Sunday, March 23, 2025

TIEMPOS RECIOS: ENTRE DICTADURAS Y REFORMAS

Eduardo Jiménez J.

jimenezjeduardod@gmail.com

@ejj2107


Las novelas que le salen más redondas a Mario Vargas Llosa (MVLL) están relacionadas con dictaduras y sistema político (Conversación en la Catedral, su mejor novela) o sistemas de opresión muy similar al de una dictadura (La ciudad y los perros), donde el personaje se adapta al sistema opresivo o es derrotado. Tiempos recios se encuentra en esa órbita y le ha salido mucho mejor y más fascinante que su última novela Le dedico mi silencio.

 

Imagino tiene que ver con la juventud que vivió el propio Nobel dentro de la dictadura de Manuel Odría (1948-56) y, en lo familiar, la opresión y el agobio de vivir al lado de un padre bastante autoritario, naciendo así su disconformidad personal y política, sea a nivel micro (una familia) o macro (todo un país). En estos gobiernos, nos dice el autor, la corrupción, mediocridad y grisura se filtra por los poros y el individuo se degrada a niveles de pérdida de la dignidad humana, sea por ambición o sencillamente por sobrevivir.

 

Así como en La fiesta del chivo (con la cual tiene varios puntos de contacto la presente novela) se partía de hechos y personajes reales para ahondar en toda la degradación que existió en el régimen de Trujillo; en Tiempos recios utiliza la misma estrategia narrativa: los hechos y personajes que se describen son reales, pero algunas situaciones han sido ficcionalizadas.

 

La novela tiene una introducción donde se detalla cómo se gestó la idea de hacer creer a todo el mundo que en Guatemala se había instaurado un gobierno comunista, satélite de Moscú, cuando se afectaron los intereses de la United Fruits en el país centroamericano, al verse obligada a pagar impuestos como cualquier persona. Fue la utilización del poder de la propaganda para hacer creer algo que no es. Y lo hicieron tan bien que, en pleno macartismo y guerra fría, el gobierno norteamericano y parte de la prensa liberal creyeron que el comunismo ya estaba instalado en Guatemala, con espías rusos operando por todos lados.

 

Es así como vamos adentrándonos en los entresijos del poder en el gobierno de Juan Jacobo Árbenz, cuando intentó una serie de reformas de corte progresista y que fueron segadas por la CIA en connivencia con la oligarquía guatemalteca y la empresa bananera que deseaba volver a la situación de privilegio anterior.

 

Hay un personaje que es el hilo conductor de la novela, y si bien secundario, existió en la vida real: Marta Borrero Parra, la llamada miss Guatemala, una belleza perteneciente a una de las mejores familias guatemaltecas y que tendrá una vida de novela: madre a los 15 años, luego amante del dictador Carlos Castillo Armas que derrocó a Árbenz, informante de la CIA, anticomunista acérrima, colaboradora del gobierno de Trujillo, amante de Johnny Abbes, el temible jefe de seguridad de Trujillo, y a la cual MVLL hace una entrevista, ya octogenaria, al final del libro. Quienes la conocieron y perdieron la cabeza por miss Guatemala dicen que embrujaba con unos ojos penetrantes. No solo era belleza, sino personalidad.

 

¿Qué quedó de las reformas de Árbenz en Guatemala? La verdad que nada. Castillo Armas las desmanteló todas, persiguió, encarceló y mató a quienes las defendían; y si bien fue un buen defensor de los intereses de la empresa norteamericana y de volver al status quo anterior, a su vez fue asesinado y sucedido por otro militar, en una secuela desenfrenada de ambición por el poder, donde unos derrocaban a otros. Por cierto, todos los participantes en el golpe a Árbenz y el asesinato de Castillo Armas, a su vez tuvieron un final trágico en esta ola de inestabilidad política que sacudió al país en los años siguientes.

 

La premisa detrás de la novela y que MVLL ha sostenido por lo menos desde los años 70 y su desilusión del socialismo, es que las reformas en una sociedad son mucho mejor que esos cambios apocalípticos, radicales, o, peor aún, mantenerse anquilosado en el atraso y el oprobio, usando la fuerza como sucede en una dictadura. Plantea una hipótesis interesante: si se hubiera dejado gobernar a Árbenz e implementar las reformas necesarias, modernizando Guatemala, habría servido de ejemplo para otros países de la región y se hubiera evitado la radicalización de la revolución cubana y que caiga en los brazos de Moscú.

 

Fidel Castro en sus inicios era un reformista, continental, hayista más que comunista. Pero él y su grupo cercano, entre otros, el mítico Che Guevara, ven que EEUU no va a permitir las reformas en Cuba, así como lo impidió en Guatemala, hecho que los lleva a la radicalización política. La ceguera e histerismo del gobierno norteamericano de ese entonces, el ejecutar el embargo económico y tratar de ahogarlos financieramente, ayudó a la radicalización y a que gire la revolución hacia Moscú. El resto es historia conocida.

 

Tiempos en que EEUU veía a Latinoamérica como su patio trasero y que llevaron a conatos revolucionarios en el continente, muchos apagados sangrientamente y al costo de un odio cada vez mayor al imperio.

 

La mejor novela de MVLL post entrega del Nobel. Tiempos recios contiene una lección útil para aquellos aprendices de brujo y que salivan por las dictaduras, sean de izquierda o de derecha.

* Mario Vargas Llosa: Tiempos recios. Edición consultada: Edición Alfaguara, 2019, 353 pp. 

