Tuesday, June 24, 2008

DE AQUÍ Y DE ALLÁ EN AMÉRICA LATINA

NO LLORES POR MI ARGENTINA
Hasta hace 15 o 20 años, Argentina le hacía la competencia a Brasil por liderar la región. Era una lucha de colosos y pese a que los argentinos ya no eran los de antaño, luchaban por posicionarse como líder regional. Hoy es un pálido reflejo de mejores tiempos y Brasil se “posicionó” como el líder en América del Sur. Es más, empresarios brasileños están comprando empresas argentinas, visto el amplio mercado gaucho. Actualmente Argentina se debate en una espiral inflacionaria que bordea el 30% mensual, una larga huelga del campo sobre la ciudad que luego de más de cien días acaba de terminar, originada por los impuestos confiscatorios de la Kirchner que desabastecieron a las principales ciudades de productos esenciales, una insatisfacción popular in crescendo y un desequilibrio fiscal que hace temer otra crisis financiera.
Cuando se llega al 30% de inflación mensual –el gobierno quiso “maquillar” cifras- estamos a un paso del 50% y de allí al 100% ya no la para nadie. Entramos a las puertas de la hiperinflación. Nosotros ya pasamos por esa experiencia en los años 80, cuando tuvimos desabastecimiento de productos básicos, inflación galopante y desequilibrio en las cuentas. Si el gobierno argentino no hace algo pronto y urgente (o si Chávez no va rápidamente en su auxilio), con un sinceramiento de precios brutal y una política económica más saludable y equilibrada, entrarán más temprano que tarde a un nuevo ciclo de crisis económica, con el consabido malestar social y la consecuente desestabilización política. La situación en Argentina es bien delicada.

CHÁVEZ LLAMA A LA PAZ A LAS FARC
Resulta paradójico, pero así es. Hugo Chávez, en giro de 180º, llamó a deponer las armas a las FARC y a insertarse en la legalidad. Jugada de ajedrez fina, dado que estamos acostumbrados a las “pachotadas” del émulo de Bolívar. Si se trata de ser suspicaces podemos deducir lo siguiente: Chávez quiere calmar el frente interno y externo –de allí que esté “tranquilo” estas semanas-. Se vienen las elecciones regionales en Venezuela y el pueblo ya está cansado de sus desvaríos megalomaníacos, gastando millones de millones en subsidios y prebendas a “países amigos” y descuidando el propio. Algo así como que la caridad empieza por casa. (Es curioso, pero Venezuela con todo el dinero que tiene por el alto precio del petróleo, no reúne las condiciones para dar el salto al desarrollo sostenido por lo que de acabarse este ciclo expansivo, retornarían a la pobreza original, como les sucedió en anteriores oportunidades). Chávez ha lanzado un “megaplan” para reactivar la economía, pero el escepticismo reinante hace que sea recibido fríamente. Si no quiere perder estas elecciones –como perdió el referéndum- deberá calmar la casa y poner orden en sus filas. Quizás haya una depuración dentro de su partido y algunos “leales” caigan, así como mantenga contenta a la cúpula del ejército, con generales leales bien “aceitados”. Ya el retroceso en la ley de seguridad por la cual todo venezolano podía fungir de delator de su vecino, a la usanza de la existente en Cuba, marca un cambio, por lo menos temporal hasta que pase el proceso eleccionario. Asimismo, la laptop encontrada al “camarada Reyes” y examinada por la INTERPOL, demuestra que existen mensajes comprometedores que involucran al propio Chávez con el financiamiento y apertrechamiento a la guerrilla colombiana. ¿Durará su “reconversión” pacificadora?

RÉGIMEN CUBANO ELIMINA LA IGUALDAD SALARIAL
Como un paso más al modelo de “socialismo de mercado” (condiciones de mercado en lo económico y partido único en lo político), el gobierno de Raúl Castro eliminó el salario único o igual entre los trabajadores, bandera del socialismo tradicional, por lo que a más tardar en Agosto del presente año, las empresas cubanas pagarán por resultados. Cuando Fidel estaba todavía en el gobierno, la Ley de inversiones extranjeras cubana fomentaba la venida de inversiones foráneas, aperturando la economía a formas capitalistas y poniendo los cimientos para el sistema económico-político denominado “socialismo de mercado”. Fidel lo comenzó en sus últimos años de gobierno y Raúl Castro lo está profundizando, por lo que de cimentarse el modelo es muy probable que muerto Fidel –e incluso Raúl- una casta dirigente desde el Partido Comunista (una burocracia gris sin el carisma de los fundadores) maneje las riendas de la sociedad cubana, siendo poco probable un derrumbe “cataclísmico” del régimen político como algunos pensaban, sino una tranquila transición del poder, como en otras sociedades socialistas que han seguido el modelo con buenos resultados: China, Vietnam o Corea del Norte. Matices más, matices menos, el modelo les permite subsistir como clase dirigente.

