Wednesday, July 29, 2009

AL TERCER AÑO DEL GOBIERNO DE ALAN GARCÍA

Cuando cae el gobierno de Fujimori en el 2000, los partidos y agrupaciones políticas que tuvieron un perfil bajo en la década anterior, comienzan a tener una presencia más notoria en la escena política. Son partidos que quedaron maltrechos luego de las reformas fujimoristas en el plano económico y social, y por lo tanto más o menos deben acomodarse a este “nuevo Perú” que muchas veces no entienden bien y menos sintonizan en forma apropiada. Si bien van copando las instituciones democráticas y el aparato estatal, el alcance nacional es bastante reducido. Incluso el principal y más antiguo partido del país, el APRA, ya no tiene la proyección nacional de otros tiempos, debiendo compartir el escenario con agrupaciones independientes de carácter regional; y, cuando existen crisis graves como la de Bagua no cuenta con operadores políticos locales idóneos que solucionen el problema, debiendo recurrir el primer ministro, en persona, desde Lima. De allí que fue fácil arrinconar y golpear duro al viejo partido de Alfonso Ugarte, cargándole incluso con muertos que jamás existieron. Veinte años atrás era impensable que al partido aprista se lo pueda jaquear con tanta soltura.

Pero, si bien existe una carencia de proyección nacional de los principales partidos políticos, también se suma la carencia de la necesaria democracia interna a fin de elegir a sus dirigentes y tomar las decisiones conforme al principio “un militante, un voto”. La renovación dirigencial es un mito y la “dedocracia” practica común, resistiéndose mucho los partidos políticos ha democratizarse internamente, lo que relacionado con el escepticismo de hacer política de las nuevas generaciones hace que no se encuentren los mejores elementos dentro de las organizaciones partidarias, sino todo lo contrario. Cuando el ex presidente Toledo señalaba que el nuevo premier está en un tercer nivel, razón no le faltaba desde el punto de vista político (aunque la frase muy bien le pudo rebotar a él, como en efecto ocurrió). Ante la carencia de una figura respetable de primer rango para tan importante cargo, a AGP no le ha quedado más remedio que echar mano de un político que pertenece a las filas secundarias de su partido. Faltan operadores políticos idóneos, sobretodo a nivel regional, que tengan la autonomía necesaria, la autoridad y respeto de su comunidad, así como la habilidad política suficiente para solucionar los conflictos. Volviendo otra vez a Bagua, el conflicto debió ser resuelto a nivel regional y nunca debió ocurrir la tragedia subsecuente. Ello nos lleva a plantear otras cuestiones de balance como ¿hasta qué punto son eficaces los gobiernos regionales?, ¿qué están haciendo por mejorar la calidad de vida de su población?

A lo anterior se suma el supuesto giro aprista hacia “la derecha”, lo cual engloba muchos elementos. Más allá de la oposición que se haga al partido aprista por su “viraje político” (bastante discutible en términos absolutos), no se puede negar que haciendo comparación se encuentra en una posición más estable que “el toledato” en su tercer año. Muchos recuerdan que las cifras de aceptación hacia el presidente Toledo eran de apenas un dígito y los escándalos del entorno familiar pan de cada día, y así y todo pudo terminar su mandato. Por eso, es poco probable que la estrategia desestabilizadora que pretenden ciertos grupos radicales de resultados al igual que en Ecuador o Bolivia (aparte que nuestra realidad es muy diferente a la de estos países), estrategia que incluye mucha desinformación como en Bagua y que ha sido desmentida no solo por la Defensoría del Pueblo, sino por propios observadores internacionales que han constatado in situ que no se produjo ninguna masacre de nativos. Incluso esta estrategia desestabilizadora puede ser perjudicial para esos mismos grupos y beneficiar a la derecha autoritaria con la consigna imperante de “Orden”. En política nadie sabe para quien trabaja.

Naturalmente que esperar cambios en los dos años que restan al gobierno de AGP es como pedir peras al olmo (y su reciente mensaje a la nación lo confirma). Seguirán en lista de espera temas como la reforma del estado, la reforma tributaria, la inclusión social, la democratización horizontal, reparto más equitativo de la renta nacional, consulta de leyes a la sociedad civil, igualdad de oportunidades, entre otros temas más. Más bien, por la composición del nuevo gabinete, parece que se prepara para tiempos difíciles, colocando “halcones” de línea dura en ministerios clave para la seguridad, mientras se va preparando para las explosiones sociales que irán aumentando a partir del 2010, conforme nos acerquemos a las justas presidenciales. Que algunas de esas ebulliciones sociales tengan un ingrediente agregado de manipulación política, lo tienen, sin perjuicio de la legitimidad de las demandas. Habría que ser o muy ingenuo o muy calculador para decir que son protestas sociales “puras”. Operadores políticos de izquierda, simpatizantes de la línea chavista y el “socialismo del siglo XXI”, saben magnificar muy bien las protestas, que en eso son buenos, siendo la confrontación más fuerte conforme nos acerquemos al 2011.

Si por el lado del oficialismo tenemos a un gobierno más o menos arrinconado (y que busca “oxigenarse” y salir del jaque con las propuestas de participación popular anunciadas por el presidente), por el lado de la oposición no podemos decir que sea una oposición congruente, con una alternativa de gobierno viable, sino todo lo contrario: encontramos fragmentación, balbuceos ideológicos y cero ideas prácticas de gobernabilidad, más allá de algunas frases clichés. El espectro va desde una derecha tugurizada, comprendiendo al ala liberal y democrática y concluyendo en la derecha de signo autoritario; y una izquierda que va perfilando candidatos variopintos que no están muy convencidos de la opción Humala, y si bien tienen pocas opciones, por lo menos se harán conocidos. En el medio, un centro que todavía nadie llena en su cabalidad, por eso la propuesta de Lourdes Flores de confluir una fuerza de centro no era descabellada, aunque sí inviable por el apetito personal de muchos aspirantes a la banda presidencial que difícilmente abdicarán de sus aspiraciones.

¿Habrá algún outsider esta vez? Difícil saberlo, es poco probable, aunque nada está dicho. Humala ya perdió el encanto de la novedad y ahora es parte del sistema político que tanto denostó en la campaña del 2006, tratando más bien desesperadamente de quitarse todo signo de radicalismo y presentar una imagen de nacionalismo “light” que haga más potable su candidatura para los electores de centro e incluso de derecha moderada. Por eso su conversación con Mario Vargas Llosa en España, para que el célebre escritor no crea que es “el cáncer” de la política peruana y que él no tiene “nada que ver” con Hugo Chávez. Como irónicamente se dijo, el laureado escritor debió haberse matado de la risa con esa entrevista que haría las delicias de “Pantaleón y las visitadoras”.

En ese contexto entraremos a un 2010 agitado, posiblemente saliendo de la crisis económica mundial que afectó nuestras exportaciones no tradicionales, y una serie de “avivatos” de distinto pelaje que querrán pescar a río revuelto.
Eduardo Jiménez J.
ejjlaw@yahoo.es

Tuesday, July 21, 2009

NICARAGUA A TREINTA AÑOS DE LA REVOLUCIÓN SANDINISTA

Nicaragua principalmente exporta materias primas. EEUU es su principal mercado; aunque como sarcásticamente se comenta, la principal exportación es mano de obra barata, “nicas” que van en busca de un mejor futuro para su familia. Se estima que viven fuera de su país un millón y medio de nicaragüenses, la mitad en Estados Unidos, convirtiéndose en el principal “motor” de la economía nacional las remesas que envían a sus familias. El salario mínimo de un trabajador es de apenas 90 dólares al mes, uno de los más bajos de Centroamérica. Nicaragua es considerado el segundo país más pobre en el hemisferio occidental, después de Haití.

Una de cada 4 mujeres adolescentes, entre 15 a 19 años de edad, ya son madres o están embarazadas. Uno de cada tres nicaragüenses sufre desnutrición. En educación básica, terminar los seis años obligatorios de escolarización lleva un promedio de 10,3 años, y solamente un 29% de los niños y niñas terminan la escuela primaria.

Internet es todavía un artículo de lujo. Su uso está limitado tanto por los costos de conexión (US $ 100.00 por mes) como por el escaso acceso de áreas cubiertas; aunque los cibercafés (cabinas públicas) está permitiendo un acceso mayor al servicio, principalmente en las ciudades.

En cuanto a institucionalidad, el poder judicial sufre las presiones del poder político y, en impuestos, carece de un sistema eficiente de recaudación y casi todos buscan evadir sus obligaciones tributarias. Sobre cómo se entiende el poder, luego de la caída de los Somoza se repartió la riqueza de los vencidos entre los principales líderes del victorioso Frente Sandinista de Liberación Nacional. Fue la conocida “piñata”, el botín de guerra de los vencedores.

Todo lo reseñado suena conocido. Matices más o matices menos, es lo que sucede en muchos países de América Latina: pobreza, falta de igualdad de oportunidades, diferencias sociales y económicas abismales, atraso educativo y cultural de la población, economía basada en materias primas, y corrupción, abundante corrupción. Sin embargo, estamos hablando de un país que vivió desangrado por una cruenta guerra civil. De un proceso revolucionario con el objetivo de cambiar las cosas. La toma del poder por el FSLN en 1979 fue el segundo caso exitoso después de Cuba de una guerrilla que tras una insurgencia armada se hacía del control político y militar de un país. Luego de Nicaragua no ha existido otro proceso insurgente que haya tenido similar resultado.

¿Qué pasó?, por qué fracasó el proceso de reformas y Nicaragua es un micro país de Centroamérica que ahora debe aferrarse desesperadamente a la chequera de Hugo Chávez. Creo que no se debió a una sola causa, sino a varias. No fueron solo los “contra” y el implacable bloqueo norteamericano en los ochenta como se justifica para los errores; también contribuyó el contexto internacional, con una AL que por aquellos años viraba hacia procesos democráticos, abandonando los grupos radicales las estrategias de “tomo del poder” por la vía armada y, por supuesto, el derrumbe del “socialismo real” que afectó cualquier proceso revolucionario. Una causa menos estudiada es el elemento cultural para entender ese atraso, que se reflejó en la repartija de los bienes de los Somoza y sus allegados del poder entre los vencedores, entre ellos Daniel Ortega. Pero ese proceder corrupto no fue exclusivo de la izquierda, la derecha cuando gobernó Nicaragua con Arnaldo Alemán a la cabeza estuvo signada por un proceso de enriquecimiento ilícito y dádivas a sus allegados nunca antes vistas. Ahora, Alemán y Ortega han acordado un pacto tácito de convivencia y usufructo del poder. Como dice el conocido adagio popular “Dios los cría…”. Por esa razón algunos marcaron distancia del gobierno sandinista, como el sacerdote y poeta Ernesto Cardenal, hombre de la primera hora de la revolución que ahora vive en su país juicio tras juicio por las denuncias de corrupción que ha hecho contra el gobierno de Ortega. Esa forma de pensar al país como feudo, “como chacra”, es típica de los países atrasados. La institucionalidad es un cascarón vacío. Nicaragua vive en la “maldición bíblica” del atraso como cualquier país subdesarrollado luego de 30 años de revolución, maldición de la cual parece no tener escapatoria.
Eduardo Jiménez J.
ejjlaw@yahoo.es

Tuesday, July 14, 2009

HONDURAS

Las cosas, por lo general, no son blancas o negras, y el golpe de estado en Honduras no es la excepción. Tiene distintas aristas desde donde puede analizarse.

