Saturday, December 08, 2018

DESPUÉS DEL REFERÉNDUM, QUÉ


Por: Eduardo Jiménez J.
        ejimenez2107@gmail.com
       @ejj2107
 


Priorizar lo político en la variante populista, como lo ha hecho el ejecutivo, trae como consecuencia que no nos ocupemos de otros aspectos importantes, v. gr. cómo marcha la economía, tan importante como la política. Las críticas del presidente del BCRP apuntan a ello. No es casualidad que Julio Velarde haya declarado duramente. No es que se haya confabulado con la oposición, como algunos pueden creer, sino que la economía no pinta bien y es su deber advertirlo: no se están tomando desde el ejecutivo las medidas necesarias para el presente ni para lo que se viene. (Dos variables que no manejamos y que es bueno tomar medidas para prevenir los efectos: la tasa de interés de la Fed –el banco central norteamericano- va a seguir subiendo y las materias primas continuarán a la baja. ¿Qué hacemos en ese panorama bastante incierto?).

No son críticas únicamente al actual mandatario, abarca a los otros, los que estuvieron desde el 2001 en adelante, y se resumen en oportunidades perdidas y mal uso de los fondos públicos. Sean de izquierda o derecha, nacionalistas o cosmopolitas, usaron el mismo guion: ejecutar obras faraónicas de dudosa rentabilidad y gran margen para la corrupción. Los gobiernos de Toledo, García, Ollanta y PPK optaron por ese esquema cuando abundaban los ingresos, dejando en “piloto automático” la economía.

Y no hablemos de los problemas sociales en agenda: anemia infantil, desempleo juvenil, delincuencia e inseguridad, reforma escolar. Son más difíciles de resolver y conllevan un trabajo de largo aliento, y no son tan llamativos como un referéndum, pero sí más importantes para el futuro del país.

Y el referéndum en si no garantiza una mejora de los niveles de lucha contra la corrupción; más bien tiene propuestas que van a empeorar la clase política al prohibir la reelección inmediata de los congresistas. Vamos a perder experimentados legisladores, mientras entrarán bisoños inexpertos en el cargo y ansiosos por llenar los bolsillos. Se olvida que la experiencia y la decantación de los mejores se ganan con el tiempo.

Por otra parte, debido a la torpeza política de la mayoría congresal y a la consigna por el no del propio presidente, la propuesta de dos cámaras (senadores y diputados) será rechazada en el referéndum. Una propuesta interesante, pero mal planteada y mal presentada.

En resumen, el referéndum no trae grandes cambios políticos, ni menos que la corrupción desaparezca o por lo menos baje.

Es cierto que al no tener una mayoría en el Congreso ni partido propio en que asentarse, el presidente tuvo que recurrir a medidas plebiscitarias para ganar legitimidad. Con un Congreso que causa rechazo a la población, una mayoría en la oposición bastante torpe, un poder judicial corrompido hasta el tuétano y un sentimiento antifujimorista que se respira en la sociedad, se tenía los insumos para ganar respaldo popular.

El asunto es que gobernar solo con medidas efectistas tiene corto alcance. ¿Qué hacer luego del referéndum? Algunos plantean cerrar el Congreso, otros con intervenir el aparato judicial que nadie se va a escandalizar y seguir utilizándolo como arma política contra los opositores,  algunos más retornar a la sempiterna idea de la “asamblea constituyente” que solucionará por arte de magia todos nuestros problemas; y los más escasos de imaginación, seguir consolidando poder con más medidas efectistas que igualmente tendrán corto alcance, mientras la economía se sigue ralentizando, los problemas sociales se agudizan, se aprovecha poco las oportunidades en nichos de mercado, y se avizora en el horizonte una probable recesión mundial similar o más grande que la del 2008 que va a afectar nuestras exportaciones. No hacemos nada al respecto, mientras seguimos ilusionando al pueblo con trucos de sombrero de mago.

A ello hay que sumar la preocupante judicialización de los líderes de la oposición y sus principales colaboradores. Es bastante extraño que se haya abierto investigación a ciertos políticos que están en la orilla opuesta, cuando casi todos recibieron dinero no declarado para las campañas políticas, siendo uno de los generosos donantes Odebrecht, “el monstruo del mal” contemporáneo. No obstante, solo se ha abierto investigación a Fuerza Popular, principal grupo de oposición, y a su furgón de cola, el Partido Aprista, cuyo líder, en gesto bastante teatral, pidió asilo (recientemente desestimado).

El abuso de la prisión preventiva es el otro correlato. El privar a una persona de su libertad es un recurso extremo; sin embargo vemos que con bastante facilidad se dictan prisiones preventivas de hasta 36 meses. Curiosamente el periodo que tenemos de aquí a las siguientes elecciones generales. Las fuerzas que se están moviendo en gesto evidentemente vengativo y torpe, pueden regresar con igual fuerza contra aquellos que las promueven. La historia está repleta de casos cuando se actúa como aprendiz de mago y se mueven fuerzas difíciles de controlar. Estas pueden ir contra quien las invocó. No nos extrañemos de lo que pase después. Y lo peor, de cómo quede el país al final de la historia.

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