muchos perdieron sus viviendas por las hipotecas, otros se quedaron sin trabajo, algunos gobiernos se han visto en la necesidad imperiosa de efectuar ajustes fiscales que afectan el gasto social como lo hacíamos nosotros veinte años atrás, y muchos jóvenes bien preparados, de buenas universidades, paradójicamente no consiguen trabajo. Amén de ello, la zona euro se tambalea por algunos países miembros que se encuentran en situación delicada, los gobiernos han desembolsado sin condiciones miles de millones a los bancos en problemas financieros dizque para “rescatarlos”, mientras efectúan ajustes en los presupuestos del gasto social con préstamos condicionados draconianamente por la Unión Europea para salir de la situación de falencia en que se encuentran.

Para colmo, los mismos que causaron la crisis ahora están “timbeando” (especulando) con el riesgo de no pago de los créditos de los países con más problemas en Europa, como Grecia, cuyos papeles, a este paso, no van a servir ni como papel higiénico. Como decimos nosotros “tras cuernos, palos”.

En ese contexto, tienen mucha razón los ciudadanos para indignarse. De cierta manera están “pagando los platos rotos” por la crisis desatada debido a la irresponsabilidad de algunos banqueros y agencias de calificación de riesgo, coludidos con políticos al servicio de sus intereses. Como que se ha aplicado la ley del embudo: lo ancho para los bancos, lo angosto para los ciudadanos de a pie.

Pero, para que exista indignación tiene que existir previamente un ciudadano, no nominal sino real, que se sienta ciudadano con todos sus derechos y responsabilidades, cosa que le puede reclamar al estado por los deficientes servicios prestados.

La invención de la democracia representativa y la formación del estado moderno con una impresionante burocracia tecnocrática, trajo como consecuencia que el ciudadano tribute más a fin de costear los gastos de un estado de tal envergadura, por lo que en los países del primer mundo nadie se salva de pagar impuestos, siendo las penas por evasión y elusión tributaria muy severas, incluso hasta la privación de libertad en los casos más graves. El punto es que el ciudadano, sea de rentas pequeñas o rentas grandes, tributa, por tanto “paga” por los servicios que le ofrece el estado y la clase política. No siente que sea “asistencialismo” ni una prestación gratuita. Digamos que esta contraprestación es una suerte de “pacto social” en los países desarrollados.

Consiguientemente si el estado y la clase política no le ofrecen los servicios necesarios como acceso al empleo, o los servicios que presta son deficientes, el ciudadano tiene toda la razón de protestar. Matices más, matices menos, es lo que ha sucedido en Europa ante los drásticos ajustes que trajo la secuela de “los bonos basura”. Lo más irónico es que hasta el momento los bancos y sus representantes causantes de la crisis están libres de toda responsabilidad; es más, han recibido miles de millones de euros y dólares para su “reflotamiento” sin ninguna condición. Es decir, encima que causan la crisis, los premian.

Así cualquiera se indigna.

Posiblemente el movimiento de los indignados termine disolviéndose en el tiempo. Si las cosas se componen en Europa y vuelve a funcionar correctamente el “estado de bienestar”, el movimiento no tendrá razón de ser. Pero, si la crisis continúa, como de hecho parece suceder, significará colocar en la agenda distintos temas que hasta el momento fueron “tabú” para la escena oficial política como la reforma de la ley electoral, la trasparencia de los políticos, el problema de las hipotecas, el medio ambiente y hasta la utilización de la energía nuclear. Temas que están relacionados directamente con el ciudadano y han causado que la palabra “política” entendida en su sentido aristotélico, vuelva a cobrar actualidad. Y, como correlato, un uso más extendido de las instituciones de la democracia directa como la consulta y el referéndum; lo que no está mal, después de todo, la democracia del ágora o la democracia ateniense es mucho más antigua que la democracia representativa. Es hora que los estados democráticos y los políticos usen con más frecuencia las instituciones de la democracia directa y “no tengan temor” de consultar a los ciudadanos que, al final de cuentas, a ellos se deben.