EL SÍ GANA EN EL REFERÉNDUM DE TARIJA
Con más del 80% ganó el referéndum autonómico en la última provincia del oriente boliviano donde estaba pendiente la consulta popular: Tarija. Con más del 85% del gas la convierte en zona rica en energía –su carta negociadora en la actualidad- y que junto a las provincias de Santa Cruz, Beni y el Pando apuestan por un régimen autonómico en materia legislativa, fiscal, económica y distributiva de ingresos, que podría ocasionar una eventual secesión del gobierno central.
Si reducimos todo el asunto autonómico a “una maniobra del imperialismo”, simplificamos el problema a un maniqueísmo de “buenos y malos”, y el problema boliviano es mucho más complicado que el blanco o el negro a los que se quiere reducir.
Evo y su discurso indigenista, a menos de tres años de gobierno, se encuentra entre Escila y Caribdis, de allí que busque afianzar su legitimidad en el referéndum revocatorio de los mandatos del presidente y de los prefectos de Agosto próximo, donde espera salir bastante holgado de la justa electoral. Con una constitución aprobada dentro de un cuartel militar, una dependencia discursiva, logística y militar de Venezuela, y una ideología política que lo aísla del mundo, es muy probable que su proyecto de socialismo del siglo XXI termine en un desastre más para el pueblo boliviano.
Eduardo Jiménez J.
ejjlaw@yahoo.es

Tuesday, June 17, 2008

ANECDOTARIO DE NUESTRO CONGREZOO Y MOQUEGUA INSURGENTE

LA “REFORMA” CONSTITUCIONAL
Sin pena ni gloria, aunque sí con mucho de vergüenza ajena concluyó “el debate” de los padres de la patria sobre la reforma constitucional. Dicho sea, más eran “parches” que reforma propiamente. Semanas atrás había sido archivada y sepultada la iniciativa del voto voluntario y ahora se iba a ver algunos aspectos de la justicia (la discrecionalidad de la Corte Suprema para abocarse a los casos de casación), la bicameralidad, la renuncia de los congresistas, entre otros puntos. El debate se centró en un falso dilema: el retorno a la constitución de 1979 o la reforma de la constitución de 1993.
Como ya apuntamos en anterior artículo (¿Es necesaria una nueva constitución?): La visión de cambio social a través de un texto legal es algo bastante usual en países subdesarrollados. Se cree que así cambiarán las cosas. Lo cual es falso. La situación política, social o económica no cambian por existir un nuevo texto constitucional, eso es poner la carreta por delante de los caballos. Más bien un nuevo texto constitucional se hace imperativo cuando la situación social o política ha cambiado de tal forma que el texto constitucional anterior está tan anquilosado que ya no refleja ni de lejos esa nueva situación social, no al revés. Es lo que pasó en 1978, luego de las reformas del gobierno de Velasco, para bien o para mal, el Perú fue un país diferente.
Por lo tanto, querer “retornar” a la carta del 79 es tan utópico como querer mantener la actual constitución sin cambiarle una coma. Los cambios deben obedecer a la naturaleza de las cosas y previo y amplio debate de la sociedad sobre la necesidad de esos cambios, sino será un debate de entendidos que pretenden pasar por iluminados. Por ejemplo, cuáles son los argumentos a favor de un regreso a la bicameralidad, más allá de la consabida “cámara reflexiva”, si cuando existieron dos cámaras el Congreso igual daba leyes tan torpes e impopulares como el de ahora.
Creo que más urgente que las enmiendas constitucionales es que los partidos políticos seleccionen y recluten gente de nivel para sus listas partidarias. De nada nos sirve una “magnífica” constitución si los usuarios directos de la misma son de una calidad lindante a la de un primate (con el perdón de los primates).