Sunday, March 16, 2025

LOS ARANCELES, EL DÓLAR, LOS DÉFICITS GEMELOS Y EL APRENDIZ DE BRUJO

 Eduardo Jiménez J.

jimenezjeduardod@gmail.com

@ejj2107


Para el siguiente comentario sobre la política arancelaria en el segundo gobierno de Trump he tomado como referencia principalmente el artículo de Leopoldo Papi, Trump y los riesgos de perder  el “privilegio exorbitante” del dólar, publicado en la revista Letras Libres (https://letraslibres.com/politica/trump-y-los-riesgos-de-perder-el-privilegio-exorbitante-del-dolar/28/02/2025/). Las opiniones personales sí son enteramente del suscrito.

 

EL PADRE INTELECTUAL DE LA CRIATURA

 

El padre intelectual de la política arancelaria de Trump es el economista Stephen Miran, actualmente presidente del Consejo de Asesores Económicos en la administración republicana, quien en un artículo proponía “recurrir a aranceles aduaneros unilaterales y posibles acuerdos multilaterales destinados a reducir la infravaloración de las monedas de las contrapartes”.

 

En el intercambio comercial entre EEUU y las demás naciones, el dólar norteamericano es una moneda apreciada, por lo que resta competitividad a las exportaciones norteamericanas, mientras los demás países tienden a depreciar su moneda y hacer más competitivas sus exportaciones. Es por eso que Miran plantea una subida de aranceles unilaterales que permita una “equidad” entre el dólar y las demás monedas, aunque reconoce los límites de una política así, dado que el dólar es una moneda de refugio a nivel internacional.

 

EL DÓLAR COMO MONEDA DE REFUGIO

 

Efectivamente, el dólar norteamericano es una moneda de refugio, no solo para las transacciones económicas sino como moneda de reserva de los estados y de los particulares. De allí que mayormente la moneda en que un estado guarda sus reservas internacionales es el dólar (aprox. 60% de las reservas internacionales se encuentran en dólares), moneda que tiene una aceptación y confianza internacional. ¿A qué se debe?

 

LOS BONOS DEL TESORO Y LOS DÉFICITS GEMELOS

 

Desde hace buen tiempo EEUU se encuentra en déficit en cuenta corriente (importa más de lo que exporta), siendo su balanza comercial negativa con casi todos los países con los que comercia. Igualmente hace más de 50 años arrastra un déficit fiscal (el estado gasta más que los ingresos percibidos), que en gran parte es financiado con los bonos del tesoro, cuyos tenedores se encuentran alrededor del mundo, y tienen confianza que los EEUU van a honrar la deuda (se le pagará al acreedor en la fecha de vencimiento más un interés). Es la inversión más segura, sobre todo en tiempos turbulentos. A ese doble déficit (comercial y fiscal) se le conoce como déficits gemelos.

 

A cualquier estado tener déficits gemelos lo llevaría a bancarrota, su moneda se devaluaría rápidamente, sería inelegible para nuevos créditos, se le exigiría reformas profundas en su estructura económica; pero en el caso de los EEUU existe una seguridad y una tranquilidad en el pago de los bonos del tesoro, debido a que están frente a la primera nación del mundo, cuyo estado de derecho garantiza el pago oportuno (no ocurriría lo mismo con países autocráticos como Rusia o China, cuyas reglas de juego pueden cambiar en forma arbitraria). Recordemos que el dólar como moneda es igual a cualquier otra. No tiene respaldo en oro desde hace más de 50 años, el propio gobierno norteamericano, a su libre facultad, emite el papel moneda (lo que nosotros llamamos “la maquinita”), pero existe garantía y confianza que se honrará la obligación.

 

A lo que se añade otro aspecto importante: la seguridad frente a agresiones externas que sufre Occidente, contando con el principal ejército del mundo, altamente sofisticado. Si bien el autor señala que los gastos en defensa de los EEUU han disminuido en los últimos años, siguen siendo los más importantes frente a agresiones extra occidentales (léase Rusia, China, los países musulmanes, etc.). Digamos que EEUU es el defensor y guardián de Occidente, a cambio de lo cual se le tolera déficits y hasta se le financia los gastos del estado.

 

LA POLÍTICA ARANCELARIA

 

Generalmente la política de subir aranceles obedece a financiamiento del estado (es una fuente de ingresos), a proteger su industria nacional o a temas políticos. Este último aspecto es el más resaltante.

 

Siguiendo el consejo de Stephen Miran, el gobierno de Trump busca renegociar los acuerdos con sus socios comerciales. De allí que se muestre tan confrontacional con Canadá o México, sus principales socios en la región, o la propia Unión Europea. Su estrategia se ha repetido en todos los casos: Amenaza con subir los aranceles, luego los suspende y busca una negociación favorable. La parte más débil accede teniendo una pistola que le apunta.

 

Otro rasgo es la política doméstica. Con los aranceles elevados busca “repatriar” las fábricas que se fueron a China y otros países, reiterando que aquellas industrias que regresen obviamente no pagarán aranceles. En el fondo lo que busca es dar trabajo a los miles de desempleados norteamericanos, desempleo ocasionado por la migración de las empresas fuera de EEUU, siendo la subida arancelaria una medida proteccionista. Tengamos presente que los blancos pobres son el principal bastión electoral de Trump.

 

Otro tema de política doméstica son las elecciones intermedias donde se renueva parcialmente el Congreso de la nación. Todo indica que la administración Trump busca algunos resultados inmediatos que le permitan exhibir logros (que serán magnificados) y que le aseguren una mayoría cómoda en ambas cámaras legislativas para lo que resta de su mandato, ejecutando en los primeros meses de su gobierno algunas medidas amargas como una desaceleración económica, inflación alta o hasta una eventual recesión controlada, ahora que cuenta con una alta popularidad, que ejecutarlas en las vísperas de las elecciones de midterm donde los vaivenes electorales e incertidumbre política son mayores.

 

¿QUÉ PUEDE PASAR?