Otra “lección” que trae este movimiento es que no se puede separar democracia de economía. Mientras el sistema económico se sustente en un capitalismo especulativo (“capitalismo de casino” como lo han denominado algunos), sin regulaciones, principios éticos y sin producir bienes o servicios tangibles para el ciudadano, va a afectar notablemente al sistema político de democracia representativa. Es cierto que es poco lo que los políticos o solo los estados nacionales pueden hacer frente a este enorme poder fáctico como es el capitalismo financiero, pero se tiene que hacer algo para establecer un marco regulatorio a fin que no afecte a las economías nacionales, ni a los ciudadanos como ocurrió en la crisis del año 2008.

A este paso, estoy inclinado a pensar que lo más sensato tres años atrás –como opinaban algunos liberales cuando fue lo de la crisis de los “bonos basura”-, era dejar quebrar a los bancos con problemas y que nazcan otros. La “destrucción creativa” del capitalismo que aludía el maestro Schumpeter.

En fin, dependerá cómo se resuelva esta crisis, cuyas repercusiones, de hecho, llegarán a nuestras costas. Espero no nos agarre desprevenidos y en vez de estar discutiendo sobre si la Constitución del 79 o la del 93, o gastando más allá de lo que la prudencia aconseja, nos “vacunemos” contra ya no el “resfrío” de Europa y Norteamérica, sino una verdadera pulmonía que se nos viene del hemisferio norte.
Eduardo Jiménez J.
ejjlaw@yahoo.es

Tuesday, August 09, 2011

EXTRAÑOS NOMBRAMIENTOS EN EL GOBIERNO DE HUMALA

El viejo dicho “la mujer del César no solo debe ser honrada, sino también debe parecerlo” cobra actualidad con los últimos nombramientos en el gobierno de Ollanta Humala.

Tan importante como precisar y aclarar qué plan de gobierno utilizará en los próximos cinco años (dado que tiene por lo menos dos totalmente distintos), es determinar los funcionarios y asesores designados para la buena marcha del estado.

Lo ideal es una designación acorde con el puesto a desempeñar: Meritocracia pura. Pero, lo usual es la designación por cercanía, presión, favores o identificación partidaria. Lo malo de esta última forma de elección es que no siempre los mejores ocupan los puestos clave en la administración pública, sino todo lo contrario y varios, incluso, con pasado un tanto tormentoso.

El recién iniciado gobierno del comandante Humala no fue la excepción y acaba de estrenarse con nombramientos bastante extraños, que dejan amplio espacio para las conjeturas. Vamos a mencionar solo “tres perlitas”.

La “primera perla” fue la designación del coronel (r) Adrían Villafuerte como asesor en temas militares del presidente Humala. El hecho es que el coronel Villafuerte fue secretario personal del general César Saucedo, uno de los más conspicuos generales montesinistas en los años 90. Suerte de “eminencia gris” en la sombra, sería “el hombre bisagra” entre el presidente y el ejército, poder fáctico en el cual a todas luces Humala se estaría apoyando para gobernar, como lo demuestra el nombramiento del también coronel (r) Luis Pereyra Briceño como jefe del INDECI, cuyos méritos consistirían en “desaparecer” el legajo personal del presidente en lo referente a las acusaciones por violación de derechos humanos en el caso Madre Mía, hecho que se le atribuye a Pereyra Briceño. A ello se debe sumar el nombramiento como Jefe de Inteligencia de otro ex militar, así como la designación en las carteras de Interior y Defensa de otros dos ex militares, pese a que el por entonces candidato Humala juró, Biblia en mano (en la especie de “misa laica” que se celebró en la Casona de San Marcos), que esas carteras la ocuparían civiles.

Luego tenemos el nombramiento de Ricardo Soberón como jefe de Devida, una suerte de “zar antidrogas”. Lo curioso es que Soberón se opone a la erradicación de los cultivos de hojas de coca, lo que ha manifestado en repetidas oportunidades, habiendo sido también asesor de dirigentes cocaleros como la controvertida ex congresista Nancy Obregón.