La primera es naturalmente la política, que a su vez tiene dos escenarios: el interno y el internacional. En el interno fue una solución “manu militari” a la creciente tensión entre un ejecutivo cada vez más cercano al chavismo y deseoso de cambiar una “constitución pétrea” o irreformable como la hondureña a cualquier precio a fin de poderse reelegir (sobre “las constituciones pétreas” volveremos más adelante), en un claro enfrentamiento con el poder legislativo, el órgano electoral y hasta la propia iglesia hondureña. La estrategia usada por Zelaya fue la misma que se ha repetido en otros países: ganarse la voluntad popular con algunas reformas y discursos radicales y acto seguido consultar plebiscitariamente la reforma de la constitución y obtener un mandato cuasi vitalicio. La tensión llegó a su cenit cuando el presidente Zelaya contra viento y marea, y pese a estar impedido constitucionalmente, quiso realizar su plebiscito reeleccionista, trayendo el material electoral desde Venezuela dado que había sido prohibido en su propio país de efectuar la consulta (según la carta política hondureña, las reformas constitucionales solo se pueden realizar por medio del Congreso, de acuerdo al procedimiento que se establece en el artículo 373º del texto constitucional). La reacción inmediata del Poder Judicial fue declarar inconstitucional esa consulta y de allí estaba a un paso la destitución del presidente por ir contra la principal norma política de una nación.
Es decir, previo a la destitución de Zelaya existió por parte de este un quiebre del orden constitucional, por lo que estaba en falta no solo ante el país sino ante el estado de derecho.

Pero, el escenario internacional ha sido más llamativo y colorido, con una OEA principista que condenaba el golpe, una un tanto más lejana UE que hacía lo mismo, así como una serie de presidentes regionales de distintos matices que no les quedaba otra cosa que también condenar el golpe. En ese escenario internacional ha tenido un papel protagónico Hugo Chávez. Curiosamente aparece como defensor del sistema democrático, respaldado desde Cuba por Raúl Castro, mientras el compañero Fidel alertaba desde el diario Granma contra los golpes de estado y el quiebre del orden constitucional. Sorpresas te da la vida.

Lo acaecido no pasaría de una comedia de equivocaciones y enredos que harían delirar al mismo Shakespeare, sino fuera porque en ese juego de poderes Chávez sabe muy bien que tiene todos los ases con él para presionar por el retorno de Zelaya al poder. La OEA, los presidentes regionales y hasta el propio presidente Obama no pueden hacer otra cosa que condenar el golpe. Por principio no les queda otra. La pregunta es si Hugo Chávez no obtiene un triunfo diplomático reponiendo a su alfil Zelaya en la presidencia, usaría la fuerza bruta a través de su otro alfil, la Nicaragua de Daniel Ortega. Allí sí el panorama se complicaría y lo que era un conflicto político interno se trastocaría en uno regional. Particularmente creo no lo va a hacer, por más que ganas no le falten. Estados Unidos ha tenido una actitud principista, incluso ha exigido la reposición de Zelaya, quitándole el protagonismo primigenio a Chávez, pero de allí no ha pasado. Por política de estado sabe que no le conviene reponer a un aliado del chavismo en la región y posiblemente busque a través de otros presidentes regionales más “amigables” una salida negociada como adelanto de elecciones o, en el peor de los casos, una reposición del presidente depuesto pero solo para que acabe su mandato sin poder reformar la constitución ni proponer plebiscitos, lo cual zanjaría el impasse político (quien está asumiendo ese papel de buen componedor es el presidente de Costa Rica y premio Nóbel de la paz, Óscar Arias).

Pero, hay otro hecho, más bien jurídico, que legitima la destitución del presidente Zelaya y que pocos han reparado: su constitución política.

Honduras tiene lo que se conoce en derecho constitucional como “constituciones pétreas”, constituciones que contienen cláusulas inmodificables o irreformables a fin que ningún gobierno pueda cambiar a su antojo la carta política. La República Federal Alemana fue la precursora en la pos guerra en cuanto a la inmodificación de ciertos artículos de su carta política, como el referido a los fundamentos del orden estatal o a los partidos políticos que tiendan a desvirtuar o eliminar las bases de la libertad y la democracia. La explicación naturalmente se debe a lo que significó el nazismo, no solo para los alemanes sino para el mundo.

Revisando la constitución hondureña nos encontramos con el artículo 374º que establece –cito textualmente-:
“No podrán reformarse, en ningún caso, el artículo anterior [que establece el procedimiento de reforma de la constitución, N.A.], el presente artículo, los artículos constitucionales que se refieren a la forma de gobierno, al territorio nacional, al período presidencial, a la prohibición para ser nuevamente Presidente de la República, el ciudadano que lo haya desempeñado bajo cualquier título y el referente a quienes no pueden ser Presidentes de la República por el período subsiguiente”. (En negrita nuestro)

O citemos in extenso el primer párrafo del artículo 375º referente a la inviolabilidad de la constitución:
Esta Constitución no pierde su vigencia ni deja de cumplirse por acto de fuerza o cuando fuere supuestamente derogada o modificada por cualquier otro medio y procedimiento distintos del que ella mismo dispone. En estos casos, todo ciudadano investido o no de autoridad, tiene el deber de colaborar en el mantenimiento o restablecimiento de su efectiva vigencia…”. (En negrita nuestro)

En cuanto a la reelección presidencial, el artículo 239º es bastante explícito en la prohibición a ser reelecto el presidente en ejercicio, como en las sanciones que recaerían en aquel mandatario que intente modificar la restricción constitucional:

“El ciudadano que haya desempeñado la titularidad del Poder Ejecutivo no podrá ser Presidente o Vicepresidente de la República.

El que quebrante esta disposición o proponga su reforma, así como aquellos que lo apoyen directa o indirectamente, cesarán de inmediato en el desempeño de sus respectivos cargos y quedarán inhabilitados por diez (10) años para el ejercicio de toda función pública”.
(En negrita nuestro)

Como se aprecia, nadie, ni el propio presidente de la república, puede modificar el tiempo del período presidencial o la prohibición para ser nuevamente presidente, menos modificar la constitución política por procedimientos ajenos a esta. Por eso Zelaya se encontraba en falta cuando intentó reformar vía plebiscito la constitución para hacerse reelegir. La propia constitución lo prohibía.

*****

El problema con las “constituciones pétreas” es que otorgan una rigidez absoluta a la ley fundamental de un estado, convirtiéndola en algo así como un “texto sagrado” inmodificable por siempre y para siempre, ajeno a los cambios políticos, sociales, económicos e históricos; lo cual tiene su ventaja, en cuanto hace imposible que cualquier gobernante ambicioso y sin escrúpulos pretenda cambiar a su antojo el texto constitucional bajo apercibimiento de ser sancionado (como le ocurrió a Zelaya). Pero, por otra parte –prosiguiendo con la discusión constitucional- las leyes (la constitución política al final de cuentas es una ley) deben ser más bien flexibles, adecuarse a los tiempos y circunstancias; aunque, en el caso de la carta política, no tanto, a fin que no pueda ser cambiada por cada gobierno de turno, sino manteniendo un grado adecuado de flexibilidad que permita modificaciones necesarias (un ejemplo de constitución que no es imposible de cambiar pero tampoco inmodificable absolutamente es la peruana de 1993 y su antecesora de 1979, mantienen cierta flexibilidad dentro de la seguridad que debe contener el texto constitucional).

Volviendo al affaire hondureño, evidentemente que se encontraba justificada la deposición del presidente Zelaya. Si el primer mandatario no respeta la constitución que juró defender y hacer cumplir, sino más bien se la quiere traer abajo cueste lo que cueste, se encuentra en falta ante su pueblo y ante las instituciones de su propio país. Lo malo fue la forma para defenestrarlo, dado que el uso de la fuerza armada lo convierte sin querer en “abanderado de la democracia”, calificativo del cual Zelaya se encuentra muy distante y aprovechable subsecuentemente por las fuerzas del chavismo para imponer su forma de gobierno en la región.

Una segunda reflexión que nos trae el caso hondureño es cuan débil es el estado de derecho en muchos países de América Latina, a tal punto que se puede cambiar o pretender cambiar al antojo del gobernante de turno la principal ley que tiene una nación y vaciar de contenido a las instituciones y convertir al sistema democrático en una formalidad, donde el ciudadano acude a sufragar cada cierto tiempo por la re reelección del presidente, como ocurrió en los años 90 en Perú con el presidente Alberto Fujimori (les guste o no a los países y amigos “chavistas”, pero el “mentor moderno” en el continente del sistema autocrático con apariencia de democracia que tienen los países bajo la órbita del ALBA fue Alberto Fujimori, cuando hace 16 años cambió la constitución política para hacerse reelegir).

El otro hecho es constatar una vez más la ineficiencia de la OEA para solucionar los conflictos regionales. Más allá de la condena principista no ha tenido un efecto práctico su actitud que no dice nada sobre el vaciamiento de las instituciones democráticas y la cada vez mayor falta de libertad de expresión en los países de raigambre chavista. Parece no importarle la autocracia que se va consolidando en la región con tal que se cumpla con el formalismo de elecciones cada cierto tiempo. La pregunta obvia que se desprende es si es necesario seguir manteniendo un organismo así o es mejor buscar otros foros más eficaces para el mantenimiento de la democracia y la solución de los conflictos en la región.

Como sucede en todo impasse político, la solución vendrá de la misma política, muy al margen de lo que diga o no diga el texto constitucional, y la solución política será de acuerdo a la correlación de fuerzas tanto interna como externamente: Quien tenga más fuerza y capacidad de maniobra impondrá su agenda para la salida del impasse.
Eduardo Jiménez J.
ejjlaw@yahoo.es

Tuesday, July 07, 2009

BLOGUEROS MERMELEROS

Dícese de aquellos que mediante un blog encomian o ensalzan un producto o un servicio a cambio de una retribución económica u otro tipo de beneficio.

El fenómeno de los “blogueros mermeleros”* ha crecido enormemente en Estados Unidos, donde bajo el ropaje de aparentes comentarios objetivos encomian un producto determinado, induciendo a otros consumidores a comprarlo bajo la idea que es bueno y vale la pena adquirirlo. Así por ejemplo Daniel García, apodado en la red como “The consumer king” y colaborador habitual del blog Theconsumerqueen.com, estaba fascinado con una nueva aspiradora. Sus elogios no tenían límites: “Desde que abrí la caja hasta el momento que aspiré el suelo de la habitación de mi hijo, estuve gratamente sorprendido… No se lo digas a mi esposa, pero con este aparato no me importa pasar la aspiradora”, concluía en su nota encomiástica.

Hasta allí todo puede parecer normal, pero lo cierto es que el “bloguero mermelero” en cuestión recibía una suma de dinero de la compañía fabricante de la aspiradora, cosa que no mencionaba en su ditirámbico elogio. Y así hay varios más que se hacen pasar por críticos imparciales de un producto y están recibiendo dinero de por medio de la empresa auspiciadora.

Esto ha llevado a que el gobierno norteamericano a través de la Comisión Federal de Comercio busque mayor trasparencia en los medios electrónicos, no solo los blogs, sino también medios tan usados por los jóvenes como Twitter, donde se ha detectado que algunos anunciantes pagan a usuarios a fin que escriban comentarios breves sobre productos. En otras palabras, no son críticos objetivos e imparciales, sino vendedores o promotores de un bien determinado, existiendo una relación comercial con la empresa fabricante o distribuidora, lo cual naturalmente “nubla” la objetividad del comentarista.

Cada vez van cobrando más importancia los blogs como medio alternativo a la difusión convencional de ideas o creencias, lo cual es bueno, pero por un principio de trasparencia es bueno también que aquellos que son promotores de productos lo declaren en su portal. “Me pagan por decir esto”, oficio nada censurable, es una forma de ganarse la vida, pero se debe ser trasparente en señalar que se recibe contraprestaciones económicas o beneficios de cualquier índole por escribir un comentario favorable sobre un bien o servicio.

Siempre existe el “contrabando” de ideas y la aparente objetividad, no solo por razones políticas o ideológicas –que es lo más común por acá-, sino por razones económicas. Aunque por estas tierras los “blogueros mermeleros” creo que serían más “baratitos”, de repente por un par de zapatillas, un jean “de marca” , unas entradas a un concierto o “un sencillo” que le sobre, venderían su pluma. En esta parte del mundo los precios son más módicos.
Eduardo Jiménez J.
ejjlaw@yahoo.es


* En Perú se dice “mermelero” a la persona que pide o recibe, casi siempre de manera oculta, una retribución económica o algún beneficio a fin de hacer algo (ejemplo: ayudar a ganar una licitación o un concurso) u omitir hacerlo (ejemplo: no imponer una multa), y que muchas veces se encuentra reñido con la legalidad. Si bien lo más común es encontrar “mermeleros” en el sector público, en el privado también existen.