 

1.- En cuanto al dólar norteamericano, seguirá siendo la principal moneda de refugio internacional, sustituirla por otra es complicado en el corto plazo. Implica problemas técnicos y dificultad en establecer consensos políticos inmediatos. Siguiendo las tendencias históricas, es probable que en un futuro -cercano o lejano- EEUU deje de tener el protagonismo actual, eclipsándose como gran potencia. En ese momento el dólar dejará de ser la moneda internacional que es ahora, algo similar a lo que sucedió con la libra esterlina e Inglaterra en la primera mitad del siglo XX.

 

2.- Por extensión, los tenedores de dólares y de bonos del tesoro igualmente evaluarán que el gobierno de Trump dura solo 4 años, pudiendo ser sustituido en la siguiente elección por otro diametralmente opuesto, con otras reglas de juego, por lo que el dólar -por el momento- seguirá siendo la principal moneda internacional y los bonos del tesoro una de las fuentes importantes de financiamiento del déficit fiscal.

 

3.- Ello hará que los inversionistas sopesen la “repatriación” de las empresas que se fueron. El costo de trasladar una empresa y el tiempo de terminación de las nuevas plantas industriales en suelo norteamericano van a hacer pensar a más de uno si valdrá o no la pena.

 

Aparte que algunos entendidos en el tema sostienen que la, por ejemplo, industria de automóviles, hoy fuera de EEUU, de repatriarse no cubriría los puestos de trabajo con que contaba antaño, por la automatización de muchas funciones que hoy las hacen los robots, siendo imposible cubrir todos los puestos perdidos.

 

4.- Una “guerra de aranceles” en un mundo comercialmente tan interconectado, donde no existe un hegemón indiscutible como antaño, es un juego suicida con consecuencias impredecibles, incluso para el que prende la hoguera. Decisiones erráticas, marchas y contramarchas, conllevan perturbación a todos los mercados y un posible realineamiento de los países de Occidente que cuestionarán a los EEUU como el garante de la paz mundial, como hasta ahora era visto. En contrapartida, los rivales de EEUU, Rusia y China, miran desde la platea las ganancias políticas y comerciales que van a cosechar.

 

5.- Muchos economistas dudan también que se vaya a conseguir grandes ingresos con la subida de aranceles, debido a que se importará menos y el precio al consumidor norteamericano del producto final subirá, disminuyendo el volumen de lo comprado. En otras palabras, el peso de la subida de los aranceles lo van a tener las propias familias norteamericanas.

 

Por tanto, es inviable sustituir los impuestos internos que se cobran (sobre todo el impuesto a la renta) por el cobro de aranceles a productos extranjeros, que no llegaría a cubrir la enorme brecha de gasto del estado norteamericano. Aparte que una reducción drástica del impuesto a la renta, como la que propone Trump, solo beneficiaría a las grandes fortunas, en detrimento de los ciudadanos de menores ingresos que se verían perjudicados por el recorte en los programas sociales.

 

6.- Como el propio Miran reconocía en su artículo, los aranceles como herramienta política de negociación tiene sus límites. No se puede amenazar eternamente a un estado con subidas arancelarias de sus bienes, debido a que buscará otros mercados donde colocarlos (aunque demore un tiempo de ajuste), y aquellos que tengan cierto poder en el escenario mundial “contestarán” con medida similares a productos de origen norteamericano (China, Canadá, la propia UE). Tengamos presente que del casi 50% del PBI mundial que producía EEUU luego de la II Guerra Mundial ha pasado al 26% en la actualidad. No sería extraño que las naciones afectadas busquen nuevos socios comerciales.

 

7.- ¿Quién gana? Frente a “la política del garrote” esgrimida por Trump, China entra a tallar, con una cuota del PBI mundial cada vez más importante que, se calcula, igualará al norteamericano en pocos años. Paradójicamente China, país totalitario, usando el soft power, puede convertirse en el adalid del libre comercio mundial y atraer a su área de influencia a otros estados, descontentos con la política proteccionista y aislacionista de Donald Trump.

 

Tampoco sería extraño que, terminados los cuatro años de la administración Trump, EEUU salga más debilitado frente a un escenario mundial cambiante.

Sunday, March 09, 2025

A DIEZ AÑOS DE INTERSTELLAR

 Eduardo Jiménez J.

jimenezjeduardod@gmail.com

@ejj2107


Interstellar, desde su estreno en 2015, sufrió comparaciones con 2001: Odisea del espacio, y era natural, al ser 2001 el referente máximo de la ciencia ficción y, si bien existen ciertas similitudes en cuanto al contenido de aventura espacial, el tratamiento cinematográfico y contenido argumental son totalmente distintos. En 2001 se va hacia el encuentro de una civilización más desarrollada que la humana y que nos ha “guiado” a lo largo de la evolución a través de un extraño monolito. En Interstellar la aventura espacial es sobrevivencia pura. Las razones han cambiado. En el filme de Kubrick es más “metafísico”, en la onda del new age de aquellos años; mientras en el filme de Nolan es más “realista”, en el sentido contemporáneo de las adversidades producidas por el cambio climático en un mundo que se extingue.

 

Digamos que también el mundo de Interstellar es más pobre, en marcado contraste con el mundo descrito en 2001, donde prima la alta tecnología y un cierto optimismo de la sociedad humana. En Interstellar prácticamente no hay potencias hegemónicas, se ha desmantelado el poderoso ejército norteamericano, se privilegia la producción agrícola para subsistir frente a la tecnología, y en los manuales escolares se enseña que fue un mito lo del hombre pisando la luna. Estamos en un mundo que ha involucionado.