Para muestra uno de los encendidos discursos de Soberón antes de ser designado en tan importante cargo, dirigiéndose a los dirigentes cocaleros:
“Si Ollanta me confía un cargo, esperaré la propuesta de los cocaleros, cuya madurez es notable, para sacarlos adelante y para que la Conpaccp [Confederación Nacional de Productores Agropecuarios de las Cuencas Cocaleras del Perú] sea grande. Deseo suerte en la redacción de las propuestas para el Gobierno. Yo los apoyaré desde cualquier campo”.

Evidentemente que una persona con una ideología “pro cocalera” no calza en un organismo que debe luchar precisamente contra la erradicación de la hoja de coca, ni tampoco se condice con la política trazada en este aspecto por Humala en su primer discurso como presidente en ejercicio donde se comprometió a “una guerra frontal” contra las drogas. Trazando una metáfora, es como si se designara en el portafolio de economía a un derrochador nato de recursos, o en salud alguien que por motivos religiosos se opone a las trasfusiones de sangre.

Y la “tercera perlita” de la semana fue la designación del abogado Eduardo Roy Gates nada menos que como asesor jurídico del presidente de la república. Uno se preguntará quién es Roy Gates. Es un joven abogado, penalista para mayores señas, bastante ambicioso, que en su corta trayectoria (tiene pocos años de ejercicio profesional) ha patrocinado a controvertidos personajes como César Cataño por blanqueo de activos, al clan Sánchez Paredes igualmente por blanqueo de activos, y a Miguel Sánchez Alayo también por blanqueo de activos, así como al celebérrimo Rómulo León por el delito de corrupción y, oh sorpresa, patrocinó al presidente Ollanta Humala en el caso Madre Mía.

El abogado Roy Gates fue quien mayormente tuvo en sus manos el caso donde se le imputa a Humala violación de derechos humanos cometidos bajo el seudónimo de “Capitán Carlos”, cediendo la posta hacia el final al abogado Omar Chehade, actual segundo vicepresidente.

Ahora bien, uno trata de no ser suspicaz y dice de repente el abogado Roy Gates tiene otros méritos profesionales que le permitan ocupar encargo de tan alto nivel, donde no se requiere tanto un abogado penalista, por más eficaz que pueda ser en su campo de ejercicio, sino un jurista con trayectoria y conocedor sobretodo del derecho constitucional y administrativo. Sin embargo, la trayectoria profesional del abogado Roy Gates se limita al patrocinio de tan ilustres personajes y, por supuesto, incluyendo en la lista de sus clientes al por entonces candidato Ollanta Humala. No conocemos de él ninguna obra jurídica publicada, ni tampoco ningún aporte sustancial que haya efectuado digamos a, por ejemplo, la reforma del estado o, por lo menos, algún enjundioso estudio de la problemática de la administración pública en el Perú; salvo que sea mérito personal ser hijo de otro abogado penalista, el conocidísimo abogado y maestro universitario Luis Roy Freyre. Pero, más allá de esos hechos su curriculum vitae es bastante pobre para el puesto nombrado, que si bien es de confianza, requiere un profesional con una mayor experiencia jurídica y, por añadidura, de un profesional que, sin perjuicio del derecho a la legítima defensa que todos tenemos, no haya defendido a personajes tan controversiales como los antes mencionados, pasando inmediatamente a defender luego los intereses del estado. Dibujando otra metáfora y sin herir la honra ni la susceptibilidad de nadie, es como si a “la mami” de un burdel se le confía luego la administración de un colegio de núbiles niñas. Como que la “madama” no es la persona apropiada para ese puesto, por más que tenga experiencia en lo otro.

Uno de los lemas de la campaña de Ollanta Humala fue la honestidad y la trasparencia. Es bueno tanto para él como para la gobernabilidad del país que siendo presidente en ejercicio la practique en todo momento y a todo nivel, incluyendo los nombramientos de funcionarios y asesores, más si estos son de confianza absoluta del presidente. Recuerde señor Humala la famosa sentencia latina. Los que votaron a favor de usted y en general todos los peruanos (dado que es el presidente de la república) esperan un comportamiento en ese sentido. Por el bien del país, ojalá no defraude y luego, para justificar los desaguisados cometidos, diga que todo es culpa de la derecha y del imperialismo yanqui y sus lacayos, cuando ustedes son los primeros que se disparan al pie.