Wednesday, July 01, 2009

LA REFORMA AGRARIA: 40 AÑOS DESPUÉS

¿Fue exitosa o no la reforma agraria? Si lo enfocamos desde la producción y productividad del campo evidentemente que no, fue más bien un sonado fracaso. Ello no se puede negar. Después de cuarenta años de iniciado el proceso de reforma de la tenencia de la tierra todavía se sienten sus secuelas en el campo. Se pasó del latifundio, de la concentración de la tierra en pocas manos, al minifundio, a la microparcelación entre los campesinos, que sin el apoyo técnico y créditos necesarios zozobraron en una economía de sobrevivencia. A ello se sumó el control de precios de aquel entonces, mecanismo por medio del cual literalmente el campo pasó a subsidiar los productos de panllevar a la ciudad, así como el control del mercado por una red de intermediarios que eran y son los que se quedan con la parte más lucrativa del negocio de los alimentos. Igualmente minó contra la reforma la cooperativización de las haciendas cañeras de la costa norte. Estas habían traído el proceso de industrialización al campo, a diferencia de las haciendas de la sierra, más enclavadas en la perspectiva tradicional del señor feudal y su vasallo. Ese proceso de industrialización fue interrumpido al pasar la administración a sus trabajadores, en una suerte de cooperativas agrarias de producción. Las pérdidas eran tan grandes que el estado tuvo que intervenir para que no quiebren. Ya no hablemos del pago con bonos que se les entregó a los propietarios de las haciendas expropiadas, bonos que sucesivos gobiernos nunca han honrado.

Fue un estruendoso fracaso la “estrella” de las reformas del gobierno militar de Juan Velasco Alvarado (1968-75). El patrón ya no comerá de tú pobreza recitaba el eslogan de la época: la pobreza se comió al campesino. Sin embargo, existe un hecho sicológico y cultural que fue importante para desatar las amarras del Perú tradicional y surcar este nuevo Perú que todavía está definiéndose: el campesino dejo de ser vasallo, ente cosificado sin derechos, para elevarse a la categoría de persona con derechos inalienables. Eso crea una sensación de dignidad, que es la compuerta para entrar a la categoría de ciudadano. El acceso a la educación y a las grandes ciudades de los campesinos que migraban por las escasas oportunidades del campo fue construyendo el nuevo Perú. Curiosamente un fracaso económico posibilitó un fenómeno sociológico.

Ahora estamos yendo otra vez al extremo anterior del péndulo: la legislación y las políticas agrarias están encaminadas hacia la concentración de la tierra en pocas manos. La “privatización” del campo fomenta la concentración del capital, lo que si bien posibilita una economía agraria a escala, también genera que el poder económico se detente en pocos, y eso a la larga nunca es bueno.
Eduardo Jiménez J.
ejjlaw@yahoo.es

Saturday, June 27, 2009

MICHAEL JACKSON IN MEMÓRIAM

Más allá de la figura controversial de Michael Jackson, no se puede negar que marcó un hito en la historia del rock. Su estilo, mezcla de pop dance y arte mimo cautivó a millones en todo el mundo. 1,500 presos en Filipinas le rinden homenaje con la quizás su más célebre escenografía y canción, Thriller:

http://www.youtube.com/watch?v=RkggJYCvesQ

Tuesday, June 23, 2009

TRIBUNAL SUPREMO FRANCÉS RECONOCE COMO TRABAJADORES A CONCURSANTES DE REALITY SHOW

El Tribunal Supremo Francés declaró en una sentencia bastante controvertida que los concursantes de un reality show son trabajadores y por consiguiente tienen derecho a los beneficios laborales inherentes a los mismos.

Tres concursantes de un conocido reality show interpusieron sendas demandas por indemnización laboral y pago de beneficios sociales al haber “trabajado” por diez días consecutivos en La isla de la tentación («L'île de la Tentation»), programa que propone a las parejas someter su amor a la tentación durante doce días en una isla paradisíaca (de allí el titulo), con cruceros en yate y cenas regadas con champán de por medio, viéndose expuestas a mil y una pruebas con hombres o mujeres que tratarán de quebrar su fidelidad (que muchos de los concursantes la tenían muy frágil), grabados por cámaras de televisión las 24 horas del día.

El Tribunal Supremo sustentó su fallo en que «la existencia de una relación de trabajo no depende ni de la voluntad expresada por las partes ni de la denominación dada en el convenio, sino de las condiciones en las que se ejerza la actividad de los trabajadores». En otras palabras del principio de realidad que se aplica en el derecho laboral: no importa la denominación que se le otorgue al contrato, sino si existen las condiciones del mismo que supongan la existencia de un vínculo laboral.

Para el Tribunal, participar en actividades impuestas, expresar reacciones esperadas y estar disponible de manera permanente, en ausencia de comunicación con el exterior, se diferencia de «la mera grabación de la vida cotidiana». Vale decir el demandante no está en su libre albedrío, haciendo lo que mejor le plazca, sino que existe una relación de subordinación, donde “un empleador” (la cadena de televisión) da ciertas órdenes (las reacciones esperadas) que deben ser cumplidas por “los trabajadores” (los concursantes), así como proporciona “las condiciones y herramientas de trabajo” (en este caso la estancia en la isla y todas “las tentaciones”).

En total cada uno de “los trabajadores” se ha hecho acreedor a la suma de 27,000 euros por concepto de “trabajo profesional encubierto” (aunque no está muy claro dónde está “lo profesional” del “trabajo”), “horas extras” (al haber “trabajado” 24 horas continuas por diez días consecutivos, más allá de la jornada laboral que en Francia es de 35 horas semanales), “vacaciones no pagadas”, despido intempestivo y ruptura abusiva del contrato.

El fallo es controversial y se presta a polémica, dado que es discutible hasta qué punto se puede considerar como “trabajador” a un participante de un reality show, que no es otra cosa que un concurso. Y, si bien existe un uso de la imagen y voz de la persona, incluso en escenas íntimas, existe también una autorización del concursante para su emisión. Da la impresión que la figura del contrato de trabajo ha sido calzada a la fuerza; incluso en una de las instancias antes de llegar a la Suprema se discutió sobre si era un contrato a plazo definido o indefinido, fallando la Corte en el sentido de ser un contrato de naturaleza indefinida a favor de los concursantes, lo cual también es polémico en vista que el concurso dura apenas algunos días y, en el peor de los casos, sería un contrato a plazo fijo.

En fin, como se acostumbra decir por estas tierras eso es “cosa de blancos” que en mi país no se aplica, donde un trabajador supera largamente la jornada legal de las ocho horas diarias sin reconocimiento de horas extras, seguridad social, ni cualquier otro beneficio laboral; y, las leyes son meramente declarativas, sin algún efecto práctico en la vida del trabajador, mucho menos podrían aspirar a que algún tribunal peruano les reconozca los beneficios de aquellos tres concursantes franceses. Sería “cosa de blancos”.
Eduardo Jiménez J.
ejjabogados@gmail.com
ejjlaw@yahoo.es

Tuesday, June 16, 2009

EL VERANO TERMINA YA

(Bueno ya terminó hace algunas semanas, a pesar de este sol esporádico que de vez en cuando alumbra y calienta; pero, los acontecimientos recientes en mi país ocuparon la atención de “El Observador”, dejando encarpetada la crónica).

Cuando la nariz me comienza a molestar por las mañanas, los estornudos se hacen más frecuentes, la garganta es una molestia constante y los anti-histamínicos están perennes en mi mesa de noche, son síntomas inequívocos que, como dice la conocida canción, el verano termina ya y comienza el otoño.

También es síntoma inequívoco, este más objetivo que subjetivo, ver a las chicas con más ropa encima. Dejan de lado esos trajecitos diminutos que permitían apreciar cuerpos bronceados y esculturales, pero también rollitos y barriguitas de las más osadas, para dar paso a la chompa matutina o al pantalón más grueso hasta los tobillos. Es una lástima para el ojo masculino que deberá contentarse con calcular o imaginar el cuerpo escondido tras capas y capas de ropa.

Conforme el frío y sobretodo la humedad vaya progresando por las calles de Lima, el uso de pastillas para la garganta y antigripales se harán más frecuentes. Pero, ya me acostumbré a convivir con mis “achaques”, a leer las señales que mi organismo me manda. En estos momentos atravieso por uno de ellos, escribiendo con una mano y con la otra secando una nariz que parece drenar un río. De más joven renegaba de mis males, detestaba haber nacido programado con una alergia así, ahora, con más años y canas, los comprendo. Será que conforme pasan los calendarios uno se vuelve más tolerante con todo.

El verano termina ya y procedo a sacar mis frazadas, a colocarme en la noche un suéter abrigador que me mantenga caliente (soy bastante friolento por naturaleza) y a esperar paciente, pero inexorable, como si se tratase de un destino escrito, el lento y penetrante frío húmedo limeño.
Eduardo Jiménez J.
ejjlaw@yahoo.es

Tuesday, June 09, 2009

MUERTE EN EL ORIENTE

Desde Lima vemos muy pero muy distante lo que sucede en la Selva, continente ignoto que conocemos y comprendemos casi nada. Siempre fue así. Desde la Colonia y en la República misma. Era una tierra sin riquezas mineras que extraer y recién a inicios del siglo XX con el caucho, la avidez y la rapiña de algunos hizo volver los ojos al oriente peruano, sustituidos ahora esos depredadores del pasado por las empresas del narcotráfico, con una peligrosa combinación de drogas, dinero, corrupción y armas.

Lo acaecido en Bagua el viernes 5 parece extraído de la novela La guerra del fin del mundo. Fuerzas retrógradas que se resisten a la modernidad, a la “occidentalización de la selva”. Y hasta tendrían su “Consejero” como en la novela de Mario Vargas Llosa, alentando a los nativos a luchar contra el gobierno y todo lo que representa, siendo el mismo poco menos que la personificación del diablo. Arcos y flechas contra fusiles. Arcaísmo versus modernidad. Pero, ¿es así de simple o el asunto es más complejo?

Lo sucedido no pasaría de una comedia de equívocos donde las partes hablan lenguajes distintos, sino fuera por los peruanos muertos a ambos lados. La cifra exacta aún no se conoce y cuando se conozca quizás se sumen a las responsabilidades políticas que el humalismo y el gobierno se achacan mutuamente, las penales. No solo la de dos ministros cuya cabeza se está exigiendo, sino la de los autores mediatos e inmediatos, materiales e intelectuales. Lo que si queda claro es que no podemos ver la tragedia con sectarismo. No hay “malos” absolutos, ni “buenos” que subir a un altar.

Calificar a posteriori los sangrientos sucesos con un “se pudo evitar” suena a chiste de mal gusto. A posteriori, todos, sin excepción, somos estrategas brillantes de batallas ya realizadas. Han existido intereses del gobierno y su bancada congresal en no derogar los decretos cuestionados por el tema del TLC; pero, también ha existido intransigencia por parte de los representantes de los nativos venidos a “dialogar” a Lima. Fue un diálogo de sordos con una cuota de cálculo político por parte del grupo político de Ollanta Humala que quiso pescar a “río revuelto” (y parece que digitado desde Caracas y La Paz). A ello se han sumado ONG’s radicales y medios de comunicación de la región exacerbando el ánimo de los nativos y llamando a una “violencia defensiva” contra la policía y contra la “apropiación” de sus tierras y el agua. Es que cuando se hace un trabajo de “lavado de cabeza” diciéndoles a personas que viven en contacto con su tierra, en una relación casi sagrada, que por los decretos en cuestión se las van a quitar, es como si a usted le dijeran que por una ley del congreso le quitaran su casa de inmediato y sin darle un centavo a cambio. ¿Cómo reaccionaría?

