Monday, March 24, 2008

PROFESORES JALADOS EN EXAMEN

Entre los docentes de cualquier nivel existe una regla según la cual si salen desaprobados unos cuantos alumnos la responsabilidad es enteramente del propio educando, a su dejadez, falta de atención, de esmero en sus deberes escolares, etc; pero si salen desaprobados casi todos los alumnos de un profesor, la culpa es del docente, algo pasa que “no llega” al alumno.
La regla se basa en las probabilidades. Es casi improbable que a un profesor le toque un aula con alumnos enteramente deficientes, con escaso nivel de retención y poco proclives a esforzarse en los estudios; entonces la responsabilidad es del docente, del método que está empleando o de la forma para comunicarse con el educando. Igual se puede decir cuando en una prueba el nivel de desaprobados es total o casi total. Algo pasa con la forma en que está evaluando al educando.

Justamente, cuando me inicie en estas lides de la docencia, al poco de obtener mi título de abogado, un headhunter me reclutó como capacitador para la formación de los futuros vendedores de las AFP’s. El sistema privado de pensiones estaba comenzando a implementarse en nuestro país pese a las resistencias que existían por aquellos años –inicios de los noventa-. Quien escribe tenía a su cargo la capacitación legal de la fuerza de ventas de una conocida AFP que debía convencer al trabajador a trasladarse al sistema privado. Me llamó la atención que ese Ingeniero Industrial metido a reclutador de personal me convocase (me había presentado a una clase modelo, dejando mi currículo sin muchas esperanzas) debido a que mi experiencia docente en aquella época era casi nula -y no ingresé por tarjeta o recomendación-, así que un día, aprovechando un encuentro informal le pregunté para salir de la duda porqué me había escogido. “Tienes llegada al alumno. Y a veces más importa la llegada al alumno que poseer un océano de conocimientos y no poderlos trasmitir. De qué sirve un profesor así, por más diplomas y pergaminos que pueda tener”. Esa fue su respuesta concluyente y la razón que haya persistido tantos años en una actividad que me gusta, que la he ejercido en lugares tan disímiles –algunas veces ad honorem y “por amor al arte”- y que he observado es difícil de percibir desde fuera cuando se trata de considerar a un buen docente.

Un examen, por ejemplo. Si el docente sale desaprobado, la primera conclusión que se deduce es que se trata de un mal profesor. Entonces las personas, en coro, dirán que efectivamente por eso anda tan mal la educación, que los profesores no saben ni lo que enseñan, que solo se dedican a hacer huelgas y pedir aumentos sin hacer nada, y todo lo demás.

Pero, creo es una conclusión un tanto apresurada. En primer lugar porqué depende qué tipo de examen se haya tomado.
Para nadie dedicado a la docencia es un secreto que se puede hacer un examen extremadamente difícil donde el nivel de desaprobados sea superior al ochenta por ciento, y que ese examen necesariamente no reflejará la capacidad o suficiencia del examinado. Y en el caso concreto de la última evaluación a los profesores, al ser un examen de solo conocimientos y aptitudes difícilmente reflejará si es un buen o mal profesor, a lo sumo que tiene buena memoria para las respuestas.

Es lo que sucedió también cuando el Consejo Nacional de la Magistratura comenzó a tomar las primeras pruebas para el nombramiento de jueces y fiscales luego del fin de la autocracia fujimorista. Casi no existían magistrados nombrados, muchos eran suplentes o provisionales y gran parte estaban comprometidos con la Mafia que gobernó el Perú en los noventa, así que las pruebas iniciales que tomaba masivamente el Consejo de la Magistratura eran de conocimientos, los que tenían buena memoria aprobaban y pasaban a una entrevista personal, los que no se acordaban, por ejemplo, cuál era la causal de divorcio señalada en el artículo 333, inciso 8, del Código Civil, salían desaprobados (claro, estoy exagerando el ejemplo, pero las pruebas eran netamente memorísticas). La pregunta era: ¿se estaba escogiendo así a los mejores abogados para ser jueces? Evidentemente que no.
Si bien es la manera más rápida y fácil de eliminación, quedando fuera el noventa por ciento de examinados y efectuando la selección para el nombramiento de la pequeña porción restante; pero el problema es que los mejores abogados, como los mejores docentes, no son memoristas, y los resultados los vimos algunos años después cuando se colaron algunas “perlitas” en los nombramientos definitivos, así que el Consejo tuvo que cambiar el contenido de sus pruebas y no darle tanta importancia a la memorización de conocimientos, habida cuenta que el futuro magistrado al resolver un caso trabajará con un criterio de conciencia y un grado de racionalización, conforme al marco legal existente, para lo cual tendrá a la mano sus Códigos y demás leyes que no necesita memorizar.