 

Pero Interstellar también puede verse como la última aventura humana, como lo fueron en su momento los grandes viajes de los navegantes del siglo XVI, descubriendo nuevos continentes con los riesgos que ello implicaba, incluso la vida misma. De allí que el personaje de Cooper encarna muy bien esas cualidades, dejando atrás familia y todo lo conocido. Para emprender esa aventura ante lo desconocido se debe ser consciente que la vida está en juego, perdiéndola, como les sucedió a muchos de los que, en aquellos remotos años, fueron en busca de riqueza y nunca regresaron.

 

Otros críticos han señalado que el argumento se inspira en La odisea de Homero. Ulises emprende el viaje a Troya y regresa muchos años después a su querida Itaca para ver a su familia y su reino cambiado, como le sucede a Cooper al ver de nuevo a su hija (ahora mayor que él por la relatividad del tiempo).

 

Si bien tiene una suerte de “final feliz” (el reencuentro padre-hija), la escena abre la posibilidad de una nueva aventura a la que Cooper de todo corazón y como buen aventurero estaría dispuesto a asumir. (Se aburre enormemente en la estación espacial que lleva su apellido).

 

A diez años Interstellar no ha envejecido. Y si hacemos las odiosas comparaciones, 2001 sigue estando en la cima (no sin razón fue denominada en su momento como la catedral de la ciencia ficción), pero no por ello tiene menor mérito la fascinante aventura humana que describe el filme de Nolan.

Sunday, March 02, 2025

DEMASIADOS ACCIDENTES, DEMASIADOS…

 Eduardo Jiménez J.

jimenezjeduardod@gmail.com

@ejj2107


En todas partes se producen accidentes; pero en el Perú son la regla y no la excepción. De todo tipo: puentes que se caen, jóvenes que se electrocutan en un fast food, aviones que chocan en una pista de aterrizaje, desastres naturales prevenibles y, ahora, el techo de un centro comercial que se cayó en la ciudad de Trujillo.

 

La constante es que el accidente ocupará las primeras planas unos días y luego será sustituido por alguna noticia que cause más sensación. Otra constante es que las autoridades pondrán el necesario “celo profesional” por unos cuantos días, justo los que dure la noticia, cerrando centros comerciales o colegios por aquí o por allá, y luego a dedicarse a otro asunto.

 

Claro, se dirá Perú, país del tercer mundo, la improvisación, los pocos escrúpulos de algunos empresarios, y funcionarios “de la vista gorda”, siempre van a acarrear accidentes. En un país con un sólido Estado de Derecho un accidente como el ocurrido en el mall de Trujillo le costaría no solo la licencia al centro comercial, sino la posible quiebra por las indemnizaciones a pagar y la cárcel a los representantes legales que, para variar, “se tiran la pelota” unos a otros.

 

Lo más probable es que con unos cuantos billetes a las víctimas o a los deudos la cosa se acalle. Los harán firmar mil documentos en los que se inhiben de cualquier acción legal futura, y borrón y cuenta nueva.

 

El asunto con el centro comercial que dejó varias víctimas es que el Perú, siguiendo una tendencia internacional, convirtió a los malls en los nuevos espacios públicos. Un lugar donde pasear, mirar vitrinas, ir al cine, comer algo, se ha convertido en costumbre, y que en ciertos días y horas punta puede albergar miles de personas. De allí que primero la ciudad de Lima y luego otras del país se llenaron de nuevos centros comerciales. Ese espacio, ahora, con el accidente en Trujillo, tampoco es seguro.

 

¿Quién es el culpable del accidente? Como en Fuente Ovejuna, todos son culpables. Desde el empresario (formal o informal) que decide ahorrarse unos soles en seguridad y mantenimiento, pasando por las autoridades venales que miran a otro lado, hasta los órganos jurisdiccionales que les han quitado a los municipios medidas de coerción como cierre de edificaciones con irregularidades.

 

En el caso de las nuevas edificaciones, el Tribunal Constitucional e Indecopi “le quitaron uñas” (en el buen sentido del término) a los gobiernos locales. Ya no pueden clausurar edificaciones que presenten irregularidades o problemas técnicos, por lo que de presentar defectos el proyecto o afectar la edificación a terceros o propiedad pública, la municipalidad ya no la puede clausurar como antaño. A eso -el usar el municipio como medida cautelar la clausura temporal de una edificación- Indecopi y el Tribunal Constitucional los llamó “barrera burocrática”.

 

Es cierto que la corrupción existe y que más de un funcionario municipal es “bastante flexible” con lo que ve o no ve en una inspección, pero de allí a quitar facultades al municipio como la clausura temporal de una mala edificación no era la solución. El remedio ha sido peor que la enfermedad. No sería extraño que muchos edificios recién construidos comiencen a presentar problemas al poco tiempo de terminados. Esperemos no se caiga ninguno.

 

            El poeta César Moro fue el que sentenció “En todas partes se cuecen habas, pero en el Perú solo se cuecen habas”. Por desgracia sigue siendo así.

Sunday, February 23, 2025

MILEI Y LA CRIPTOMONEDA

     Eduardo Jiménez J.

jimenezjeduardod@gmail.com

@ejj2107        


           La historia de este desaguisado ya se ha hecho pública: El 14 de Febrero de 2025 un grupo de inversores lanza una nueva criptomoneda llamada Libra, supuestamente para financiar a empresas argentinas. El presidente Milei lanza un tuit eufórico promocionando implícitamente la nueva moneda, lo que propicia que inversores apuesten por esta. Cuando se encuentra en el pico (oferta y demanda) los tenedores y promotores de Libra venden a buen precio la criptomoneda que tenían en su poder y desaparecen con las ganancias. A las pocas horas Libra no vale casi nada. Se había tratado de un bluff. La estafa se calcula en unos 100 millones de dólares.