P.D.: Cuando este artículo se encontraba listo para ser publicado, nos enteramos que la señorita Tania Quispe ha sido designada nada menos que como Jefa de la SUNAT. El hecho es que la Srta. Quispe es prima de la Sra. Nadine Heredia, la esposa del presidente de la república. Claro, se dirá que no existe incompatibilidad legal dado que la designada no es familiar directo ni cercano del presidente Humala. Pero, sin poner en duda los méritos personales y profesionales de la Srta. Quispe, “colocar familiares” en puestos claves de la administración pública, a pesar que el vínculo familiar es lejano, no es lo más recomendable desde el punto de vista ético. Se argumentará que en estos casos la ética no importa, y parece que es así.
Eduardo Jiménez J.
ejjlaw@yahoo.es

Tuesday, August 02, 2011

HUMALA: SU PRIMER MENSAJE A LA NACIÓN

Podemos analizar el primer discurso oficial de Ollanta Humala como presidente en ejercicio de dos maneras. La primera interpretando literalmente lo que dijo: así tenemos aparentemente un discurso gris, con guiños a distintos sectores políticos (una suerte de “sancochado” homenaje a distintos hombres ilustres del pasado), reiterando las promesas de campaña y el planteamiento de la “Hoja de ruta”. La verdad que para todo lo prometido le va a faltar tiempo (excede el plazo de un mandato presidencial) y dinero (la caja fiscal “volaría” de implementarse todo de una sola vez). Quizás por ello reiteró constantemente que los cambios de “la gran trasformación” serían progresivos. En resumidas cuentas, su primer mensaje a la Nación osciló entre el crecimiento económico y la distribución e inclusión social. La fórmula no es sencilla, dado que la distribución no debe afectar al crecimiento, y el crecimiento no debe ser excluyente de la inclusión. Es difícil, pero no imposible. Suponemos que los detalles de la ejecución de los programas sociales los delimitará el primer ministro cuando se presente al Congreso.

En esta lectura “prima facie” supuestamente el modelo económico continuará, aunque tendremos algunos matices de intervención estatal en materia económica, así como una serie de cambios a nivel del marco jurídico, incluyendo a la Constitución vigente.

La segunda lectura del discurso de Humala se puede hacer por contraste de “lo que no dijo”, lo que insinuó apenas, lo mantuvo en sombras o lo manejó en el terreno de la ambigüedad. Esta lectura es mucho más significativa.

Es notable que dentro de lo que no dijo, no hizo mención expresa de dos temas quizás más importantes que una eventual reforma constitucional: la educación escolar y la ciencia y la tecnología. En educación escolar fue extremadamente parco. Salvo lo de las ocho horas de clases no hizo mención expresa ni a la carrera pública magisterial, ni a las reformas necesarias en materia educativa. Educación estuvo en las sombras del discurso. Mal síntoma para un presidente que de candidato preconizó “la inclusión social” obviar una de las maneras por excelencia de conseguirla. Tampoco hizo mención a la investigación, ciencia y tecnología. Si queremos entrar de lleno al siglo XXI es imprescindible fomentar, sobretodo en los jóvenes, estas disciplinas. En ciencia y tecnología se justifica plenamente la creación de un Ministerio, no tanto por la burocracia, que siempre es inevitable en el estado, sino porque con estatus de ministerio se podrán concretar mejor las políticas en este sector. Es necesaria en estos momentos la creación de un Ministerio de Ciencia y Tecnología. Omisión en el discurso, otro mal síntoma, pese a que también fue una de las tantas promesas de su campaña.

Otro aspecto que apenas insinuó, pero sumamente relevante, fue la reforma constitucional. Más allá del juramento por “los principios” de la Constitución de 1979 no aludió al tema, pese a que el juramento hacía presagiar una de sus más caras ambiciones: el cambio constitucional. Ambición que no está encarpetada ni “dormida” como parece, sino que goza de buena salud.

