Tuesday, November 18, 2014

INTERESTELAR: LA ODISEA DE LA SOBREVIVENCIA

Por: Eduardo Jiménez J.
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Algunos años atrás va rondando entre los grandes estudios un proyecto sobre una película que tenga como nervio central los viajes a través del tiempo. Se piensa en Steven Spielberg como el realizador idóneo dada su trayectoria (ET, Encuentros cercanos…) y que su sola firma es garantía de rentabilidad asegurada. Sin embargo, Spielberg está abocado a otros afanes y los ojos giran entonces hacia Christopher Nolan, quien venía de cosechar enormes éxitos de crítica y público gracias al reboot batmánico; y tras anunciar que se alejaba definitivamente de una cuarta entrega del hombre murciélago, se enfrasca en el proyecto de Interestelar, dándole un cariz bastante personal y exigencias al límite a su equipo de producción, a una inversión que sobrepasó los 160 millones de dólares, razón por la que coparticipan tres grandes productoras en la financiación.

Estamos en un futuro no muy lejano y la tierra se extingue. Los estados nacionales o han desaparecido o se encuentran sumamente debilitados. Todavía existe un orden en el planeta y frente a la carestía de alimentos, se privilegia la formación como granjeros, regresando a la etapa preindustrial. Se ha revisado los hechos más importantes de la historia, como el primer alunizaje del hombre, considerado como políticamente incorrecto, y los ejércitos del mundo han sido disueltos.

Frente a ese futuro apocalíptico, un reducido grupo de científicos de lo que fue la NASA busca formas de viajar en el tiempo, a fin de encontrar un nuevo planeta que posibilite la continuación de la especie humana. Se especula que una civilización más avanzada nos está “ayudando” con “puertas” que conectan a otra dimensión. Frente al fracaso de misiones anteriores, se prepara una última que se encargará de buscar esos nuevos mundos.

El tema es bastante sugerente y nos introduce en teorías que tienen cierto asidero científico a nivel de hipótesis, como los viajes en el tiempo a través de los agujeros de gusano, teoría del físico Kip Thorne (inspirado en los agujeros negros del universo), quien ha sido consultor en la preparación del guión, tomando como base la relatividad del tiempo en el espacio y la gravedad.

Evidentemente que el gran referente de Interestelar es 2001: Odisea del espacio (1968), considerada la catedral de la ciencia ficción. Pero a diferencia del filme de Stanley Kubrick, donde el hombre cruza el umbral a una nueva etapa ascendente en la humanidad (un tanto en la onda new age de ese entonces); en el filme de Nolan más bien se trata de la supervivencia humana, de allí que todo es más “sucio”, hasta las tormentas de polvo que asolan el planeta.

Existen ciertas coincidencias con el filme de Kubrick: el “realismo” en la puesta en escena y  la “seriedad científica” con que fue elaborado el guión (el cual sufrió bastantes modificaciones en su versión original), casi hasta parecer Interestelar un documental en los primeros minutos (de hecho, en el comienzo, uno aprecia entrevistas a los sobrevivientes de la tierra, como era el lugar de, literalmente, irrespirable), centrándose en las posibilidades de los avances de la física teórica hasta el presente. Pero si bien Kubrick no se dejaba apabullar por la base científica del relato, en Nolan a veces cede al imperativo de explicar, como si se tratara de la lección en una clase, absolutamente todo el desarrollo de la trama en la parte de las conjeturas científicas, lo cual le quita cierto encanto a la ficción.

Ya no hablemos de los personajes robóticos. TARS es el HAL de 2001, aunque menos arrogante y con más sentido del humor, convirtiéndolo casi en un personaje humano; Cooper tiene el arquetipo de Bowman, aunque más temperamental, a diferencia de la casi frialdad del otro; en 2001 también existe un viaje por el tiempo a través de un “agujero”, aunque menos explícito y más atractivo visualmente; la Endurance, la astronave que emprende la gran aventura, es el equivalente a la Discovery; el espacio exterior, como lugar de un “horror frío y silente”, etc.

Existen otras influencias cinematográficas, como ya se han anotado: El abismo de James Cameron, Señales de M. Night Shyamalan, Misión a Marte de Brian DePalma, o Alien: el octavo pasajero de Ridley Scott (inspirador de ese “universo sucio”).

Ello no resta la creatividad, el talento, ni la exigencia de Christopher Nolan y su equipo (el coguionista, Jonathan Nolan, tuvo que asistir a clases de física en un instituto científico a fin de “empaparse” del tema). Las casi tres horas tratan de una gran odisea espacial, quizás la próxima gran aventura del hombre. Es cierto que a veces se muestra muy grandilocuente o enfática, como que estamos ante “la gran aventura”; pero salvando esos excesos nos encontramos ante una película manejada con buen pulso narrativo.

Todavía es muy temprano para determinar si estará en el pedestal al mismo nivel de 2001, ello solo el tiempo lo dirá. Personalmente me parece que no. Fue un gran intento, es cierto, pero no llega a ese nivel (dicho sea de paso, frente al tratamiento de la ciencia ficción que realizó 2001, la crítica no fue muy benévola con ella al momento de su estreno, lo que solo ocurrió años después, hasta ser considerada una de las mejores películas de todos los tiempos).

Posiblemente el filme de Nolan deje ese mismo sabor extraño en el paladar, sobretodo si hacemos comparaciones con la trilogía del hombre murciélago; lo que no le resta méritos propios a Interestelar y que estamos frente a un filme que, de hecho, ya marcó un importante hito en el género fantástico.

INTERESTELAR [Interstellar] 
Dir: Christopher Nolan
Guión: Jonathan Nolan, Christopher Nolan
c/ Matthew McConaughey (Cooper), Anne Hathaway (Amelia), Jessica Chastain (Murph), Matt Damon (Dr. Mann), Michael Caine (Professor Brand) Ellen Burstyn (Old Murph), John Lithgow (Donald)
EEUU/2014/CF****/Estrenos








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