Sunday, June 29, 2025

ERRORES DE CÁLCULO

 Eduardo Jiménez J.

jimenezjeduardod@gmail.com

@ejj2107


La historia está plagada de errores de cálculo al agredir una nación a otra creyendo que tiene un triunfo asegurado. Es lo que le pasó a Hitler cuando decide invadir la Unión Soviética, pensando en un triunfo asegurado. Y es lo que le pasó a Irán creyendo que la victoria contra “el infiel” Israel se encontraba asegurada.

 

En principio, uno se pregunta la razón para desaparecer al estado hebreo más allá que no se comulgue con su ideología y forma de vida, o que represente al “imperio” (Estados Unidos) en el Oriente Medio. Recordemos que los ayatolas, cuando toman el poder en 1979, lo hacen con una reivindicación nacionalista y religiosa, convirtiendo Irán en un estado teocrático con poder militar. Por todos los indicios, su odio al estado hebreo es más ideológico y conseguir, de paso, una presencia geopolítica en la región. De allí el enriquecimiento de uranio para ser parte del club de países con armas nucleares y tener más poder.

 

El Irán de los ayatolas es el último bastión de resistencia contra la presencia de Israel en el medio oriente, cuando ya los países vecinos han establecido acuerdos de paz con el estado hebreo. Usaron una estrategia de cercamiento a través de aliados con un enemigo común. Hamas, Hezbollah, los hutíes en Yemen, Bashar al-Ásad en Siria, a quienes entrenan, aprovisionan de armas y apoyan financieramente.

 

El punto de quiebre fue el 7 de Octubre de 2023 cuando Hamas incursiona en territorio de Israel y viola, asesina y secuestra ciudadanos hebreos.

 

Se dice que Netanyahu sabía con anticipación la invasión que estaba en ciernes. De ser cierto fue la excusa perfecta para iniciar el contraataque, exterminar a los grupos financiados por Irán y luego ir contra el mismo país de los ayatolas, descabezando mandos militares y científicos nucleares, y, con la ayuda de EEUU, bombardear los puntos estratégicos donde se supone están enriqueciendo uranio para una bomba nuclear que desaparecería del mapa no solo a Israel, sino a gran parte de lo que es vida en los alrededores. Algo que pocos dicen es que poner una bomba atómica en manos de fanáticos religiosos es tan peligroso como un mono con metralleta.

 

No es una victoria definitiva contra el Irán de los ayatolas. La paz en el oriente medio y un entendimiento palestino-judío están casi olvidados. No se sabe realmente si el golpe los dejó o no fuera de la competencia nuclear. EEUU, con la alta precisión del bombardeo sobre las centrales nucleares de Irán, demostró que no tiene rival en tecnología militar, ratificando su papel de gendarme planetario. Clara señal para China y Rusia, sobre todo para la primera. Por el lado de Israel, su derecho a vivir en la región (por la razón o por la fuerza) no será tan cuestionado por los vecinos y, tarde o temprano, hasta Irán tendrá que reconocer al estado hebreo. Algunos de sus más acérrimos enemigos olvidan la enorme resiliencia del pueblo judío a través de centurias. Muchos han querido exterminarlos de la faz de la tierra como cucarachas y los exterminados han sido los perpetradores. Hitler es solo un ejemplo de la historia.

 

Netanyahu, quien ahora respira gloria, dudo que decida retirarse del ejercicio político, con mayor razón por las cuentas que tiene con la justicia. Es irónico. Un primer ministro que estaba seriamente cuestionado por sospechas de corrupción en su gobierno, casi a punto de ser vacado, se convierte en héroe nacional, mientras que los ayatolas muerden -por el momento- el polvo de la derrota. Son los azares de la historia, con una moraleja: no hay enemigo chico.


Sunday, June 22, 2025

LA HERMANASTRA FEA: EL OTRO LADO DE CENICIENTA

 Eduardo Jiménez J.

jimenezjeduardod@gmail.com

@ejj2107


Cenicienta, el célebre cuento inspirado en leyendas populares, que primero recoge Charles Perrault en el siglo XVII, luego los hermanos Grimm en el XIX, y en el XX lo edulcora Disney en su versión de dibujos animados, es recurrente en los mitos populares por su carga simbólica que lo hace entendible en distintos tiempos y espacios (las cenizas como renacer -el ave fénix-, la zapatilla de cristal como pureza, la envidia como característica humana, etc.). En ese sentido es un cuento inmortal.

 

Lo interesante de la versión cinematográfica de Emilie Blichfeldt (Noruega, 1991) es el giro de tuerca de la historia y contarla desde el lado de la hermanastra, Elvira, quien no es propiamente una villana envidiosa, sino una joven soñadora que compite con otras chicas de su edad para conseguir el amor del príncipe, por lo que decide someterse a todos los sacrificios inimaginables para “estar en forma” el día del baile en Palacio. Es el costo de ser bella, el precio que las mujeres deben pagar en esta sociedad, sobre todo, en la visión convencional del tema, para conseguir un marido “de una adecuada posición social”.

 

Es lo que hace también Cenicienta que, con su belleza natural y sin un centavo de dote, cautiva al príncipe, aunque secretamente se encuentra enamorada de un plebeyo, al cual -literalmente- le da el culo como “prueba de amor”, ya que debe mantenerse virgen para el futuro marido, entendida la virginidad en la mujer como sinónimo de pureza, virtud con la cual debe ingresar al matrimonio conforme lo dice el Antiguo Testamento (De estas [mujeres] no tomará: viuda, divorciada o una profanada como ramera, sino que tomará por mujer a una virgen de su propio pueblo. Levítico, cap. 21).

 

La hermanastra fea también es una metáfora de cómo los deseos humanos son una ilusión y se pueden desvanecer, a pesar de todo el esfuerzo que ponemos (todo es ilusión como dice el Eclesiastés). Es lo que le sucede a Elvira, que termina mutilada de cuerpo y alma. Es la gran pagante del drama.

 

El papel de la madre de Elvira y madrastra de Cenicienta destaca por su despiadado pragmatismo, donde no importa sacrificar a su hija o acostarse con quien sea, para alcanzar una mejor posición social.

 

En ese sentido, los personajes son arquetipos de la naturaleza humana. Cenicienta representa la bondad, pero también el convencionalismo social; Elvira los deseos fatuos; la madrastra, el pragmatismo en una sociedad gobernada por hombres; la hermana menor de Elvira, la sencillez de toda muchacha (prefiere ocultar a la madre que ya tuvo su primera menstruación a fin que no la someta a las duras exigencias físicas que padeció la hermana mayor para que consiga marido).

 

Al final empatizamos con la pobre Elvira, víctima de la moda e ideología de su época; aunque ese “horror corporal”, que nos hizo recordar las primeras películas de David Cronenberg, lo utiliza exageradamente la directora para remarcar su tesis (algo similar pasó en el filme La sustancia de Coralie Fargeat), para enfatizar el costo de ser bellas las mujeres y la ruina en que por ello se pueden convertir.

