Monday, June 10, 2013

PRECIOS EN ARGENTINA


A fin de detener la espiral inflacionaria, hace algunos meses el gobierno federal argentino dispuso el “congelamiento” de los precios de productos básicos; así parecía resuelto un problema agudo para la administración de Cristina K, tan vapuleada en el alza del costo de vida. Sin embargo, los productores ya “le sacaron la vuelta” al congelamiento de precios.

Similar a lo que pasaba en Perú durante el primer gobierno de García, las empresas productoras han ofrecido en el mercado otros productos muy parecidos, pero con precio libre. Así por ejemplo han aparecido mayonesas “libre de colesterol” o con “la receta liviana”, no sujetas al control de precios. En lácteos, tendremos frente a la leche de precio congelado, la "extra calcio con vitaminas A, C, D", la "extra calcio natural con sulfato de hierro y vitaminas A, C y D" o la "extra calcio natural, con vitaminas A, C y D, fuente de DHA (ácido docosahexaenoico)". Ni las nobles papas se salvan. Frente a la papa de precio regulado tenemos la “papa cepillada” (con menos tierrita que la más silvestre).

Igual sucede con los empaques. Las presentaciones están cambiando. Frente a los de precio congelado, aparecen otros de tamaño o cantidad diferente. Ni los huevos son la excepción. Frente al “huevo congelado”, está el huevo con “omega 3”.

Se dirá que se debe regular más. La verdad, para ser sincero, no serviría. Supongamos que el gobierno ponga un ejército de fiscalizadores o regule todos los precios, el ingenio hará que saquen un producto diferente o en otra presentación “no regulada”; o, peor aún, se genere escasez o “rompan la mano” al funcionario fiscalizador; con mayor razón en un país como Argentina donde la corrupción es vista solo como un pecado venial. Es que Crtistina ni su equipo entienden que los precios son señales que envía el mercado. Te va a indicar si el producto falta o sobra (es lo que está sucediendo también en Venezuela). Entre nosotros los precios regulados en el primer gobierno de García trajeron escasez y corrupción. A partir de los noventa, al liberalizarse los precios no faltan productos; y cuando el estado quiere subsidiar alguno se va el producto de contrabando a otro país o a otra región que no tiene precio regulado, como sucede con la gasolina en la selva.

Sería bueno que doña Cristina lea un poco más de historia económica. Encontrará que el congelamiento de precios no es la solución.
Eduardo Jiménez J.

Wednesday, May 29, 2013

A DIEZ AÑOS DEL GOBIERNO DE LOS K

Si bien aprender de los errores ajenos es poco común –casi siempre aprendemos más de nuestros propios errores- no está demás mirar la situación de Argentina a diez años del gobierno de los Kirchner, con reelección conyugal incluida.

Quizás ahora Argentina se encuentra mucho pero mucho más lejos de despegar hacia el desarrollo que hace diez años atrás: con una economía hipertrofiada, inflación elevada, escasez de divisas y una serie de corrupciones gubernamentales mayores la hacen parecerse más a un país del tercer mundo que a uno europeo como alguna vez se creyó.

La corrupción es democrática (algo bueno trajo “la revolución” de los Kirchner): va desde los funcionarios de los estamentos más bajos del gobierno y asciende hasta las altas esferas. Cada vez es más insistente el rumor de enriquecimiento sin causa aparente de la pareja presidencial, a tal punto que el patrimonio conyugal ha crecido más de diez veces desde que asumieron la presidencia; mientras la mayoría de los argentinos se empobrece día a día.

Esa es una de las aristas de los gobiernos autocráticos: la pobreza de los ciudadanos y la riqueza de los que están en el poder; y, para silenciar las denuncias, persiguen a los acusadores, les colocan mordaza, expropian las empresas o los desaparecen.

En diez años de gobierno de los K se estatizaron empresas que ahora se encuentran en pérdida, expropiaron los fondos privados de pensiones (como decimos los peruanos “se los tiraron”), han impuesto mordazas más o menos sofisticadas a la oposición, no permiten que se divulguen porcentajes del alza del costo de vida que no sean oficiales y han sometido al Poder Judicial y a otras instituciones que los puedan controlar.

Va a ser difícil que salgan del hoyo los argentinos. Van a tener que reconstruir su riqueza, respetar las libertades de la persona y buscar consensos nada fáciles. Quizás Cristina se vaya (con sus millones) pero dejará un país sumido en el atraso, el oprobio y la desgracia.

Si de algo nos sirve la historia ajena, aprendamos de Argentina y que nada bueno resulta cuando una pareja conyugal se sucede en el poder, al final es una autocracia que trae más pobreza, corrupción y atraso al país. Por eso los peruanos debemos estar alertas ante los intentos de cierta pareja que quiere repetir la misma historia.
Eduardo Jiménez J.

Monday, May 13, 2013

ASU MARE O EL INTENTO DE HACER CINE COMERCIAL EN EL PERÚ


El éxito obtenido por el filme peruano Asu mare ha permitido retomar la vieja polémica entre liberales y proteccionistas sobre la mejor forma de ayudar a que se consolide y despegue el cine peruano.

Los primeros sostienen que debe ser el mercado el que -a través de su “mano invisible”- determine que películas se deben hacer y ver, y cuáles no, sin necesidad de la intervención estatal vía premios o subsidios a proyectos de filmes nacionales, exhibiendo como el ejemplo por antonomasia el filme Asu mare, con más de dos millones de espectadores en las primeras semanas de su proyección, habiendo destronado nada menos que a temidos blockbusters como La era del hielo.

