Tomando el título de la célebre novela
de Gabriel García Márquez, nunca fue tan anunciada una muerte. Como en las
tragedias griegas, su destino ya estaba escrito.
Enfrentarse solo a una mafia
enquistada en un gobierno regional, con instituciones que prefirieron mirar a
otro lado antes que investigar y menos otorgarle las garantías necesarias,
estaba descontado que en una región donde los diferendos políticos son
resueltos matando al opositor, que la vida de Ezequiel Nolasco pendía de un
hilo.
Por distintos motivos es preocupante
lo que está sucediendo en el gobierno regional de Áncash.
En primer lugar, porque el gobierno
regional de Áncash es parte del estado peruano y es preocupante que los
operadores políticos se hayan asociado a mafias que usan la violencia y el
asesinato contra quienes se opongan a sus intereses.
Intereses que deben ser investigados en
forma minuciosa. Posiblemente exista más que sobrevaloración de obras como se
presume. Sería bueno que se investigue si existe lavado de activos o capitales
del narcotráfico moviéndose por allí. Para que exista una organización que
tiene poder e influencia en el Congreso de la República , el Poder
Judicial, el Ministerio Público, la Controlaría General ,
la policía nacional y otras instituciones del estado peruano a fin que no se le
investigue y queden impunes sus delitos, se debe presumir que existen
operaciones de gran envergadura económica que no quieren ser reveladas.
También llama la atención que el
presidente regional de Áncash no tenga ni una sola propiedad a su nombre. Como
bien señaló en un programa dominical su operador político en el Congreso de la República , Heriberto
Benites, bien se puede presumir obedece a operaciones de lavado de activos y
uso de testaferros. No hay que ser muy zahorí para darse cuenta de ello.
Y si queremos profundizar en el tema,
es propicio que se revise el proceso de regionalización en su conjunto. No está
funcionando debidamente y al interior de cada región no tenemos un presidente
regional, sino un reyezuelo que dispone de los recursos públicos como si fuesen
suyos. Intereses políticos e intereses económicos, gracias al canon minero y
gasífero, se han coludido para aprovechar los enormes ingresos disponibles en provecho
propio y desmedro del mejoramiento en la calidad de vida de la población. Se
hacen necesarios mayores controles, trasparencia, pesos y contrapesos
institucionales, a fin que no se distorsione el fin por el cual nació la
regionalización.
Ojalá esta vez los órganos que deben
investigar al gobierno regional de Áncash sí usen las facultades
constitucionales y legales que detentan, y el crimen contra Ezequiel Nolasco no
quede impune. Por el bien de la democracia, por el bien del proceso de
regionalización, por el bien del estado peruano y por el bien del país
esperamos que los responsables de este alevoso crimen sean sancionados.
Eduardo Jiménez J.
ejjlaw@yahoo.es
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