 

Vale la pena ver La hermanastra fea, propuesta inusual en medio de tan escasa creatividad que se vive en el cine comercial.

Sunday, June 15, 2025

SEBASTIÁN SALAZAR BONDY, CRONISTA DESDE EUROPA (1956-57)

 Eduardo Jiménez J.

jimenezjeduardod@gmail.com

@ejj2107


Aparte de su obra creativa, generalmente los escritores también ejercen el periodismo. Es su pane lucrando, con lo que se ganan la vida y pagan las cuentas a fin de mes, mientras escriben la novela o la obra de teatro que los llevará a la fama. Muchos, como articulistas en diarios y revistas, son muy buenos, y, algunos, más interesantes que en las novelas y cuentos que escribieron pensando en la posteridad.

 

Ya no hablemos de la parte práctica del oficio. Más de un escritor ha confesado que el periodismo fue una estación indispensable en su formación, que lo ayudó a ser más preciso en el uso de verbos, sustantivos y adjetivos. Una suerte de escuela de la vida.

 

Un caso emblemático de escritor y hombre de prensa es el de Mario Vargas Llosa, que por más de 70 años se dedicó a la labor periodística, con artículos que son verdaderos ensayos. Algo similar ha pasado con otros escritores nacionales, cuya obra en la prensa escrita no tuvo tanta suerte como la del Nobel peruano y ha quedado en el olvido, enterrada en diarios que hoy se encuentran fuera de circulación. Esos artículos periodísticos están a la espera de que un investigador vaya a su encuentro en algún archivo olvidado.

 

Si el investigador no lo hace con su propio peculio, para que se haga el milagro se debe esperar a que una universidad o un centro de investigación financie la labor y que el estudioso o futuro doctorando tenga la paciencia de hurgar en colecciones de diarios y revistas de épocas pasadas. Literalmente, sumergirse en bibliotecas llenas de polvo y ácaros a la búsqueda del artículo escrito décadas atrás.

 

En el caso de las Crónicas desde Europa (1956-57) de Sebastián Salazar Bondy (SSB), libro financiado por el Fondo Editorial de la Universidad de Lima, quizás la tarea del compilador, Alejandro Susti (en su haber con otras obras antologadas del autor), no ha sido tan complicada, al encontrarse casado con una hija del recordado escritor, facilitándosele así los permisos de los herederos para la publicación. Muchas veces es un tema bastante engorroso la cesión de los derechos de autor por parte de los herederos para una edición post mortem, por lo que proyectos de publicación se quedan a medio camino. Por desgracia no todos los escritores muertos tienen hijos o hijas casados con el futuro antologador.

 

Se extraña que la edición no tenga un estudio preliminar sobre la estancia de SSB en Europa y la influencia en su pensamiento y obra. Debemos suponer que, como en otros escritores y ensayistas, el viaje a Europa fue fundamental. Lamentablemente, la antología solo contiene notas preliminares que anteceden a las crónicas, por lo que al parecer la labor del editor se ha limitado más a una recopilación de artículos que a un prolijo estudio propiamente.

 

A SSB se le conoce más por su ensayo Lima la horrible, tantas veces citado y pocas veces leído en la actualidad; pero, Salazar Bondy en su corta existencia (apenas poco más de 40 años) fue teatrista (su labor más apasionada), poeta, narrador, promotor cultural, ensayista, y, por supuesto, cronista. Quienes lo conocieron lo describen como una persona bastante generosa, sin esos odios, envidias, ni egoísmos que caracterizan a buena parte del gremio.

 

Como Armando Robles Godoy, su labor periodística se desarrolló principalmente en el desaparecido diario La prensa, verdadero foco cultural en aquellos años, contando en sus filas con escritores realmente de valía. Estas crónicas desde Europa se publican precisamente en dicho periódico a raíz de una beca que ganó para estar cerca de un año en el Conservatorio Nacional de Arte Dramático dirigido por Jean Vilar, ícono del teatro francés en ese entonces.

 

La temática, aparte de la vida cotidiana en París y otras ciudades de Europa, describe el tenso momento político que se vivía en Francia por la independencia de Argelia. Los que estaban a favor de una Francia colonial no escatimaban medios, incluyendo las ejecuciones extrajudiciales y la tortura de los argelinos rebeldes. Y los que abogaban por la independencia, planteaban una suerte de mancomunidad al estilo de los ingleses y sus ex colonias. Ese momento que se vive en Francia es crítico para librarse de las ataduras del pasado colonial, cortando el nudo gordiano Charles de Gaulle al declarar la independencia de Argelia en 1962.

 

El Teatro Nacional Popular dirigido por Jean Vilar también ocupa varias crónicas. Teatro emblemático en Europa, no solo ponían en escena a autores franceses, si no también extranjeros, clásicos y modernos. En uno de sus artículos SSB comenta que en aquellos años todavía existía una protección a favor de los autores nacionales para su puesta en escena, cosa que se fue atenuando en años sucesivos. Con precio de entradas bastante asequible para toda clase de público, el TNP no solo se quedaba en París, iba también a las ciudades de provincia (cuando salía de gira, incluía albergue a los espectadores que no podían costearse una habitación en un hotel) y, cosa insólita en estos tiempos, viajaba extramares para llevar sus representaciones a Sudamérica. Por crónicas del propio SSB tenemos entendido que incluso llegó a nuestro país, todavía considerada Lima como una de las capitales culturales de la región.

 

El otro tema es la España franquista. En los años 50 se siente el atraso económico y cultural del país bajo la dictadura de Franco (por la situación de atraso y oprobio que se vive, SSB y otros intelectuales creen que se acerca el fin de la dictadura). España dejó de ser el centro de escritores y artistas de antaño, para ser un país casi del tercer mundo. Muchos emigraban a América o a otros países de Europa en busca de mejores oportunidades de trabajo. Intelectuales de reconocido mérito, para salvar sus vidas, luego de la guerra civil, tuvieron que huir del país. Ideológicamente quien está al mando es el Opus Dei, con mucha influencia en el gobierno franquista. Ser liberal en esa España era poco menos que ser terrorista (el Opus Dei podía sugerir el cambio de un rector de universidad que consideraba muy “liberal” y manejaba a su entero arbitrio la educación en los colegios públicos y privados). Hay un bando, el de los monárquicos, que desean el regreso de los borbones al poder. Ese bando es minoritario, pero 20 años después, a la muerte de Franco, será el que gane la opción para la transición democrática, no como ellos pensaban, con una monarquía tradicional, sino como una monarquía constitucional encabezada por un rey borbón.