Los segundos, en cambio, creen que el estado de todas maneras debe intervenir dado que existen filmes cuya temática o estilo no se condice con un público mayoritario, por lo que de no existir apoyo estatal difícilmente se podrían realizar. Sustentan fácticamente su posición en los diversos premios obtenidos en el extranjero por películas peruanas cuya convocatoria de público no necesariamente es amplia.

De cierta manera, esta vieja polémica se puede reducir a que los librecambistas afirman que para hacer películas rating manda, mientras los segundos sostienen incentivos estatales primero. No es necesario ser demasiado zahorí para saber cómo quedó la televisión nacional de señal abierta que abrazó ardorosamente el dictum rating manda. Algo similar pasaría con el cine. Tendríamos un espectro de comedias chabacanas, calatas por doquier o dramones insufribles. Pero los proteccionistas que llevan al extremo su posición igualmente se confunden con el mercantilismo llano y puro, con una suerte de lobismo cultural donde un pequeño y cerrado grupo de elegidos determinaría vía premios, cuotas de pantalla, subsidios estatales y otras sinecuras adicionales sufragadas con dinero de todos nosotros qué películas merecen apoyo del gobierno y qué películas no, teniendo a “papá Estado” como el garante que evite la competencia de fuera. Esta posición llevada a la radicalidad también nos traería perjuicio.

En principio que el éxito de Asu mare es atípico, por lo que no se presta a ser un ejemplo emblemático de la producción del cine nacional. Su éxito se debe a causas extraordinarias como el carisma del actor principal, el ser este ampliamente conocido y el costumbrismo limeño reflejado en el écran. Es más, hasta donde sabemos, los productores hicieron un trabajo previo de marketing a fin de asegurar la concurrencia a las salas. Es muy difícil que ese mismo éxito se repita en otras cintas peruanas por más que intenten ser comerciales, como ya ha sucedido en el pasado. (O lo que es peor: copien el estilo y la temática de Asu mare).

Incluso su temática explica gran parte del éxito obtenido, al tocar el delicado tema de la mujer sola que debe sacar adelante un hogar, hecho muy evidente de nuestra realidad y que, estoy seguro, ha tocado las fibras íntimas de más de un espectador. Si bien la madre soltera es más evidente en los sectores populares, se repite también en las otras capas sociales. El tomar a broma hechos que son de naturaleza dramática como que produce una catarsis colectiva. Luego de visionar la película el espectador se siente más aliviado de una carga emotiva que lleva muy adentro. Y si la madre del protagonista es el objeto de sus bromas, es también un homenaje indirecto a quien lo ayudó a formarse como hombre, quizás con mano de hierro como lo cuenta, pero necesaria al fin y al cabo.

Con el fenómeno de Asu mare bien se aplica el adagio una golondrina no hace el verano. No obstante, su producción puede servir de inspiración para otras películas nacionales que intenten apostar por el cine comercial. Un estudio previo de marketing, un buen guión, el contar con estrellas conocidas en el medio o no descuidar la labor técnica-profesional son elementos indispensables. Lo ideal sería que se replique su éxito a fin de consolidar una industria nacional del cine con mayor producción de filmes que los seis u ocho al año que se ruedan usualmente y que -como señalamos en otro artículo- permitiría continuidad y ejercicio en el oficio, así como fuentes de trabajo estables, con personas que se podrían dedicar íntegramente al cine.

Pero, para que exista un mercado del cine peruano requiere de la presencia del estado. Nos guste o no, la mano del mercado por si sola no va a consolidar un cine nacional; hacen falta políticas culturales claras y precisas, voluntad política e incentivos llevados con prudencia y efectividad, por lo menos en los inicios, así como apoyar “el otro cine”, el que no congrega grandes multitudes pero que es parte de nuestra realidad.
Eduardo Jiménez J.

Monday, May 06, 2013

¿VA EL GOBIERNO DE OLLANTA HUMALA HACIA LA GRAN TRASFORMACIÓN?


Es difícil afirmar o negar si el gobierno de Ollanta Humala, por los últimos hechos ocurridos, ha iniciado un viraje hacia el estatista programa de gobierno inicial llamado “La gran trasformación”, documento de fuerte raigambre velasquista.

No me parece que el tema vaya por cuestiones programáticas (retomar la gran trasformación), ideológicas (recuperar el nacionalismo velasquista) o principistas (resurgimiento del “corazoncito chavista” del presidente), sino creo va por el lado pragmático.

Es cierto que el contexto en que se anunció la compra de los activos de Repsol no podía ser menos afortunado: el aval que Perú otorgó a las controvertidas últimas elecciones en Venezuela, la presencia del propio Ollanta Humala en la asunción a la presidencia de Nicolás Maduro, así como la sempiterna ambigüedad de la reelección conyugal. Síntomas que el gobierno de Humala abandonaba la hoja de ruta para abrazar la gran trasformación e iniciar un viraje a la autocracia al estilo venezolano.