 

Que existió una estafa de los promotores de la criptomoneda, no cabe duda. El tema se encuentra en la responsabilidad del presidente Milei al promocionar implícitamente la moneda, si hubo dolo por parte de él (si actuó deliberadamente para sacar un provecho personal) y su responsabilidad política.

 

Personalmente creo (salvo prueba en contrario) que Milei no actuó con dolo. Me parece que el tuit lanzado apoyando la criptomoneda se debió al temperamento pasional que lo mueve y no midió las consecuencias. Su temperamento lo ha llevado muchas veces a callejones sin salida. Como presidente de la república se debe ser más medido en lo que se dice o se escribe. Ya no se actúa a título personal, sino que representa a toda una nación.

 

Pero no quita que tenga culpa. La culpa nace por un hecho no premeditado. Es culpable sí, de haber actuado con intemperancia, ocasionando el perjuicio de miles de pequeños inversores, muchos connacionales suyos, que frente al tuit de apoyo eufórico del presidente deciden invertir en esta criptomoneda.

 

Su figura de rockstar de la política está seriamente lesionada. Ha perdido credibilidad ante sus compatriotas y sus pares en el mundo. Difícil que se le crea y se confíe como hasta ahora se creyó y se confió en él. Cuando quiera anunciar nuevas medidas económicas o en su lucha contra la corrupción, o cuando ataque a sus adversarios (que los tiene y muy fuertes), muchos dirán que es tan ladrón como los anteriores. La credibilidad de una persona se puede desmoronar en escasos minutos y es muy difícil reconstruirla. Como dice el conocido adagio la mujer del César no solo debe ser honrada, sino debe parecerlo.

 

¿Amerita ello responsabilidad política que podría llegar a la destitución del presidente? Eso depende del Congreso argentino. Igual que entre nosotros, el Congreso tiene amplias potestades para evaluar y sancionar una conducta por responsabilidad política, y sobre todo cuentan los votos que consiga, a favor o en contra.

 

Entra en juego la negociación, el toma y daca. Te salvo, pero qué me das a cambio. No creo que lleguen a la destitución del presidente, pero sí le van a hacer pasar un trago amargo y el libertario tendrá que transar en muchas cosas que detesta. Imagino que, de salir bien del percance, tendrá más cuidado en lo que escribe o en lo que hace.

Sunday, February 16, 2025

MARÍA MARICÓN: LA PROVOCACIÓN COMO MOTIVO

 Eduardo Jiménez J.

jimenezjeduardod@gmail.com

@ejj2107


La cancelación que ocurrió entre nosotros de la obra de teatro trans María Maricón -puesta en escena que se iba a realizar en las instalaciones de una universidad que lleva los apellidos de Católica y Pontificia-, donde se usaba símbolos muy queridos y reverenciados en el mundo católico como la Virgen María, la cual era presentada travestida, ocasionó un ligero conato entre los “progresistas” y las “fuerzas conservadoras católicas” locales.

 

El conflicto se agudizó si vemos que dentro del sector progresista -sector woke para ser más preciso-, los trans son una minoría bastante sensible a las críticas y a la libertad sexual y de expresión, que denuncian una “represión histórica” por parte de los supuestos grupos dominantes -católicos, heterosexuales, hombres blancos, etc.- y, por tanto, exigen una patente de corso irrestricto al ejercicio de su libertad de expresión, al ser un grupo dominado a lo largo de la historia. Tenemos el conflicto ideal, mezcla de cuestiones ideológicas, de género y de sojuzgamiento de minorías sexuales.

 

El sector progresista basaba su oposición a la cancelación de la obra en el derecho humano fundamental a la libertad de expresión. Derecho irrenunciable en Occidente y frente al cual ya no cabría mayor discusión. Esgrimir el sagrado derecho a la libertad de expresión implica callar al oponente y zanjar así el debate. “Nosotros somos los buenos, ustedes son los malos”.

 

Sin embargo, más allá de querer zanjar el debate invocando un ddhh, es interesante el enfoque de Luis Pásara en un reciente artículo en su blog (por cierto, insospechable de reaccionario, más bien pertenece al “bando” de los progresistas) sobre la provocación de la puesta en escena.

 

Pásara (https://luispasara.lamula.pe/2025/01/21/la-contraproducente-tactica-de-la-provocacion/luispasarapazos/) plantea qué utilidad tendría la puesta en escena de una obra tan provocativa, sino ratificar a los convencidos y tener en contra a los que se oponen a la representación, que dudo -esto es agregado mío- sean únicamente “reaccionarios y fascistas heterosexuales” como alegaba el bando woke, sino gente creyente, que no está en contra de los homosexuales y transgénero, pero siente lesionada sus creencias religiosas por la tergiversación de los símbolos más sagrados del catolicismo. Dicho de otra forma, los que se opusieron a la representación no eran únicamente los pertenecientes al “heteropatriarcado represor”, como argumentaban, victimizándose, los partidarios a favor de la obra, sino gente sencilla, pero que se sentía ofendida en la tergiversación de sus símbolos más sagrados. Incluso muchos de ellos, creyentes católicos, pertenecientes a la propia comunidad LGTB+.

 

Esto lleva a otra consideración. El momento, lugar y modo en que se presentó “la provocación”, obviando que todo ejercicio de un derecho trae consecuencias y responsabilidades inherentes a quien lo ejercita. Si se quiere convencer a quienes no aceptan a la comunidad trans, provocándolos es la peor forma. Como sostiene Pásara, la provocación es un facilismo que dista mucho de poder convencer a los que se encuentran en la otra orilla y solo ratifica a los que ya se encuentran convencidos de antemano. Sostiene el autor, y con razón, que la provocación es “solo tirar la piedra” y no hacerse cargo de las consecuencias.