 

Si bien la gente del pueblo y hasta la endeble clase media española, viven con las justas, bastante apretados, hay una clase social que no se escapa a la visión de SSB: la burguesía, que al abrigo de la cercanía al franquismo va creciendo en poder no solo económico, sino de influencia política. Bancos que prosperan bajo la dictadura de Franco, industrias que en una apertura del régimen van comerciando con otros países, el turismo que se abre a Europa, así como enormes facilidades para rodar películas extranjeras en España, que daría paso a una naciente industria del cine. Esa apertura económica trae una ola de prosperidad insospechada en los años 40 y 50.

 

Cuenta SSB que la censura española se vuelve un poco más flexible, pero dependiendo quien escriba. Si es un autor famoso, casi no tocarán nada del libro a publicar, si es un ilustre desconocido, los tijeretazos de la censura vendrán por aquí y por allá (Mario Vargas Llosa sufrió los estragos de la cesura para la publicación de su primera novela, La ciudad y los perros). Igual sucedía en el cine. Gracias al doblaje de las películas extranjeras, muchos diálogos eran cambiados de sentido, ni que decir de escenas íntimas o besos muy apasionados, que pasaban por el corte de rigor.

 

Precisamente sobre la censura es una de sus últimas crónicas. En aquellos años los viajes eran todavía por barco. SSB cuenta que antes de desembarcar en el puerto del Callao, en la nave que lo trajo de regreso había una larga lista de lo que pasaba libremente, lo que pagaba impuestos y lo que no pasaba. Dentro de lo que no pasaba estaban “drogas, narcóticos, libros impresos y literatura contraria a la moral y al orden social de la República” (sic). Obedecía a la época. En 1957 recién salíamos de la dictadura de Manuel Odría (1948-56) y los considerados libros subversivos o contrarios a la moral eran los más, sobre todo si eran de autores extranjeros y venían en idioma distinto al castellano. Desconocemos si SSB sufrió el decomiso de alguno de los libros que trajo de Europa o si, considerando que ya era un autor de prestigio en nuestro país, no le hicieron problemas en aduanas.

 

Vale la pena leer a Sebastián Salazar Bondy, no solo porque escribe bien, algo difícil de encontrar en escritores contemporáneos, sino porque nos describe un mundo que nosotros ya no conocemos, que pertenece a un pasado que nos parece remoto.

* Sebastián Salazar Bondy: Crónicas desde Europa (1956-1957). Editor: Alejandro Susti. Edición consultada: Fondo Editorial de la Universidad de Lima, 2024, 166 pp.

Sunday, June 08, 2025

ELECCIÓN DE JUECES POR VOTO POPULAR EN MÉXICO

Eduardo Jiménez J.

jimenezjeduardod@gmail.com

@ejj2107 


        Este 1 de Junio se llevó a cabo en México la elección por sufragio popular de jueces a todo nivel, incluyendo los de la Corte Suprema. El INE (el Instituto Nacional Electoral) estimó una participación ciudadana alrededor del 13%, una de las más bajas en los últimos procesos electorales. La medida, impulsada por el gobierno de López Obrador y ratificada por la presidenta Claudia Sheinbaum, ha generado controversias en la oposición por la posible manipulación política que la elección de jueces puede traer, considerando los claros indicios que apuntan a convertir Morena (partido de López Obrador y Sheinbaum) en el PRI del siglo XXI.

 

En el mundo es rara la elección popular de los jueces. Estados Unidos tiene el sistema para los jueces estatales, más no los federales, los que son nombrados por el presidente de la república, incluyendo los de la Corte Suprema. Suiza tiene un sistema parecido, con la diferencia que el Parlamento nombra a los jueces federales y los cantonales por elección popular. En ambos países, los partidos políticos pueden proponer candidatos y el candidato a juez lucir el emblema del partido por el cual postula.

En la región es Bolivia quien desde el 2011 elije a sus jueces por elección popular.

 

En teoría el sistema de elección popular debería ser el idóneo en una democracia. Recordemos que los atenienses, inventores de la democracia, elegían a sus jueces por sorteo, entre los ciudadanos que voluntariamente se presentaban al cargo. El azar decidía quién era designado como juzgador. El juez designado no tenía posibilidad de reelegirse a fin de evitar la parcialidad y la acumulación de poder. La preocupación se encontraba, desde los antiguos griegos, en la manipulación política y parcialidad que el sistema de elección puede tener. Es lo que se ha criticado en Bolivia, por ejemplo, donde los jueces designados son muy proclives a escuchar al poder político antes de decidir una causa controvertida, a lo que se debe sumar los adecuados filtros para que ciudadanos indeseables o con prontuario no accedan a la administración de justicia; o la necesaria educación cívica del elector para que elija de manera prudente y racional, algo de lo cual en la región estamos muy lejos. Ya no hablemos del narcotráfico y el crimen organizado, que pueden solventar muy bien distintas candidaturas al cargo de juez.

 

Estados Unidos es quien tiene la más larga tradición y, pese a los cuestionamientos, ha funcionado más o menos por la solidez de las instituciones, aunque no exento de fallos controvertidos; pero, en líneas generales un juez de la Corte Suprema, por más que el presidente de la nación lo haya designado, votará una causa de acuerdo a su conciencia. Lo mismo no podemos decir de los países de América Latina, donde el favor político o económico pesará al momento de las resoluciones que el juez deba emitir. Es sotto voce que muchas decisiones judiciales se compran al peso.

 

En el medio, entre la elección popular y la elección por el poder político, se encuentra la de un organismo especializado independiente que nombre a los magistrados por concurso público y orden meritocrático. Es el sistema que tenemos nosotros, aunque no exento también de críticas, cuando el órgano decisor encargado de la selección y los nombramientos es copado sea por intereses políticos, económicos o de instituciones extra estatales.

 

Es un experimento bastante radical y riesgoso el mexicano (la elección es de magistrados a todo nivel, incluyendo los de la Corte Suprema y el Tribunal Electoral). Abriga fundadas dudas. Temores hoy e incógnitas mañana, sobre todo por el copamiento de poder del partido gobernante. Habrá que ver cómo se desarrolla y la evidencia empírica que el experimento puede traer. Un balance crítico y desapasionado de aquí a algunos años no estaría demás.

 

No obstante ello, la historia enseña que no hay poder eterno, sea de una persona, un grupo o un partido político. Por lo general, cuando concentran demasiado poder, caen por su propio peso. La historia es una buena maestra y consejera con innumerables ejemplos de trágicos finales de aquellos que creían o se sentían poderosos. El propio PRI (partido donde militó López Obrador) es un buen ejemplo. El todopoderoso partido mexicano que fue en el siglo XX y lo que es ahora.

Sunday, June 01, 2025

MOSCÚ NO CREE EN LÁGRIMAS

 Eduardo Jiménez J.

jimenezjeduardod@gmail.com

@ejj2107


Tres chicas de provincia van a Moscú en busca de mejores oportunidades. Ni más ni menos lo que sucede en otras ciudades, solo que estamos, en ese momento, en la capital del primer país socialista del mundo.