Algo similar pasó con esta prueba a los maestros. Y no lo digo basado en la simple presunción, sino en la opinión de especialistas en materia educativa que han opinado negativamente sobre la prueba tomada. No importa que haya sido una institución de “prestigio” quien la diseñó. El problema se repetirá si lo hace alguna otra institución, si la forma en que se toma el examen sigue igual de defectuosa, porqué de esa forma no están entrando a la carrera magisterial los mejores o aquellos con vocación definida por la docencia, sino los mediocres, aquellos que basan su rendimiento en la memorización de conocimientos.

Como alguien dijo una vez el saber enseñar es un arte, donde entran no solo criterios objetivos, sino también subjetivos, intuitivos, por lo que si se trata de evaluar a un docente no basta una prueba de conocimientos, sino por lo menos una clase modelo para conocer la “llegada” de ese profesor al alumno y la experiencia previa que haya tenido. Un docente no se forma de la noche a la mañana, es un proceso lento, difícil, donde se conjuga experiencia con capacitación, y más que todo vocación por enseñar. Como en todo trabajo, al docente le debe gustar lo que hace, y la verdad que no siempre se produce esa feliz conjunción.

Por eso los principales reclutadores de docentes en institutos y universidades serias comprenden en la prueba a un aspirante a profesor no solo los conocimientos, sino la clase modelo, para saber justamente la “llegada” del maestro, su capacidad didáctica. Más que presentar sillabus, plan de trabajo y otros papeles que pueden engrosar su currículo, la clase demostrativa es vital, a lo que va acompañado el test sicológico. ¿Sabemos realmente cuántos profesores con tendencias pedófilas, autoritarias o desequilibrados emocionalmente existen?

Y esta prueba tomada era para nombrar y contratar profesores. Así que el asunto no era nada fácil. Precisamente los nombramientos como parte del sistema administrativo estatal debe ser reelaborado. Hasta donde tengo entendido los nombramientos de docentes –como los de la carrera pública- son casi perpetuos, salvo que cometa una falta grave o renuncie se queda de por vida o hasta que le llegue la edad de jubilarse; existiendo así un error de apreciación. Los nombramientos no pueden significar perpetuidad en el cargo. Los nombramientos –como sucede con los jueces y fiscales- deben estar sujetos periódicamente a una ratificación, previa evaluación integral del docente y conforme a las reglas del debido proceso (derecho a ser escuchado, a defenderse, a saber los motivos de su no ratificación, etc.). La ratificación de los nombrados es vital para que “no se duerman en sus cargos” y más bien se capaciten constantemente, superen los problemas que tienen a nivel de docencia o metodología, y se evalúe caso por caso las denuncias que pesan en contra del docente (casos de violación, tocamientos indebidos, venta de notas, cometimiento de arbitrariedades, etc.), nombrando comisiones técnicas evaluadoras ad hoc (no de sesgo político), con entrevista personal incluida, sea para contratar, nombrar, ascender o ratificar en el cargo, facilitando también, con la modificación de la legislación estatal, la remoción de los profesores incompetentes y una flexibilización en las causales de cese.

Es cierto que gran parte de la responsabilidad por la mediocridad de la educación peruana la tiene el Sutep, pero no es el único responsable. Los sucesivos gobiernos que no hicieron nada para corregir los problemas tienen también parte de culpa, así como la politización en el ingreso al magisterio. Si no se tenía el carné del partido de gobierno o si no era miembro de Patria Roja –que manipula el Sutep- difícilmente el aspirante a docente ingresaba al magisterio. El APRA puede dar razón de los miles de profesores mediocres –pero con carné- que entraron en el primer gobierno de Alan García.

