Sunday, November 20, 2022

UNA COMEDIA DE LA STASI

Eduardo Jiménez J.

ejimenez2107@gmail.com

@ejj2107

 

Deben ser innumerables las pelĂ­culas sobre la Stasi producidas y realizadas en Alemania, sea en drama o en comedia. Es un perĂ­odo en la historia, por lo menos de lo que fue la Alemania Oriental, difĂ­cil de olvidar para los que lo vivieron y sintieron.

 

Es el caso del personaje principal en Una comedia de la Stasi (Leander Haussmann, 2022), un hombre en la cincuentena, que regresa de recoger su expediente de “disidente” que tenĂ­a en la Stasi (Seguridad del Estado en la ex RDA). Es asĂ­ como se abre el conocimiento de una “doble vida” del personaje, de miembro conspicuo de la Stasi y supuesto disidente polĂ­tico.

 

La pelĂ­cula se centra en las protestas de los jĂłvenes disidentes de la Alemania oriental, inspirados en el amor libre, el rock y la poesĂ­a anarquista de Occidente. Sin ser peligrosos para el sistema, son monitoreados por la seguridad del estado.

 

Lo llamativo es el tono de comedia, bastante ligero, como de no tomarse en serio lo que se ve hasta llegar al presente, con nuestro personaje convertido en figura icĂłnica de la resistencia contra la Alemania comunista.

 

“No todo lo que brilla es oro” parece ser el mensaje de la pelĂ­cula, en una Ă©poca que ahora -pese a haber trascurrido poco más de treinta años- parece lejana y algo brumosa.

Friday, November 11, 2022

ARGENTINA, 1985

 Eduardo JimĂ©nez J.

ejimenez2107@gmail.com

@ejj2107

    Rememorar los tensos y contradictorios momentos que se vivieron en los procesos a las juntas militares de Argentina por violaciĂłn de los derechos humanos, puede parecer ahora historia remota.

 

    En cierta manera lo es y se ha querido más bien no olvidar aquella crucial etapa en la historia reciente del paĂ­s austral. Primera vez que militares eran procesados y juzgados en tribunales civiles. Y si bien el fiscal Julio Strassera parecia nadar contra la corriente, tener una opiniĂłn pĂşblica dividida (para muchos argentinos en aquellos años se viviĂł una guerra interna contra el comunismo con costos colaterales de vĂ­ctimas inocentes, pero guerra al final) y un poder judicial que no ayudaba mucho, logro sentenciar contra viento y marea a la cĂşpula militar argentina.

 

    Como sucede en los thrillers polĂ­tico-judiciales, lo que pasa en los tribunales es lo más inquietante, aunque se ha sabido matizar y añadir elementos como la vida familiar del fiscal Strassera, la persecuciĂłn y amenazas contra el equipo de fiscales o el reclutamiento de jĂłvenes abogados, ante la carencia y entusiasmo de letrados entre los de su generaciĂłn.

 

    La pelĂ­cula sigue la secuencia del juicio hasta la condena. La narrativa es literal, no pretende ser grandilocuente (aunque el alegato final del fiscal es una pieza magistral de oratoria forense, cerrado con la cĂ©lebre frase “Nunca más”) y en cierta forma quiere ser una crĂłnica modesta de aquel tiempo.

 

    Argentina, 1985 sin ser una gran pelĂ­cula cumple con el objetivo de no olvidar lo que sucediĂł en aquellos ahora ya remotos años.