 

La película seguirá sus vidas por 20 años, de 1958 a 1978, sobre todo de Katerina, joven bastante ingenua en las cosas de la vida, que sale embarazada y asume sola su responsabilidad, estudiando y escalando posiciones en su trabajo hasta ser directora de una empresa del estado soviético. De allí viene el título, Moscú no cree en lágrimas. Moscú, como toda gran ciudad, es indiferente a los dramas personales por lo que solo resta hacer de tripas corazón como decimos por acá y seguir adelante.

 

Por la época de realización (fines de los años 70), la política cultural de la desaparecida Unión Soviética había flexibilizado bastante los criterios del realismo socialista imperantes en su cinematografía. Ahora se abordaban dramas comunes y corrientes, similares a los producidos al otro lado de la cortina de hierro, como el de estas tres chicas que llegan a Moscú con ilusión y en busca de mejores oportunidades de trabajo, estudio o de pareja.

 

Es más, en la película no se hace ninguna loa al socialismo; más bien hay cierta crítica velada como a la escasez de bienes finales para el consumidor en la escena del supermercado (hecho que era muy conocido en Occidente). Tampoco se ensalza “al nuevo hombre socialista”. Todos los personajes son seres comunes, igual a los que existen en cualquier ciudad, con problemas graves como el alcoholismo, algo que la URSS padeció como problema social (y la actual Rusia también), lo que se refleja en el jugador de hockey, esposo de una de las chicas, que arruinó su carrera, estatus y vida por ser bebedor consuetudinario.

 

O el machismo, otro “mal” del hombre socialista que lo vemos cuando el padre de la hija de Katerina rechaza la paternidad y apoyarla económicamente, sirviendo de “puntal ideológico” la propia madre del progenitor, quien apoya comportamientos inexcusables de su vástago. O también del segundo compromiso de la protagonista, quien no acepta que la mujer gane más y tenga mejor estatus que el hombre.

 

La película describe muy bien los segmentos sociales en que se dividía la sociedad soviética de ese entonces. Son candidatos codiciados para futura pareja si es director de una empresa estatal, un doctorando, un oficial del ejército o una estrella del cine o del deporte. Las condiciones de vida para estos son distintas al común de las personas: mejores departamentos y remuneraciones, comida especial o entradas preferenciales para algún evento. Un trato diferenciado que, por extensión, la futura esposa también lo disfrutará. El sistema de privilegios que había creado la burocracia soviética.

 

Lo más interesante es la primera parte. Las tres amigas que viven en una pensión y van en busca de mejores oportunidades a la capital. El embarazo no deseado de Katerina, su esfuerzo por salir adelante estudiando, trabajando y criando una niña al mismo tiempo. Es la historia de quien hace todo con su propio esfuerzo.

 

La película flaquea en la segunda parte. Cuando Katerina, ya con un estatus social y económico más holgado, se encuentra de nuevo con el padre de su hija y la segunda oportunidad que le depara la vida al conocer otro hombre (con los problemas que conllevará una nueva relación). Un poco del melodrama consabido y la recompensa a quien se ha esforzado. No extraña que el filme haya ganado el Óscar a mejor película extranjera en 1981.

 

Sin ser una gran película, vale la pena ver de nuevo Moscú no cree en lágrimas. Es mucho mejor que tantos filmes actuales.

Sunday, May 25, 2025

EL PEPE

 Eduardo Jiménez J.

jimenezjeduardod@gmail.com

@ejj2107


Estaba viendo algunos videos de la última etapa en la vida de El Pepe, José Mujica. Daba la impresión del abuelito sabio y generoso, la conversación tenía pausas, como reflexionando sobre lo que iba a declarar. Reflejaba a un tipo querible y al cual se podía acudir para un consejo.

 

No creo que haya sido pose, más bien fue un cambio que se hizo en el camino, luego de la carcelería que purgó como tupamaro, los guerrilleros urbanos del Movimiento de Liberación Nacional que tomaron las armas en Uruguay entre los años 60 y 70. José Mujica, el Pepe, pagó con 13 años de extrema carcelería hasta la amnistía de 1985, cuando el país regresa a la democracia.

 

Algo que se olvida ahora es que la región estuvo convulsionada entre los años 60, 70 y 80 del siglo pasado. Jóvenes inspirados por la revolución cubana deciden tomar las armas porque ven que el sistema no ayuda a grandes cambios para las mayorías que menos tienen. Están comprometidos no solo marxistas de distinto tipo, sino cristianos de izquierda, con la teología de la liberación bajo el brazo, y gente de buena fe que creía en un mundo mejor. No solo Uruguay, también Argentina, Brasil, Chile, Colombia y, por supuesto, nosotros, con Sendero Luminoso, aunque estos de inspiración maoísta y considerado como el más sanguinario y sectario de los movimientos insurgentes que azolaron la región el siglo pasado. Como las batallas perdidas del coronel Aureliano Buendía, todos estos movimientos terminaron en derrota militar (caso de SL) o en acuerdos políticos para deponer las armas (caso de las FARC en Colombia). En el medio amnistías para aquellos que purgaban carcelería y opción de reinsertarse en la sociedad y hacer vida política. Fue el caso de El Pepe, que llegó hasta la presidencia de la república en su país.

 

Creo que le pasó lo mismo que a Nelson Mandela cuando purgó 27 años de cárcel en Sudáfrica. El Mandela que ingresa a prisión es un radical, cree en la violencia para terminar con el apartheid, el Mandela que sale de prisión está convencido de la integración de una nación, blancos y negros, todos son sudafricanos. Algo de eso le pasó a Mujica. El que ingresa a la cárcel es todavía un radical, el que sale ha cambiado su modo de pensar. La meditación en largos años de prisión permite reflexionar sobre las acciones pasadas, los errores y lo que se puede o no se puede hacer.

 

Por eso El Pepe que vemos en los últimos años es el trasformado. Con andar cansino, hablar pausado, pero lúcido, que está convencido que la etapa de las armas se encuentra enterrada en el pasado y que no queda más que abrazar la democracia, con todas las limitaciones que ella representa. Con su viejo volkswagen y su chacrita. Sin mucho dinero tampoco, porque eso te quita libertad, como él decía. Se convirtió, al final de su vida, en ese viejo sabio al cual conocidos o desconocidos van en busca de un consejo o una palabra de aliento.

Sunday, May 18, 2025

¿OTRO ESTADO DE EMERGENCIA?

 Eduardo Jiménez J.

jimenezjeduardod@gmail.com

@ejj2107


Todos los especialistas dudan que los estados de emergencia, toques de queda o propuestas de leyes más draconianas, incluyendo la pena de muerte, sean la solución integral a la espiral de violencia y delitos que viven las principales ciudades del país.