El problema también está relacionado con la precaria formación del futuro docente. Es tarde para descubrir que existen facultades e institutos que “fabrican” docentes con títulos a nombre de la nación como si se tratase de salchichas, y es que ese problema no sólo ocurre en las facultades de educación, sino también en las facultades de derecho, administración, contabilidad y otras profesiones conocidas como “de tiza y saliva”. Cerrar facultades de educación por diez o quince años no es la única solución, también es necesario que los organismos competentes realicen una fiscalización efectiva de estas “facultades-fábrica” y constatar si cumplen o no con los requisitos mínimos de una adecuada preparación. Si el Estado otorga los títulos (“a nombre de la Nación”), el mismo Estado debe fiscalizar activamente que se cumplan las normas mínimas de una buena enseñanza, con los apercibimientos para aquellas instituciones que incumplan las normas técnicas correspondientes, sino vamos a seguir lamentándonos con los mismos resultados que estamos viendo ahora.

Calificar a un buen docente es tarea ardua, harto difícil en vista que entran factores objetivos y subjetivos, por eso las evaluaciones que se reducen a un simple examen escrito producen resultados incompletos y muchas veces equivocados como ha sucedido con el último examen tomado.
El problema no es sencillo de resolver, quizás demore décadas en percibir los cambios positivos, pero debemos comenzar, en vista que la educación es clave para el desarrollo de un pueblo y tal como está la educación peruana (en todos sus niveles) el paciente se encuentra en cuidados intensivos.
Eduardo Jiménez J.
ejjlaw@yahoo.es

Tuesday, March 18, 2008

LAS CASAS DEL ALBA Y LAURA BOZZO

Empezaré por el segundo tema. Debo decir previamente que –como en el tema de las casas del ALBA- no he simpatizado ni simpatizo con la controvertida animadora. Pero, he notado una acre y furibunda tendencia a que su programa sea levantado del aire, lo que equivale a una censura o por lo menos a una condena moral.

Literalmente el programa de Laura Bozzo es una basura, pero de allí a censurarlo pasamos a convertirnos en los torquemadas modernos, en aquellos portavoces de la verdad absoluta e indiscutible, como ha sucedido con algunas figuras mediáticas, cumpliéndose el adagio “del árbol caído todos hacen leña”. Líbrenos Dios de aquellas personas (y eso que lo dice un agnóstico). Ponerse encima del bien y del mal es tan peligroso como los programas de la autotitulada “abogada de los pobres” (la presión mediática es tan fuerte y las evidencias que su programa “inventaba” historias tan obvias, que más temprano que tarde el programa será cancelado). Aunque más que pedir la cancelación debemos recordar que su programa nació en un contexto muy específico: el gobierno autocrático de Alberto Fujimori que necesitaba de sicosociales como los ofrecidos por la Sra. Bozzo. Sus vínculos con Fujimori y Montesinos jamás los negó y más bien se sentía orgullosa de ellos. Laura Bozzo –como el programa de Magaly Medina- son el resabio de una época oscura en la historia del Perú, cuándo nos quisieron vender el cuento de los tigres de Sudamérica mientras el ingeniero con su asesor medraban del erario público. Y si el programa de LB prácticamente ya cayó –el rating que tiene es bastante bajo-; en cambio Magaly TV si será más difícil que caiga, se ha reciclado, se ha insertado dentro del sistema y también no produce demasiados anticuerpos como el de la Bozzo, salvo los perjudicados por los “ampays”, pero sobretodo tiene rating y eso cuenta más que su génesis en la década pasada; aparte que nunca se ha podido encontrar pruebas de la vinculación de la popular “Urraca” con los mandos del poder de ese entonces como sí sucede con su compañera de canal.

Precisamente, es sintomático que tres personajes que crecieron en la era del fujimorismo como Laura Bozzo, Magaly Medina y Nicolás Lúcar, se encuentren parapetados en el mismo canal –el canal 9-. Da la impresión que existieran intereses subterráneos bastante oscuros que dan licencia y respaldo a esas tres figuras mediáticas de una de las épocas más nefastas de nuestra historia republicana.