LA GRATUIDAD DE LA EDUCACIÓN UNIVERSITARIA:
Otro tema tabú donde el Congreso decidió más bien postergar el debate para un futuro incierto, quitándose de las manos una “papa caliente”, fue la gratuidad de la enseñanza universitaria. Es cierto que el art. 17º de la carta política contiene parámetros a la misma, pero creo que se debe ir un poco más allá y “tomar al toro por las astas” siendo realista y viendo la calidad de la enseñanza universitaria no solo pública sino privada.
La gratuidad total de la educación universitaria obedeció a un contexto social determinado, cuando la población universitaria era infinitamente menor a la actual y los centros de enseñanza superior contados con los dedos de una mano. Pero, a partir de los años sesenta la educación superior se masifica, crece enormemente el número de estudiantes superiores gracias a la movilidad social, a la explosión demográfica y a la democratización progresiva de la educación, por lo que las viejas universidades públicas no se dan abasto y en complementación comienzan a nacer las privadas, muchas de ellas de muy buen nivel.
La reforma universitaria por ello es más compleja de lo que supone, pero tocando solo la gratuidad, supone cambiar de parámetros que ya no son útiles en los tiempos actuales. Una propuesta que ha sido exitosa en otras latitudes es el crédito educativo, a fin que el estudiante que desee seguir estudios superiores se vea beneficiado con un crédito que deberá pagar cuando comience a trabajar. Es reciprocidad, son derechos a acceder a los estudios, pero también obligación de parte del educando. La fórmula es sencilla y fácil de implementar, aunque estamos seguros que nuestra clase política no se atreverá por el “costo” que supondría ante el electorado en la próxima elección, por lo que seguiremos teniendo una educación universitaria totalmente deficiente y divorciada de los requerimientos contemporáneos.

¿Y LA CIENCIA Y LA TECNOLOGÍA?
Me informo por artículo de Richard Webb que en el gasto comparativo en investigación y tecnología de 69 países, Perú está a la cola, en último lugar, incluso nos superan Uganda en el África y en nuestro continente, Guatemala. No hablemos de Chile (nuestro rival, a quien queremos superar) que gasta ocho veces más que nosotros. Sin gente preparada adecuadamente no daremos el salto al desarrollo que se necesita. El desarrollo no solo consiste en tener las cuentas en azul o en medir crecientemente nuestras exportaciones, sino en la educación de un pueblo, y un pueblo que no esté adecuadamente educado, difícilmente podrá competir en las condiciones que el contexto mundial impone ahora. Así, difícilmente le vamos a ganar a Chile, que, con un fondo proveniente del cobre, ya está becando a sus mejores estudiantes a fin que se perfeccionen en universidades norteamericanas, europeas o australianas, poniendo énfasis en la ingeniería, ciencia y tecnología (como lo hacen China e India). Ya no hablemos ni siquiera de llegar a unas dignas olimpiadas en el 2016 o el 2020.
Antes que nuestros queridos congresistas se enfrasquen en discusiones bizantinas, como si retornamos a la carta del 79 o dejamos la actual, deberían preocuparse por fomentar la ciencia y la tecnología. La creación –financiado por medio de un impuesto ad hoc a nuestros commodities que están a buen precio- de un fondo intangible de algunos millones para la educación científica haría mucho más por el país que discutir el retorno o no de cartas políticas. ¿Lo harán?

ADENDA: MOQUEGUA INSURGENTE
Cuando estaba terminado el presente artículo, llega la noticia de “la toma” de la ciudad de Moquegua y captura del jefe policial y efectivos que estaban comisionados precisamente para desbloquear la carretera hacia el sur del país, tomada por lugareños hace una semana. Más allá de los responsables por los actos suscitados, no se trata solo de condenar a los sublevados, como muchos periodistas han esgrimido desde Lima (es verdad de Perogrullo que han existido un conjunto de delitos que deberá investigar el M. Público); sino que merece reflexión cómo un problema aparentemente sencillo de resolver (la separación del canon de Moquegua y Tacna, según la cantidad de mineral extraído en cada región), se complica, desembocando en los sucesos del lunes 16.
En primer lugar, una vez más se nota la poca fluidez en las relaciones entre el gobierno central y los gobiernos regionales por un lado, y por el otro, la poca legitimidad del presidente regional ante sus electores, por lo que “la olla de presión” que son los reclamos regionales se desborda de los cauces institucionales. Pese a los pedidos de calma invocados, ninguno de los sublevados le hizo caso al presidente de la región Moquegua. De haber tenido un gobierno regional legitimado en su autoridad, difícilmente habrían sucedido todos estos hechos lamentables. Algo pasa, que las correas de trasmisión de la representatividad política son poco efectivas, y eso conlleva reforzar las instituciones regionales.
Antes de debatir en el Congreso si regresamos a la constitución del 79 o nos quedamos con la actual, sería mejor reformar la legislación regional, pasando por el porcentaje de votos efectivos para ser presidente de región (similar al “balotage” para presidente de la república) y fortalecer los partidos regionales, democratizándolos, ampliándolos, que no sean solo partidos coyunturales de caciques, sino de masas. Con sólidos y representativos partidos políticos regionales difícilmente habría sucedido todo esto y no estaríamos viendo estupefactos las imágenes de los hechos acaecidos, ni a presidentes regionales impotentes ante el furor de las masas.
Eduardo Jiménez J.
ejjlaw@yahoo.es

