Friday, March 22, 2013

LA REVOCATORIA EN EL FINAL: SUSANA REINA PERO NO GOBIERNA

Una lección imparcial que nos dejó la revocatoria de Marzo pasado fue la pobreza de nuestra clase política: intereses subalternos, nivel paupérrimo, olor a folclorismo político, triquiñuelas legales, ambiciones nada ocultas. Con una clase política así difícilmente vamos a tener las reformas necesarias a fin de adecuar el crecimiento económico a un largo plazo. Y, nos guste o no, toda reforma política pasa por el fortalecimiento de los partidos. Sin partidos sólidos y organizados no tendremos una adecuada clase política y los “robacable”, “comeoro” o los “marcoturbio” serán los operadores a la orden del día.




¿Quiénes fueron los grandes ganadores y perdedores en la jornada del 17 de Marzo?



El gran ganador fue el PPC. Ha salido fortalecido en Lima, su principal bastión, junto a su lideresa, que en una jugada maestra trasformó una inevitable derrota en una victoria. El tender la mano a la rival de antes permitió ser visto como gesto generoso, amplio que, de paso, neutralizó las bajas del PPC en la revocatoria. De confirmarse la tendencia de veinte los regidores revocados, casi todos de Fuerza Social, tendremos elecciones en Noviembre, donde –no sería extraño- la mayoría de elegidos serán social cristianos e inicio de una breve cohabitación liberal-socialista, hecho inédito entre nosotros.



Gracias a esta hábil jugada el PPC se posiciona en la ciudad de Lima, desplaza a su rival en electorado Solidaridad Nacional, llega con buen pie a las elecciones complementarias de Noviembre y a las municipales del 2014 donde, a no dudarlo, arrastrará alcaldías distritales como en los viejos tiempos; y, de paso, acumula fuerzas de abajo hacia arriba para las elecciones generales del 2016.



(Si “el voto cruzado” –No a favor de Villarán, Sí en contra de sus regidores- fue consigna del PPC o no, habrá que investigar. Ahora tenemos solo presunciones; pero ha sido tal la sofisticación del ejercicio del voto preferencial –incluyendo la vendetta muy a la italiana contra Castañeda hijo y el esposo de Patricia Juárez- que parece bastante probable que haya emanado de consigna partidaria).



Susana Villarán no sale fortalecida de la revocatoria como sus acólitos señalan, sino debilitada. El precio que ha pagado por quedarse en el poder ha sido excesivamente oneroso. Sale debilitada de la consulta, al igual que la izquierda. Tengamos presente que casi la mitad de los limeños dijo “sí” a su revocatoria por lo que carece de legitimidad social, con una mitad de la ciudad en contra de ella; y pierde a sus principales colaboradores como Eduardo Zegarra y Marisa Glave, así como a sus regidores partidarios; y al no tener inscripción propia (Fuerza Social la perdió en una de sus tantas miopías políticas pasadas al presentarse en solitario a las elecciones generales del 2011), no podrá participar en las complementarias de Noviembre, salvo que Tierra y Libertad (agrupación de izquierda a la que pertenece Glave) “le preste” el membrete. Con mayoría social cristiana en el concejo limeño, la alcaldesa reinará pero no gobernará.



Esta segunda experiencia de gestión socialista en el municipio limeño difiere mucho de la primera, de la llevada a cabo por el desaparecido Alfonso Barrantes. El arte de la política y el anti sectarismo se encontraban presentes en la recordada gestión del tío Frejolito. Remontar los errores de la gestión Villarán implica una sincera autocrítica y humildad. Depende cómo asimile la izquierda el trauma de la experiencia de haber pasado por una revocatoria donde las mayorías populares, supuestamente la base política de la izquierda, fue quien principalmente votó a favor que se vayan de la alcaldía. Esa asimilación y cómo la procesen será básico si quieren lanzarse en busca de una tercera oportunidad.



Otra lección es que Lima sigue siendo conservadora, alérgica a los extremos de derecha o izquierda; de allí que las posiciones del centro son las que ganan, como la esbozada por Lourdes Flores y por la misma alcaldesa en las últimas semanas, con mensaje de arrepentimiento incluido; y gracias al crecimiento económico muchos distritos nuevos cuentan con clase media como San Martín de Porres y Los Olivos que también se muestran alérgicos a todo radicalismo, y son vitales para decidir una votación. Quien se posiciona en el centro y sintoniza con sus electores, gana.