LAS CASAS DEL ALBA
Voy a contar una anécdota que me ocurrió hace algunos meses.
Los que han leído mis crónicas y artículos sabrán que de joven milité en las canteras de la izquierda marxista, participando incluso activamente en el movimiento de Izquierda Unida. Siempre en la base, ad honorem y sin pedir un cargo a cambio. Era más idealismo que sentido pragmático de la política, como el de muchos de los jóvenes de mi generación. Hace más de veinte años –antes que cayera el muro de Berlín- me aparté de las corrientes marxistas y si se trata de poner etiquetas me considero ahora un socialdemócrata liberal que no se arrepiente ni hace mea culpa ni abjura de su etapa juvenil; no obstante, tengo amigos que todavía pertenecen a esa vieja izquierda y son consecuentes con sus ideales sea por principios o por intereses crematísticos más subalternos. Me invitaron a una reunión donde el objetivo era fundar una nueva casa del ALBA. Luego de los discursos del caso sobre “el socialismo del siglo XXI”, Hugo Chávez, Fidel y toda la iconografía izquierdista y con una borrachera que hacía más apasionada y vehemente la retórica, uno de los participantes aseguró tener “contactos” muy cercanos con funcionarios venezolanos y con la embajada acá en Lima, así que “el billete” estaba asegurado. Y no eran meras fanfarronadas de borracho, conociendo como lo conozco a este amigo se que sus contactos eran bastante ciertos. Como que tiempo después fundó su casa de la “amistad peruano-venezolana”.

Sí, las casas del ALBA tienen financiamiento venezolano. Eso es evidente.

Pero, al igual que el caso de la Bozzo, ¿se podrá desterrar esas casas con una comisión investigadora del Congreso, o siquiera se podrá hablar de “contrabando ideológico”?

En principio no existe el “contrabando ideológico”. Una persona o una asociación pueden tener una ideología, abiertamente o disfrazada, pero que está presente en su modo de obrar o de expresarse. Y, también porqué las ideas se deben combatir con ideas. Si una asociación tiene, por ejemplo, ideas sobre el socialismo, la democracia o incluso en materia de religión como que Cristo vino de un planeta remotísimo en un OVNI para darnos sus más avanzadas enseñanzas, a nadie se le va a ocurrir cerrar esa asociación, ni menos acusarla de “contrabando ideológico” en desmedro de la iglesia católica, sino que se deberá refutar esas afirmaciones con ideas. Si alguien cree que el modelo chavista es el del socialismo del siglo XXI, bueno habrá que refutar con ideas y no cerrando las asociaciones o nombrando “comisiones investigadoras”. Aparte que eso del “contrabando ideológico” tiene un tufillo virreinal, a naftalina, a fascismo puro para decirlo sin medias tintas. Con esa misma lógica, el actual ministro de defensa (que sueña con ser presidente) si hubiese vivido en la época del virreinato habría acusado de “contrabando ideológico” a las ideas liberales de la independencia y la revolución americana.

Sé que mis colegas leguleyos me dirán que de acuerdo a ley se pueden formar comisiones investigadoras en el Congreso, así como de oficio el Ministerio Público puede iniciar también una investigación. Y tienen razón. Nadie dice lo contrario. Pero, las consecuencias políticas serán más dañinas para el sistema y la democracia, ya que lo único que traerán esas comisiones será darle publicidad gratuita a las casas del ALBA y que se consideren como “perseguidos políticos”. Un cierre –solo un cierre- de una casa del ALBA le daría más publicidad a estas asociaciones que todo lo que han hecho hasta ahora –que no es poco-, y el remedio sería peor que la enfermedad. Cuando se toma una medida de esta naturaleza, el costo político debe ser sopesado cuidadosamente y darle la lucha en ese campo más que en el formal-legal.

No estamos en la época de las persecuciones, el partido en el gobierno lo debe saber mejor que ninguno, al ser ellos perseguidos por largos años justo por esa derecha cavernaria que le sopla al oído despropósitos con un tufillo bastante oloroso a Sánchez Cerro y al Perú del año de la barbarie.
Eduardo Jiménez J.
ejjlaw@yahoo.es

Monday, March 10, 2008

THRILLER EN SUS 25 AÑOS

Quizás pocos discos como Thriller hayan jalonado toda una época. Más allá de la discusión si fue o no comercial el lanzamiento (que en los hechos lo fue), importa la era que marcó al compás de los zombies del video clip. Esos monstruos que parecían salir de la mente afiebrada de George Romero son perdurables.

Pero, también podemos hacer una “lectura” del contexto social en consonancia con las imágenes de los zombies que vemos desfilar. Estamos al inicio de la década de los ochenta, cuando el gobierno de Ronald Reagan inicia un proceso de reformas conservadoras dando inicio a los llamados “neocon”, los neoconservadores, que en reacción al liberalismo y rompimiento de tabúes que vivió Norteamérica entre las décadas de los sesenta y setenta, buscan restablecer los valores tradicionales de corte puritano, mientras que en el campo económico comienzan a desmantelar el estado de bienestar, rebajar impuestos favoreciendo a los más ricos, y cortando muchos subsidios estatales. Esa ola conservadora puede interpretarse como “el regreso de los muertos vivientes”, al igual que los zombies que vemos en Thriller.