Creo que no fue un error el mencionar a la carta del 79 en su juramento. Ni únicamente un “guiño” a la platea o solo un mensaje provocador a la oposición para que “pise el palito”. Creo que fue un “globo de ensayo” para medir las repercusiones de un eventual cambio constitucional que va a comenzar por el rol subsidiario del estado en materia económica. Será “la piedra de toque” que justifique una serie de reformas a “la constitución neoliberal y delincuencial” y, de ser posible, hasta un cambio total de la carta política como lo anunció un representante del ala radical de Gana Perú, incluyendo probablemente “de contrabando” la reelección inmediata del presidente, al estilo de “las constituciones chavistas”.

No sería extraño que en las próximas semanas la bancada de Gana Perú comience a presentar iniciativas de reforma constitucional. La intensidad de esas reformas legislativas y el sentido que tomen dependerá de la correlación de fuerzas tanto al interior de Gana Perú, como de este con las demás fuerzas políticas y los poderes fácticos, incluyendo a los aliados que estuvieron al lado de Humala desde la primera hora.

Tampoco creo que fue un “lapsus” la mención en su discurso a la “Economía Nacional de Mercado” como se encuentra establecida en su primer plan de gobierno, el estatista e interventor del mercado y la sociedad. Más bien abre “una puerta” para posibles cambios que se verían reflejados en la eventual reforma constitucional.

También los aliados en la campaña demostrarán su poder, como es el caso de los cocaleros. Si ha prometido una “guerra frontal” contra las drogas y su legalización y ello se trasforma en voluntad política y hechos concretos, tendrá aliados que se convertirán en enemigos. Igual sucederá con los profesores del SUTEP y Patria Roja, actualmente a su lado y que han votado mayoritariamente por él y su promesa del “ingreso automático” (sin evaluaciones) a la Carrera Pública Magisterial. Si continúa manteniendo los requisitos para el ingreso a la Carrera Pública Magisterial los tendrá en contra; quizás por eso no ha hecho mención a la CPM en su discurso inaugural y ha preferido soslayarlo, dejando la tarea a su ministra de educación.

Tomar distancias de los aliados y actuar contra sus intereses requiere mucha muñeca política y, además, sustituirlos por otros de igual o superior fuerza. Es lo que va a suceder tarde o temprano al tener una cantidad variopinta y con intereses contrapuestos de “compañeros de ruta”. Igual sucede con los movimientos populares y regionales que votaron por él. Qué pasaría si, por ejemplo, decide como jefe de estado poner freno al contrabando en Puno. Cómo reaccionarían sus hasta ahora incondicionales votantes puneños si toma una decisión política contra sus intereses.

O, en materia económica, si decide, supongamos, subsidiar indiscriminadamente precios o, peor aún, controlarlos. Por ejemplo, qué sucedería si establece subsidiar el balón de GLP para que llegue al consumidor a doce soles, “cumpliendo” así una promesa de campaña. O decretar una tarifa de “precios básicos” si la inflación se le escapa de las manos. Por si acaso, los ciudadanos ya hemos vivido esas experiencias en gobiernos anteriores y no fueron nada gratas.

Habrá que estar atentos a lo que se viene. Más son las dudas que las certezas traídas con el primer mensaje presidencial. Si bien tenemos un Humala aparentemente moderado, de centro izquierda, que respetará el modelo económico que tanto denostó en la campaña; no podemos por eso “bajar la guardia” creyendo que la vocación totalitaria o fascista haya desaparecido. Como decíamos en anterior artículo, esta es apenas la presentación en sociedad del presidente en ejercicio, el tanteo del terreno, lo cual requiere extrema cautela por parte de él.

¿Qué pasará después? Dependerá mucho de cómo se maneje esa correlación de fuerzas tanto al interior de GP (entre el sector moderado y el sector radical), como frente a los demás partidos y principalmente el comportamiento de su voluble aliado político, Perú Posible, así como los poderes económicos y los compañeros de ruta que estuvieron desde la primera hora a su lado, jugando un papel importante la prensa independiente y la sociedad organizada. Las variables no están cerradas, ni son definitivas.
Eduardo Jiménez J.
ejjlaw@yahoo.es