Por ello, el discurso centrado de las últimas semanas antes de la consulta se ganó a ese electorado, dejando de lado el discurso radical que los corruptos están del lado de los que votan por el sí y los honestos, la reserva moral del país, por el lado del no. Ese discurso maniqueo la llevaba inevitablemente a la derrota a la alcaldesa, cambiándolo por otro más amigable.



Las sorpresas:



Otra ganadora dentro de la derrota es la regidora Marisa Glave. Mejor dicho fue la revelación en esta consulta popular, como se apreció en “la exposición de ideas” que permite perfilar una lideresa a futuro. Tiene agallas y honestidad, cualidades escasas en la política, y poco a poco está decantando su radicalismo inicial. El golpe de la revocatoria y el ejercicio de cargos públicos le han permitido tener otra visión del ejercicio de la política. Puede ser una sorpresa para el 2014 o más adelante. Todo depende de cuánto evolucione.



Otra sorpresa fue el regidor socialcristiano Pablo Secada, quien tuvo una destacada performance por el no. Y en el bando contrario, de parte de los solidarios, sería mezquino negar la participación de Patricia Juárez.



Ellos, junto a Eduardo Zegarra, el ex teniente alcalde, es posible se perfilen para las municipales del 2014.



¿Quiénes pierden? Marco Tulio el primero, como cabeza visible de los revocadores. Está tan quemado y desprestigiado que difícilmente algún partido lo querrá tener en su lista de regidores, ni siquiera los solidarios querrán cargar con un pasivo enorme.



En cambio, Luis Castañeda pese a todo –incluyendo los “revoca audios”- tiene posibilidades de tentar el sillón de Ribera el viejo el 2014; aunque se tendrá que enfrentar a su antiguo aliado el PPC que estará mejor posicionado. Castañeda sufrió de un “exceso de mudez” –virtud o defecto, dependiendo como se mire-. Muchos creen, y yo también, que de presentarse públicamente por lo menos en la última semana previa a la revocatoria apoyando abiertamente el sí, el resultado hubiese sido distinto. El exceso de cálculo político lo perjudicó; y de pasó perjudicó a su hijo, Castañeda Jr., quien perderá su cargo de regidor. Justicia poética que le dicen.



Las campañas del sí y del no.



La del sí totalmente descoordinada, poco convincente, frases infelices, aparte que no aprovecharon el espacio del debate. Parece que la coordinación entre el Comité revocador, Solidaridad y el APRA no fue muy fluida, Los revocadores cambiaban de speaker a cada momento, su propaganda más allá del “maleteo” a la gestión Villarán no planteaba propuestas constructivas que interesen al elector indeciso.



En cambio la campaña del no fue más coordinada y propositiva; utilizaron hábilmente el marketing político con los “memes”, los muñequitos como súper no, aparición de deportistas y artistas apoyando la opción, la neutralización de periodistas de opinión enemigos acérrimos de Villarán como Aldo Mariátegui. El no hizo una campaña más amigable y –seamos sinceros- su gasto en publicidad fue mucho mayor. Parece que los honorarios de Favre se justificaron.



En cuanto a las intenciones de los revocadores. De los de Solidaridad Nacional es indiscutible el camino que prepararon para el regreso de Luis Castañeda. Como dice la conocida sentencia los dioses ciegan a quienes quieren perder. No se explica de otra manera la falta absoluta de cálculo político y la exagerada ambición de Castañeda. Son esas decisiones sin sentido y absolutamente desastrosas a futuro que a veces cometen los políticos, hasta los más experimentados. En fin, tendrá que remontar fuerte y parejo para llegar con alguna posibilidad el 2014. (Imagino que pensar en las presidenciales del 2016 como declaró recientemente, será una boutade, parte de su recientemente descubierto humor negro).



