Monday, June 24, 2013

TE METISTE A SOLDADO … EL SERVICIO MILITAR “VOLUNTARIO-OBLIGATORIO”

La reacción de rechazo que originó el sorteo de “voluntarios” al servicio militar indica que algo está cambiando para bien en la sociedad peruana. Los menos favorecidos son tomados en cuenta; hecho que no hubiese ocurrido hace apenas treinta años atrás, donde se hubiese impuesto la leva obligatoria y la idea de “servir a la patria” como excusa de las conscripciones forzosas en los sectores populares.

El tránsito de servicio militar obligatorio a voluntario conlleva una serie de elementos adicionales relacionados con “hacer atractivo” el servicio. La idea de patria en abstracto ya no funciona; tienen que existir incentivos más concretos como la paga, condiciones de alojamiento (rancho, trato), estudios de especialización, posibilidad de hacer carrera militar para quien le guste y el riesgo. Recordemos que en el VRAEM existe un foco de narcotráfico muy difícil de erradicar, y mucho se especuló que parte de los enrolados iba a servir allá. Suerte de carne de cañón a bajo costo.

Asimismo, se comentó que la ley era discriminatoria en vista que permitía eludir el servicio a quien pagase la multa, cuyo monto iba a poder ser solventado únicamente por jóvenes de los sectores medios y altos, más no de los sectores populares. Igual sucedía con la discriminación de los estudiantes de carreras técnicas, los que de ser llamados deberían enrolarse, pero no los universitarios, existiendo una segunda discriminación. Aparte que quien rehusase enrolarse pasaba a tener el estatus de “muerto civil”, en vista que se le recortaban varios de sus derechos civiles más importantes.

Todo ello es cierto, pero hay un detalle importante: la ley se promulgó en el gobierno anterior aprista y en ese momento no causó tanto revuelo, sobretodo por la excepción a la regla que de su naturaleza voluntaria se convertía en un encubierto servicio obligatorio. De repente el gobierno de Humala y el propio presidente en vez de “comprarse el pleito” tozudamente, debieron proponer los cambios legislativos y no “acomodarse” a una ley que desfavorecía a quien carecía de recursos económicos.

La actitud del gobierno (comenzando por el presidente) fue la del “patrón prepotente” que impone las condiciones sin escuchar a los demás. Allí falló, sus alegatos a favor del servicio militar fueron desastrosos y el resto es historia conocida.

Desde que en distintos países de América Latina el servicio militar pasó de obligatorio a voluntario, la tensión y los conflictos generados entre incentivos que sean atractivos y la necesidad de cubrir plazas de soldados en las fuerzas armadas continuará. No será esta la última controversia que presenciemos. Quizás el asunto estaba no tanto en pasar abruptamente a un servicio voluntario, sino en cómo hacer más atractivo un servicio militar obligatorio donde participen todos los mayores de 18 años sin distinción material alguna.

Un servicio militar que no sea reflejo de la situación de servidumbre muy al estilo gamonal previo a 1968, donde el patrón prepotente y abusivo era reemplazado por el oficial igualmente prepotente y abusivo. Para decirlo de otra manera: el viejo servicio militar obligatorio se quedó en esa etapa oligárquica pre-ciudadana, cuando la sociedad peruana ha evolucionado en horizontalidad.

Algo está cambiando en nuestra anquilosada estructura social y van penetrando poco a poco ideas más democráticas y el concepto de ciudadanía no se queda solo en el papel. Algo está cambiando…
Eduardo Jiménez J.

ejjlaw@yahoo.es

Monday, June 10, 2013

PRECIOS EN ARGENTINA


A fin de detener la espiral inflacionaria, hace algunos meses el gobierno federal argentino dispuso el “congelamiento” de los precios de productos básicos; así parecía resuelto un problema agudo para la administración de Cristina K, tan vapuleada en el alza del costo de vida. Sin embargo, los productores ya “le sacaron la vuelta” al congelamiento de precios.

Similar a lo que pasaba en Perú durante el primer gobierno de García, las empresas productoras han ofrecido en el mercado otros productos muy parecidos, pero con precio libre. Así por ejemplo han aparecido mayonesas “libre de colesterol” o con “la receta liviana”, no sujetas al control de precios. En lácteos, tendremos frente a la leche de precio congelado, la "extra calcio con vitaminas A, C, D", la "extra calcio natural con sulfato de hierro y vitaminas A, C y D" o la "extra calcio natural, con vitaminas A, C y D, fuente de DHA (ácido docosahexaenoico)". Ni las nobles papas se salvan. Frente a la papa de precio regulado tenemos la “papa cepillada” (con menos tierrita que la más silvestre).

Igual sucede con los empaques. Las presentaciones están cambiando. Frente a los de precio congelado, aparecen otros de tamaño o cantidad diferente. Ni los huevos son la excepción. Frente al “huevo congelado”, está el huevo con “omega 3”.

Se dirá que se debe regular más. La verdad, para ser sincero, no serviría. Supongamos que el gobierno ponga un ejército de fiscalizadores o regule todos los precios, el ingenio hará que saquen un producto diferente o en otra presentación “no regulada”; o, peor aún, se genere escasez o “rompan la mano” al funcionario fiscalizador; con mayor razón en un país como Argentina donde la corrupción es vista solo como un pecado venial. Es que Crtistina ni su equipo entienden que los precios son señales que envía el mercado. Te va a indicar si el producto falta o sobra (es lo que está sucediendo también en Venezuela). Entre nosotros los precios regulados en el primer gobierno de García trajeron escasez y corrupción. A partir de los noventa, al liberalizarse los precios no faltan productos; y cuando el estado quiere subsidiar alguno se va el producto de contrabando a otro país o a otra región que no tiene precio regulado, como sucede con la gasolina en la selva.

Sería bueno que doña Cristina lea un poco más de historia económica. Encontrará que el congelamiento de precios no es la solución.
Eduardo Jiménez J.