Esto trae a colación una constante en nuestra vida republicana. Las normas legales de todo orden y jerarquía son promulgadas sin consenso de los ciudadanos y sobretodo de los implicados con el efecto que esa norma tendrá en sus vidas. Las leyes se dictan desde Lima sin tomar en consideración la opinión de los afectados.

Una pregunta sencilla: ¿los nativos habrían creído que les iban a quitar sus tierras y privatizar el agua si se hubiera hecho docencia directa con ellos, explicándoles claramente el alcance de esas normas legales? ¿Se buscó, por ejemplo, la participación de antropólogos que conozcan la cultura y costumbres de la zona y sobretodo de clérigos católicos y evangélicos que gozan de gran respeto y credibilidad entre los lugareños de la amazonía? Cuando el gobierno se sentó a dialogar con una cúpula politizada, con agenda propia, fue demasiado tarde y los casi dos meses de bloqueo de las carreteras en el Oriente y la campaña de desinformación de cierta oposición que buscó ganar con el conflicto, terminó en un baño de sangre.

Un poco más de democracia horizontal y no creer que por ser nativo o “chuncho” como despectivamente les decimos los citadinos, no se merecen explicaciones de leyes que directamente les va a afectar su modo de vida. El principio de autoridad no es todo en un gobierno democrático. Es importante, sí; pero importa también evaluar el efecto que una norma legal tendrá en la realidad directa de una comunidad, más cuando se trata de una comunidad con costumbres y cultura totalmente distinta a la nuestra.

Es momento oportuno de “tender la mano” al adversario y un gesto del gobierno y su bancada sería derogando los decretos cuestionados, sin perjuicio de nuestra legislación interna de cara a los tratados comerciales. No importa si son o no son constitucionales. La formalidad legal no es tan importante en estos momentos, sino el mensaje que se de al adversario. La soberbia del vencedor no es buen consejero en política, menos escudarse en resquicios legales, y eso el presidente de la república en persona lo sabe muy bien. Derogar esos decretos sería un gesto de buena voluntad.

También se debe revisar el canon que beneficia más a las ciudades de la selva que a las comunidades nativas. Las comunidades son las más perjudicadas cuando se busca o extrae petróleo o gas en la selva. Se ve perjudicada su caza, que huye despavorida cuando siente la llegada de las máquinas del “hombre blanco”, y se ven perjudicados sus ríos que se envenenan con los residuos tóxicos. Por eso, se debe revisar el canon y que los principales beneficiados sean los que viven en la selva misma, no los citadinos. En otros países ya se ha aplicado ese sistema con buenos resultados, así que no se está inventando nada nuevo.

Y, es hora que los actores políticos maduren. No solo por parte del gobierno (sabemos que Yehude Simon hizo todo lo posible para solucionar el problema, pero no encontró eco en la bancada oficialista), también por parte de la oposición, especialmente de los humalistas. Se requiere madurez y serenidad, no cálculo político de cara al 2011.
Eduardo Jiménez J.
ejjlaw@yahoo.es

Tuesday, June 02, 2009

CHILE CONTINÚA ARMÁNDOSE (Y EVO CONTINÚA DESBARRANDO)

Chile es un país de contrastes: puede parecer uno de los más modernos y desarrollados de Sur América, un trozo de Europa inserta en un continente chúcaro todavía, y además albergar una decisión guerrerista de su clase política y militar, lindante con el chauvinismo más ramplón y segregacionista. Es cierto que las últimas adquisiciones de aviones de combate F16, aviones antisubmarinos, helicópteros de guerra, misiles antibuques y otras sofisticadas armas (y posiblemente hasta un portaaviones, “usadito” siquiera) no hablan de una “vocación pacifista” de nuestro vecino. Más bien se inscriben dentro de su programa de actualización de armamento de cara al bicentenario de su independencia, con el objetivo de llegar a los niveles militares de la OTAN y geopolíticamente ser una suerte de Israel en la región (eufemísticamente los mapochos dicen que son “armamentos disuasivos”).

No menos cierto es que en Perú, cada vez que se difunde una noticia de nuevas compras de armamentos de nuestro vecino, lo sentimos con más inquietud que los demás países e inmediatamente se nos viene a la memoria la guerra del 79 y lo que significó para nosotros. Pero, ¿realmente Chile está pensando en nosotros cuando compra todo ese sofisticado armamento?, ¿quiere ahora apropiarse de nuestra agua dulce tan escasa que será en el siglo XXI, de nuestras fuentes de energía igualmente escasas en este siglo que comienza o de nuestra riqueza marítima como antaño lo hizo con el salitre?

Creo que la clase política y los militares chilenos (o por lo menos un sector de ellos) piensan en un “triple escenario”, es decir, supuestamente están rodeados de “enemigos” como Perú, Bolivia y Argentina, enemigos con muchas riquezas naturales y que en cualquier momento se pueden unir para agredirlos. Partiendo de esa hipótesis cualquier compra de armamento se encuentra justificada para ellos y más con dinero lleno en los bolsillos.

Pero, su estrategia no es solo militar, es también política, de hacer alianzas y “lobbies”, del “divide y vencerás”. De allí los “coqueteos” con Evo Morales, a fin de romper “los lazos de hermandad” entre Bolivia y Perú (coadyuvado por su reacción bastante hepática hacia nosotros desde que Bolivia es enclave chavista), jugando con la carta de la salida al mar y las expectativas del país altiplánico. Con respecto a la Argentina, desde la venta de armas a Ecuador, en pleno conflicto del Cenepa, nuestras relaciones son más protocolares que reales, aparte que actualmente los argentinos no tienen demasiado interés en el Pacífico, miran más a Brasil y al ALBA.

Esa reacción instintiva que tenemos frente a Chile es aprovechada por nuestros chovinistas locales, de igual o superior hipérbole que los existentes en el sur de nuestra frontera; aunque tampoco podemos irnos al otro extremo pacifista de nuestros neoliberales criollos (y de algunos izquierdistas nativos también) de creer que el mercado (léase mayor inversión chilena en nuestro país) pondrá paños fríos en los intentos belicistas de nuestro vecino, convirtiéndose en una especie de Mahatmas Gandhi de dudosa credibilidad (su credo consiste en que más Ripleys y Sagas harán que nuestro vecino del sur no nos ataque). A Chile no lo podemos ver ni como un amigo dadivoso –menos hermano- ni tampoco como a un enemigo. Solo un rival y socio comercial del cual aún nos queda mucho por aprender; no en vano ellos tuvieron estado cuando nosotros todavía nos desangrábamos en guerras civiles, no en vano Chile tiene una poderosa clase media mientras la nuestra aún es muy débil, no en vano cuentan con una fuerte burguesía nativa (ni que decir de la nuestra que da pena), y no en vano –a pesar que nos duela reconocerlo- ellos fueron “los pioneros” del modelo económico que ahora es moneda corriente en varios países de AL. Todavía nos ganan en muchas cosas; por eso es un rival del cual se puede aprender y mucho, sin odios y con sangre fría.

Es cierto que cuando dos naciones comienzan a comerciar, los conflictos bélicos se atenúan. Lo comprobamos con Ecuador, desde que se firmó el tratado de paz y se comenzó a comerciar con mayor fluidez entre ambas naciones (un logro del gobierno de Fujimori, otra verdad que duele reconocer abiertamente a la clase política peruana), los conflictos amainaron; salvo con el gobierno de Correa que ha impuesto barreras a productos peruanos, pero más por problemas de su economía interna que por razones políticas como se piensa comúnmente. Con el otro vecino belicoso, Chile, tenemos mucho intercambio comercial y debemos continuar en esa ruta, pero siempre alertas, sin confiarse demasiado, y sobretodo sin poses de Mahatmas Gandhi.

Sería bueno que se incremente “disuasivamente” nuestro gasto en defensa sea por la vía presupuestal o con la creación de un canon como el chileno. Ojalá nuestro ministro de economía no haga oídos sordos y nuestra clase política no sea ciega. Si la historia nos puede dar lecciones, recordemos que gran parte del fracaso de la guerra del 79 se debió a la miopía de nuestra clase política y a la división que existió entre los propios peruanos. Por eso tuvimos héroes como Grau o Bolognesi y perdimos la guerra y gran parte de nuestro territorio hacia el sur. Que no se repita la historia.

OTROSÍ DIGO: Una pequeña digresión final. La relación compleja y profunda entre Bolivia y Perú es mucho más que las desbarradas de su actual presidente. Esta relación se remonta al pasado más remoto y se proyecta al futuro; en cambio, el gobierno de Evo Morales es solo coyuntural, transitorio, por más que quiera perpetuarse en el poder es apenas una milésima de segundo del tiempo histórico de dos pueblos hermanos, y él será olvidado y borrado de ese tiempo milenario de dos naciones profundamente hermanadas. No olvidemos esa perspectiva, ni “pisemos el palito”.
Eduardo Jiménez J.
ejjlaw@yahoo.es

Tuesday, May 26, 2009

HOMBRES DE DIOS

Si bien los casos de Fernando Lugo y el padre Alberto Cutié son distintos (uno usufructuando de su poder como obispo tuvo relaciones sexuales e hijos con distintas feligresas, el otro se exhibió en público con la denominada “amor de su vida”), los dos traen a la actualidad el siempre polémico tema del celibato sacerdotal. ¿Deben o no tener esposa los sacerdotes católicos?

La iglesia católica niega esta posibilidad, negación sustentada en una doctrina tradicionalista que data de hace más de ochocientos años, por lo que frente a escándalos sexuales tiene dos posiciones como estrategia: o guarda silencio –regla general- o de ser muy notorios los escándalos (casi siempre en países como EEUU donde la prensa y la libertad de información por un lado y el poco poder del Vaticano por el otro, han permitido denunciarlos), trata de llegar a acuerdos indemnizatorios con las víctimas o sus padres (los casos de abuso sexual de menores han sido los que más han remecido a la iglesia romana).
Caso contrario sucede en países con fuerte presencia católica, como los de América Latina, donde las denuncias de abuso sexual por parte del clero son acalladas y tienen poca repercusión en la prensa y en el mundo político que más bien trata de llevarse bien con las autoridades eclesiásticas; o, recientemente los casos denunciados en Irlanda, donde por más de cincuenta años en orfanatos católicos fueron violados niños por parte de sacerdotes con el silencio cómplice del Vaticano “para evitar el escándalo”.

Llama la atención que en ninguno de los dos casos en cuestión, los involucrados hayan expresado un “mea culpa” público. El ex obispo Lugo para acallar el escándalo argumentó muy suelto de huesos que “el celibato es imperfecto”, mientras que el padre Cutié suscribió la letra de nuestro conocido vals que “amar no es un delito” (aunque extraoficialmente se sabe que sí cobró varios miles de dólares por cada entrevista que ha concedido “por el amor de su vida” a las cadenas de televisión).

Sin embargo, el tema central (deben o no tener esposa los sacerdotes católicos) sigue sin resolverse, y lo más probable es que siga así considerando que el actual papado aboga por una iglesia más conservadora aún, cuyo cambio de doctrina significa algo difícil de suponer en los actuales momentos.

Seguramente se conocerán nuevos casos en el futuro de abuso sexual de menores, homosexualismo y concubinato de sacerdotes que serán noticia por unos días o con suerte semanas y la Iglesia continuará con la política del mutismo o del avestruz y cuando el escándalo sea muy notorio o perjudicial para sus intereses “soltará el billete” para acallarlo, argumentando que son “casos aislados”, con una política bastante farisea, minando así cada vez más su propia credibilidad.

