Por: Eduardo Jiménez J.
ejimenez2107@gmail.com
@ejj2107
Cuando
apareciĂł hace cuarenta años la novela de Mario Vargas Llosa las crĂticas fueron
controversiales, muchas cargadas con matices ideolĂłgicos. Recordemos que MVLL se
habĂa apartado dramáticamente de los grupos y posiciones de izquierda y estaba
en lo más álgido la satanizaciĂłn del escritor, lo que se agudizarĂa cuando se
lanza a la presidencia de la república, en una campaña bastante accidentada y
no exenta de los cabes y golpes bajos.
La novela se
basa en un hecho histĂłrico sucedido en el Brasil de fines del siglo XIX, hacĂa
poco Brasil se habĂa convertido en repĂşblica sin disparar una sola bala, a
diferencia de lo que sucedió con sus vecinos de la América hispana. Un
predicador llamado “el Consejero” recorre los sertones del nordeste predicando
el evangelio. Su carisma le permite captar adeptos entre la gente más humilde,
asentándose en Canudos, un poblado rural semiabandonado.
La primera
parte de la novela trata precisamente del recorrido del Consejero por esas
tierras baldĂas y cĂłmo a la manera de JesĂşs va reclutando entre los marginados,
perseguidos y hasta de los bandoleros a los que podrĂa llamarse sus
“apĂłstoles”. El Beatito, el LeĂłn de Natuba, MarĂa Quadrado, Joao Abade, Pajeu,
entre otros, los vemos convertidos y formar parte del séquito del Consejero.
La segunda
parte, en cambio, es el desenlace de la guerra. Es la más interesante y de
mayor desarrollo. Las expediciones fracasadas, el fin del general Moreira
Cesar, lĂder de la naciente repĂşblica, y, la cuarta y definitiva expediciĂłn punitiva
que moviliza a casi todo el Brasil, levando hombres de todos los puntos
cardinales. Desde diferentes puntos de vista nos va narrando el desarrollo de
la guerra.
En paralelo
aparecen otros personajes de la naciente repĂşblica, como Epaminondas Goncalves,
radical jacobino y propietario de un periĂłdico en BahĂa. PolĂtico ambicioso,
buscará en el incidente de Canudos deshacerse de sus oponentes monárquicos,
inventando un supuesto plan de restauraciĂłn financiado y asesorado por la
monarquĂa inglesa. Y en el lado de los
monárquicos que aĂşn quedan quien aparece más nĂtido es el BarĂłn Cañabrava,
polĂtico lĂşcido que hace recordar al PrĂncipe Salina de la novela El gatopardo.
Como este, sabe que su tiempo ha terminado, que ha llegado el turno que otros
ocupen el poder y de recoger lo mejor que se pueda el patrimonio acumulado en
la Ă©poca de la monarquĂa. Es el personaje polĂtico que mejor resalta en la
novela.
Galileo Gall,
el anarquista que cree ver en Canudos la revoluciĂłn proletaria, sin saber en
detalle lo que ese movimiento mesiánico significaba. Encarna a esos
intelectuales que creĂan percibir en todo movimiento social la chispa de la
revoluciĂłn. Otros, como el periodista miope, son un claro homenaje a Euclides
Da Cunha, testigo presencial de Canudos y que escribió Os sertões,
primer testimonio de lo que sucediĂł.
Parece decir
MVLL que las guerras se inician por malos entendidos. Los seguidores del
Consejero creen que la naciente repĂşblica es el anticristo, la encarnaciĂłn del
demonio, y son creyentes del antiguo régimen monárquico, a quien consideran
legĂtimo. En su discurso milenarista, el apocalipsis estarĂa prĂłximo y solo se
salvarĂan los hombres de fe en Cristo. Por parte de los republicanos, creen que
en Canudos existe una insurrección monárquica y pro restauradora que debe ser
exterminada. El fracaso de las anteriores expediciones militares, las
confabulaciones polĂticas y los intereses econĂłmicos se van a confabular para
creer que existe allĂ un monstruo de siete cabezas.
Pero es más
interesante que se haya adelantado a los movimientos mesiánicos y
apocalĂpticos, religiosos o seculares, que aparecerĂan en las Ăşltimas dĂ©cadas
del siglo XX: desde los ayatolas en Irán, pasando por los Kmer rojos en Camboya
hasta Sendero Luminoso en nuestro paĂs. Todos tienen una connotaciĂłn de acabar
con el presente y renacer hacia algo nuevo y mejor, para quienes lo pasado
significa un lastre o una reacciĂłn que debe ser eliminada. Para unos la recompensa
está en el cielo, para otros, el paraĂso en la otra esquina.
Como decĂamos
la novela en su momento fue recibida con crĂticas opuestas. Nadie negaba el
aliento Ă©pico que insuflaba, una suerte de La guerra y la paz
latinoamericana; pero el mote de “reaccionaria” en muchos crĂticos no dejo de
ser señalado. Ahora, cuarenta años después de su publicación y con los ánimos
más calmados, podemos decir con justeza que es la mejor novela de MVLL, su obra
cumbre, solo comparable a ConversaciĂłn en la Catedral. Con su impecable
arquitectura creĂł un universo con infinidad de personajes, tramas y subtramas
realmente complejo y creĂble para todo lector.