Creo más bien que el anuncio de la posible y luego negada compra de los activos de Repsol son “globos de ensayo” a fin de pulsear cómo tomaría la sociedad propuestas que son francamente discutibles (la herramienta legal ya estaba lista con la publicación de un controvertido decreto supremo que facilitaba la operación). En cierta forma es poner una agenda en debate público y determinar el grado de apoyo o rechazo que propicia. En este caso fue más lo segundo que lo primero; por lo que, como sucedió con otros intentos polémicos de la pareja presidencial, retrocedió en su intención, como lo dejó entrever la primera dama y días después fue ratificado por los funcionarios de Petroperú. Y retroceden porque más importante que poner en debate una política de estado (su rol empresarial) es el intento de reelección encubierta, el cual a ningún costo debe sufrir un desgaste de capital político, y la pareja presidencial se dio perfecta cuenta que el tema de la compra de los activos de Repsol era un tema que tendría un alto costo político, así como puntos en la aceptación ciudadana. Por eso retrocedieron en el intento de comprar la refinería La Pampilla y los grifos.

Pero, ¿era viable una compra de los activos de Repsol y volver al rol empresarial del estado?

Personalmente no me opongo al rol empresarial del estado, incluso me pareció un grave error el privatizar los activos de Petroperú en los años noventa y no repontenciar o ampliar la empresa a través de asociaciones público-privadas y, de paso, regular el precio final de la gasolina, uno de los más caros de la región. El rol empresarial del estado, bien hecho, es positivo, como sucede en distintos países capitalistas. Lamentablemente en Perú la historia de las empresas públicas fue nefasta por el uso político de los gobiernos de turno (“caja chica” del gobierno central y fuente de empleo para los incondicionales del régimen) y el correlato poco técnico propició que gran parte de la deuda pública fuese causada por las empresas del estado deficitarias, generando la hiperinflación que conocimos a fines de los ochenta y déficit público (las cuentas del estado “en rojo”).

El manejo poco técnico de las empresas públicas obedece a la escasa institucionalidad del estado peruano, a diferencia de países como Chile o Colombia. La poca institucionalidad propicia que el gobierno de turno use las empresas estatales para fines políticos. Por eso fueron creados “los candados” que la propia Constitución Política establece en su régimen económico (subsidiario rol empresarial del estado y solo por ley expresa). No fue únicamente por el ambiente neoliberal que se vivió en el momento de la promulgación de la carta del 93, sino por la pésima experiencia empresarial del propio estado en los años setenta y ochenta.

Si no existe institucionalidad y prima la voluntad del gobernante de turno, siendo un poco mal pensado, es fácil deducir que se quiere o se quiso tener un manejo político de un bien con volatilidad política como es el petróleo. Comprando la refinería de La Pampilla y teniendo grifos a disposición, el estado iba a tener un control casi absoluto del precio final de la gasolina y el GLP. Y teniendo un precio final de la gasolina y el GLP este se puede subsidiar (cumplir, por ejemplo, con la promesa de la campaña humalista en primera vuelta del balón de gas a doce soles), teniendo satisfechos a todos: los ciudadanos, aumentando así la simpatía electoral para una posible candidatura de la primera dama; los propietarios de Repsol que se llevan cuatrocientos millones de dólares sin invertir un sol en la modernización de La Pampilla a la que estaban obligados; y las AFP que son accionistas minoritarios y podrán respirar tranquilos al tener cerca a “papá Estado” para que se haga cargo de los pasivos de la empresa. Es lo que en jerga política se conoce como “socialización de las pérdidas”: el estado es “bueno” e interviene para hacerse cargo de las pérdidas de las empresas privadas a costa de todos los contribuyentes.

Justo existe un aspecto donde no se ha puesto demasiado énfasis, el de los accionistas minoritarios como son las AFP que poseen cerca del 21% del paquete accionario. El asunto es que han invertido en una empresa deficitaria dinero de los aportantes, de todos los cotizantes a las AFP, y si la empresa no marcha bien quienes van a sufrir el castigo son los trabajadores al tener una pensión mucho menor al momento de jubilarse (el sistema privado se sustenta en un portafolio que obtiene dividendos o pérdidas, dependiendo cómo se invierta el dinero de los trabajadores). Las AFP han tenido un silencio cómplice hasta el momento, como esperando que el estado intervenga para reflotar la empresa y verse librados de tener que aportar para la modernización de la planta.

Asimismo Repsol estaba obligada a la modernización de La Pampilla el 2006, obligación que no satisfizo, incumpliendo el contrato suscrito con el estado y, peor aún, el estado vía sus organismos competentes no apercibió a Repsol para cumplir con la modernización de la planta, inversión cercana a los mil millones de dólares. Consiguientemente, y para variar, el propio estado también se encontraba en falta. Pero, según datos confiables, Repsol es una empresa que se encuentra en pérdida, cercana esta a los setecientos millones de dólares, por lo que la compra sería no solo de sus activos sino también de los pasivos, costándonos la transacción humalista a todos los contribuyentes unos dos mil millones de dólares, cinco veces más que los cuatrocientos inicialmente anunciados.

Comprando La Pampilla el estado habría “ayudado” a Repsol, al comprar una empresa deficitaria y que por añadidura incumplió sus compromisos contractuales de modernización de la refinería, ayudaría a las AFP que tampoco cumplieron con guardar parte de los dividendos ganados para la modernización de la planta y tendría el control del precio final de la gasolina y el GLP para fines políticos de cara al 2016. Todos felices, todos contentos, pero a costa de todos los peruanos.

Ollanta Humala y su esposa no van hacia la gran trasformación, mucho menos se están alineando con la órbita chavista (habría que ser ciego político para hacerlo en estos momentos), su fin es más prosaico, más pedestre: perdurar políticamente más allá del 2016, hecho que no creo lo logren para bien de la democracia peruana.