Pero llama la atención el apoyo del APRA de Alan García, teniendo en cuenta que la ciudad de Lima es, sino hostil, por lo menos poco afecta al partido de la estrella. A veces creo que no es falta de olfato –como cuando designó a su ministra Mercedes Araoz de candidata a la presidencia- sino de querer enterrar toda autonomía partidaria de fracaso en fracaso para así controlar mejor a su partido. Por lo menos la cúpula partidaria se encuentra sujeta a sus designios. Se ha convertido en la locomotora que jala los vagones del partido del pueblo y, por supuesto, los dirigentes que acatan los designios de García ven la conveniencia de estar bien ubicados para las elecciones del 2016.



Parece que ambos –Castañeda y Alan- buscan una alianza para las elecciones municipales del 14 y las generales del 16; y si bien debido a los errores políticos acometidos han salido magullados (más el primero que el segundo), no es un fracaso total como sus detractores señalan. Nos guste o no, tanto Castañeda como García tienen posibilidades en el futuro inmediato. Uno en la alcaldía, el otro ya sabemos donde.



Por otro lado, la revocatoria como institución de la democracia directa no debería desaparecer, pero sí debe ser mejor regulada, incluyendo requisitos más estrictos. Quizás debamos incluir causales de revocatoria o medios probatorios para ejercer el derecho, a fin de evitar el abuso en su ejercicio; así como mayorías más altas para que prospere.



Unas palabras finales sobre el caso Villarán. Siendo una alcaldesa de izquierda, paradójicamente es rechazada por las mayorías populares (el sí se impuso en los distritos más populares), mientras los segmentos altos y medios la avalaban, incluyendo a instituciones de la gran empresa, como la Confiep.



Es cierto que Susana Villarán no es muy hábil como política. Sus declaraciones muchas veces son desafortunadas, como la expresión “las lavanderas de San Juan de Lurigancho”, refiriéndose a las mujeres del populoso distrito. Era un evidente acto fallido que reflejaba una visión clasista y segmentada de la realidad, como que se quedó en la Lima de hace cuarenta años atrás.



Pero no solo es una lectura equivocada de la Lima actual; sino carencia absoluta de olfato político, cualidad que, por ejemplo, sí tenía Ricardo Belmont, de origen social similar al de la burgomaestra, aunque de repente sin tanto linaje. Esa carencia de olfato político quizás es su principal déficit y cuando reacciona suele ser demasiado tarde. De repente le falta la malicia que un político debe tener. Como decíamos en un artículo anterior, tiene vocación de servicio, pero carece de ese olfato para navegar por las aguas turbias de la política.

Eduardo Jiménez J.
ejjlaw@yahoo.es

Thursday, March 14, 2013

PORQUÉ VOTARÉ POR EL NO ESTE 17 DE MARZO


Como decimos los leguleyos, dejaré asentadas mis razones por las que votaré por el no este 17 de Marzo. Ya algo adelanté en otros artículos (ver: Sobre la revocatoria: el caso Susana Villarán y las instituciones en democracia, así como Los revocadores de Susana Villaran, el Reniec o de cómo “la chacra” ya no la maneja únicamente la derecha).

Si bien no soy un gran fanático de la gestión de Villarán y sus acólitos como lo he demostrado con los artículos antes citados; también es cierto que debo pensar en la ciudad que me da cobijo y las consecuencias que traería una revocatoria de la alcaldesa y sus regidores.

En principio que los revocadores no son santos desinteresados que van en busca de consolidar la democracia participativa con el proceso que iniciaron. Existen intereses turbios detrás de ellos (ver los articulitos de marras) sean políticos o económicos. Y no me refiero solo a “Marco turbio” cuando digo esto de los intereses oscuros. El remedio sería peor que la enfermedad. Saldríamos de guatemala para ir hacia guatepeor. Gracias, pero paso.

No obstante, no comulgo con aquellos que apostando por el “no” creen ser la reserva moral del país mientras los otros, los que van a optar por el “sí”, son los corruptos o por lo menos los que toleran la corrupción. Para ser francos, esa división es bastante sectaria y de ser esgrimida por alguien de derecha hace tiempo se habría ganado el calificativo de “facho”. Muchos intelectuales y articulistas, directa o indirectamente, han tratado de vender la idea que ellos son la conciencia moral, el último bastión de pureza que queda en el Perú, cuyo portaestandarte sería nada menos que la tía Susana, mientras los revocadores o sus simpatizantes son todo lo contrario. Con actitudes de esa naturaleza después se quejan que la gente vote por el sí.

