Por: Eduardo Jiménez J.
@ejj2107
Se ha programado una marcha contra la
“televisión basura” para el viernes 27 de Febrero.
Pero, ¿qué se entiende por televisión basura?
Si bien no existe una definición
única, podemos definir la tv basura
como aquella que banaliza los contenidos o exacerba el morbo, con un elevado
contenido sexual, sensacionalista, chismográfico, racista y/o de clase.
De allí que se pone énfasis en
programas concurso tipo realities o
aquellos que buscan la hilaridad en los rasgos étnicos o de clase de los
protagonistas. También se encuentran los programas de noticias sensacionalistas,
cuyo énfasis se encuentra puesto en lo gore
(accidentes de tránsito, acuchillamientos), violaciones de menores de edad, o
robos y asaltos a mano armada.
Característica de la tv basura, aparte de su evidente falta
de creatividad e ingenio, es la centralidad. Se “mira el ombligo”. Por ejemplo,
gran parte de las noticias sensacionalistas ocurren en la capital y en menor
medida en ciudades de región. Las noticias de interés mundial ocupan un
porcentaje muy ínfimo.
Otro de sus rasgos es lo efímero del
contenido. Los protagonistas tienen su “cuarto de hora de fama”, pero al día
siguiente ya son olvidados y reemplazados por otros. La tv basura no trasciende más allá del día.
Por otra parte, la tv basura no es exclusiva de un país, es
más bien un fenómeno mundial; pero que tiene matices. En algunos países, como
Perú, es predominante, en otros, mucho menos. (Por ejemplo, unos amigos míos
extranjeros, se sorprendieron que en un canal de tv peruano se tratase con
tantas horas y horas de programación y en distintos horarios, el affaire de la infidelidad de Florcita
Polo, como si fuese una noticia de interés nacional).
Como ya han señalado los estudios
sicológicos, el visionar únicamente tv
basura produce individuos sin criterio, que tienden a ver programas de
televisión como una vaca come el pasto. Las capacidades de análisis crítico y
de abstracción de la persona quedan anuladas, lo que conlleva a su vez que no
les interese realmente los temas importantes y que son gravitantes para su
existencia en sociedad.
En otras palabras, el visionar
exclusivamente tv basura produce la
cosificación del ser humano. Por eso, los detractores de este tipo de
televisión, señalan que la tv basura
produce individuos conformistas con el sistema político imperante y por ello es
una gran aliada de cualquier gobierno, sobretodo si son gobiernos mediocres,
cleptocráticos o tiránicos.
Al ser adictiva la tv basura, el individuo querrá más y más
de esta, creyendo que es lo único importante. En el proceso su mentalidad queda
estancada en la de un niño. Se convierte en un Homero Simpson.
Todo parece indicar que en nuestro
país la tv basura se afincó en los
años noventa, en complicidad con el gobierno cleptocrático y autoritario de ese
entonces. (Las razones de esa complicidad son obvias y fueron ampliamente
difundidas en los llamados vladivideos).
Pero con el regreso de la democracia las cosas no mejoraron, sino empeoraron.
Algunos sostienen que esto se debió a
que los programas sensacionalistas son más baratos (a los participantes de un realitie no se les paga lo mismo que a
una “estrella” conocida), no requieren demasiado ingenio en su preparación,
casi siempre son copias de programas extranjeros y la rentabilidad es alta, por
los auspiciadores que participan. Y, si bien se propuso la autorregulación de
los contenidos por los propios canales de televisión, lo cierto es que no pasó
de buenas intenciones (como tampoco los “semáforos” –calificaciones
sancionatorias- de la ANDA, la asociación de anunciantes).
Los canales que propalan tv basura y sus acólitos seguidores
esgrimen como argumento central de defensa que son mayoría los que siguen los
contenidos basura; es lo que le gusta a
la gente. Pero, como bien se ha señalado, con el mismo razonamiento su
eslogan persuasivo podría ser consuma
caca, cien millones de moscas la recomiendan.
No obstante ello, la sugerencia cínica
y harto manoseada de los defensores de la tv
basura (“apaguen su televisor o cambien de canal si no les gusta”), parece
convertirse en profecía autocumplida. Al bajar los costos de conexión de la tv
por cable o la satelital, así como del internet, está permitiendo que los ratings (sintonía) de los programas de
la tv basura difundidos por señal
abierta, sea cada vez menor. Salvo excepciones escasísimas, ahora es imposible
que un programa de tv basura supere
los 40 o 50 puntos de rating como
antaño. En otras palabras, muchas personas han hecho caso a la sugerencia de
los defensores de este tipo de televisión y cada vez optan por visionarla
menos.
A ello se debe añadir que dentro de
pocos años, a raíz del apagón analógico (programado para el año 2020), con el
incremento de contenidos en HD, el panorama de la tv de señal abierta puede
cambiar dramáticamente. Actualmente ya se vislumbra en algo, con los contenidos
de ciertos canales digitales.
No sería extraño entonces que, frente
al cada vez menor rating que se evidencia
en varios programas de la tv basura,
se incremente más el morbo, el contenido sexista o la chismografía, sensacionalismo
e intrascendencia a fin de no perder sintonía y auspiciadores. (Imaginamos que
para aumentar el rating, al reciente concurso
de traseros de un programa de la tv
basura, seguirá pronto un concurso de vaginas o de penes).
Por ello es meritorio que un grupo de
ciudadanos, como parte integrante de la sociedad civil, dejen escuchar su voz
de protesta. Eso refleja que no se encuentran cosificados, sino que siguen
siendo ciudadanos. Enhorabuena.