P.D.: Réquiem para Javier.-
Como todo hombre cometió errores, de los políticos y de los otros; pero su integridad como persona y entereza para la denuncia al costo que fuese posibilitó que el Parlamento cumpla con una de sus funciones esenciales: la fiscalización. Los últimos meses fue víctima de una poco oculta venganza política que le valió una suspensión que una jueza determinó que había violado el debido proceso. En fin, ya no pudo regresar al escenario de tantos apetitos y trifulcas. Se está yendo la gente de valor, la que todavía creía en los ideales como Armando y Javier, y quedan los otros. Signo de los tiempos.
Eduardo Jiménez J.
ejjlaw@yahoo.es

Monday, April 29, 2013

UN SABOR A DEJA VU


La discusión sobre si es constitucional o no que la primera dama postule a la presidencia me hace recordar las polémicas en los años noventa sobre si era legal o no la segunda reelección de Fujimori. Como en aquella oportunidad existían interpretaciones a favor e interpretaciones en contra, a gusto del cliente. Y, como aquella vez, funcionarios solícitos en complacer al gobernante de turno. Solo que ideológicamente, ahora, los actores de esta tragicomedia son otros: ya no son los de la derecha los más entusiastas en buscar justificaciones al poder, sino los de la izquierda.

Un académico de izquierda, conocido constitucionalista de una universidad católica y hoy embajador político en la península ibérica, otrora furibundo denostador de la reelección fujimorista, se ha convertido, por no se qué magia o hechizo, en un servil intérprete de los deseos de la pareja presidencial.  Sin rubor en la cara afirma que para él es inconstitucional que se impida a la primera dama postular el 2016. Faltaba más, para eso están los escuderos, para proteger a las damas.

En el camino, una alcaldesa desubicada y franelera, que transitó por el calvario de la revocatoria, por congraciarse con el dúo presidencial no dudó en sacar lustre con su blasón aristocrático -aquel que todavía cree que todas las mujeres de  San Juan de Lurigancho nacieron para lavar la ropa de las señoras de La Molina- y dejar sentado su beneplácito en el asunto. Oiga Usted, para que otra cosa no habrá sido designada por Dios y los astros la parejita de marras, sino para salvar al Perú.

Tiempos revueltos la verdad, donde un sector de la izquierda “progresista” busca congraciarse con el gobernante de turno, dizque por su izquierdismo, lo cual al parecer relativiza los principios defendidos con tanto ardor en el pasado y “limpia” cualquier mancha de encubierta reelección, sin importarle un pepino que en el camino se lleve de encuentro la precaria institucionalidad levantada en estos años.

Aunque nunca sabremos si el denodado entusiasmo es amor al chancho o a los chicharrones; o para ser más claros, si el motivo de tanta obsecuencia es por desinteresada convicción o más bien es a cambio de apoyo político en unos casos y en otros por no querer soltar la mamadera del estado.

Decir, como han sostenido sin nada de vergüenza varios “constitucionalistas”, que el impedimento de postular a la primera dama es “inconstitucional” porque no se encuentra expresamente prohibido en la carta magna; es como deducir que la prohibición de pasarse la luz roja de los semáforos es también inconstitucional porque no se establece en la carta política y esta prohibición atenta contra el libre tránsito. Con el mismo intrincado razonamiento, todas las normas, de cualquier clase o naturaleza, deberían encontrarse dentro de la ley de leyes, para que sean “constitucionales”. Ni el doctor Malzón Urbina hubiese elaborado tan surrealistas argumentos.

Y no se crea que los académicos-embajadores o las alcaldesas son los únicos en pasar la franela. Se encuentran también los funcionarios del estado de primer nivel, aquellos que representan a una entidad pública. Como aquel que le gusta las “interpretaciones auténticas” y preside un importante órgano electoral, y vía una interpretación media retorcida, de esas que tanto nos gustan a los abogados, ha autenticado el intríngulis de la legitimidad de la postulación. O alguno de “los guardianes constitucionales” que se ha mostrado muy receptivo a la postulación presidencial de la primera dama, manifestando alegremente su “conformidad constitucional”. A este paso ya no se van a autodenominar “guardianes constitucionales” sino simplemente “guachimanes de la presidencia”.

A veces creo que compiten entre ellos para ver quien dice el peor disparate de la semana. Ya no hablemos de los congresistas. Estamos acostumbrados a sus boutades que ni nos llama la atención lo que dicen, como la de aquel congresista oficialista, muy afecto a los aquelarres, que también terció a favor de la candidatura de la primera dama, no se si por congraciarse con el poder tras la pérdida de una cara vicepresidencia por una vulgar y lobista cena o por simple figuretismo. Parece que las brujas todavía no lo dejan en paz.


Mientras tanto, en el ínterin y como deshojando margaritas, nuestra primera dama no dice ni sí ni no. Se va por la liebre cada vez que le preguntan sobre tan espinoso tema. Y es hidalgo reconocer que cada vez lo hace mejor, a tal punto que hasta resulta un encanto verla sonreír, mostrar sus dientes de conejito y decir alguna frase tipo “yo solo ayudo a mi marido” o “tengo tres hijos que atender”. Realmente encantadora. 

No se, pero todo esto me hace sentir un sabor a deja vu, algo que ya vi en otro tiempo, en los años noventa para ser preciso, solo que con otros actores. Hablando cinematográficamente, podemos decir que es un remake. Solo que los remakes casi siempre son malos y este no parece ser la excepción.