Sin querer, el arte puede captar el sentido de una época. Esas obras son las que más perduran y sobreviven a los millares de informes o libros que trataron de comprender un período histórico determinado. Thriller, sin proponérselo, capto el horror de un período de reacción, de vuelta a un pasado retrógrada, a semejanza de esos zombies que bailan al ritmo del gran Jacko.
Eduardo Jiménez J.
ejjlaw@yahoo.es

Thursday, March 06, 2008

COLOMBIA Y LAS FARC

Irónicamente los tres países involucrados en el incidente de las FARC pertenecieron al sueño bolivariano de la “gran Colombia” y entre ellos comparten no solo una misma bandera, sino un intenso intercambio comercial y sus ciudadanos transitan más o menos en forma fluida. Es como si entre nosotros, al gobierno peruano o al gobierno boliviano, se le ocurriera cerrar la frontera y movilizar algunos contingentes armados a la zona sur: sería inconcebible.

Si bien no creo “la sangre llegue al río” y más allá de las bravuconadas de Hugo Chávez (que interesadamente se ha metido al lío) o los desgarres de vestiduras de Rafael Correa o las denuncias presentadas ante la OEA, el estado de las cosas volverá a la calma en los próximos días; pero, es útil sacar algunas reflexiones políticas al respecto, que saltan por evidentes, pero que han sido confirmadas gracias al “affaire” fronterizo.

En primer lugar que Hugo Chávez ha pactado expresa o tácitamente convenios de reciprocidad en caso de agresión con los gobiernos que le son afines: Ecuador, Bolivia, Nicaragua y Cuba. Gracias a la afinidad que guardan con el “proyecto bolivariano” estamos ante un eje financiado por Caracas y cuya finalidad es expandir proyectos similares en otras áreas de la región.

Asimismo, Hugo Chávez necesitaba un conflicto regional de esa magnitud a fin de cohesionar políticamente el frente interno. Luego de salir mal parado en el referéndum promovido en Diciembre pasado, necesitaba un hecho que le permita mantener su liderazgo sin cuestionamiento, y un pretexto regional es un buen motivo. No hay nada que mueva más a la unión de un pueblo que la posible agresión de un enemigo común; aunque si exagera le puede salir muy caro, debido a que los ciudadanos venezolanos no se van a “comprar” un pleito ajeno.

De igual modo, Álvaro Uribe en el frente interno colombiano necesitaba una acción audaz y efectiva que le permita obtener réditos políticos. Se habla insistentemente de una segunda reelección o por lo menos de un sucesor cercano a él. Qué mejor que demostrando, como en sus primeros años, “mano dura” contra las FARC, eliminando al segundo en la línea de mando, no importa si al precio de ocasionar un incidente internacional. El “efecto político” es más importante que el militar, ya que es poco probable que la eliminación del número dos afecte seriamente a las FARC. Y de paso, “elimina” las posibilidades de una negociación para la liberación de los rehenes, principalmente de Ingrid Betancourt, la única que podría competir con él por la presidencia, en caso de ser liberada. Cautiva Betancourt no tendría un oponente de peso, sea que intente Uribe un tercer mandato o ponga algún sucesor cercano.

Otra lección que se puede obtener es que el conflicto colombiano no puede circunscribirse solo a ese país, al haberse irradiado el mismo a los países vecinos de la región, donde incluso las FARC cuentan con las simpatías de algunos gobiernos; demostrando el incidente que cuando se trata de acciones contra grupos terroristas y/o guerrilleros no existen fronteras ni nacionalidades. Tanto de los insurgentes como de las fuerzas del orden, similar a lo que sucede en otras partes del mundo, donde el problema focalizado inicialmente en un solo lugar, “se irradia” a los otros países, sea por contar con simpatías ideológicas o políticas, o porque la persecución a los grupos armadas debe efectuarse violando la soberanía nacional de los países que los acogen.

Pero el incidente no solo traería la presencia de Chávez en un eventual conflicto armado, sino la intervención directa o por lo menos acompañado en una fuerza “multinacional” de los Estados Unidos. Uribe es un aliado que no se puede dar el lujo de perder y si existe beligerancia del vecino de al lado, Chávez puede salir perdiendo, por eso no creo que más allá de las bravuconadas del “bolivariano” o de algún incidente aislado en la frontera, las cosas no lleguen a mayores.