Ojalá algún día soplen nuevos vientos sobre la iglesia católica, como los del breve pontificado del papa Juan XXIII, sino poco a poco, y en la penumbra de los confesionarios, se irá apagando la llama de la que fue la iglesia más poderosa de Occidente, porque institución que no se adecua a los tiempos o corrige sus errores, institución que desaparece, y la iglesia católica no es una excepción.
Eduardo Jiménez J.
ejjlaw@yahoo.es

Tuesday, May 19, 2009

OLLANTA, NADINE Y LA IZQUIERDA PERUANA

Un viejo dicho dice “la mujer del César no solo debe ser honrada, sino también debe parecerlo”. Los ingresos por presuntas “asesorías” de la esposa del candidato Ollanta Humala tienen un origen poco claro (en los tres últimos años ha recibido en su cuenta personal depósitos por más de US$ 200,000.00, de los cuales US$ 36,000.00 no tienen origen identificable). Si bien, al parecer, no existen indicios de delitos hasta el momento, desde el punto de vista ético deben ser justificados dichos ingresos, más tratándose de la esposa de un candidato presidencial y, por añadidura, presumible candidata también en las justas municipales.
Todo parece indicar que más allá de la supuesta “conspiración aprista-derechista-fujimorista” como arguyen los nacionalistas y cierto sector de la izquierda, se han utilizado “empresas de fachada” para “subsidiar” desde Venezuela al candidato Ollanta Humala con un “sencillo” a fin que viva dignamente hasta la campaña del 2011 (por eso también se entiende que él no retire su pensión de ex comandante para sus gastos corrientes, dado que tiene otros ingresos).

No cabe duda que tanto en la izquierda como en la derecha, todos o casi todos los candidatos ven a la política como un negocio para enriquecerse. Como dijo inteligentemente una mujer muy perspicaz: “La pobreza es un buen negocio y cada vez son más los que se dan cuenta, en especial quienes viven fuera de ella”.
Es muy cierto, autoproclamarse “abanderado de los pobres” se ha convertido en un negocio muy rentable para muchos políticos y ciertas organizaciones privadas que viven de los que no tienen nada. No existe mejor coartada que el membrete de defensor de los pobres y cuando se detecta alguna irregularidad a la persona que se llena la boca (y la barriga) con los desposeídos, vocifera inmediatamente “persecución”.

En ese contexto, es lamentable que una parte de la izquierda se haya convertido en “furgón de cola” de Ollanta Humala, y en vez de “aggiornar” el pensamiento y la acción de la izquierda (necesarios a todas luces), defiendan a la Sra. Humala con el triste argumento “del todos roban” para justificar lo injustificable, nivelándose al ras del suelo con los políticos corruptos y mendigando “un puestecito” en la lista congresal del nacionalismo o siquiera un cargo de asesor. Esa no es la izquierda de José Carlos Mariátegui, de Luis de la Puente y Uceda, de Javier Heraud o de Alfonso Barrantes. Con esa actitud vergonzante, la izquierda se comporta como la derecha rancia y mercantilista que solo busca “su tajada” en la repartija del poder.
Eduardo Jiménez J.
ejjlaw@yahoo.es

Tuesday, May 12, 2009

VISITANDO A LOS MUERTOS

En ciertas fechas especiales como el día de la madre o el día de todos los muertos, los cementerios adquieren una vitalidad que no se refleja en otras épocas del año, más con una serenidad propia del lugar donde descansan los que ya no tienen que afanarse en los devaneos del mundo.

Vendedores de todo tipo a lo largo de la avenida principal de el cementerio El Ángel se instalan para ofrecer no solo flores, que es el rubro tradicional por excelencia, sino chicha helada para el calor de los vivos, un pan en forma de guagua que es delicioso o fruta de la estación; pasando por aquellos que ofrecen plantillas para zapatos o resúmenes de libros clásicos para los escolares; hasta los vendedores de antenas de televisión (dudo que sea para instalar una en el nicho de los difuntos) o los infaltables promotores de los seguros de sepelio (“compre su nicho ahora señor que está baratito”). Como se ve la oferta es variada y dirigida más a los vivos que a los que descansan en paz. Los muchachos que limpian las lápidas y portan agua para las flores igualmente hacen su agosto en este mes de Mayo, donde muchos van a visitar a su mamá o a su abuelita que los crió como segunda madre con un racimo de flores en la mano (yo voy a visitar a una tía que me crió como hijo, también con mi racimo de flores en la mano).

Esta vitalidad que adquieren los cementerios –sobretodo los populares- permite reflexionar sobre la muerte. No hay que tomarla tan solemne como se estila en Occidente, ni asustarse de ella, sino tomarla como un hecho natural de la vida; así como venimos a este valle de lágrimas como estilaba decir mi difunto tío (que fue también una suerte de sustituto paterno), de la misma forma nos vamos, partimos de escena, del gran teatro del mundo como versificaba don Pedro Calderón de la Barca. Morir es un hecho tan natural como respirar.

Luego de despedirme de mi tía, disponer la limpieza de la lápida, dejar su ramo de flores y “conversar” un rato con ella, salgo del cementerio por la avenida principal y me encuentro con los mausoleos, en uno de ellos se lee que reconforta saber que nos encontraremos con el ser amado en la otra vida para gozar de su compañía por toda la eternidad. Como agnóstico tengo mis dudas sobre si habrá una vida eterna, pero creer en ello reconforta sin duda. En otra lápida veo que yace Abelardo Gamarra, “El tunante”, y me encuentro con una frase suya: “Solo la honestidad y la verdad salvarán al Perú”. Me detengo a pensar que en su época (segunda mitad del XIX) la corrupción y la hipocresía también eran constantes fuertes en el Perú de aquel entonces, algo que no es nada nuevo, ni viene de Fujimori como sostienen algunos, procede de mucho más atrás, por lo menos de la Colonia misma. Lo saludo con una reverencia y prosigo mi marcha.

Saliendo del cementerio avisto un oficio religioso de cuerpo presente y me ratifico en mi decisión de ser cremado luego de fallecer y ser esparcidas mis cenizas en el mar de Miraflores, lugar de donde guardo gratos recuerdos, y pienso en un imposible: que, como en la película de Truffaut, a mi entierro (mejor dicho a mi cremación) vayan todas las mujeres que amé o me amaron, y sean negligentes y me perdonen si en algo les fallé, pero nadie es perfecto en esta vida, y recuerden que siempre actúe con las cartas sobre la mesa, que jamás me gustó engañar a nadie, actitud que, a veces, me costó algunos sinsabores.

Afuera las vendedoras de flores (un oficio exclusivamente femenino) hacen también su agosto en este raro mes de Mayo con calor de verano.
Eduardo Jiménez J.
ejjlaw@yahoo.es

Tuesday, May 05, 2009

EN EL LEJANO OESTE

Es lo que me pareció, después de mucho tiempo de no regresar, el largo viaje al populoso distrito de Comas, a fin de acompañar a mi tía a visitar a una vieja amiga recientemente operada. Será que me he acostumbrado a los viajes cortos, sea al centro de Lima donde se encuentran la mayoría de los juzgados, a mi oficina en Lince, o a Surco para visitar a “la pequeña” cuando no viene por acá. Los más “extensos” viajes que ahora realizo son “a los dos San Juanes”: a San Juan de Miraflores y a San Juan de Lurigancho, ambos por motivos profesionales. Quizás sean “los almanaques” o la falta de costumbre, pero regresar a Comas y en especial recorrer la autopista Túpac Amarú era como regresar al pasado, cuando veinte años atrás, con más pelo negro e ilusiones que ahora, iba y venía a lo largo de “la Túpac” cuando trabajada como cajero en una agencia ubicada en el límite del distrito de Comas con el de Carabayllo: en la “pituca” urbanización San Felipe, aquella que albergaba a los prósperos comeños de aquel entonces. Eran quince kilómetros de ida y quince de vuelta, de lunes a viernes, de salir a las 6.30 de la mañana de mi casa (lo que implicaba levantarme mínimo a las cinco de la madrugada), amén que en la noche me iba a estudiar a la universidad de seis a diez de la noche (cuando no estaba en el cine, de resultar alguna clase aburrida o de parecerme un profesor poco competente en el tema), aparte de preparar en los ratos libres mi tesis para el bachillerato, una mezcla de derecho y economía (que hasta ahora me sorprende cómo la pude hacer, con cerca de 200 páginas y una bibliografía consultada que iba desde los clásicos de la economía, pasando por los maestros del derecho hasta llegar a las novísimas ciencias sociales). Pero a pesar de eso no sentía el viaje.

Fue mi época de conocer otras realidades, distintas a la del muchacho clasemediero que hasta ese momento no se desplazaba más allá de los distritos del sur. Fue conocer una realidad boyante, hirviente, de un nuevo mundo, más informal, sin hacerle mucho caso a las reglas oficiales, pero que crecía a lo largo y ancho, ocupando hasta la punta de los cerros que, a modo de gran muralla, rodean la autopista a ambos lados (mis “ex compañeros de ruta” se equivocaron: en “los conos” no germinaba la futura revolución socialista sino un capitalismo popular, bastante salvaje, como todo capitalismo en sus inicios). Me di cuenta que allí estaba la nueva Lima, que allí estaba fermentando lentamente la nueva clase media peruana, un poco más rústica todavía y no tan refinada como la de los distritos tradicionales, pero que en algunos años más reemplazaría a la extinta y caduca clase media a la que yo pertenezco, “civilizándose” en el camino y adquiriendo una mejor educación para sus hijos, como que así ha sido.

Recorrer la autopista me devolvió a aquellos nostálgicos tiempos, de sexo al paso, del gran cine Túpac Amaru, de algunos entrañables compañeros de trabajo que me enseñaron a tomar (regla de oro: nunca tomar con el estómago vacío), cuando la marca líder era Cristal y la Pilsen servía “para limpiar el vaso” (salvo en el Callao, donde era al revés), de los muchachos que se acercaban a la agencia a ofrecer relojes de oro robados a precios baratísimos, producto de un “arranchayfuga” a transeúntes desprevenidos o con algunos gramos más de alcohol en la sangre, de amigas de quienes guardo un grato recuerdo (hace muchos años una persona mayor que yo me enseñó a terminar siempre en los mejores términos posibles –valga la redundancia- con las mujeres: no hay peor enemigo que una mejor despechada o dolida, sino pregúntenle a Carlos Delgado o a Silvio Berlusconi).

Ese “flash back” me llevó a constatar una vez más que allí, en “los conos” (como despreciativamente todavía se les denomina) está el futuro. La nueva Lima.

Llegamos un poco tarde a la casa de la amiga de mi tía. Su casa se encuentra a medio hacer, con un segundo piso para una de las hijas con familia propia, mientras que ella vive en el primero. Conversó con mi tía un rato de los amigos y compañeros de trabajo comunes que están vivos o ya pasaron a mejor vida, yo seguía un tanto aburrido la conversa, viendo como pasaban lentamente los minutos en el reloj de pared de la sala. Vino la despedida de rigor, la promesa un tanto remota de una próxima visita. Usamos una mototaxi sin puertas laterales para salir a una avenida principal y tomar el carro de vuelta a casa (creo que mi tía primera vez se subía a una moto de esa naturaleza). Hicimos una ruta distinta, tomando esta vez la avenida Universitaria para el regreso, a fin de salir a la bulliciosa e incansable La Marina (la avenida que nunca duerme). La gente iba y venía a lo largo de la extensa avenida Universitaria, como legiones de hormigas, mientras la rauda combi se abría paso en la oscuridad que comenzaba a caer del cielo.
Eduardo Jiménez J.
ejjlaw@yahoo.es

Tuesday, April 28, 2009

SE OPTA POR EL ESTÁNDAR JAPONÉS-BRASILEÑO PARA LA TELEVISIÓN DIGITAL EN PERÚ

Luego de muchas semanas de silencio, el Ministro de Trasportes y Comunicaciones anunció que se ha optado por el estándar japonés-brasileño para la televisión digital terrestre en Perú (en adelante tdt).

El proceso de implementación de la tdt tiene distintas etapas de carácter progresivo: la primera fue la conformación de una Comisión Multisectorial a fin que evalúe los distintos estándares vigentes y vea cuál se adapta mejor a la realidad peruana (los estándares más conocidos son el norteamericano, el europeo y el japonés, el elegido es una variante del japonés adaptado a Brasil). Esa primera etapa concluyó semanas atrás, cuando la Comisión entregó su informe técnico al MTC, por lo que cabía esperar el anuncio de las autoridades sobre el estándar elegido, a fin de dar paso a la siguiente etapa que es la implementación gradual de la tdt en nuestro país, etapa donde “convivirá” la tv analógica con la tv digital y cuyo plazo de duración será aproximadamente diez años, hasta que se produzca “el apagón analógico” y toda la televisión sea digital ciento por ciento (es decir emitida y recibida bajo el código binario de los ceros y unos)*.