Es cierto que la administración Villarán es regular, por decirlo elegantemente. Comete errores garrafales, se mete en líos gratuitos, no ha tenido reflejos políticos adecuados (un cargo de alcalde es eminentemente político), ni rapidez en la ejecución de obras urgentes (todavía me acuerdo de su célebre “todo estaba previsto” cuando, mismo Titanic, se hundió su obra emblemática debajo del río Rimac). Y, por añadidura, tiene la mala costumbre de culpar a los otros por sus errores, amén de ocultar los suyos propios con excusas de primarioso (v.gr.: las circulinas alquiladas para la presentación de los autos patrulla de los serenos). Pero no se puede negar que encaró dos problemas peliagudos de la ciudad: el tránsito y el mercado mayorista. Que en el primero tuvo avances y retrocesos, y en el segundo existió improvisación, es cierto también. No lo vamos a negar. Pero los encaró. Ningún alcalde anterior quiso colisionar con los transportistas o con los mayoristas del tristemente célebre mercado de La Parada. Hay que reconocer a la tía honor al mérito. O mejor dicho a su gestión.

Y si se trata de “cemento”, según el informe de la revista Poder, la tía tiene más obras de importancia en los dos primeros años que las de los solidarios de Luis Castañeda en igual periodo de tiempo. Y, como decimos los abogados, a las pruebas me remito. Según el informe, Solidaridad realizó solo tres obras importantes en sus dos primeros años (la construcción del Parque La Muralla, la Alameda de Las Malvinas y la ampliación de la Avenida Canadá), Fuerza Social tiene cinco, le gana por dos (la extensión de vías en Huaycán, la avenida Santa Rosa en San Juan de Lurigancho, el malecón de la Herradura, la inauguración del Mercado de Santa Anita y el traslado de La Parada). Que algunas obras ya estaban iniciadas o planificadas por la gestión anterior, es cierto también; y que en otras existió improvisación como en el olón de La Herradura, no se va a negar.

Y en gasto de billete (técnicamente, ejecución de obra), la tía ha gastado más en obras que los solidarios. No se le puede negar que invierte el dinero presupuestado; aparte que en cartera existen cerca de siete mil millones de soles en obras concesionadas, cuyos frutos tangibles –no seamos impacientes- se verán en dos o tres años.

También está la cuestión de la ética pública. Algo “invisible” pero importante. Parece -y digo solo parece- que en la actual administración edilicia no se cobran comisiones por las obras licitadas. Por eso la Confiep está contenta con ella y la apoya. “Las comisiones” suben el costo de una obra licitada. Hay que dar por lo bajo una suma al funcionario tal, otra al funcionario cual y así, hasta llegar a las más altas esferas. Eso es un costo para las empresas contratistas; pero más importante es que se demuestra ética desde la función pública. La tía podrá ser desubicada, media relajada, meter la pata a cada rato (por eso no habla mucho últimamente), pero difícilmente se le encontrará alguna cuenta cifrada en el extranjero o con una mansión comprada con el producto de sus “conferencias”.

Y si hacemos comparación en tan espinoso tema, ya no hablemos de los escándalos de corrupción en pasadas gestiones edilicias. Por poner solo la del APRA y Solidaridad Nacional, los partidos que están detrás de la revocatoria. A Jorge del Castillo, en su época de alcalde, se le conoció como “gorgojo”, por los alimentos en mal estado (con gorgojos precisamente) que se despachaban a los comedores populares. Sin mencionar, según la revista Poder, las denuncias por los sobreprecios en la compra de camiones basureros, los malos manejos en los fondos recaudados tras una inundación en Chosica o “el canje” de vaso de leche por chizitos. (Doctor Chizito bien pudo ser su chapa). En cuanto a Luis Castañeda, el recuerdo de Comunicore está bien pero bien cerca y fresco; aparte de las graves acusaciones por las diferencias abismales entre los presupuestos iniciales y los costos finales de diversas obras faraónicas como la vía Grau, la remodelación de la Panamericana Norte o hasta la construcción de la infraestructura del Lentopolitano –¿se acuerdan cuánto demoró en ejecutarlo?-, algo que en su momento el propio Marco Tulio Gutiérrez acusó a la gestión de Castañeda … hasta que le dieron una jugosa asesoría e hizo mutis del tema.