 

Más se trata de reacciones del gobierno y del Congreso frente a la ola delictiva y de crimen organizado que hace buen tiempo vivimos. Un tanto para decir que “se hace algo”. En todos los estados de emergencia pasados el crimen ha continuado. No ha tenido ningún efecto disuasivo.

 

El auge del delito va a servir para postular “mano dura” entre varios candidatos en las próximas elecciones generales, principalmente de derecha. Aparecerán los bukeles con propuestas de megacárceles y pena de muerte a diestra y siniestra; incluyendo deportaciones masivas, a lo Trump, de venezolanos, nuestro chivo expiatorio. Y quien sea más creíble en el relato ganará la presidencia de la república de una población hastiada por la inacción del gobierno.

 

Es cierto que a un gobierno poco preparado y frívolo lo cogió de sorpresa la espiral de violencia. Imbuido en sobrevivir al día siguiente, difícilmente se puede ocupar de un tema que demandaría quizás varias administraciones, con reformas complejas y participación activa de la sociedad. Pero, un gobierno que solo busca sobrevivir apenas podrá declarar otro estado de emergencia con toque de queda de ser necesario. No puede hacer más. No pidamos peras al olmo.

 

La ola delictiva ya desbordó todos los parámetros normales. En reciente artículo (El impacto de las actividades ilícitas en la economía peruana, Diario Expreso, 11.5.25), Jorge Baca Campodónico estima que el crimen organizado bordea el 12.6% del PBI y la minería ilegal el 7.15% del PBI. Siendo negocios tan rentables difícilmente van a poder arrancarse de raíz con medidas inocuas como el estado de emergencia o el toque de queda. A lo que se suma la venalidad de nuestras autoridades, con un sistema de justicia totalmente deficiente y proclive a la corrupción. Visto así, la guerra contra el crimen organizado se encuentra perdida de antemano.

 

Y, de producirse el vacío de poder en una organización criminal, en el supuesto de la captura de los cabecillas integrantes, otros ocuparán su lugar. Digamos que el crimen ya se institucionalizó en nuestro país o está en un camino muy cercano. Quizás tengamos que convivir con él bajo ciertos límites. El rubro de narcotráfico, extorsiones, trata de personas, minería ilegal, sicariato es tan rentable -la minería ilegal ya superó ampliamente en ingresos al narcotráfico- como para minimizar cualquier riesgo que se pueda presentar. Riesgo bastante menor frente a los 36,500 millones de dólares que mueven las actividades ilícitas. Los beneficios son bastante tentadores y las consecuencias de un castigo bastante lejanas. Los incentivos para delinquir son mayores que las posibles sanciones. Por cierto, la “compra” de congresistas de distintas bancadas, se va a notar más en la siguiente legislatura. No sería extraño que más de un candidato llegue al legislativo financiado por el crimen organizado o, quien sabe, hasta el futuro presidente de la república.

 

Por eso, una bukelización no soluciona el problema, será otro maquillaje efectista, mientras tanto los cadáveres seguirán muriendo.

Sunday, May 11, 2025

¿VALE LA PENA ESTUDIAR UNA PROFESIÓN UNIVERSITARIA?

 

Eduardo Jiménez J.

jimenezjeduardod@gmail.com

@ejj2107


Únete al baile

De los que sobran

Nadie nos va a echar de más

Nadie nos quiso ayudar de verdad

Los prisioneros: El baile de los que sobran

 

 

Con solo el 30% de jóvenes que logran trabajar en lo que han estudiado, la respuesta se desprende por si sola.

 

Incluso la pregunta se puede reformular atendiendo al costo de oportunidad. Si en los 5 años de estudios la familia hubiera ahorrado lo que gastó en matrícula o el joven mismo si se autofinancia (el 77% de estudiantes se encuentran en universidades de paga), con ese dinero habría iniciado un emprendimiento y de repente con mayores posibilidades de retorno de ganancia que estudiando una profesión. La otra alternativa -medio despreciada entre nosotros- es una carrera técnica de 3 años que le permita insertarse en el mundo laboral casi de inmediato.

 

Lo cierto es que todavía se percibe una profesión universitaria como forma de ascenso social, de allí que muchos padres con gran esfuerzo matriculan a sus hijos en una universidad, hijos que en muchos casos serán la primera generación en la familia que pise un centro de estudios superior.

 

Nosotros arrastramos desde la Colonia el peso de los títulos. Por aquella época, eras alguien si al nombre se acompañaba un título nobiliario. Ahora, ya no son títulos nobiliarios sino títulos profesionales. A más títulos, mucho mejor. Por eso vemos ofertas educativas atiborradas de maestrías y doctorados de dudosa efectividad, más allá de engrosar la billetera a las universidades privadas, las grandes ganadoras en este boom de oferta educativa.

 

Uno de los problemas se encuentra, como sostienen Yamada y Castro en un artículo recientemente comentado, en la universidad donde estudie y la carrera que elija el joven. No todas las universidades gozan de igual nivel académico y algunas tienen de “Universidad” solo el logo en la puerta de entrada. A ello se suma que con la Inteligencia Artificial muchas profesiones de ahora van a desaparecer o van a requerir muy pocos operadores. Profesiones saturadas como educación, derecho, contabilidad, administración o economía tendrán poca oferta laboral en algunos años.

 

Otro aspecto es la universidad de procedencia. Es sotto voce que más de un empleador rige su criterio de selección de acuerdo al lugar donde estudió el candidato, existiendo una discriminación por la procedencia educativa del postulante, aparte de criterios raciales, que todavía existen.

 

La condición indiscriminada de ingreso en algunas universidades privadas, el considerar al estudiante como un “cliente”, la escasa rigurosidad para aprobar la malla curricular y los cursos obligatorios, la poca exigencia académica y facilidad para obtener el título profesional (hacer la tesis se ha convertido en un formalismo) ha permitido que pasen por la universidad muchos jóvenes que no se encuentran adecuadamente calificados para seguir una carrera universitaria, devaluando los títulos profesionales, otrora símbolo de prestigio personal. Por cierto, el problema del ingreso masivo afecta tanto a universidades de la región, como de países europeos de ascendencia latina (Portugal, España, Francia, Italia).

 

En la PEA tenemos más jóvenes que personas de mediana edad; por lo que la cantidad de demandantes de un puesto de trabajo y que recién se inician en la vida laboral son más que los puestos ofertados (lo cual se puede ver en las largas filas de aspirantes a un empleo), deprimiendo aún más los salarios y posibilitar que el empleador coloque mayores exigencias en las condiciones laborales. De allí el fenómeno de la sobreeducación que comentamos en el anterior artículo: jóvenes que, ante la dura competencia, cuentan con una o dos maestrías, diplomados y algunos hasta un doctorado y, no obstante ello, no consiguen un trabajo adecuado a su nivel de estudios o, de conseguirlo, es por debajo de las expectativas salariales, lo cual se enlaza con el otro aspecto a considerar: el bono demográfico.