 

Provocar de esa manera -y esto ya es de mi cosecha- es mirarse al ombligo, narcisismo puro, con lo cual no se consigue absolutamente nada, salvo el aplauso de los que forman parte de una comunidad que adhiera a esos principios o a esa forma de vida. Y, seamos sinceros, en más de una oportunidad la provocación y el escándalo han sido los medios ideales para hacerse conocido un autor o un artista, algo difícil de conseguir de presentar su obra en sociedad bajo circunstancias ordinarias.

 

Los debates sobre tolerancia sexual en una sociedad son más largos y complejos. Demora tiempo y los “atajos” como las provocaciones solo consiguen que exista una más férrea oposición de los que no comulgan con los provocadores y que el abismo entre ambos grupos se agrande.

Sunday, February 09, 2025

EMILIA PÉREZ

 Eduardo Jiménez J.

jimenezjeduardod@gmail.com

@ejj2107


            Al filme Emilia Pérez le ha caído palos de todos lados gracias al argumento, bastante provocativo: un narco, hastiado de la vida que lleva, decide cambiar de sexo y, con el dinero mal habido, enjuagar sus delitos apoyando a las familias de los desaparecidos en su localización a fin que tengan un entierro digno y sus seres queridos los puedan llorar.

Quienes la critican con argumentos extra cinematográficos olvidan que Emilia Pérez es un musical y como tal suspende la realidad y crea una realidad alterna que, por convencionalismo, se entiende que el espectador también la acepta. Nadie que haya visto un musical cree que esa es la “realidad real”.

 

La intención de los productores y del director, Jacques Audiard, era generar provocación. Romantizar al narco, una figura cargada de negatividad, y convertirlo en un Robin Hood. Es como si entre nosotros, que sufrimos la violencia terrorista, alguien se le ocurra hacer un musical con un final alterno donde Abimael Guzmán cambia de sexo y decide ayudar a las víctimas de los que mandó asesinar. Estoy seguro que todas las críticas saltarían contra el director y los productores de ese supuesto filme, donde un genocida se convierte en héroe, o hasta quemarían las salas de cine donde se exhibe. Los desaparecidos es un tema bastante sensible, acá y en cualquier parte del mundo.

 

Pero Emilia Pérez es también la historia de la segunda oportunidad. La reivindicación de la persona arrepentida. El pentimento de los italianos. La expiación de las culpas, por lo que el personaje se vuelve más humano. (En la escena final del filme, muerta ya, Emilia hasta es venerada como una santa laica, con efigie incluida).

 

Y, en un plano ético y hasta filosófico, se puede colegir que del mal (el dinero mal habido de Manitas del Monte) surge el bien (ya convertido en Emilia, ayudar a ubicar a las víctimas de la violencia gracias a ese dinero). Del mal puede salir el bien y viceversa. No hay caminos rectos. Son los renglones torcidos de Dios.

 

Por lo demás, si lo miramos solo como musical el filme no es malo. Es bastante aceptable y con una actuación excepcional de Zoe Saldaña, personaje conductor de toda la historia. Se ha buscado la sinrazón para denostar la película: el castellano mal hablado de Selena Gómez o se han desenterrado algunos tuits anti musulmanes de la actriz trans Karla Sofía Gascón, políticamente incorrectos; otros se han cogido de criterios antropológicos o que la película no se filmó en México y con actores mexicanos (?), olvidando que criticar un filme por los valores extra artísticos es bastante riesgoso. Es como criticar una novela por el argumento de la misma y no por su valor artístico. De allí estamos a un paso de la intolerancia, velada o directa.

 

Es curioso, pero el filme luego de ser premiado en distintos certámenes, incluyendo Cannes, por estar en la onda woke y tener en el protagónico a una actriz trans, pasó a la orilla de la denostación y el escarnio. Estoy seguro que el escándalo desatado le permitirá ganar más de un Oscar, de las varias nominaciones que tiene. Sus detractores le habrían hecho un gran favor.


Sunday, February 02, 2025

EL CELESTE IMPERIO CONTRAATACA: LA POLÍTICA EN LA INTELIGENCIA ARTIFICIAL

 Eduardo Jiménez J.

jimenezjeduardod@gmail.com

@ejj2107


La presentación en sociedad de la inteligencia artificial (IA) china, llamada DeepSeek, más barata que los modelos occidentales y con código abierto (cualquiera la puede usar y compartir gratuitamente), trajo una bajada en el precio de las acciones de Nvidia (líder mundial en chips para IA) en las bolsas mundiales y justificaciones financieras más o menos creíbles, dependiendo de que lado del mostrador se encontraba quien argumentaba.

 

Lo cierto es que más allá de ningunear a la IA china, si se encuentra o no a años luz de las desarrolladas en Occidente o si ha mantenido un fair play con la competencia (argumento irrelevante y hasta risible frente al nuevo escenario), lo importante es el mensaje político, algo que se olvidó en algunos análisis. No es casualidad que su presentación pública se haya producido a la semana del segundo gobierno de Trump, el cual venía reiteradamente amenazando con el garrote de fuertes sanciones a los productos chinos.

 

Si quieres jugar rudo, atente a las consecuencias. Es lo que se puede leer entrelíneas en el anuncio de la presentación de la IA china. Vale decir que la competencia en la tecnología de punta será feroz y, como van las cosas, quien puede perder es Occidente y en especial EEUU.

 

Algunos sostienen que es “el momento Sputnik de la IA”, aludiendo al lanzamiento del satélite ruso que en los años 50 del siglo pasado inició la competencia espacial entre EEUU y la ex URSS. Lo que se encuentra en duda es si al final de esta guerra EEUU saldrá grande y victorioso, como en aquellos años en que era el hegemón indiscutible en el mundo.