Por eso y muchas cosas más, como dice la conocida canción, votaré este domingo 17 por el “no”. Va a ser un no crítico. Con ciertas reservas. Espero la tía concluya el tiempo que le falta y cariñosamente le diría que terminado su periodo edilicio de un paso al costado. Con sinceridad le recomendaría no intente la reelección. No tiene pasta para el cargo. Tiene vocación de servicio, es indiscutible; pero eso, como diría otra canción, no basta.

Otrosí digo: Ya que hablamos de ética pública, terminado el proceso de revocatoria, por favor sean trasparentes con las cuentas, sobretodo los anti-revocadores que manejan dinero público. Eso de que los honorarios del asesor Favre se pagan con polladas y fiestecitas de fin de semana no lo cree ni el más ingenuo (si todavía existen ingenuos en Lima); o que las gigantografías del “no” fueron “donaciones”, nos parecen argumentos a lo Marco Tulio y compañía: que ellos solo reciben pequeñas donaciones que van “goteando de sol en sol”, de gente tan desprendida que la plata llega sola, no únicamente de desempleados, de personas que no tienen ni para pagar sus deudas más elementales, sino hasta de los muertos. (Imagino los convocará usando la ouija). 

Para terminar: Ojalá no sea cierto lo que se dice con respecto a que grandes empresas concesionarias han financiado la campaña por el no por ventajas en los contratos, y que estas ventajas van a ser visibles luego de terminada la revocatoria. No vaya a ser que la campaña del no al final la paguemos todos los limeños con una subida en los peajes o en los pasajes del trasporte público. Igual sean claros con la denuncia que al abogado y ex congresista Javier Valle Riestra se le habría pagado con dinero de una de las partidas municipales una cara asesoría –dizque para encontrar “vacíos legales” en la revocatoria-, medio que le permitiría a la alcaldesa y sus regidores revocados ir hasta la Corte Interamericana de perder la consulta. Espero señora Villarán no haya vendido su alma al diablo para salvar el pellejo político. Ojalá.
Eduardo Jiménez J.
ejjlaw@yahoo.es

Friday, March 08, 2013

EL CHAVISMO DESPUÉS DE CHÁVEZ


La muerte de Hugo Chávez lleva a una serie de interrogantes sobre el futuro del chavismo, el proyecto continental del ALBA y la relación íntima con Cuba. Difícilmente todo será igual.

La naturaleza política del chavismo es el de un proyecto personalista autoritario que mantiene las formas de la democracia representativa vaciándolas de todo contenido, ejerciendo el ejecutivo un férreo control sobre los otros poderes e instituciones del estado, así como el uso indiscriminado de los recursos públicos y de los medios de comunicación; algo similar al fujimorismo en el Perú de los noventa, solo que de signo izquierdista. (Steven Levitsky los denomina a estos gobiernos, autoritarismos competitivos).

La interrogante que se plantea en estos proyectos es si pueden sobrevivir al fundador. Algunos lo logran, otros no. Por ejemplo, los fujimoristas están consiguiendo sobrevivir al líder inicial; el asunto no está muy claro si los chavistas podrán hacer lo mismo sin tener vivo al caudillo máximo. Todo parece indicar que en el corto plazo sí lo podrán hacer, dado que Chávez “nombró” un sucesor, Nicolás Maduro, quien será el candidato oficial en las próximas elecciones.

Ello plantea una estrategia de la oposición, la cual muy probablemente vaya con Henrique Capriles a la cabeza, quien ha demostrado bastante sensatez política y no colisionar con el electorado de raigambre chavista. La pregunta es si podrá ganar la contienda. Todo parece indicar que no en vista que Maduro tiene a su favor el aura del caudillo muerto en olor a multitud y será visto como “el continuador” del proyecto.

El problema se presenta a mediano plazo. Si el socialismo del siglo XXI tendrá futuro político.