Esperemos por el bien del país que la sensatez retorne, que los académicos-embajadores vuelvan a estudiar sus textos constitucionales, que las alcaldesas puedan gobernar mejor una ciudad tan compleja como Lima, y que los funcionarios de alto (o bajo) nivel en vez de pasar la franela pongan más celo en cimentar sus instituciones. Creo que así invertirían mejor el dinero de todos los peruanos que se va en sus nada desdeñables emolumentos.
Eduardo Jiménez J.
ejjlaw@yahoo.es

Friday, April 26, 2013

COREA DEL NORTE


La reciente declaración de “estado de guerra” por parte de Kim Jong-un, presidente de Corea del Norte, ha causado revuelo en el mundo y titulares sensacionalistas como el inicio de una tercera guerra mundial. ¿Pero, es posible?

            Soy de los que comparten la idea que el anuncio y los arrebatos de Kim Jong-un obedecen más a razones internas de consolidación en el poder que a un descabellado ataque a Corea del Sur que acabaría con su gobierno, su poder y esa suerte de “comunismo dinástico” instaurado por Kil Il Sung, abuelo del actual presidente y creador del “pensamiento suche”, mescolanza de marxismo, maoísmo y budismo. Creo que el joven Kim Jong-un (se le conoce también, entre otros títulos nobiliarios, como “el amado líder” y “la reencarnación de la Idea Suche”), de alrededor de treinta años de edad,  está enfrentando serios problemas y busca legitimarse entre la dirigencia de su partido, así como unificar a las distintas tendencias a través de un llamado de guerra inminente. En Occidente sabemos muy bien como la idea de patria, defensa nacional y enemigo externo, unifican a un pueblo. Parece que algo de eso está sucediendo al norte del paralelo 38.

            Asimismo, las superpotencias no desean ningún conflicto que desequilibre su influencia en la zona, sea de parte de Rusia y China “garantes” de Corea del Norte, y EEUU con su par, Corea del Sur. En caso de una acción bélica cada una deberá tomar partido y acciones directas que alterarían el equilibrio geopolítico, hecho que no les conviene.

            Corea del Norte es un rezago de la guerra fría y del mundo bipolar. Desde ese punto de vista, es un anacronismo. Desaparecida la Unión Soviética muchos científicos rusos ofrecieron su experiencia en física nuclear al mejor postor, entre ellos al gobierno de Pyongyang, iniciando un proceso de enriquecimiento de uranio y plutonio que ha dado lugar a armas nucleares. En cierta forma buscaron tener poder a través de la fabricación de armas nucleares y no “desaparecer” como estado luego del derrumbe socialista, armas que les permitía tener un poder de negociación ante los aliados (caso de China) o ante los enemigos (Estados Unidos y Corea del Sur).

            De allí que era y es más importante para la dirigencia partidaria de Pyongyang destinar los escasos recursos del país en armas y tecnología bélica sofisticada que en dar bienestar a su pueblo. Pero, al parecer, no contarían con las defensas necesarias para soportar una contraofensiva nuclear por parte de Estados Unidos y Corea del Sur que, literalmente, podría desaparecer del mapa todo signo de vida arriba del paralelo 38. Por ello sería descabellado que Kim Jong-un inicie un ataque nuclear contra su par vecino, menos contra Estados Unidos; aunque la  historia demuestra que los líderes ególatras o las camarillas de poder cerradas son más propensas a cometer errores garrafales que les cuesta el poder acumulado y hasta la vida.

            Si bien las noticias de Corea del Norte son escasas (es un régimen bastante hermético), imagino que los problemas de escasez deben continuar (no se explica de otra manera que su población siga migrando hacia China en busca de mejores oportunidades) y Kim Jong-un.debe tener dificultades de afirmamiento de su poder. No tiene el carisma del abuelo y tiene en contra su juventud y poca experiencia política (era el tercero en la línea de sucesión y casi accedió al poder por casualidad). Sospecho que algo de ello existe en un país donde se privilegia de modo excesivo el culto a la personalidad y se guarda como contribución importantísima al marxismo-leninismo, ese menjunje  llamado “pensamiento suche”.

Eduardo Jiménez J.
ejjlaw@yahoo.es

Wednesday, April 17, 2013

INMADURO HIJO DE CHAVEZ


Debo confesar que el resultado, como a muchos, me sorprendió. Pensaba que Nicolás Maduro con todos los recursos a su favor (logísticos, institucionales, monetarios, humanos, amén de la bendición póstuma de Chávez) iba a ganar por unos holgados diez puntos de ventaja sobre Henrique Capriles; sin embargo ha sido apenas por un punto y con fuertes rumores de fraude.

Las cosas no van bien para el heredero de Chávez. Como que el pueblo venezolano ha diferenciado claramente entre el comandante y su “hijo político”. Es que los autócratas y dictadores tienden a equivocarse en la elección del delfín: eligen al mediocre por obsecuente o al taimado por hipócrita que oculta su verdadera intención. Parece que en este caso fue lo primero como se demostró en la breve y pobre (de ideas) campaña política oficialista: folclórica, surrealista, mágico-religiosa. El pajarito que encarnaba a Chávez, Chávez que intercedió “en el cielo” para contar con el primer Papa latinoamericano, Chávez apareciendo en los sueños de Maduro, Chávez en “el paraíso de los revolucionarios”, etc.,etc.