Lo que llama la atención es que a la fecha el MTC no ha publicado en su página web el informe técnico de la Comisión Multisectorial recomendando el estándar elegido. Sabemos que esta comisión se tomó largos meses para ensayar y probar cada estándar en distintas zonas del país, razón por la cual fue prorrogada su vigencia sucesivamente hasta el presente año. Por un principio de transparencia y derecho a la información debería publicitarse el informe de la Comisión a fin de ser discutido y debatido por los especialistas en el tema. No dudamos de las bondades del estándar elegido, pero ello no resta la necesidad de hacer público los criterios que tuvo la Comisión a fin de seleccionarlo entre los tres disponibles.

La ciudadanía está en su derecho de saber por qué se eligió uno y no otro, a fin de evitar suspicacias por el secretismo en que hasta ahora se ha tramitado todo lo relacionado con el estándar elegido. Evidentemente llama la atención que se haya seleccionado un estándar que en la región únicamente lo tiene Brasil (que busca “imponerlo” en Sudamérica -el mismo Lula está dirigiendo las negociaciones-), tratando actualmente de convencer a su vecino, Argentina, para que también se decida por el estándar japonés-brasileño (aunque los argentinos están buscando que Brasil trasfiera tecnología y parte de los elementos necesarios se produzcan localmente a fin de generar fuentes de trabajo en el país y tributos para el estado por las empresas que se constituyan).

Obviamente llama también la atención que las asociaciones de Tv locales –que solo son parte como concesionarias de frecuencia - hayan elogiado apologéticamente el estándar elegido mediante avisos pagados a página completa en los medios de prensa (y de paso han buscado sino ampliar, por lo menos mantener ciertas prebendas).

Como señalamos, la publicación del informe técnico es necesario tanto por un principio de transparencia, como porque los ciudadanos están en todo el derecho a ser debidamente informados.

Por otra parte, se viene un problema para los consumidores finales que ya han comprado un televisor digital (lcd o plasma). Si no tiene el estándar elegido, ese televisor necesitará un decodificador de señal (set-top-box o stb por sus siglas en inglés) cuando se implemente la tdt, lo que ocasionará un gasto mayor al que costó el aparato.

¿Cuánto costará el decodificador? Al no existir un control de precios y sustentarse estos en la oferta y demanda del mercado, solo nos podemos basar en la experiencia brasileña, que fue un quebradero de cabeza para los consumidores cariocas y que pese a las exhortaciones gubernamentales, las empresas distribuidoras del stb no bajaron el precio sino después de mucho tiempo, cuando ingresó un modelo de fabricación popular (los importadores en Brasil del stb sabían muy bien que tenían un mercado cautivo al cual “exprimieron” al máximo). Según los datos que tenemos el decodificador llegó a superar los doscientos dólares en un primer momento, para luego ir bajando de precio hasta posicionarse en alrededor de noventa, y luego ingresar al mercado uno de manufactura popular y simpleza de funciones a treinta dólares (al parecer el mismo que está auspiciando el gobierno peruano).
Eso nos podría dar una idea del costo del decodificador para aquellos que ya compraron un tv digital (que como veremos en el siguiente párrafo los ofertados en el medio no son totalmente digital).

Quienes no compraron un tv digital y piensan adquirir uno, es recomendable que se cercioren antes si tiene el estándar elegido por el MTC. Para ello se debe actuar como un consumidor razonable y buscar información de manera objetiva. Obvio que en la tienda comercial por vender el aparato les pueden asegurar que “sí tiene el estándar elegido” o “que viene preparado para ponerlo” (lo cual es una verdad a medias), así que para no pecar de ingenuos, lo mejor sería revisar la página web de la marca seleccionada (todas o casi todas las marcas tienen su página web) y verifiquen bien por su propia cuenta. Según declaraciones de un representante de una conocida marca en el medio, los actuales televisores lcd y plasma ofrecidos tienen el sintonizador analógico y la imagen digital, por lo que obligadamente deberán utilizar un decodificador; y los televisores con el estándar requerido recién serán importados a partir del presente año. Asimismo, se estima que las primeras señales de prueba de la tv digital comenzarán a emitirse a partir del año 2011, dado que las estaciones emisoras deben renovar totalmente sus equipos técnicos.

Por ello es aconsejable esperar a que comiencen a traer los primeros tvs con el estándar seleccionado (sintonizador digital con el estándar japonés-brasileño e imagen digital). Allí van a tener trabajo las asociaciones de defensa de los consumidores. De hecho van a existir muchos problemas y reclamos con los tv digitales que se compren, teniendo en cuenta que se vienen las campañas masivas por el día de la madre (“regale un lcd a mamá”) y el día del padre (“dése un gusto y cómprese un tv digital). Lo mejor es actuar con prudencia y esperar a que las cosas se definan bien para adquirir un tv digital, comprarlo ahora puede ser prematuro y le traería serios dolores de cabeza a futuro.
Eduardo Jiménez J.
ejjlaw@yahoo.es


* El plazo de duración de la “convivencia” puede variar a más o menos, todo dependerá de la suficiente “masa crítica” de televisores que se hayan adaptado a la tv digital a fin que se produzca el definitivo “apagón analógico”. Asimismo, la tv digital significará un cambio revolucionario, tanto como lo fue internet en los noventa. La concepción que tengamos de la televisión será muy distinta (aunque no podemos decir lo mismo del contenido de los programas o de la distribución de las frecuencias, lo cual es otro asunto).

Friday, April 24, 2009

LA OEA, LA CUMBRE DE LAS AMÉRICAS Y CUBA

Más que los acuerdos tomados en la última Cumbre de las Américas 2009 en Trinidad y Tobago, lo que llamó la atención fue la presencia de Obama con una actitud muy distinta a la de su antecesor. Como que se respiraban nuevos aires y nuevos juegos de poder en la relación, muchas veces tormentosa, de EEUU – América Latina.

La incógnita es conocer cuanto de amplitud tendrán esos “nuevos aires”.

Si bien la política exterior de Obama ha dado muestras de amistad levantando las restricciones de viajes y remesas a Cuba, no es menos cierto que espera una igual acogida de apertura democrática de los gobernantes de la pequeña isla.

Esta muestra de “apertura” es muy difícil medirla dado que dependerá de las reacciones que genere. Todavía es prematuro especular si se trata de un nuevo entendimiento, más horizontal, con sus pares al sur del Río Grande, o solo una edición reactualizada de la paternalista “Alianza para el progreso”. Creo que Obama irá “soltando prenda” conforme vea las reacciones de sus homólogos, sobretodo los más belicosos: Cuba y Venezuela.

No es gratuita esta nueva actitud de la actual administración norteamericana de más zanahoria que garrote, dado el agotamiento económico que sufre la principal potencia occidental, acentuado por la crisis financiera desatada a finales del 2008 (algunos especulan que a mediados del siglo XXI EEUU dejaría de ser “la gran potencia”).

Por otra parte, los hermanos Castro (el más viejo desde el diario Granma y el menor desde el gobierno) ateniéndose al dicho “el que pide poco es un loco”, como reacción al gesto de la administración Obama, han pedido el levantamiento del bloqueo económico; aunque saben muy bien que esa medida, de materializarse, significaría quedarse “sin el cuco” que tanto asustó y ayudó para cohesionar en torno a su gobierno a tantas generaciones de cubanos, con el temor a la “inminente” invasión yanqui.

Ello, por supuesto no resta que la OEA deje sin efecto la vergonzosa expulsión de Cuba de la organización panamericana hace más de cuarenta años y exijan los pares latinoamericanos su inclusión, sin condición alguna, al organismo internacional y a futuras cumbres (aunque dicho sea de paso no sirve para mucho esta organización). Esa medida de carácter principista sería más efectiva para acercar a Cuba al juego democrático –muy a pesar de sus gobernantes- que manteniendo una anacrónica decisión.

Y, unas palabras sobre nuestro país. ¿Tuvo algún peso en la actual correlación de fuerzas dentro de AL con los EEUU? Para ser sinceros, no. Por más que se filtró que Obama llamó por teléfono a nuestro presidente y que el mismo fue con la mejor voz engolada que tiene, la verdad que nosotros, junto a Colombia y Chile, nos ven como los aliados incondicionales de Washington en la región, “los chicos tranquilos de la clase”, por lo que no causamos demasiada preocupación a la administración norteamericana, que más se ha acercado a “los belicosos” para pulsearlos y medirlos (como también ha hecho Chávez), a fin de mantener “el patio trasero” calmado, pero también renovando relaciones, en vista que Washington sabe que está perdiendo hegemonía en la región, hegemonía y respeto, algo así como que los empleados domésticos salgan contestones.
Eduardo Jiménez J.
ejjlaw@yahoo.es

Wednesday, April 15, 2009

COLETAZOS DEL FALLO CONTRA FUJIMORI: EL PRIMER TIEMPO (II PARTE)

Como era de esperar, el fallo en primera instancia iba a polarizar las posiciones de los fujimoristas y anti-fujimoristas.

Resulta bastante apurado especular a favor o en contra sobre el derecho a los beneficios penitenciarios que pueda ser acreedor el ex presidente Fujimori a fin de reducir la condena impuesta, toda vez que se trata de una sentencia que no se encuentra firme y será revisada en su integridad en segunda instancia (existe un abanico de posibilidades en la sala revisora: desde el declarar nulo todo lo actuado y el proceso vuelva a “fojas cero”, que es lo menos probable, hasta la declaratoria de no haber nulidad y confirmada la sentencia de primera instancia en todos sus extremos; en el medio tenemos la absolución del condenado, también poco probable, y la rebaja de la pena, no aumento, en vista que el Fiscal declaró estar conforme con la condena impuesta).

Hemos visto que los “anti-fujimoristas” lindan en una posición dogmática y de “pensamiento único” al cerrarse en la intocabilidad del fallo judicial en primera instancia, como si fuese una verdad absoluta y revelada, olvidando que una garantía del debido proceso es precisamente la revisión en su integridad de cualquier sentencia. Al no querer que se mueva una sola coma de la sentencia de primera instancia (“ni tocada con el pétalo de una rosa” manifestó un conspicuo antifujimorista en declaraciones a un programa de televisión) revelan una actitud tan autoritaria y vertical como la del condenado en la época que gobernaba, desconociendo que en el derecho todo es revisable y no existen las verdades absolutas.
Tampoco se puede “condenar” con el calificativo de “fujimorista” a toda persona que emita una opinión en contra de la sentencia o manifieste ciertos reparos a la misma, queriendo así acallar toda voz disidente y usando los mismos métodos que utilizó el gobierno autocrático de Fujimori (y por consiguiente colocándose a su misma altura en el presente caso), ubicándose más allá del bien y del mal en una supuesta altura moral que más bien desdice sus fines.
Más serenidad y menos nerviosismo, que recién va a comenzar el segundo tiempo del partido.

Por otro lado, los fujimoristas no deben apresurarse en solicitar el indulto para el ex presidente dado que la sentencia todavía no se encuentra firme y por tanto no se puede indultar. Menos hacer veladas amenazas al presidente de la república en ejercicio, a fin que indulte al condenado (que AGP también tiene asuntos pendientes por las ejecuciones extra judiciales durante su primer mandato, el que se hallan producido en un “gobierno democrático” como ingenuamente sostuvieron algunos imprevistos defensores del actual mandatario o que los delitos “hayan prescrito” no lo eximirían de responsabilidad, se impone el principio jurídico “a igual razón, igual derecho”).
También exagera este grupo en señalar que con la sentencia ha ganado Sendero Luminoso. Eso está bien para exacerbar el ánimo de las huestes fujimoristas, pero no resiste el menor análisis ni político ni jurídico.

