Por: Eduardo Jiménez J.
@ejj2107
¿Revuelta o revolución?, ¿tuvo o no trascendencia
histórica Mayo 68?, ¿fue una revuelta demasiado sobrevalorada puesta en contexto
histórico?
Algo hay de eso cuando se habla de Mayo 68, la revuelta
parisina que recorrió el mundo, quizás por el hecho de haberse producido en
Francia, cuna de las grandes revoluciones contemporáneas. Es romántico ver las
fotos de las barricadas al estilo de la Comuna de 1871 y creer que estábamos
ante una revolución de dimensiones históricas y otra distinta la realidad de
los hechos.
La revuelta de los estudiantes de la Universidad de
Nanterre se produce en el marco contestatario que ocurrió a lo largo de los
años 60 y 70 del siglo pasado: el movimiento hippie en los Estados Unidos, cuya bandera era el pacifismo contra
la guerra de Vietnam; o la más dramática: la matanza, en el mismo año, de
estudiantes en la Plaza de Tlatelolco en México; o la insurrección que
desestabilizó el imperio soviético: Praga 68. La década de los sesenta estuvo
impregnada de cambios, movilizaciones y un sentido de lo contracultural, que
repercutirían en los años siguientes.
Incluso, puesto en ese contexto, el movimiento hippie que nace en los Estados Unidos
tuvo una trascendenciahistórica mayor a Mayo 68. El movimientode los chicos del
pelo largo contribuyó a la liberación de las rígidas costumbres puritanas de la
Norteamérica post segunda guerra mundial. Propició un giro radical a la llamada
cultura de masas. Cuestionó a la sociedad de consumo de la por entonces nación
más poderosa del mundo. Y, en cierta forma, rechazó la guerra fría al oponerse
a la guerra en Vietnam, guerra en la cual estaban involucradas las dos grandes
potencias de ese entonces, los Estados Unidos y la Unión Soviética.
Mayo 68 recoge todas esas banderas que “flotaban” en el
ambiente de la época y le da un “toque político”. Por lo tanto no fue un movimiento
original ni fundacional de una “nueva era”. Más bien parece que con el tiempo fue
naciendo el mito de la “trascendencia histórica” de la revuelta parisina.
Algunos señalan que ayudó a liberalizar las costumbres
francesas y remover los sedimentos de conservadurismo. Argumentan que
personajes como Sarkozy, de origen familiar extranjero, gracias a esa
liberalización mayistapudo llegar a la presidencia sin ser de “sangre gala”.
Puede ser, pero lo cierto es que por aquellos años en las
sociedades de Europa occidental empezó el ascenso social de grupos no
pertenecientes a las etnias originales de la nación y ocupar puestos clave en
la sociedad y el estado. Fue un fenómeno que ocurrió en distintas naciones de
Europa occidental,en parte por el proceso de integración que supuso la Unión
Europea y en parte por la política de “puertas abiertas” a extranjeros que iban
a laborar o estudiar allá, muchos de ellos atraídos por el estado de bienestar implementado luego de la post guerra. De allí
que comenzaron a migrar a Europa, por mejores oportunidades,personas
provenientes tanto de América Latina, África, Asia, de la Europa socialista de
ese entonces o de los “parientes pobres” como la España franquista. Fue un
fenómeno masivo, que matices más o matices menos, se replicó en toda Europa
occidental. Francia, hay que reconocerlo, fue una de las naciones más generosas
de esa migración extraordinaria, por lo que no era tan sorprendente que hijos
de migrantes con el tiempo llegasen a ocupar cargos en las más altas
magistraturas.
Otros sostienen que Mayo 68 posibilitó la liberación de
la mujer de los corsés que la sociedad le imponía (roles estándar como madre y
esposa ejemplar). Igual que sucede con la anterior hipótesis del ascenso social
por la revuelta de Mayo, no se puede ser tan enfático en la afirmación. Sobre
el rol que le cupo a la mujer en las revueltas de Mayo, existen testimonios de
mujeres que siendo en ese entonces jóvenes de 18 o 19 años, declararon que el
rol que tuvieron en las revueltas fue el de objeto sexual al ser “chantajeadas ideológicamente”
para tener sexocon muchachos que apenas conocían con el argumento que eran
“mujercitas burguesas reservadas para casarse”, suerte de coacción moral.
Mayo 68 tampoco fue un
impulsador de la reforma educativa, como lo fue, por ejemplo, la reforma de
Córdova en 1918 que se expandió a toda América Latina.
Una de las demandas
estudiantiles era exigir compartir cuartos entre estudiantes de distinto sexo
en las residencias universitarias. Y, si bien el número de alumnos de educación
superior se elevó notablemente en los siguientes años, lo cierto es que la
calidad de la educación francesa ya no estuvo a la altura de los años previos.
Mayo 68 no se propone reformas,
sino la de ser un grito anarquista (como lo expresan los propios grafitis de la
época). Nunca estuvo en su mente tomar el poder. Las huelgas obreras que luego
acompañaron la revuelta terminaroncon
acuerdos salariales y con el inicio del verano europeo. Menos quiso instaurar
“la dictadura del proletariado” (la revuelta tenía un rechazo tanto al
“liberalismo burgués” como al socialismo de la ex Unión Soviética). Y si bien
tuvo referentes icónicos como Mao o el che Guevara, más fueron modas de la época
que verdaderos referentes ideológicos, en el contexto de lo que se conoce como
“nueva izquierda”.Y si hablamos de acontecimientos históricos, quizás fueron
más importantes por su trascendencia la revuelta de Praga o la matanza de
Tlatelolco, ambas del mismo año. La primera marcó el inicio del fin del imperio
soviético y la segunda el progresivo resquebrajamiento de la hegemonía del PRI
en México.
¿Qué queda de todo ese movimiento?
Creo que Mayo 68 debe
ser ubicado en su real contexto. Fue la expresión de la contracultura en todo
el destello de su pirotecnia, deudora del movimiento
iconoclasta hippie que, a diferencia
de la revuelta parisina, trasciende los ámbitos de la cultura, la literatura,
el cine o la música, proyectándose a todo el mundo. Mayo 68 fue, al final de cuentas, una bocanada
de aire fresco en un contexto mayor, una expresión del espíritu contestatario de
la época, de aquellos convulsos y ahora lejanos años 60.
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