Maduro posiblemente tenga que enfrentar medidas impopulares vista la economía venezolana, el déficit fiscal, la abultada deuda externa, así como la poca productividad de las empresas estatales y los enormes subsidios y sueldos de burócratas poco eficientes. Tuvo que devaluar el bolívar y posiblemente tenga que hacer ajustes fiscales, los que estarán supeditados al precio internacional del petróleo y a la demanda de los Estados Unidos –“el imperio” es su principal cliente-, demanda que ha bajado últimamente. Al ser Venezuela una economía principalmente monoexportadora, todo dependerá del precio internacional del barril. Si este baja demasiado el proyecto chavista se verá afectado, incluso en “las ayudas” a los países del ALBA, principalmente a Cuba; aparte que Maduro no tiene la talla continental ni el carisma de Chávez. Puede ser el caso que se inicie un desmantelamiento del chavismo hacia fuera y privilegiar las reformas internas, su principal sostén y baluarte.

Igualmente el PSUV a mediano plazo podría dividirse entre los moderados, aquellos que no ven con buenos ojos los fuertes lazos de dependencia con Cuba y privilegien las reformas “hacia dentro” antes que la política internacional, y los radicales que quisieran persistir en el “antimperialismo” continental. En el medio y marcando el fiel en la balanza estará la boliburguesía, los nuevos ricos del chavismo, y por supuesto los militares, grupos que no van a querer perder sus privilegios. (La formación de Chávez, como la de tantos otros caudillos del continente, primero fue castrense, lo que se reflejaba claramente en su estilo autoritario).

Chávez muere en la cumbre del poder, “en olor a multitud”, no muere viejo y con contradicciones entre su pasado y su presente como tantos líderes que ha visto Latinoamérica; más bien existe de él una imagen unívoca y sin fisuras, que puede dar lugar a la leyenda, al mito que tanta falta le hace a la izquierda más radical y no tan amiga de las formas y el contenido democrático.

¿Sobrevivirá un chavismo sin Chávez? Creo que sí. Mucho va a depender de cómo manejen las contradicciones y “la lucha por el poder” al interior del movimiento. Si logran “institucionalizar la revolución” tendrán futuro; si prevalecen las ambiciones internas y el divisionismo, el movimiento irá perdiendo fuerza.

Quizás suceda algo muy similar al peronismo sin Perón: el recuerdo del caudillo mesiánico y populista que quiso cambiar las estructuras sociales a favor del pueblo; aunque como sucede muchas veces en los proyectos populistas las desigualdades sociales y económicas se mantienen o hasta empeoran, mientras el recuerdo del líder mesiánico se mantiene vivo y hasta “se purifica” con el pasar del tiempo. Nace la leyenda.
Eduardo Jiménez J.
ejjlaw@yahoo.es

Friday, March 01, 2013

COMO SER VIOLADO


Hace tiempo que no contrataba los servicios de una prostituta. Hace muchos años ya. Generalmente tengo relaciones íntimas con amigas, parejas o ex parejas con las que existe un grado de confianza y aprecio generado por los años, las experiencias compartidas o las complicidades mutuas, donde el sexo es apenas una parte del encuentro. La conversa, el tomar un vino o unos bocaditos entre coito y coito es parte esencial a la que ya me acostumbré. Quizás me he vuelto “más burgués” o serán los años, pero ya no puedo concebir solo sexo en una relación íntima. Necesito conocer antes a la persona con la que me voy a acostar. Las caricias previas, las confidencias, los escarceos amorosos o tener durmiéndola sobre mi hombro se han convertido en parte esencial de todo encuentro íntimo.

Por eso, ahora que contraté los servicios de una trabajadora sexual (OIT dixit) medio que me descuadró. Lo hice por razones de “fuerza mayor” en vista que mi actual pareja se encuentra delicada de salud y, para ser sinceros, “la necesidad apremia”. Así que llamé a una chica que ofrece sus servicios cerca de mi oficina, a unas diez cuadras, que en cinco minutos las recorres en auto.

Hacía tiempo quería conocerla. Me intrigaba. Periódicamente publica sus avisos en los diarios populares. Circunstancialmente encontré el suyo cuando revisaba uno de esos periódicos esperando se desocupe mi peluquero. Su nombre de batalla es “Señora Mariela”. Ya el calificativo de “señora” hacía inferir que se trataba de una persona que pasaba la base cuatro, de lo que no me equivoqué.

