Eduardo Jiménez J.
jimenezjeduardod@gmail.com
@ejj2107
La historia de este desaguisado ya se ha hecho pública: El 14 de Febrero de 2025 un grupo de inversores lanza una nueva criptomoneda llamada Libra, supuestamente para financiar a empresas argentinas. El presidente Milei lanza un tuit eufórico promocionando implícitamente la nueva moneda, lo que propicia que inversores apuesten por esta. Cuando se encuentra en el pico (oferta y demanda) los tenedores y promotores de Libra venden a buen precio la criptomoneda que tenían en su poder y desaparecen con las ganancias. A las pocas horas Libra no vale casi nada. Se había tratado de un bluff. La estafa se calcula en unos 100 millones de dólares.
Que
existió una estafa de los promotores de la criptomoneda, no cabe duda. El tema
se encuentra en la responsabilidad del presidente Milei al promocionar
implícitamente la moneda, si hubo dolo por parte de él (si actuó
deliberadamente para sacar un provecho personal) y su responsabilidad política.
Personalmente
creo (salvo prueba en contrario) que Milei no actuó con dolo. Me parece que el
tuit lanzado apoyando la criptomoneda se debió al temperamento pasional que lo
mueve y no midió las consecuencias. Su temperamento lo ha llevado muchas veces
a callejones sin salida. Como presidente de la república se debe ser más medido
en lo que se dice o se escribe. Ya no se actúa a título personal, sino que
representa a toda una nación.
Pero
no quita que tenga culpa. La culpa nace por un hecho no premeditado. Es
culpable sí, de haber actuado con intemperancia, ocasionando el perjuicio de
miles de pequeños inversores, muchos connacionales suyos, que frente al tuit de
apoyo eufórico del presidente deciden invertir en esta criptomoneda.
Su
figura de rockstar de la política está seriamente lesionada. Ha perdido
credibilidad ante sus compatriotas y sus pares en el mundo. Difícil que se le
crea y se confíe como hasta ahora se creyó y se confió en él. Cuando quiera
anunciar nuevas medidas económicas o en su lucha contra la corrupción, o cuando
ataque a sus adversarios (que los tiene y muy fuertes), muchos dirán que es tan
ladrón como los anteriores. La credibilidad de una persona se puede desmoronar
en escasos minutos y es muy difícil reconstruirla. Como dice el conocido adagio
la mujer del César no solo debe ser honrada, sino debe parecerlo.
¿Amerita
ello responsabilidad política que podría llegar a la destitución del
presidente? Eso depende del Congreso argentino. Igual que entre nosotros, el
Congreso tiene amplias potestades para evaluar y sancionar una conducta por
responsabilidad política, y sobre todo cuentan los votos que consiga, a favor o
en contra.
Entra en juego la negociación, el toma y daca. Te salvo, pero qué me das a cambio. No creo que lleguen a la destitución del presidente, pero sí le van a hacer pasar un trago amargo y el libertario tendrá que transar en muchas cosas que detesta. Imagino que, de salir bien del percance, tendrá más cuidado en lo que escribe o en lo que hace.
No comments:
Post a Comment