 

 El bono demográfico (jóvenes aptos para la vida laboral) de nuestro país, tan idealizado años atrás para impulsar el desarrollo, ha sido totalmente tergiversado y solo permitió sobreexplotar a los jóvenes que recién comienzan a trabajar. Súmenle a ello los millón y medio de migrantes extranjeros en nuestro país, dispuestos a trabajar incluso por una remuneración inferior al mínimo y con más horas que las establecidas por ley, por lo que la demanda laboral se ha saturado y “abaratado” enormemente y, por ende, se han deprimido mucho más las remuneraciones. En este panorama, los organismos reguladores de las condiciones de empleabilidad, tipo Sunafil, son inoperantes o sencillamente no se dan abasto a atender tantas denuncias imposibles de fiscalizar.

 

Tampoco el poner exagerado énfasis en informática, el idioma inglés o las llamadas “habilidades blandas”, le abrirá al estudiante las puertas de la excelencia académica y la oportunidad laboral. Hay cientos de miles que se encuentran estudiando las mismas habilidades. A ello sumemos la informalidad, 60% de los jóvenes se encuentran en situación de informalidad, sin ningún derecho ni protección social contra enfermedades o accidentes de trabajo. Mientras el PBI crezca a un ritmo menor al de jóvenes matriculados en alguna universidad (3% vs 5.7% en la actualidad), la situación es difícil que cambie. La solución no son más leyes, sino inversión privada que genere puestos de trabajo, inversión que ha disminuido dramáticamente por la inestabilidad política sufrida en el país en los últimos años. (Una paradoja es, por ejemplo, que muchos de los que se oponen a la inversión privada minera están quitando oportunidades a sus propios hijos, restando menos empleo que podría crearse para las futuras generaciones, puestos de trabajo que se irán a otros países).

 

Terminamos con otro estribillo de El baile de los que sobran que resume muy bien la situación desesperanzada de miles de jóvenes:

Nos dijeron cuando chicos

Jueguen a estudiar

Los hombres son hermanos

Y juntos deben trabajar

Oías los consejos, los ojos en el profesor

Había tanto sol sobre las cabezas

Y no fue tan verdad, porque esos juegos, al final

Terminaron para otros con laureles y futuros

Y dejaron a mis amigos pateando piedras.

Sunday, May 04, 2025

PALABRAS EN EL MUNDO DE MARIO VARGAS LLOSA

 Eduardo Jiménez J.

jimenezjeduardod@gmail.com

@ejj2107


Cercano al fallecimiento del Nobel peruano aparecieron en Perú dos libros de distinta fortuna: la “biografía política” perpetrada por Pedro Cateriano y de triste recordación, y el conjunto de ensayos de Alonso Cueto sobre algunas novelas del escritor, Mario Vargas Llosa. Palabras en el mundo, mucho más breve, pero superlativamente más interesante.

 

Cueto, como Cateriano, y algunos escritores y artistas del medio, pertenece al círculo de amigos más íntimos del escritor en Perú, formando lo que entre nosotros conocemos como una argolla literaria, lo que hacía temer que estemos ante otra hagiografía soporífera, como la recientemente comentada “biografía política”. Felizmente no fue así.

 

Si bien Cueto se reserva el criticar algunos problemas de construcción en las novelas de MVLL o de diseño de algunos personajes, lo interesante de su libro es la mirada atenta de lector para enlazar ciertas constantes en las novelas y hechos sucedidos al Nobel, como la trashumancia. Sus personajes, como él mismo autor, desde muy niño, se desplazó por diferentes lugares (Arequipa, Cochabamba, Piura, Lima), y de adulto en distintas ciudades de Europa (Paris, Londres, Madrid, Barcelona). Es una vida errática, a diferencia de otros escritores que no salieron nunca del lugar donde nacieron. Sus personajes guardan esa misma cualidad trashumante.

 

Igual sucede con el poder. Otros comentaristas también han asociado el choque temprano del aún niño MVLL con el padre autoritario y la lucha contra el poder de sus personajes. La constante derrota de estos es consustancial con su biografía vital de la lucha contra el padre que lo expulsa del “paraíso” constituido por la familia materna de los Llosa. De allí su concepción de la “rebeldía” del escritor.

 

Pero si en la vida real se rebeló y perdió ante un padre autoritario, el niño MVLL sustituye esa realidad trágica por un mundo de ficción. El escritor se convierte en deicida (figuradamente) y sustituye a Dios, creando un mundo de ficción constituido solo por palabras. Son las utopías en las que se mueven sus personajes, y las posteriores desilusiones que trae el choque contra la realidad.

 

Asimismo, las influencias francesas son analizadas. Flaubert, el gran maestro, pero también Sartre, con el cual tiene la gran deuda de juventud del escritor comprometido con la sociedad y el mundo, principio que no abandonó hasta su muerte. André Malraux y el escritor y personaje público a la vez. Y, por supuesto, Camus, el escritor moralista, para quien el fin no justifica los medios, sino al revés, los medios justificarán el fin. Lamentablemente no se encuentra Faulkner en el análisis, escritor al que le debe mucho el Nobel peruano.

 

Como indicamos líneas arriba, por obvias razones, Cueto se cuida mucho de criticar ciertos detalles de las novelas o personajes del mundo Vargas Llosa, pero ello no resta méritos a la mirada atenta de lector que tiene y la sensibilidad con la que está escrito el libro.


*Alonso Cueto: Mario Vargas Llosa. Palabras en el mundo. Edición consultada: Alfaguara, 2025, 144pp.

Sunday, April 27, 2025

MARIO VARGAS LLOSA, SU OTRA GRAN PASIÓN O DE CÓMO VENDER GATO POR LIEBRE

 Eduardo Jiménez J.

jimenezjeduardod@gmail.com

@ejj2107


Hasta después de muerto MVLL es polémico. En este caso por la “biografía política” que uno de sus acólitos, Pedro Cateriano, ha perpetrado.

 

El autor de la biografía es más conocido por el célebre audio donde indica que tiene “luz verde” de Nadine Heredia, primera dama en ese entonces, para realizar unas compras cuando fue ministro en la gestión de Ollanta Humala. De allí en adelante pasó a ser conocido como “el ministro de la luz verde”. Fue su momento de mayor esplendor político.

 

Del grupo de amigos cercanos a MVLL, lo conoció durante la frustrada campaña presidencial de 1990 y, de allí hasta su muerte, no se despegó del escritor. Quizás por su lealtad y cercanía el Nobel lo recomendó a Humala como su ministro, cuando fue el compromiso de la hoja de ruta del nacionalista. Luz verde aparte, Cateriano, a la manera de Churchill, pergeña las letras, solo que sin tanta fortuna. Veamos.