Llamé al número que consignaba. Atiende en persona, trabaja sola, es decir no es un establecimiento donde el servicio lo prestan varias chicas, casi siempre regentadas por una “mami” que controla el lugar. Podríamos decir que es una “trabajadora independiente”. Presta sus servicios en un pequeño edificio de dos pisos, ella atiende en una especie de altillo del segundo. Presumo debe haber llegado a un acuerdo con el dueño del apartamento y los vecinos para que no la molesten o estén llamando al serenazgo a cada momento, en vista que lleva cierto tiempo en el lugar (yo leí el aviso el año pasado, ella me dice que lleva tres años allí).

Si bien su centro de trabajo se encuentra en una zona bastante céntrica y poblada (la urbanización Santa Beatriz, cerca al castillo Rospigliosi), por desconfianza fui solo con lo necesario. El dinero para el servicio, la dirección anotada en un pequeño papel y unas monedas para los carros. Sin documentos, sin tarjetas de banco (que nunca cargo, dicho sea de paso) ni ningún papel que me identifique. Luego me di cuenta que tanta precaución era innecesaria.

Antes de ingresar se debe franquear una puerta de metal. Una señora, suerte de portero, la abre cuando ingresa un cliente. Pide que se hable en voz baja por los vecinos, imagino para no tener problemas. Esperé un rato en un improvisado hall con sillones desfondados, en vista que Mariela estaba duchándose. La señora que abre la puerta me buscó conversación, en medio del aburrimiento de estar sentada leyendo y releyendo los mismos diarios (creo que ya había hecho todos los crucigramas y pupiletras habidos y por haber). La verdad, eso de abrir y cerrar puertas es un trabajo bastante sedentario y tedioso.

El corazón me latía fuerte de la emoción. Estaba “medio muñequeado”, a pesar de los esfuerzos de voluntad que realizaba para calmarme, luego de tantos años de no tener sexo por dinero. Al rato apareció Mariela e ingresé a su cuarto.

Un cuarto pequeño, con una cama de dos plazas, una mesa de noche con tres celulares baratos dejados al azar, un televisor empotrado en la pared para pasar las horas, una silla donde colocar la ropa y hacia la parte de atrás un diminuto baño donde apenas cabe una persona. Un lugar bastante austero, con lo imprescindible para poder trabajar. Mariela estará en sus cuarenta, pero bien conservada. Todavía mantiene los senos “duritos”, aunque en su rostro se dibuja la amargura y sinsabores de la vida. Pagué la suma convenida, nos desnudamos, pero “el muchacho” no se despertaba. Mariela le puso un preservativo y comenzó a hacer “la fellatio”. No lo hace tan mal, pero otras lo hacen mucho mejor (incluyendo algunas ex que ahora las extraño). Como no reaccionaba, pese al intenso y directo masaje, Mariela lo dio en la boca, así dormido y todo. “El muchacho” ni se dio por enterado de lo ocurrido. El acto habrá durado menos de tres minutos. Me cuenta que muchos hombres lo dan así.

Luego de la eyaculación y la limpieza del pequeñín, nos pusimos a conversar un rato. Mejor dicho a hablar ella. Me contaba los avatares que ha tenido con algunos clientes, como uno que le reclamó la devolución del dinero porque luego de treinta minutos “no botaba ni aire”, mandándolo a la misma misma. O cuando vino la policía para ver si le podían sacar algo de dinero. Ella no se dejó amedrentar como otras chicas que por no tener problemas acceden a los requerimientos monetarios y sexuales de “los custodios del orden”. Los enfrentó sin miedo. Se nota que es una mujer temperamental, de mucho carácter. “Carácter fosforito”.

Creo que le caí en gracia, congeniamos luego del primer encuentro frustrado. Hemos “agarrado confianza”. Quien sabe, de repente en otra ocasión la vuelvo a visitar. Ya nos conocemos físicamente y un poco en el carácter. Ha nacido una cierta intimidad.
Eduardo Jiménez J.
ejjlaw@yahoo.es