Unas palabras sobre la tipificación de los delitos al ex presidente.
La extradición concedida por los tribunales chilenos fue, entre otros, por el delito de homicidio calificado, no por los delitos de lesa humanidad como cierta prensa y algunos abogados han manifestado. Y ello por una razón bastante sencilla: los delitos imputados al ex presidente no son delitos de lesa humanidad en Chile, país que fue requerido por la extradición (principio de doble incriminación: el delito por el cual es reclamado el inculpado, debe también estar penado en el estado requerido –en el presente caso Chile-); y por añadidura ocurrieron entre los años 91 y 92, mucho antes que estos delitos fueran incorporados en nuestra legislación nacional (recién en el año 1998 los delitos contra la humanidad fueron incorporados al Código Penal por ley 26926). Por un principio jurídico de protección al reo incorporado a nuestra Carta Política, no existe la “retroactividad maligna”, es decir aquella que perjudique al procesado, sino todo lo contrario, solo existe la “retroactividad benigna”, aquella que sí lo favorece (y los que crean que la carta política del 93 es solo un “documento” y no merece el menor respeto, los invito a leer la Constitución del 79, dice lo mismo). Por ello, la condena en primera instancia señala que el inculpado es autor mediato por el delito de homicidio calificado, bajo la circunstancia agravante de alevosía. Lean el fallo en la página web del poder judicial y se darán cuenta. La sala condenatoria no podía ir más allá de los límites dispuestos por la extradición, ello en virtud de las garantías que ofrece dicha institución (la extradición “blinda” al extraditado), y también porque los delitos de lesa humanidad incorporados a nuestro ordenamiento legal son posteriores a los hechos imputados al acusado.

La confusión se ahondó a raíz que la Sala a fin de enfatizar su condena, a renglón seguido señaló que los mencionados delitos (es decir los de homicidio calificado y lesiones graves) “constituyen crímenes contra la Humanidad según el Derecho Internacional Penal” (sic), colocando así un “candado” a la pena. Efectivamente, son delitos contra la Humanidad, pero su aplicación no puede ser retroactiva por la garantía a favor del reo y porque la propia extradición fue solo por homicidio calificado, por lo que no podría aplicarse una retroactividad maligna en desmedro del procesado.

No vamos a especular sobre los intereses subjetivos de los miembros de la Sala al emitir el fallo condenatorio como ha sugerido cierta prensa (si lo redactaron ellos mismos o terceros, si estaban pensando en un “puestecito” en una corte u ONG internacional, o si la vanidad personal los hizo ver “la historia” con mayúscula antes que los hechos mismos, amén que tratándose de subjetividades todo puede ser materia especulable, hasta especular sobre la inquina o el odio que ciertos jueces le puedan tener al acusado, como también se deslizó) ya que carecemos de medios probatorios al respecto y sería desmerecer la labor de la Sala descalificándola con argumentos ad hóminem; pero, lo que sí es evidente y no se le pasa a nadie que esté inmerso dentro de la práctica jurídica, es la celeridad con que emitieron el fallo. Por el reducido lapso de tiempo entre la finalización de los alegatos y la lectura de la amplia y detallada sentencia (más de 700 páginas), indica que ya tenían listo un proyecto al que apenas hicieron algunos retoques. La verdad que el procedimiento de tener listo un proyecto de sentencia antes que termine el proceso en la instancia es una práctica bastante común en los órganos jurisdiccionales, sobretodo en los penales, para “ganar tiempo”, al considerarse los alegatos finales apenas un apéndice retórico, que se rescata si existe algo importante. Creo que se puede discernir con bastante proximidad que mientras el abogado del acusado agotaba la paciencia de la Sala con su extensa perorata de varias semanas (bastante innecesaria en muchos aspectos), esta iba preparando la sentencia. Al final, el abogado de la defensa le hizo un gran servicio a la Sala concediéndole el tiempo suficiente para razonar el extenso fallo condenatorio.

Precisamente, en cuanto a la defensa, hemos visto que en estos días se ha criticado con desmesura al abogado defensor de Fujimori, casi responsabilizándolo de lo ocurrido a su cliente. Se le ha señalado varios errores o vacíos en su defensa, bastante evidentes para cualquier procesalista. Es probable que los haya tenido, pero la verdad que la defensa del ex presidente era y es bastante difícil (algo así como defender una causa imposible). Es un caso complejo, con varias ramificaciones y vericuetos, y a un solo abogado siempre se le va a pasar alguna cosa, por más que sea hábil en su oficio o tenga varios ayudantes a su disposición. Lo más sensato para el acusado en estos casos es contar con un “pool” de abogados defensores y no uno solo, abogados especialistas en derecho penal y procesal penal, y también en derecho constitucional y en derecho penal internacional, que conozcan en profundidad la dogmática, jurisprudencia y legislación comparada que sobre el caso existe; más si tomamos en cuenta que va a ser muy difícil “romper” las tesis de la sentencia por lo bien razonadas y concatenadas que se encuentran (el razonamiento lógico-jurídico del fallo es impecable por lo que una estrategia de defensa va a requerir un grupo de especialistas de primer nivel que encuentren “fisuras” en la sentencia y, de ser posible, “la derrumben”, tarea nada fácil por cierto), sino también porque ya van a comenzar otros juicios en primera instancia contra el ex mandatario, aparte de un pedido de ampliación de la extradición a la Corte Suprema de Chile. Es muy difícil que con todo lo que se viene judicialmente pueda verlo en su integridad un solo abogado.

Hablando en términos futbolísticos, apenas ha terminado el primer tiempo y estamos en el intermedio antes que comience el segundo. Como me decía un profesor en mi época de estudiante: sangre fría y paciencia.
Eduardo Jiménez J.
ejjlaw@yahoo.es

Wednesday, April 08, 2009

FUJIMORI CONDENADO: EL PRIMER TIEMPO

La condena al ex presidente Alberto Fujimori tiene varias aristas analizables. La principal es el importante antecedente -no solo en Perú- que en democracia y bajo un estado de derecho no existe la impunidad, ni siquiera para los presidentes. No será el fin de los gobiernos autocráticos ni nada parecido (no es una “vacuna” contra futuras dictaduras como piensa MVLL), pero sí un importante precedente tanto en el derecho como en la política.

Precisamente, la otra arista analizable es la política. Es imposible e impensable que el fallo legal no repercuta en la esfera política. En la vida real, ambas, política y justicia, se encuentran íntimamente relacionadas, por lo que se alimentan una a otra. El fallo repercutirá en una inmediata cohesión en el “frente interno” entre los simpatizantes del ex mandatario y una polarización entre fujimoristas y anti-fujimoristas; pero, como estamos en Perú, sin llegar a excesos de violencia política, a lo sumo violencia verbal o periodística bastante encendida. También repercutirá en cohesionar la candidatura de su hija Keiko de cara a las elecciones del 2011 y en un aumento de su caudal electoral y número de congresistas para las próximas elecciones. Paradojas de la política: el odio contra Fujimori de sus antagonistas reforzará al fujimorismo.

Pero el juicio también plantea el dilema ético con respecto a la clásica sentencia atribuida a Maquiavelo de el fin justifica los medios. Los seguidores del ex presidente sostienen los logros del gobierno fujimorista (fin del terrorismo, estabilidad económica, los cimientos del despegue del Perú en la región) tuvieron un costo y que ese costo se tradujo en ciertos “excesos”; sobretodo en la lucha anti-subversiva, pero que en una relación costo-beneficio se encuentran plenamente justificados, al igual que el utilizar métodos vedados y hasta criminales contra los enemigos del régimen, dado que los “políticos tradicionales” no habían hecho nada por el país y este se hundía en un marasmo de anarquía y destrucción a inicios de los noventa. El problema no es solo ético, sino jurídico y sobretodo político.

En el plano estrictamente judicial estamos solo en el primer tiempo. La sentencia es apelable y los criterios que tenga la Sala revisora pueden ser muy distintos de los que tuvo la Sala condenatoria. El derecho no es una ciencia exacta (ni siquiera llega al nivel de ciencia como creen o quieren hacer creer algunos colegas) y es tan opinable como letrados pueden existir (un ejemplo claro es la división de opiniones con respecto a la calificación de delitos imputados, para unos son de lesa humanidad, para otros solo de homicidio agravado).
Personalmente no dudo que el proceso ha concluido en primera instancia con todas las garantías para el acusado. Es más, hasta presenciamos unos alegatos ditirámbicos y bastante tinterillescos de su abogado defensor sin que la Sala lo interrumpa o corte la prolongada intervención (que duró varias sesiones). Podemos discrepar de la dureza del fallo, de las inferencias que utilizó la Sala para llegar a las conclusiones expuestas o de la teoría penal aplicada (la teoría del dominio del hecho), pero no de la falta de un debido proceso ni de una impecable lógica jurídica en la estructura de la sentencia.

Es solo el primer tiempo que hará aumentar el calor político del medio en este otoño de mañanas frías.
Eduardo Jiménez J.
ejjlaw@yahoo.es

Wednesday, April 01, 2009

NECESIDAD PÚBLICA E INTERÉS SOCIAL: A PROPÓSITO DE LA LEY 29320

En los estados constitucionales de derecho, el respeto a la propiedad privada es la norma, siendo la excepción la expropiación por razones de un mayor beneficio a la sociedad (el llamado “interés público”). Ejemplo: se construye una nueva autopista que beneficiará a todos los que la usen, ahorrando en tiempo de viaje y seguridad para el usuario, pero será necesario expropiar propiedades privadas por donde pasará esa nueva vía. En ese caso, el beneficio será mayor para la sociedad que para la persona propietaria del terreno (como diría Cabanellas “el interés de los más sobre los menos”), por lo que se justifica una expropiación, previo pago de un justiprecio a quien se vea afectado.

Para evitar los abusos en las expropiaciones, los supuestos para que proceda se limitaron en la propia constitución política, así como una breve descripción del procedimiento, ofreciendo las garantías necesarias de un debido proceso a quien se considere afectado; con mayor razón en el caso peruano debido a las expropiaciones realizadas durante el gobierno militar (1968-80), y en especial a raíz de la reforma agraria. Por eso, los supuestos de expropiación que contempla la carta vigente de 1993 (art. 70º) son solo dos: por causa de seguridad nacional o de necesidad pública. Asimismo, indica cómo deberá ser el procedimiento expropiatorio: pago anticipado de la indemnización en efectivo que incluya el eventual perjuicio (daño económico y daño moral) y el derecho del afectado de recurrir al órgano jurisdiccional de no encontrarse conforme con el justiprecio del estado (la ley 27177 regula en extenso el procedimiento expropiatorio).

Sin embargo, la constitución de 1979 añadía al supuesto de necesidad y utilidad pública, el de interés social (art. 125º), haciendo una distinción clara entre necesidad pública e interés social. ¿Cuál era la diferencia?

Allí vienen los problemas constitucionales y legales para enmarcar lo que se entiende por necesidad pública y por interés social. La ley 29320, modificando el artículo 21º de la ley 28687 (ley de desarrollo y complementación de formalización de la propiedad informal) señala como supuestos de necesidad pública la expropiación y posterior titulación en beneficio de pobladores de terrenos ocupados por posesiones informales (en cursiva y negrita nuestro).

El sujeto beneficiado no es la sociedad en abstracto, sino un sujeto social determinado: los pobladores de las denominadas “invasiones”.

La pregunta obvia es, ¿se puede considerar como un caso de utilidad pública el focalizar el beneficio de la expropiación en un sujeto social determinado?

La necesidad pública está definida como la satisfacción de un requerimiento para una colectividad en abstracto. Volviendo al ejemplo de la carretera, beneficiará a todos los que usen dicha vía sin tipificar su condición social, o si se trata de un hospital, a todos los que concurran a ese nosocomio. Es la satisfacción de una necesidad para todos, entendido como un sujeto colectivo sin focalizar en un grupo social determinado. Tendrá una utilidad para todos aquellos que concurran por esa vía o utilicen ese hospital. (Como señala Jorge Avendaño, la necesidad pública está conectada con el bien común y la utilidad pública).
Caso contrario sucede con el denominado “interés social”, allí sí encaja perfectamente el beneficio de la expropiación a un grupo social determinado, sean los invasores de un terreno o los campesinos de una comunidad, la satisfacción del interés social queda cumplida al momento de la expropiación y posterior uso del bien por los beneficiados en particular.