 

En principio, como ya se lo han hecho notar, el engañoso título “su otra gran pasión” significa equivalencia entre el accionar político y la verdadera pasión de MVLL por el mundo de las letras. Descontando su breve estancia de juventud en el grupo comunista Cahuide, la única acción política concreta que ejerció el Nobel fue la candidatura presidencial, luego de lo cual no se dedicó a la política como ejercicio del poder.

 

Vargas Llosa fue más bien un divulgador de ideas, un ideólogo si se quiere, que en los últimos años era notorio su apoyo a personajes y candidaturas liberales y algunas de la derecha más rancia. Pero político como tal no lo fue. Él mismo lo confesó reiteradamente que su verdadera y única pasión era la literatura y que la política fue coyuntural, por la situación en que se encontraba el Perú a fines de la década del 80. Fue una excepción a la regla.

 

No obstante, si lo que se quería era trazar una biografía política, se debió hurgar concienzudamente en las fuentes, principalmente sus artículos de opinión y declaraciones que reflejan más nítidamente su progresivo cambio ideológico, artículos que, a diferencia de otros escritores, ahora están compilados en volúmenes temáticos.

 

Se nota que Cateriano no los consultó para su biografía. No hay indicios de una investigación exhaustiva en fuentes que den nuevas luces sobre el biografiado. Gran parte de sus fuentes se limitan a las memorias del escritor, El pez en el agua, el libro de ensayos La llamada de la tribu, y algunos “chismes” más o menos conocidos en el medio.

 

Incluso, cuando pergeña sobre el inicio como escritor del biografiado con la novela La ciudad y los perros, se equivoca al presentar su génesis de publicación, que no fue inmediata como sugiere. MVLL la presentó a varias editoriales con resultados negativos, incluso alguna le devolvió el manuscrito con la sugerencia que se dedique a otra cosa. Estaba desalentado -el propio Vargas Llosa lo relató- hasta que, por casualidades del destino, una tarde, el editor Carlos Barral encuentra el manuscrito en una ruma de novelas que le había llegado, la lee, se sorprende y el resto es historia conocida. Hay un documental muy bueno sobre la génesis de La ciudad y los perros. Sería recomendable que el biógrafo lo revise.

 

Dicho sea, cuando fue la publicación de la novela, la censura franquista no era tan drástica como la pinta Cateriano. Se había flexibilizado bastante en comparación a los años anteriores. De otra manera no se explicaría que la novela sufrió apenas la censura de algunas palabras, tal como sucedió, y no la censura total del libro como hubiese sucedido en años anteriores. Un peruano ilustre que estuvo por allá entre los años 1956-57, Sebastián Salazar Bondy, da cuenta, en una de las crónicas que remitió desde Europa, de la relajación de la censura franquista en ese entonces (Crónicas desde Europa, U. Lima, 2024).

 

Por otro lado, las fobias del biógrafo hacia el fujimorismo y el Apra (compartidas por el propio MVLL) son evidentes. Más se trasmite su discurrir hepático a estas dos corrientes políticas que una cuidadosa trasmisión del pensamiento político del Nobel, el cual mayormente se resalta el último periodo, el liberal, como que no hubiese existido un antes, donde pensaba todo lo contrario. Es el MVLL de estampita, de santo laico, como anotamos en su recordatorio de fallecimiento.

 

Parece algo deliberado en aquellos que quieren apropiarse de la imagen y el símbolo que representa el escritor. Obviar sus etapas anteriores -hasta la socialdemócrata- y enfocarse solo en la última, la del MVLL liberal, apetecible para los intereses políticos de ciertos personajes, no solo de Perú.

 

Dicen que el estilo refleja a la persona. El estilo en que está escrito el libro es bastante monótono, plano, cortesano, versallesco, más de anecdotario que de una biografía. Aburre realmente por lo plúmbeo, hay que tener paciencia y constancia para llegar a la última página, y solo para que nos informe de lo que ya todos conocemos. Como expresamos líneas arriba una biografía debe dar luces nuevas sobre el biografiado. Ello no se percibe en ninguna de sus más de 400 páginas.


*Pedro Cateriano: Vargas Llosa, su otra gran pasión. Edición consultada: Planeta, 2025, 459pp.

Sunday, April 20, 2025

MARIO VARGAS LLOSA, IN MEMORIAM

 Eduardo Jiménez J.

jimenezjeduardod@gmail.com

@ejj2107


Luego de su muerte las hagiografías, semblanzas apologéticas, odas laudatorias, se multiplicarán en el Perú y en distintas partes del mundo. Ya en vida se estaba convirtiendo en un “santo laico”, imagen que estoy seguro detestaba. Como decimos entre nosotros “no hay muerto malo”. 

En principio se debe precisar que no era el único “escritor universal” que el Perú ha tenido. El otro escritor universal que tenemos es José María Arguedas, quien, si bien carece de la fama de MVLL, trascendió también fronteras e idiomas, convirtiendo su terruño natal en el centro de su universo narrativo. Tan universal que el propio Vargas Llosa le dedicó un enjundioso ensayo.

 

Lo que sí ha sido nuestro Nobel es el escritor más famoso, mediático y premiado que hemos tenido. Mundialmente conocido, escritor y personaje público a la vez, con una vida trashumante entre Europa y América. Solo algunos escritores han tenido esa dilatada trayectoria.

 

No se trata de negar sus méritos, que los tiene. Son pocos los escritores que abrazaron distintos géneros: novela, teatro, ensayo, artículos de opinión. Sus obras completas van a abarcar varios volúmenes; aunque perdurará por las novelas que escribió. ¿Su receta? El mismo la dio: más traspiración que inspiración. Sentarse a escribir todos los días con un horario disciplinado de trabajo.

 

La madurez como escritor llegó rápido. Antes de los 28 años había escrito una novela sólida y deslumbrante, La ciudad y los perros, con la cual obtiene reconocimiento internacional. Y, antes de los 33, escribió quizás su mejor novela, Conversación en la Catedral. Fue precoz, algo difícil de encontrar en narrativa, donde el escritor “se toma su tiempo” para alcanzar la madurez literaria. Sus novelas posteriores, muy buenas muchas de ellas, no estuvieron al nivel de las obras de juventud.

 

Hábil polemista, los artículos de opinión publicados principalmente bajo su célebre columna Piedra de toque y reproducidos mundialmente, expresaban al Mario Vargas Llosa comprometido con su tiempo, a la manera de su maestro, Jean Paul Sartre. De allí que se compró varios pleitos, los que cómodamente pudo evitar: el distanciamiento de la Cuba de Castro y la condena de todo tipo de dictadura, sea de izquierda o de derecha; entre nosotros El informe Uchuraccay sobre el asesinato de ocho periodistas en pleno auge del terrorismo; tildar al gobierno del PRI, en el propio México, de “dictadura perfecta”. Son acciones que difícilmente haría otro escritor que no esté comprometido con su tiempo.  