 

Cuando las grandes empresas de Occidente se instalaron en China, esta comenzó a copiar su tecnología, algo similar a lo que hizo Japón luego de la postguerra. Comenzaron a fabricar y exportar productos con marca propia, pero todavía deudores de la tecnología occidental. Ahora, con la IA, el reto que se han propuesto es la originalidad, haciendo virtud de la necesidad frente a las restricciones tecnológicas de EEUU.

 

Mientras los chinos tienen todo el tiempo del mundo, en una suerte de contemplación budista de la eternidad, el gobierno de Trump se sujeta a solo cuatro años, donde si no hace algo efectivo en los dos primeros, cumpliendo algunas de las infinitas promesas electorales que ofreció en su campaña, puede perder la mayoría de las cámaras en las elecciones legislativas intermedias. En el interín Xi seguirá en su trono, como presidente de China, a la manera del dinosaurio de Monterroso.

 

Trump no las tiene todas a su favor, a pesar de los apabullantes decretos con que ha atarantado a medio mundo. Vistas las cosas de otro modo, más parece desesperación y lucha contra el tiempo, que serena estrategia política.

Thursday, January 30, 2025

TRUMP, LA OLIGARQUÍA Y LA DEMOCRACIA

Eduardo Jiménez J.

jimenezjeduardod@gmail.com

@ejj2107


             Aristóteles definía la oligarquía como una forma de gobierno, del gobierno de los ricos, que es tan peligrosa como el gobierno de los demagogos, los que engañan al pueblo, pasándose como sus salvadores, mientras se aprovechan del poder para él y los suyos, como sucede en el caso del gobierno que acaba de reestrenar Donald Trump:

 

“Y como todo populista digno de tal nombre, Trump se rodea de ricos. No será extraño que favorezca a los de su clase social, no solo con bajada de impuestos, subsidio a ciertas industrias, flexibilidad regulatoria, si no participación activa en su gobierno, por lo que estas ayudas van a significar más déficit fiscal y recorte de programas sociales de los que se beneficia gente que, paradójico, votó por él”. (En: Trump againt, https://laescenacontemporanea.blogspot.com/2024/11/trump-againt.html 10.Nov.2024)

 

No era necesario ser adivino para conocer lo que se venía, tomando en cuenta los antecedentes de su primer gobierno y que estamos ante un Trump recargado, que ha aprendido de los errores de su primer periodo. De allí que salga con el pie en alto, con una infinidad de decretos firmados en su primer día de mandato y muchos multimillonarios rodeándolo. No era novedad.

 

Biden tenía razón en los peligros que trae un gobierno de los ricos. Es como colocar al gato de despensero. Muchos programas sociales van a ser recortados, otros desaparecerán, se baja impuestos a favor de los multimillonarios y de paso se les concede generosos subsidios para sus empresas. Su gran enemigo: los inmigrantes ilegales, a los que se ha echado la culpa de todo. A ellos se suma China, a la que ya aplica su garrote llamado aranceles.

 

Trump ni remotamente es liberal como algunos ingenuamente creyeron. Es un mercantilista puro y nato, que someterá a una suerte de nacionalismo aislacionista a EEUU, del cual la nación del norte podría salir más debilitada y con un drástico recorte de su presencia hegemónica en el mundo. ¿El ganador? China, el gran enemigo.

 

En cuanto a América Latina, no creo que le importe mucho. Nos amenazará con el garrote de los aranceles (como a nosotros probablemente lo haga por el puerto de Chancay), pero hace buen tiempo AL cambio de socio comercial. Hasta la Argentina de Milei quiere hacer más negocios con China. Creo que el liberal del barrio ya intuyó que no será el privileged boy de la región como muchos creyeron.

 

Estos primeros días de la administración Trump parecen caóticos, aunque no lo son tanto si se sigue el hilo de la lógica que los anima. O, dicho de otra manera, Trump sigue el precepto del Joker en The Dark Knight: Soy un agente del caos.


Sunday, January 26, 2025

UN MUNDO PARA JULIUS Y SU ADAPTACIÓN AL CINE

 Eduardo Jiménez J.

jimenezjeduardod@gmail.com

@ejj2107


La novela Un mundo para Julius (publicada en 1970) consagró tempranamente a Alfredo Bryce Echenique (Lima, 1939). Primera novela publicada (antes había publicado solo un libro de cuentos, Huerto cerrado) y que le valió el Premio Nacional de Literatura, más por razones políticas del momento que por razones estéticas propiamente, consagrándolo no solo en su país natal, si no a nivel internacional, en un momento que, gracias al boom, se veía con mucha atención a la narrativa latinoamericana. Sus mejores obras se encuentran entre los años 70 y 80 del siglo pasado. Aparte de Un mundo para Julius, quizás su mejor novela, es interesante también el díptico semiautobiográfico compuesto por La vida exagerada de Martín Romaña y El hombre que hablaba de Octavia de Cádiz, novelas no exentas de humor y del uso recurrido del lenguaje oral, características propias de su estilo desenfadado. A partir de los 90 se “muerde la cola”, repitiendo lo que antes era novedad, e incluso no estuvo exento en el presente siglo de una acusación de plagio por unos artículos periodísticos.

 

Lo interesante de Un mundo para Julius es que la historia se cuenta desde el punto de vista de un niño, a diferencia de las novelas realistas de ese entonces, donde el personaje central era un joven o un adulto. Quizás desde el cuento de Abraham Valdelomar, El caballero carmelo, no veíamos una narración contada desde los ojos de un niño con tanta sensibilidad y emoción. La inocencia de Julius le hace ver las cosas de un modo distinto al de un adulto, lo cual es bien trasmitido en ese lenguaje propio de Bryce. No es necesario haber conocido directamente el mundo de la vieja oligarquía para darse cuenta de su modo de vida, sus manías y, reconozcámoslo, hasta sus bondades, con palacio incluido.