En el contexto geopolítico sudamericano existen claramente dos grupos de países con fines y estructuras económicas distintas: los de la costa del pacífico conformado por Chile, Perú y Colombia, con economías abiertas, TLC firmados en el caso de los dos primeros y uno por firmarse en el caso del tercero, con estados de derecho que van funcionando o intentando funcionar adecuadamente, y vigilancia –matizada seriamente en el caso colombiano- de los derechos humanos acompañado de libertades políticas; y los conformados por Venezuela, Ecuador, Bolivia y con la simpatía de Argentina -país que ya perdió la hegemonía de antaño-, donde se “vive” un “socialismo del siglo XXI”, economías controlistas, aversión a los tratados con los Estados Unidos, y privilegio de una retórica nacionalista, aunque en los hechos las desigualdades de clase y problemas de carestía recaigan sobre los sectores menos favorecidos. Y, en el medio, Brasil, actuando como una suerte de árbitro y afianzando un liderazgo regional. En ese nuevo contexto, la Comunidad Andina de Naciones ha quedado sino sepultada por lo menos relegada en importancia y difícilmente se recuperará en los próximos años, por lo menos no en esta nueva coyuntura.

Es en este nuevo contexto geopolítico que se produce el incidente de las FARC en territorio ecuatoriano. De haber sido distinto, más allá de las disculpas protocolares y de recordar que somos países “hermanos” no habría sucedido nada más; pero el contexto y los actores de la actual hora han buscado de uno u otro lado sacar ventajas de un incidente que más allá de la violación flagrante de la soberanía de un país no debió crecer a la dimensión que estamos presenciando. En el affaire suscitado no hay santos ni demonios, no hay buenos o malos como se quiere hacer aparecer interesadamente, solo actores políticos tratando de obtener la mayor ventaja que el incidente pueda dar.
Eduardo Jiménez J.
ejjlaw@yahoo.es

Monday, March 03, 2008

POR TELÉFONO NO: PROSTITUTAS SIN CELULAR

La estupidez humana no tiene fronteras ni distingue nacionalidades. A veces pensaba que nosotros (en el tercer mundo o como se dice ahora eufemísticamente “países emergentes”) éramos los abanderados de proyectos descabellados como el del comentario, pero veo que no.

En el Reino Unido no se les ha ocurrido mejor manera de combatir la prostitución que bloqueando los números telefónicos de las prostitutas que anuncian sus servicios en los periódicos de la ”city”. Se parece en algo al proyecto que no prosperó de un congresista aprista que prohibía los anuncios de comercio sexual en los periódicos. Cualquiera podría pensar que él ha asesorado al actual gobierno británico (ver en este blog el artículo Sexo censurado). Pero no, la iniciativa es propia del gobierno laborista que como sucede con todos los gobiernos del mundo ante el desborde de un problema social busca la solución que parece más expeditiva y rápida gracias a que el Estado tiene los medios coercitivos para hacerla cumplir: la prohibición.
La prohibición parece lo más sencillo, pero más allá de las buenas intenciones no pasa de un gesto para lavar las buenas conciencias y sobretodo decir a los electores que el gobierno “hace algo” con respecto al tema.

Sin embargo, la solución no es tan fácil, en vista que frente a una medida de esa naturaleza, la oferta sexual buscará los medios de promocionarse por otros medios a fin de satisfacer la demanda. El ingenio se agudiza frente a la necesidad. Si son bloqueados los teléfonos de los servicios sexuales, se encontrará otras formas de publicitarlo o, como ya se ha aventurado, las prostitutas volverán a las calles con el riesgo que ello implica tanto para el cliente como para la trabajadora sexual.

La prostitución es tan antigua como el mundo. Nadie, ni siquiera los grupos religiosos fundamentalistas han podido erradicarla. Los esfuerzos siempre devienen en un rotundo fracaso. Más que prohibir o considerar delito el pago por servicios sexuales (otra aberración de alguna mente afiebrada en el gobierno de Londres) la prostitución se debe regular, establecer parámetros de calidad del servicio, lugares donde se brinda y -porqué no- hasta el pago de impuestos. Sería más provechoso tanto para los potenciales usuarios como para el propio Estado y por supuesto para las propias trabajadoras del sexo.
Eduardo Jiménez J.
ejjlaw@yahoo.es