 

Su accionar político fue sobre todo de opinión y de algunos actos de apoyo solidario a partidos y personas. En Perú fue claro su apoyo a las candidaturas contrarias a Keiko Fujimori, la hija de su rival en las elecciones presidenciales donde perdió, con la excepción de la elección de 2021, donde frente a una candidatura con visibles rasgos filoterroristas, avala a la hija de su archienemigo. En España fue visible su apoyo a ciertos personajes públicos del ámbito liberal, aunque sin la contundencia que tuvo entre los peruanos.

 

Excluyendo su breve accionar político de juventud en la célula comunista Cahuide, la única acción concreta como político fue su fallida candidatura presidencial de 1990. Él mismo confesó que la política, como acción, no lo movía como lo hace la literatura. Más que buscar el poder, como hacen tantos políticos, fue un deber del momento, frente a un Perú que parecía se iba al precipicio. Su apartamiento, luego de la derrota, fue lo mejor que le pudo pasar. Los años 90 fue una década rica en ensayos: el de Arguedas es el mejor y más totalizante, La utopía arcaica, que, de paso, le granjeó nuevos desaires de sus antiguos compañeros de ruta en la izquierda, que consideran a Arguedas como un abanderado del socialismo, cosa que no era.

 

Muchos creen que su conversión de socialista al liberalismo fue veloz. Demoró. Luego del rompimiento con la Cuba castrista y su desilusión del marxismo, en los 70 tenemos a un MVLL socialdemócrata, postula un socialismo en libertad como expresa en sus propios artículos de aquellos años. Apoya brevemente las reformas de Juan Velasco Alvarado hasta que confisca los diarios en Perú. Tiene un acercamiento a la forma de vida de Israel, con los kibutz, suerte de comunitarismo agrario, y aboga por el entendimiento con Palestina, en la fórmula dos estados, un territorio.

 

En los 80 el viraje al liberalismo es total. No solo por los teóricos del liberalismo que estudió enfervorizadamente (Revel, Aron, Hayek, el propio Popper), si no por las reformas de Margaret Thatcher en Inglaterra, que marcan el cambio a lo que conoceremos luego como neoliberalismo. Es el MVLL más conocido. Aquel de posiciones liberales en lo político y económico, que simpatiza con algunos partidos de derecha que se forman en la península ibérica y funda por acá el Movimiento Libertad. Se convierte en un predicador apasionado, con la fe del converso.

 

También existe el Vargas Llosa frívolo, que se codea con la nobleza española, asiste a cenas con líderes de la derecha, recibe el título de marqués por parte del rey de España, abandona a su esposa y convive con Isabel Preysler, la socialité que se mueve como pez en el agua en los altos círculos sociales que el escritor ahora frecuenta. Es el periodo post Nobel, el último de su producción artística, con novelas que no se encuentran a la altura de las escritas antes, con la excepción de Tiempos recios, su novela más interesante de ese período.

 

Algo de esa frivolidad, producto de la fama, se notaba en 1982, cuando acepta ser jurado del concurso de belleza Miss Universo, celebrado en la ciudad de Lima, un concurso que de literario no tenía nada, salvo ver a chicas bonitas en traje de baño.

 

***

 

Entre nosotros, gracias a su candidatura, muchas ideas liberales comenzaron a ser debatidas. En un ambiente cargado de estatismo, mercantilismo y malas prácticas, fue una oxigenación saludable; aunque, como expresé al comentar sus memorias El pez en el agua, habría sido un mal presidente. Como ideólogo, propagador de ideas, era muy bueno; como político dejaba mucho que desear.

 

Ya en el siglo XXI es la vaca sagrada que todos hemos visto, oído y leído. Recibe merecidamente el Nobel de Literatura en 2010, escribe sus últimos libros y, como hombre ordenado que es, se va despidiendo del mundo. Visita los lugares de Perú que conoció de joven y se encierra progresivamente en sus cuarteles de invierno, anunciando en 2023 que cuelga la pluma.

 

¿Fue un escritor querido por las multitudes como sucedió con otros personajes del mundo de las letras? Si hablamos de “escritores queridos por las multitudes”, MVLL no lo era, como en cambio sí lo fue su amigo y rival Gabriel García Márquez. A este, todos, incluso los que no lo conocieron, lo ven como el amigo o familiar entrañable. El “Gabo” de tantas historias. Con Vargas Llosa existe respeto en el trato, un “don Mario” o hasta un “doctor” que implica cierta distancia, sin llegar a la simpatía afectuosa que se le tiene al colombiano. Tiene que ver con la personalidad y el carisma que algunos poseen y otros no, y, valgan verdades, MVLL no era carismático. Uno era más querendón, el otro más frio. Y ello se reflejaba en sus novelas. Uno era un “monstruo de la naturaleza” que, por instinto, arrastraba al lector como un huracán a los mundos imaginarios creados. El otro construía sus novelas con una arquitectura cuidadosamente planificada que, al leerla, se siente “fría”.

 

La tesis doctoral que preparó sobre García Márquez convertida luego en libro de ensayo, con un estudio serio y profundo sobre la obra y el autor de Cien años de soledad, demuestra la enorme admiración que MVLL tenía hacia el escritor caribeño. Ojalá la biografía crítica que merece el Nobel peruano de cuenta de esta relación que existió entre ambos escritores de amistad, competencia y futura enemistad, ahora que con Vargas Llosa se ha ido el último integrante del boom de la novela latinoamericana, que tanto dio que hablar en los años 60 y 70 del siglo pasado.

 

Estos meses y años que van a venir tendremos la imagen de un MVLL como santo laico, de estampita. Algunas avenidas llevarán su nombre, se colocarán estatuas en su memoria, se reeditarán sus novelas, pero, como él mismo lo dijo repetidamente, habrá que ver si las generaciones futuras te recuerdan. Muchos escritores celebrados en vida, luego de muertos fueron olvidados.

 

Quizás lo dijo pensando en Jean Paul Sartre, su maestro y guía, el paradigma de lo que un escritor debe ser. Filósofo y personaje público que, al igual que MVLL, opinó sobre todo lo humano y divino, con incontables obras en filosofía, teatro, narrativa y ensayo. Considerado el principal de los mandarines de la intelectualidad francesa de la segunda post guerra mundial, escuchado y leído por todos, con declaraciones y artículos de opinión que remecían no solo a Francia, amado y temido, se dio el lujo de rechazar el premio Nobel de Literatura cuando se lo concedieron. Luego de fallecido, en 1980, nadie se acuerda de él, su obra ya no se publica y se encuentra acumulando polvo en alguna biblioteca perdida. La gloria efímera del mundo.

 

Vargas Llosa guarda una asombrosa similitud como intelectual y personaje público con el filósofo francés. Ojalá no corra la misma suerte y esperemos sea nuestro Víctor Hugo; aunque eso solo el tiempo lo dirá. Cronos, como siempre, es el gran juzgador de las obras y de los hombres.