Maduro (que se ha apresurado a juramentar “por si las moscas”) con este pobre resultado se enfrenta a un cuestionamiento de su legitimidad al interior del chavismo. No le será tan fácil “comprar voluntades” entre los jerarcas del PSUV como Diosdado Cabello u otros que le salgan al frente. Ser reelecto presidente para un período adicional significaría cometer fraude en las próximas elecciones a fin de quedar en el Palacio de Miraflores y enfrentar de nuevo a un verdadero “animal político” como ha demostrado ser Henrique Capriles. A ello se suma que tiene una gestión como presidente bastante complicada: inflación alta, déficit fiscal, devaluación del bolívar, mercado negro de productos, inseguridad ciudadana, eliminación de algunos subsidios; y, de añadidura, una Venezuela dividida. Es bastante probable que esa línea dura que ha querido demostrar Maduro más se deba a la inestabilidad que el pobre resultado tiene al interior del chavismo y a la debilidad que el propio Maduro siente, que a las manifestaciones de la oposición propiamente.

Ello no significa que el chavismo como movimiento político se extinga (el propio Capriles hábilmente “robó” algunas promesas chavistas en la campaña); pero sí algunos de sus dirigentes deberán pasar al retiro, si quieren que el movimiento subsista. Por lo menos el “hijo político de Chávez” no ha dado la talla en esta contienda.
Eduardo Jiménez J.
ejjlaw@yahoo.es

Friday, April 05, 2013

CANTINFLAS EN LA JUSTICIA


El título del artículo no es mío, pero confieso que calza perfectamente al inefable y bizarro juez Malzón Urbina.

Acabo de terminar de revisar “el fallo” (nunca como ahora se aplica tan precisamente ese calificativo al mamotreto de sentencia del juez Urbina) y la verdad que, aparte de los notorios errores ortográficos que demuestra el tremendo juez, tiene monumentales incongruencias jurídicas y excesos en sus competencias como magistrado. Un poco más y destituía también al presidente Humala (la alcaldesa se salvó por un pelo).

Un recurso de habeas corpus tiene por finalidad resolver judicialmente un perjuicio contra el libre tránsito, la libertad que tienen las personas de poderse desplazar por el territorio nacional a su entera voluntad y sin impedimentos de ninguna persona, sea natural o jurídica, pública o privada, y solo con los límites que establece la ley y el orden público.

Por lo tanto, un habeas corpus no puede discutir sobre una decisión administrativa de reubicación de un mercado (que es competencia del gobierno local) o la naturaleza jurídica del terreno sobre el que se construyó el tristemente célebre La Parada (donación de una familia de la aristocracia limeña de ese entonces). Para ello se encuentra la justicia ordinaria o el amparo como medio residual y último; pero no un habeas corpus.

Vemos en “el fallo” del juez Urbina que gran parte lo ocupa en dilucidar si el terreno donado sobre el que se construyó el mercado mayorista conocido como “La Parada” debía cumplir expresamente esa función (mercado mayorista) o la donataria (la Municipalidad de Lima) podía darle otra finalidad (parque zonal, como es el proyecto anunciado).

Lo que tanto preocupa al juez Urbina, citando incluso a Lenin, Galileo, Leibniz y hasta al mismo Sancho Panza para reforzar sus “argumentaciones”, no se condice con la finalidad de un habeas corpus, donde el tema es si se violó o no el libre tránsito de la persona afectada (en este caso de los comerciantes por el cordón policial y los bloques de concreto que circundan el ex mercado).

Pero, evidentemente, el fallo del juez iba a ser endeble si no aumentaba en sus “considerandos” lo referente a la naturaleza jurídica del terreno sobre el que se construyó el ex mercado mayorista, dado que la municipalidad tiene dentro de sus competencias la reubicación de los mercados municipales, por lo que el magistrado “se agarra” de la supuesta naturaleza jurídica del terreno en mención (lo que tampoco limita la decisión del municipio de la reubicación en vista que los comerciantes no son los propietarios, sino la municipalidad de Lima), lo cual propiamente era materia de un juicio ordinario donde se actúan medios probatorios, se pueden deducir excepciones y defensas previas, apelar las resoluciones, y otros medios más de defensa, requiriendo mucho más tiempo y, por ende, no iba a ser “tan efectivo” para los demandantes como un habeas corpus.

Para coronar sus intríngulis leguleyos, de refilón, como quien no quiere la cosa, anula las ordenanzas sobre la conversión de La Parada en parque zonal, zurrándose en que las ordenanzas municipales tienen rango de ley y solo un órgano como el Tribunal Constitucional puede declarar su inconstitucionalidad y por consiguiente la nulidad de esa norma. Y, para demostrar que tiene buen sentido del humor, anunció su ocurrente sentencia justo el día que se celebra al abogado. Pareciera que como cierto ex alcalde, el tremendo juez tiene un retorcido sentido del humor.

Los que ejercemos el litigio en el Poder Judicial sabemos que una sentencia como la dictada por el juez Urbina cuesta. Hay que pagar. Son como esas cautelares que salen a gusto del cliente. Incluso, estimado lector, si tiene una pizca de suspicacia, se podrá dar cuenta que para emitir la sentencia en un caso de habeas corpus el señor juez se ha tomado su buen tiempo, cerca de cinco meses desde que se interpuso la demanda, lo que hace presumir que “no ha soltado el fallo” hasta no le completen “sus honorarios”.

Son especulaciones, claro. Pero merecerían una investigación más a fondo que el calificativo de “valiente” otorgado al controvertido juez nada menos que por el propio presidente del Poder Judicial. Mejor patente de corso, ni los piratas.