Wednesday, June 11, 2008

EL MRTA QUIERE SER PARTIDO POLÍTICO

El hecho no debe de extrañarnos, pese a los comentarios recelosos que la noticia ha ocasionado. Los movimientos guerrilleros o insurgentes -sea que hayan empleado actos terroristas o no, lo cual es materia de un análisis distinto-, al fracasar en la lucha armada tienen tres opciones: se auto disuelven insertándose en la sociedad civil, se mantienen en estado larvado sufriendo un proceso de degeneración (deciden dedicarse a los secuestros, a robos lucrativos o al servicio del narcotráfico), o deciden asimilarse a la legalidad y el estado de derecho constituyéndose como partidos políticos. Es lo que sucedió, por ejemplo, con el Frente Sandinista de Liberación Nacional en Nicaragua una vez llegado al poder (el único caso de un movimiento guerrillero que actuando en democracia cede el poder a un partido opositor en justas electorales), el Frente Farabundo Martí en El Salvador, el M-19 en Colombia. El caso más emblemático de grupo insurgente que se mantiene en estado larvado, degenerando en negocios turbios con el narcotráfico o el secuestro de personas son las FARC en Colombia, y en nuestro país, Sendero Luminoso.

El ingreso a la legalidad de los grupos armados se produce por tres causas: primera, por “la conquista del poder”, vale decir la guerrilla resulta triunfante y procede a instaurar “un nuevo orden” desde el estado conquistado (los únicos casos exitosos en la región fueron los de Cuba y Nicaragua); la segunda, por amnistía, cuando existe un “empate” político y/o militar entre las fuerzas del orden y el movimiento armado (caso del M-19 o el F. Martí), en éste caso a veces una organización internacional o un grupo de gobernantes vecinos interponen “sus buenos oficios” a fin de facilitar el diálogo y la subsecuente solución; la tercera causa es cuando el movimiento subversivo ha sido derrotado y sus principales dirigentes encarcelados y aquellos que han purgado su pena, salen libres (generalmente mandos intermedios), recobrando sus derechos ciudadanos, incluso el derecho de elegir y ser elegido (es el caso del MRTA).

El problema gira en torno a si deben o no ser admitidos en la legalidad, considerando con cautela su pedido, dados sus antecedentes. Es como si un ladrón prontuariado, una vez cumplida su condena, quisiera ser vigilante de una entidad bancaria. Quizás sus antiguos hábitos todavía hagan recelar.

Es natural la suspicacia, pero el caso no es tanto juzgar a priori, sino que por los actos de sus propios integrantes se conocerá si existe un verdadero sinceramiento democrático. Generalmente los grupos subversivos que pasan a la legalidad atraviesan por una etapa de transición, en la cual si bien realizan una autocrítica de sus actos pasados, todavía reconocen con orgullo el fin noble de sus objetivos (una sociedad más justa). Se desprenden del pasado pero todavía no del todo. Es el caso del MRTA actualmente (y lo fue del APRA en sus orígenes). Superada esa etapa de transición, si logran desprenderse del todo de su pasado, entrarán cien por ciento en las puertas de la legalidad y el sistema democrático, lo cual puede ser coadyuvado con el ingreso de nuevos miembros que no hayan estado comprometidos con los hechos subversivos.