Por cierto y hasta donde conocemos el uso del concepto “interés social”, entendido como las acciones encaminadas al mejoramiento de la calidad de vida o la satisfacción de necesidades de una población determinada, no proviene de la disciplina jurídica, sino de la sociología y el argot político, y utilizado con bastante fruición en los años 70, cuando las reformas del gobierno militar. Incluso el concepto de interés social trasudó a nuestro Código Civil vigente, haciendo una clara diferenciación entre interés social e interés público (véase, por ejemplo, los artículos 1355º y 1357º), imbuido todavía de la onda reformista de aquellos años.

Pero cuando se redacta la carta del 93 el contexto ideológico es totalmente distinto. El neoliberalismo predomina como ideología dominante y toda mención a interés social o justicia social a la usanza de los 70 es proscrita del lenguaje jurídico; incluso por algunos es visto el uso de dichos términos como subterfugio de expoliación por parte del estado hacia los particulares, poco menos que un socialismo encubierto, por lo que constituyó un “tabú” que penetró a la carta del 93.

Por esa razón la carta del 93 no contempla el supuesto de interés social, aparte del uso arbitrario que el concepto tuvo en décadas pasadas, sobretodo durante la reforma agraria militar, donde el pago a los expropiados se realizó con bonos que el estado jamás cumplió con honrar. En cambio, la constitución del 79 -al igual que el Código Civil de 1984- sí contempló la categoría de interés social. Lo hizo porque estaban muy frescas las reformas de aquellos años y los constituyentes del 79 quisieron incorporarlas a la naciente carta magna, situación muy distinta a la acaecida a comienzos de los 90 cuando imperaba un neoliberalismo ideológico y económico a ultranza.

Creo que antes de precipitarse el gobierno en una serie de expropiaciones que muchas de ellas van a terminar en procesos judiciales, debería avocarse más bien a proponer al Congreso incluir el interés social como un supuesto expropiatorio (presumo que no habrá resistencias en una reforma constitucional de esa naturaleza), con debido proceso e indemnización justipreciada que cubra no solo el daño económico (lucro cesante y daño emergente) sino también el daño moral, el daño íntimo, afectivo, que sufrirá la persona por la pérdida de su propiedad; sino las señales que emitiría a los ciudadanos es que “todo vale” para fines políticos, incluso saltarse el estado constitucional de derecho, como está ocurriendo, y los efectos de eso a largo plazo siempre son más funestos que los supuestos beneficios en el presente.
Eduardo Jiménez J.
ejjlaw@yahoo.es

Tuesday, March 24, 2009

ABORDANDO LA TETA ASUSTADA


La película bajo comentario ha causado polémica más por las supuestas cualidades o deméritos extra cinematográficos que por sus valores intrínsecos. Por ejemplo, la denuncia de supuesto racismo que trasuda el filme, “la acusación” más reiterada. Si entendemos por racismo la doctrina o ideología que denigra o coloca en un orden inferior a una raza con respecto a otra, la película no es racista ni por asomo. En ningún momento postula que la raza india “sea inferior” a la blanca (más bien existe una visión cultural de la realizadora que lo tocaremos más adelante, pero que no se puede calificar de racismo).
Otra “denuncia” es sobre el premio. Que el premio en el Festival de Berlín fue concedido gracias a “las manipulaciones” que sobre el jurado efectuó el tío de la realizadora (tal como he leído por allí), nuestro célebre escritor Mario Vargas Llosa. Tampoco resiste el menor análisis por carecer “la acusación” de sustento probatorio; más bien el premio es bastante merecido (aunque como todo premio, más dice del jurado que lo concede que del autor o de la obra premiada). En el mismo sentido, que el premio se debió al contenido “étnico” del filme que tanto gusta a los europeos. Tampoco es convincente el argumento dado que el Oso de Oro no ha premiado en el pasado repetidas veces a filmes “étnicos” (por cierto, debemos precisar que Claudia Llosa no es la primera peruana(o) que gana un premio internacional tan importante en cine). Otro argumento extra cinematográfico se encuentra relacionado con la escasa retribución económica a los habitantes de Manchay que participaron como extras o figurantes. La suma de veinte nuevos soles (seis dólares aproximadamente), cantidad que la directora ha reconocido como cierta, sería indicio de “la explotación” que Llosa habría perpetrado contra “los pobres cholitos”, abusando de su situación económica paupérrima y necesitada. La suma puede parecer baja desde los estándares internacionales, pero debemos tener en cuenta que en otras realizaciones peruanas a los extras de una localidad no se les retribuyó ni con un sol, participando ad honórem en la filmación y ni siquiera tuvieron el privilegio de visionar la película en que participaron antes de su exhibición comercial como en la presente cinta, por lo general fueron olvidados por quienes solicitaron su participación una vez terminado el rodaje; además, desde el punto de vista legal el acuerdo económico entre las partes se pacta libremente (contrato por servicios). No existe un sueldo mínimo al no existir subordinación laboral.
Y mucho menos resiste el descalificativo ad hóminem contra la realizadora por el hecho de ser “blanca y occidental” tendría el acceso negado para abordar el mundo andino, que debería ser tocado exclusivamente por personas nacidas en los andes. Argumento también “racista” y suerte de nacionalismo reaccionario, chato y simplón por quienes lo proponen (“los blancos no podrían hablar de los indios”). Más bien Claudia Llosa se supera con respecto a su ópera prima, ratificando y consolidando un camino personal.

No voy a contar el argumento de la película a la usanza de algunos autodenominados “críticos cinematográficos” de la prensa escrita (lo mejor que se ha comentado de la cinta, para bien o para mal, está en los blogs, los comentarios de la prensa escrita local han sido bastante pobres). Voy a partir del supuesto que el lector ya vio la película y tiene una opinión formada, y la trataré de contrastar con la mía.

Como en Madeinusa (en cierta forma ambos filmes de Llosa forman un díptico con rasgos en común), la cinta tiene una riqueza simbólica que en una primera aproximación es difícil abarcar en totalidad. Ya no hablemos de la creencia de “la teta asustada” que da título al filme por ser ampliamente explicado, sino de los detalles que se van apreciando y hasta el nombre del personaje. Claudia Llosa es una persona que trabaja su guión en profundidad, abarcando en su universo narrativo mitos populares y universales. No es casual el nombre del personaje central, Fausta. Lo que Llosa cuenta es el mito de Fausto al revés. No se trata que el personaje “pierda” el alma, sino que la recupere, y su odisea o aventura que recorre es para “recobrarla”, graficado expresamente en la última escena, cuando germina en flor la papa que Fausta portaba en su vagina, sello final de su viaje interior de madurez y superación de los miedos del pasado. Por cierto, en el Perú la voz “papa” denomina no solo al tubérculo, sino también a la vagina de la mujer (“quiero probar tú papa” alude a tener sexo con una mujer determinada, aunque también a practicarle el sexo oral), por lo que tiene una riqueza significativa doble: el germinar de la papa es el germinar de su femineidad, de ser mujer, una vez que ha superado sus miedos atávicos y “recobrado” su alma.
Relacionado con lo anterior, otro elemento significante es la sangre que le chorrea en finos hilos de la nariz a Fausta en el momento menos esperado. Es la sangre de la menstruación que reclama por salir al estar “tapada” la vagina con el tubérculo, es el grito de su cuerpo interno diciéndole que debe asumir su condición de mujer.
Igual riqueza simbólica tienen las perlas del collar, relacionadas con los granos de quinua de la canción de la sirena, solo que esta vez se trata de burlar a la sirena encarnada en Aída (que sería como burlar a Mefistófeles) a fin de birlarle las cuentas del collar al incumplir con la palabra empeñada (“el pacto con el demonio”) y apropiarse de las canciones de la protagonista sin pago alguno (la escena del “robo” de las perlas por parte de Fausta es poco convincente, le faltó mayor desarrollo dramático).

Las dualidades también se encuentran presentes. La madre muerta y embalsamada está en la casa donde se produce una fiesta (que es la vida) por el matrimonio de la hija del tío de Fausta, aparte que él se dedica a organizar fiestas matrimoniales, que es el gozo por excelencia contra la tristeza y melancolía de la muchacha. La tristeza de Fausta se contrapone a la alegría de la prima por su próximo matrimonio. La esterilidad creativa de Aída versus la creatividad de las canciones de Fausta (o si se quiere la musicalidad académica agotada de la primera contra la espontaneidad creativa musical de la protagonista, ratificando el dicho vallejiano “todo acto o voz genial viene del pueblo y va hacia él”). Las creencias andinas versus la “cientificidad” del médico de la posta que no cree en el mito de “la teta asustada” cuando le es explicado por el tío de Fausta. El quechua como lengua que comunica lo más profundo del alma (dolores y tristezas incluidas) contra el castellano que sirve para comunicarse con los citadinos.
(Dicho sea de paso, la película no tendría el interés despertado ni suscitaría esas emociones intensas sin la extraordinaria actuación de la joven actriz Magaly Solier que se compenetra con su personaje).

Es cierto que la autora tiene una visión del universo andino desde su posición occidental y urbana. Pero, en ningún momento es peyorativa o denigrante con ese universo, ni mucho menos es racista, sino que cuestiona la idealización romántica (“la utopía arcaica”) que de ese mundo ha hecho la literatura de Occidente (desde Garcilaso y su visión idílica del pasado pre colonial, pasando por el mito del “socialismo de los incas” que tanto fascinó a José Carlos Mariátegui, hasta los neo indigenistas contemporáneos que hablan de “la raza andina”), destruyendo esa visión desde sus propias bases como hizo en Madeinusa, donde resalta la maldad, atraso y perversión de los lugareños los días de semana santa cuando “Dios ha muerto” (aclaramos –debido a lo leído en algunos comentarios- que la bacanal de semana santa narrada en Madeinusa no es una práctica común andina, sino obedece al imaginario de la directora). Desde ese punto de vista de la realizadora no existe más “salvación” que “occidentalizar” al hombre del ande, incorporarlo a la “modernidad”. Esa misma visión la ratifica en La teta asustada y si bien es una visión polémica, es totalmente respetable (faltaría en contraposición una “visión andina” de algún realizador que se autoproclame indigenista –o siquiera nacionalista-). Fausta “recupera” su alma al incorporarse a la vida urbana (se convierte en “ciudadana” en el sentido más profundo del término desde la óptica político liberal) y cumplir el reto de conseguir las perlas para poder enterrar a la madre, con lo que entierra su pasado de infancia quechua (“el duelo” que permite liberarnos del pasado), y poder vivir así una vida liberada (los sicoanalistas tienen un rico filón en analizar la película, existen muchas claves que permiten una lectura en ese sentido).

Existe también un discurso femenino en ambas películas que resalta la personalidad decidida de la protagonista central al enfrentar su destino adverso y salirse de los “carriles” que la sujetan a una cultura tradicional: Madeinusa logrando fugar del pueblo donde el padre la quiere poseer como mujer e irse a la capital (de nuevo la ciudad y lo que ella implica); Fausta consiguiendo enterrar a la madre –y por ende el pasado- e iniciando así una vida nueva, una vez “recuperada” su alma. Ese discurso femenino (nos atrevemos a decir incluso un discurso areligioso) está relacionado también con la modernidad e individualización, tal como lo propone Occidente: No existen los destinos escritos previamente, cada uno se lo hace.
Eduardo Jiménez J.
ejjlaw@yahoo.es


LA TETA ASUSTADA
Dir. y guión: Claudia Llosa
c/ Magaly Solier (Fausta), Susi Sánchez (Aída), Efraín Solís (Noé), Marino Ballón (Tío Lúcido), Antolín Prieto (Hijo de Aída)
Perú, España/2009/Drama***/Estrenos