Lamentablemente con fallos así y jueces como el inefable Urbina son la muestra que el folclorismo jurídico y judicial existe, que la justicia en nuestro país se compra a peso o por influencia política, y que la seguridad jurídica más es un galimatías abstracto que una realidad concreta.
Eduardo Jiménez J.
ejjlaw@yahoo.es

Friday, March 22, 2013

LA REVOCATORIA EN EL FINAL: SUSANA REINA PERO NO GOBIERNA

Una lección imparcial que nos dejó la revocatoria de Marzo pasado fue la pobreza de nuestra clase política: intereses subalternos, nivel paupérrimo, olor a folclorismo político, triquiñuelas legales, ambiciones nada ocultas. Con una clase política así difícilmente vamos a tener las reformas necesarias a fin de adecuar el crecimiento económico a un largo plazo. Y, nos guste o no, toda reforma política pasa por el fortalecimiento de los partidos. Sin partidos sólidos y organizados no tendremos una adecuada clase política y los “robacable”, “comeoro” o los “marcoturbio” serán los operadores a la orden del día.




¿Quiénes fueron los grandes ganadores y perdedores en la jornada del 17 de Marzo?



El gran ganador fue el PPC. Ha salido fortalecido en Lima, su principal bastión, junto a su lideresa, que en una jugada maestra trasformó una inevitable derrota en una victoria. El tender la mano a la rival de antes permitió ser visto como gesto generoso, amplio que, de paso, neutralizó las bajas del PPC en la revocatoria. De confirmarse la tendencia de veinte los regidores revocados, casi todos de Fuerza Social, tendremos elecciones en Noviembre, donde –no sería extraño- la mayoría de elegidos serán social cristianos e inicio de una breve cohabitación liberal-socialista, hecho inédito entre nosotros.



Gracias a esta hábil jugada el PPC se posiciona en la ciudad de Lima, desplaza a su rival en electorado Solidaridad Nacional, llega con buen pie a las elecciones complementarias de Noviembre y a las municipales del 2014 donde, a no dudarlo, arrastrará alcaldías distritales como en los viejos tiempos; y, de paso, acumula fuerzas de abajo hacia arriba para las elecciones generales del 2016.



(Si “el voto cruzado” –No a favor de Villarán, Sí en contra de sus regidores- fue consigna del PPC o no, habrá que investigar. Ahora tenemos solo presunciones; pero ha sido tal la sofisticación del ejercicio del voto preferencial –incluyendo la vendetta muy a la italiana contra Castañeda hijo y el esposo de Patricia Juárez- que parece bastante probable que haya emanado de consigna partidaria).



Susana Villarán no sale fortalecida de la revocatoria como sus acólitos señalan, sino debilitada. El precio que ha pagado por quedarse en el poder ha sido excesivamente oneroso. Sale debilitada de la consulta, al igual que la izquierda. Tengamos presente que casi la mitad de los limeños dijo “sí” a su revocatoria por lo que carece de legitimidad social, con una mitad de la ciudad en contra de ella; y pierde a sus principales colaboradores como Eduardo Zegarra y Marisa Glave, así como a sus regidores partidarios; y al no tener inscripción propia (Fuerza Social la perdió en una de sus tantas miopías políticas pasadas al presentarse en solitario a las elecciones generales del 2011), no podrá participar en las complementarias de Noviembre, salvo que Tierra y Libertad (agrupación de izquierda a la que pertenece Glave) “le preste” el membrete. Con mayoría social cristiana en el concejo limeño, la alcaldesa reinará pero no gobernará.



Esta segunda experiencia de gestión socialista en el municipio limeño difiere mucho de la primera, de la llevada a cabo por el desaparecido Alfonso Barrantes. El arte de la política y el anti sectarismo se encontraban presentes en la recordada gestión del tío Frejolito. Remontar los errores de la gestión Villarán implica una sincera autocrítica y humildad. Depende cómo asimile la izquierda el trauma de la experiencia de haber pasado por una revocatoria donde las mayorías populares, supuestamente la base política de la izquierda, fue quien principalmente votó a favor que se vayan de la alcaldía. Esa asimilación y cómo la procesen será básico si quieren lanzarse en busca de una tercera oportunidad.



Otra lección es que Lima sigue siendo conservadora, alérgica a los extremos de derecha o izquierda; de allí que las posiciones del centro son las que ganan, como la esbozada por Lourdes Flores y por la misma alcaldesa en las últimas semanas, con mensaje de arrepentimiento incluido; y gracias al crecimiento económico muchos distritos nuevos cuentan con clase media como San Martín de Porres y Los Olivos que también se muestran alérgicos a todo radicalismo, y son vitales para decidir una votación. Quien se posiciona en el centro y sintoniza con sus electores, gana.



Por ello, el discurso centrado de las últimas semanas antes de la consulta se ganó a ese electorado, dejando de lado el discurso radical que los corruptos están del lado de los que votan por el sí y los honestos, la reserva moral del país, por el lado del no. Ese discurso maniqueo la llevaba inevitablemente a la derrota a la alcaldesa, cambiándolo por otro más amigable.



Las sorpresas:



Otra ganadora dentro de la derrota es la regidora Marisa Glave. Mejor dicho fue la revelación en esta consulta popular, como se apreció en “la exposición de ideas” que permite perfilar una lideresa a futuro. Tiene agallas y honestidad, cualidades escasas en la política, y poco a poco está decantando su radicalismo inicial. El golpe de la revocatoria y el ejercicio de cargos públicos le han permitido tener otra visión del ejercicio de la política. Puede ser una sorpresa para el 2014 o más adelante. Todo depende de cuánto evolucione.