Sobre este punto una aclaración. La subversión en si misma no es buena o mala. Por citar solo dos ejemplos. Los fundadores de nuestro país como república fueron considerados “subversivos” en su tiempo, al igual que los padres de la naciente república norteamericana. Otra cosa muy distinta es la defensa del sistema democrático contra quienes lo atacan. Obviamente que aquellos que no creen en el sistema no pueden actuar en la legalidad, como sucede en España con los etarras o en Alemania con los nazis. Es un mecanismo de protección que el propio sistema crea para ser inmune a los ataques desde dentro de la sociedad.

Ahora bien, si ciertos cuadros del MRTA quieren actuar en la legalidad, como hemos visto no existiría ningún impedimento, siempre que cumplan con las formalidades de ley (inscripción como partido político, número mínimo de adherentes, locales partidarios, etc.); pero, sobretodo, interioricen sus integrantes los valores democráticos, esta última tarea más larga y compleja que la simple inscripción.

Muchos de los miembros del Movimiento Revolucionario Túpac Amaru han purgado carcelería y están libres. Jurídicamente, como ciudadanos con sus derechos recobrados, pueden ejercer sus derechos políticos irrestrictamente, incluyendo el asociarse y decidir inscribir un partido político. Desde el punto de vista de la variedad partidaria, será una alternativa que oxigenará nuestro enrarecido y atomizado medio. Que convenza o no su programa político, que sus dirigentes sean expresión de la “conversión” democrática que manifiestan, que llegue a cuajar o no como partido político y sea representativo de la sociedad peruana, eso solo el tiempo lo dirá.
Eduardo Jiménez J.
ejjlaw@yahoo.es

Tuesday, June 03, 2008

A 45 AÑOS DE LA INMOLACIÓN DE JAVIER HERAUD

Los 45 años de la muerte del poeta Javier Heraud y el traslado de sus restos de Puerto Maldonado a la ciudad de Lima, son motivo de reflexión sobre el sacrificio de una generación de jóvenes por un ideal, así como el gesto inútil de su inmolación, mirado a distancia.

Los años 60 en Latino América fueron remecidos por la revolución cubana, el primer experimento socialista en la región. La estrategia “del foquismo” (la “guerra de guerrillas”) obedeció a la situación insular de Cuba y a contar con un régimen político totalmente corrupto, lo que permitió que un grupo insurgente pueda desplegar su acción, amparado por la población civil, y facilitado por el terreno como la falta de comunicación entre distintas partes de la isla.

Esa situación inédita quiso ser calcada por distintos grupos de izquierda en el continente que decidieron alzarse en armas por una sociedad más justa. Todos, absolutamente todos, fracasaron, incluyendo a la guerrilla de Javier Heraud, la de Luis de la Puente y Uceda, así como la del “Che” Guevara en Bolivia (la única excepción fue la guerrilla del Frente Sandinista de Liberación Nacional en Nicaragua, que llegada al poder se corrompería en la repartija de “la piñata”). En gran parte, el fracaso se debió al trabajo de contrainsurgencia del ejército norteamericano, adiestrando a sus homólogos latinos para detener los movimientos insurgentes en el continente; pero también que en el caso peruano vivíamos un gobierno democrático de corte reformista, por lo que difícilmente iba a cuajar la insurrección armada en el país, amén de la extensión de nuestro territorio, mucho más grande y complicado que el de Cuba, así como las condiciones para desarrollar un movimiento de esa naturaleza.

La guerrilla estaba condenada al fracaso desde el inicio. Fue puro voluntarismo de un grupo de jóvenes con más corazón que serenidad y análisis frío. Su entusiasmo por la revolución cubana, reafirmado por visitas a la isla y entrevistas con el propio Fidel (que en un principio alentó la propagación de la lucha armada en AL), motivaron que se lancen a la aventura de un cambio social. Heroísmo que solo concede la juventud.

Javier Heraud muere a los 21 años, en la flor de la edad como se estila decir. No sabremos nunca si pudo dar más a la poesía, su verdadero elemento y fuego vital; y, si bien es muy comprensible que la devoción filial haya permitido traer los restos para reposar junto al padre, quizás el homenaje todavía pendiente es la edición crítica de su obra. La cortedad de esta no debe ser óbice para publicar una edición cuidada y pulcra de la misma.

Javier es símbolo de una época y de una generación: la de aquellos jóvenes con ideales que entregaron su vida por lo que creían. Algo difícil de comprender en estos tiempos de frío pragmatismo.
Eduardo Jiménez J.
ejjlaw@yahoo.es