Saturday, October 02, 2021

MINORITY REPORT: EL DERECHO PENAL PREVENTIVO

 

Por: Eduardo Jiménez J.

ejimenez2107@gmail.com

@ejj2107

 

En un futuro no muy lejano una elite policial denominada Precrimen, y gracias a la ayuda de tres jóvenes videntes, puede detectar el cometimiento de un delito antes que este se produzca. La víctima es salvada a tiempo y el intencionado sujeto que quiso cometer el crimen inmediatamente detenido, procesado y sentenciado. Gracias a la Unidad de Precrimen los delitos prácticamente han bajado a cero. Uno de los principales problemas que enfrenta toda sociedad es resuelto en poco tiempo.

 

Suena bonita la fábula de la sociedad perfecta en el filme distópico Minority report (Sentencia previa en español, basada en el relato de Philip K Dick), salvo que para llegar al grado cero de delitos se ha vulnerado una serie de garantías, entre ellas que no se puede condenar a quien no cometió un delito por más intenciones que tuvo de cometerlo. Un tipo quiere atropellar a su esposa y hacerlo aparecer como accidente. Elucubra todo un plan pero no ha cometido el hecho trasgresor y sin este no hay pena.

 

Estamos en el ámbito equívoco del derecho penal preventivo, aunque en un sentido distorsionado, que en el pasado se llegó a utilizar, como en la Alemania nazi, donde el hecho de ser judío condenaba a una persona. En estas aguas poco claras se condena por la intención o por tener una característica distinta de raza o religión.

 

Se pensará que la trama de Minority Report sucede solo en la ficción o sucedió en el pasado; pero también se produjo en este siglo con la sospecha que todo musulmán es terrorista. En plena globalización y cuando se creía que el estado de derecho y las garantías que contiene salvaguardaban al individuo por siempre, el 11-S significó un cambio brusco en las reglas del derecho: secuestros y asesinatos de sospechosos de terrorismo, y tortura y reclusión sin juzgamiento previo en las cárceles de Guantánamo (suerte de “tierra de nadie”).

 

Pero allí no queda el debate abierto. En la trama tanto de la película como del relato el sistema tiene fallos, no es infalible. No necesariamente se encuentran de acuerdo los tres precogs, como les dicen a los videntes, en que se cometerá un delito, en algunos casos uno de ellos emite un informe en minoría (de allí el título original). Es decir se puede haber condenado a personas inocentes. (El final es diferente en la película y el relato. En la primera el sistema de precrimen es desmantelado por los fallos detectados, en el relato se llega a cometer el crimen para que el sistema continúe a pesar de los fallos; además que el relato de Philip K Dick contiene, en clave de metáfora, una carga más política en consonancia al macartismo que en ese entonces -1955- vivía la sociedad norteamericana, mientras en el filme se inclina más a la acción).

 

El siglo XXI trajo a colación un gran debate entre los derechos y garantías de las personas vs la seguridad nacional y la razón de estado. Hasta qué punto es válido limitar u obviar los derechos de las personas en aras de la seguridad nacional interna o externa.

 

Premonitoriamente Minority Report suscitó un debate (la película se estrenó un año después de los atentados del 11-S, es decir en 2002) que se prolongaría por las dos siguientes décadas del presente siglo, siglo convulso y que trae más sombras que luces, más dudas que certezas.

 

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