Otra sorpresa fue el regidor socialcristiano Pablo Secada, quien tuvo una destacada performance por el no. Y en el bando contrario, de parte de los solidarios, sería mezquino negar la participación de Patricia Juárez.



Ellos, junto a Eduardo Zegarra, el ex teniente alcalde, es posible se perfilen para las municipales del 2014.



¿Quiénes pierden? Marco Tulio el primero, como cabeza visible de los revocadores. Está tan quemado y desprestigiado que difícilmente algún partido lo querrá tener en su lista de regidores, ni siquiera los solidarios querrán cargar con un pasivo enorme.



En cambio, Luis Castañeda pese a todo –incluyendo los “revoca audios”- tiene posibilidades de tentar el sillón de Ribera el viejo el 2014; aunque se tendrá que enfrentar a su antiguo aliado el PPC que estará mejor posicionado. Castañeda sufrió de un “exceso de mudez” –virtud o defecto, dependiendo como se mire-. Muchos creen, y yo también, que de presentarse públicamente por lo menos en la última semana previa a la revocatoria apoyando abiertamente el sí, el resultado hubiese sido distinto. El exceso de cálculo político lo perjudicó; y de pasó perjudicó a su hijo, Castañeda Jr., quien perderá su cargo de regidor. Justicia poética que le dicen.



Las campañas del sí y del no.



La del sí totalmente descoordinada, poco convincente, frases infelices, aparte que no aprovecharon el espacio del debate. Parece que la coordinación entre el Comité revocador, Solidaridad y el APRA no fue muy fluida, Los revocadores cambiaban de speaker a cada momento, su propaganda más allá del “maleteo” a la gestión Villarán no planteaba propuestas constructivas que interesen al elector indeciso.



En cambio la campaña del no fue más coordinada y propositiva; utilizaron hábilmente el marketing político con los “memes”, los muñequitos como súper no, aparición de deportistas y artistas apoyando la opción, la neutralización de periodistas de opinión enemigos acérrimos de Villarán como Aldo Mariátegui. El no hizo una campaña más amigable y –seamos sinceros- su gasto en publicidad fue mucho mayor. Parece que los honorarios de Favre se justificaron.



En cuanto a las intenciones de los revocadores. De los de Solidaridad Nacional es indiscutible el camino que prepararon para el regreso de Luis Castañeda. Como dice la conocida sentencia los dioses ciegan a quienes quieren perder. No se explica de otra manera la falta absoluta de cálculo político y la exagerada ambición de Castañeda. Son esas decisiones sin sentido y absolutamente desastrosas a futuro que a veces cometen los políticos, hasta los más experimentados. En fin, tendrá que remontar fuerte y parejo para llegar con alguna posibilidad el 2014. (Imagino que pensar en las presidenciales del 2016 como declaró recientemente, será una boutade, parte de su recientemente descubierto humor negro).



Pero llama la atención el apoyo del APRA de Alan García, teniendo en cuenta que la ciudad de Lima es, sino hostil, por lo menos poco afecta al partido de la estrella. A veces creo que no es falta de olfato –como cuando designó a su ministra Mercedes Araoz de candidata a la presidencia- sino de querer enterrar toda autonomía partidaria de fracaso en fracaso para así controlar mejor a su partido. Por lo menos la cúpula partidaria se encuentra sujeta a sus designios. Se ha convertido en la locomotora que jala los vagones del partido del pueblo y, por supuesto, los dirigentes que acatan los designios de García ven la conveniencia de estar bien ubicados para las elecciones del 2016.



Parece que ambos –Castañeda y Alan- buscan una alianza para las elecciones municipales del 14 y las generales del 16; y si bien debido a los errores políticos acometidos han salido magullados (más el primero que el segundo), no es un fracaso total como sus detractores señalan. Nos guste o no, tanto Castañeda como García tienen posibilidades en el futuro inmediato. Uno en la alcaldía, el otro ya sabemos donde.



Por otro lado, la revocatoria como institución de la democracia directa no debería desaparecer, pero sí debe ser mejor regulada, incluyendo requisitos más estrictos. Quizás debamos incluir causales de revocatoria o medios probatorios para ejercer el derecho, a fin de evitar el abuso en su ejercicio; así como mayorías más altas para que prospere.



Unas palabras finales sobre el caso Villarán. Siendo una alcaldesa de izquierda, paradójicamente es rechazada por las mayorías populares (el sí se impuso en los distritos más populares), mientras los segmentos altos y medios la avalaban, incluyendo a instituciones de la gran empresa, como la Confiep.



Es cierto que Susana Villarán no es muy hábil como política. Sus declaraciones muchas veces son desafortunadas, como la expresión “las lavanderas de San Juan de Lurigancho”, refiriéndose a las mujeres del populoso distrito. Era un evidente acto fallido que reflejaba una visión clasista y segmentada de la realidad, como que se quedó en la Lima de hace cuarenta años atrás.



Pero no solo es una lectura equivocada de la Lima actual; sino carencia absoluta de olfato político, cualidad que, por ejemplo, sí tenía Ricardo Belmont, de origen social similar al de la burgomaestra, aunque de repente sin tanto linaje. Esa carencia de olfato político quizás es su principal déficit y cuando reacciona suele ser demasiado tarde. De repente le falta la malicia que un político debe tener. Como decíamos en un artículo anterior, tiene vocación de servicio, pero carece de ese olfato para navegar por las aguas turbias de la política.

Eduardo Jiménez J.
ejjlaw@yahoo.es