 

El gobierno militar de ese entonces, presidido por el general Juan Velasco Alvarado (1968-75) tomó la novela como propaganda política, considerándola como la obra que “torció el cuello a la oligarquía”. La verdad que era una exageración, pero sirvió para hacerse conocido al por entonces joven Alfredo Bryce Echenique, hijo de esa “malvada oligarquía” que supuestamente había matado.

 

Y decimos supuestamente, porque la novela no buscaba un fin político determinado, si no contar las andanzas y desventuras de un niño que pertenecía a ese estrato social, que vivía en uno de esos palacetes que ya no existen ahora, educado en los mejores colegios de Lima y que abre los ojos a la cruda realidad fuera de su inocente burbuja. Un tanto la vida del propio Bryce de niño, perteneciente a ese mundo del cual, ahora, ya no quedan huellas.

 

Salvando las enormes distancias, Bryce con Un mundo para Julius como Giuseppe di Lampedusa en El gatopardo, describen mundos que ya no existen cuando las novelas fueron publicadas, mundos a los cuales los autores pertenecieron o lo conocieron de muy cerca; de allí la descripción bastante vívida, que “se siente” en los sucesos que describen.

 

De joven Bryce hace la ruta de su contemporáneo Mario Vargas Llosa: en vez de estudiar en el extranjero o en la Católica (regentada por curas en esos años), elige la Universidad de San Marcos. Más “popular”, pero que le hace saber de un Perú ignoto para el autor. Debemos precisar que ese “desclasamiento” es más radical en Bryce que en MVLL, por su procedencia social, de relaciones y de clase. Fácilmente pudo elegir una universidad extranjera para estudiar y seguir el guion de un joven de la vieja oligarquía, pero decide ir a contracorriente del destino que de antemano y de forma inexorable su clase social le había trazado.

 

Si bien las condiciones sociales y económicas de ambos son distintas, coinciden en el viaje de formación a Europa y la larga estancia en el viejo continente. Bryce de preferencia radicará en Francia, donde ejercerá la docencia.

 

***

 

Hace tiempo se extrañaba una adaptación al cine de Un mundo para Julius. Tenemos entendido que en el pasado existieron proyectos, pero ninguno se concretó hasta la puesta en escena de Rossana Díaz Costa en el 2021, quien tiene en su haber la interesante Viaje a Tombuctú (2014).

 

Lo primero que se nota en el filme es la falta evidente de presupuesto para una adaptación que requiere ambientación de época (la novela trascurre en los años 50 del siglo pasado). Rechina esa falta de dinero para, por ejemplo, recrear los viejos palacetes de la antigua Lima o el aeropuerto Limatambo de esos años, más parecido en el filme a la sala de recepción de un dentista que a un aeropuerto propiamente. El presupuesto humilde es bastante obvio, algo que no es culpa de la realizadora. Generalmente las producciones nacionales “de autor” manejan esos presupuestos franciscanos, lo cual se evidencia más por ser una ambientación de época que requiere decorados, trajes, ambientes, propios de la Lima de aquellos, ahora, remotos años.

 

Luego está la adaptación en sí. No podía ser una adaptación literal propiamente porque hubiera requerido un metraje de más de 3 horas de duración (o una miniserie que calza mucho mejor) y no las poco más de hora y cuarenta minutos de la película. De allí que la realizadora eligió una adaptación libre, tomando las ideas centrales de la novela y dejando de lado personajes y escenas. Por eso los personajes se encuentran poco desarrollados, como los hermanos mayores de Julius o la propia Susan, quien al poco tiempo de enviudar se casa con Juan Lucas (un Juan Lucas muy acartonado y poco convincente en el filme, a diferencia de la novela), alguien que no es de la aristocracia propiamente, si no de esa burguesía ascendente que no tendrá títulos nobiliarios, pero sí harto billete. (Hay un cameo del propio Bryce en una de las escenas).

 

Entre la servidumbre, que es fundamental en el desarrollo de la trama, solo Vilma, la niñera de Julius, tiene un desarrollo más o menos adecuado. El resto de personajes entran y salen de escena o tienen un rol decorativo. Como sucedió con los personajes de “la clase alta”, faltó metraje para un desarrollo apropiado de la trama y de los personajes.

 

Hasta donde tenemos entendido, la película estaba concebida solo para televisión, pero, por compromisos y algunos premios de fomento al cine que ganó, se trasladó también a la exhibición en pantalla grande. Como sucede hoy en día con muchas películas peruanas, no atrajo a un gran público y cumplió una breve estancia en salas limeñas. Están muy lejanos los años en que un filme nacional hacía fácilmente medio millón de espectadores.

 

La película no alienta “la lucha de clases” como alguien escribió por allí (tampoco la novela tuvo esa intención). Lo que sí hace es resaltar las diferencias de clase de los que conviven en una misma casa, lo que se remarca en la escena final. El acoso sexual a Vilma por parte de los hermanos mayores de Julius, su despido intempestivo del palacete y su posterior ejercicio del meretricio se encuentran descritos también en la novela. Es cierto que en los años 50 el tema del acoso sexual a las empleadas del hogar no era algo que llamase a escándalo, más bien era parte de la rutina de iniciación de los futuros “dirigentes de la patria” entrenarse sexualmente con las empleadas. (Creo que hasta ahora violentar sexualmente a una empleada doméstica no es materia que llame a escándalo ni denuncia social en los medios, o campañas tipo me too por parte de alguna organización feminista).

 

Ojalá en una futura adaptación de la novela podamos apreciarla en todo su esplendor, como se merece. No es difícil adaptarla, si la comparamos con novelas complejas como las primeras de Mario Vargas Llosa, pero Un mundo para Julius requiere para ser llevada al cine de un presupuesto respetable y un poco de inteligencia y de sensibilidad.