Friday, June 08, 2018

A 50 AÑOS DEL ESTRENO DE 2001

Por: Eduardo Jiménez J.
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       @ejj2107
2001 hizo célebre el inicio del poema sinfónico de Richard Strauss, Así habló Zaratustra, que servirá de leitmotiv a lo largo del filme, cada vez que el monolito aparece.Basado en el cuento El centinela de Arthur C. Clarke, y con la colaboración directa de este en el guion, la película planteaba la existencia de una civilización extraterrestre que guiaba a la humanidad desde sus albores de homínido hasta la etapa de “superhombre”. Se hizo clásica la elipsis de cuatro millones de años, desde que el primer homínido asesino de otro homínido lanza el arma-hueso al cielo y vemos en la siguiente toma la nave espacial que se dirige a la luna. (Hipótesis que no es tan disparatada, dado que algunos científicos sostienen que el avance de la humanidad se ha debido a la creación de armas).

También acentuaría la etapa del Kubrick meticuloso hasta los mínimos detalles, característica que sería su marca en posteriores filmes, espaciando cada vez más el tiempo dedicado a la preproducción. Aquel Kubrick que repetía tomas infinitas hasta el cansancio de los actores y del equipo técnico. La búsqueda de la, muchas veces, inasible perfección total. Para 2001 buscó el asesoramiento técnico de científicos y de cómo sería el mundo 35 años después, cuando suceden los hechos del filme. Recordemos que en los sesenta se vivía un optimismo en cuanto a los vuelos espaciales y se especulaba que los viajes a la luna y planetas cercanos iban a ser cosa de rutina.

Si bien la anécdota central estaba en el marco del new age de la época, lo cierto es que desde su estreno gozó la fama de película difícil, críptica, sujeta por ello a múltiples interpretaciones; aunque muchos realizadores, disímiles entre si, se han sentido tributarios del filme: George Lucas, Ridley Scott, James Cameron o Christopher Nolan que recientemente rindió oblicuamente un tributo a 2001 con Interestelar.

Considerada “la catedral de la ciencia ficción”, nunca más el género fue el mismo. De presupuestos modestos y actores desconocidos, y las más de las veces con argumentos disparatados, el género pasó a las grandes ligas de las superproducciones, con un rigor de “cientificidad”.

No obstante ello, algunos consideran el filme como pretencioso y vacuo, y prefieren los anteriores de Kubrick, más sencillos pero con mayor hondura dramática. Lo cierto es que 2001 fue un parteaguas en la trayectoria del realizador y de un género que hasta ese momento era considerado menor.